jueves, 28 de enero de 2021

La Élite Globalista debe tener ya un as bajo la manga

 

La Hechura del Imperio de USA en el Amanecer de su Fin

Por Pepe Escobar                                                                         22-Ene-21

FUENTE: https://www.globalresearch.ca/making-us-empire-dawning-end/5735069

 

 

El texto [en rojo] NO viene en el original y fue agregado por el equipo de traducción. Igualmente, lo destacado en amarillo aparece como texto simple en el original.

 

A medida que el Imperio Excepcional se prepara para afrontar un nuevo, destructivo y autodestructivo ciclo con consecuencias nefastas e imprevistas que repercutirán en todo el mundo, ahora más que nunca es absolutamente esencial volver a las raíces imperiales.

 

La tarea la cumple por completo Tomorrow, the World: The Birth of US Global Supremacy, de Stephen Wertheim, director adjunto de investigación y políticas del Instituto Quincy para el Gobierno Responsable e investigador académico del Instituto Saltzman de Estudios de Guerra y Paz, en la Universidad de Columbia.

Aquí, con esmerado detalle, podemos encontrar cuándo, por qué y especialmente quién dio forma a los contornos del “internacionalismo” estadounidense en una sala llena de espejos que siempre disfrazan el objetivo real y último: el Imperio.

El libro de Wertheim fue magníficamente revisado por el profesor Paul Kennedy. Aquí nos concentraremos en los giros cruciales de la trama que tuvieron lugar a lo largo de 1940. La tesis principal de Wertheim es que la caída de Francia en 1940 y no Pearl Harbor fue el evento catalizador que condujo al diseño completo de la Hegemonía Imperial.

Este no es un libro sobre el complejo industrial-militar de USA o el funcionamiento interno del capitalismo estadounidense y el capitalismo financiero. Es extremadamente útil ya que establece el preámbulo de la era de la Guerra Fría. Pero sobre todo, es una historia intelectual apasionante, que revela cómo la política exterior estadounidense fue fabricada por los actores reales de carne y hueso que cuentan: los planificadores económicos y políticos congregados por el influyente Consejo de Relaciones Exteriores (CFR), el núcleo conceptual de la matriz imperial.

 

He aquí el nacionalismo excepcionalista

Si solo una frase debiera captar el impulso misionero estadounidense es ésta: “USA nació de un nacionalismo excepcionalista, imaginándose providencialmente elegido para ocupar la vanguardia de la historia mundial”. Wertheim lo clavó basándose en una gran cantidad de fuentes sobre el excepcionalismo, especialmente Destino Manifiesto: La Expansión Estadounidense y el Imperio de la Derecha de Anders Stephanson.

La acción comienza a principios de 1940, cuando el Depto de Estado formó un pequeño comité asesor en colaboración con el CFR, constituido como un estado de seguridad proto-nacional de facto.

El proyecto de planificación de posguerra del CFR se conocía como Estudios de Guerra y Paz, financiado por la Fundación Rockefeller y que contaba con una excelente muestra representativa de la élite estadounidense, dividida en cuatro grupos.

Los más importantes fueron el Grupo Económico y Financiero, encabezado por el “Keynes estadounidense”, el economista de Harvard Alvin Hansen, y el Grupo Político, encabezado por el empresario Whitney Shepardson. Los planificadores de CFR se trasladaron inevitablemente al núcleo del comité de planificación oficial de posguerra creado después de Pearl Harbor.

Un punto crucial: el Grupo de Armamentos estaba dirigido nada menos que por Allen Dulles, entonces solo un abogado corporativo, años antes de que se convirtiera en el nefasto y omnisciente cerebro de la CIA, completamente deconstruido en El Tablero de Ajedrez del Diablo de David Talbot.

Wertheim detalla las fascinantes escaramuzas intelectuales en evolución a lo largo de los primeros ocho meses de la 2GM, cuando el consenso predominante entre los planificadores era concentrarse solo en el hemisferio occidental y no permitirse aventuras de "equilibrio de poder" en el extranjero. Como en “dejemos que los europeos luchen; mientras tanto, nos beneficiamos”. [esto parece basarse en el libro de James Burham, The Managerial Elite, que suponía que la 2GM terminaría con la eliminación de la URSS y la supervivencia de USA y Alemania]

La caída de Francia en mayo-junio de 1940 el mejor ejército del mundo se derrumbó en cinco semanas fue el punto de inflexión, mucho más que Pearl Harbor 18 meses después. Así lo interpretaron los planificadores: si Gran Bretaña fuera la próxima ficha de dominó en caer, el totalitarismo controlaría Eurasia.

Wertheim se concentra en la "amenaza" definitoria para los planificadores: el dominio del Eje evitaría que USA "impulse la historia mundial". Tal amenaza resultó inaceptable para las élites estadounidenses”. Eso es lo que llevó a una definición ampliada de seguridad nacional: USA no podía permitirse simplemente estar "aislado" dentro del hemisferio occidental. El camino por delante era inevitable: dar forma al orden mundial como la potencia militar suprema.

Así que fue la perspectiva de un orden mundial con formato nazi y no la seguridad de USAlo que sacudió a las élites de la política exterior en el verano de 1940 para construir las bases intelectuales de la hegemonía global de USA.

Por supuesto, había un componente de “ideal elevado”: ​​USA no podría cumplir con la misión que Dios le dio de guiar al mundo hacia un futuro mejor [coartada a posteriori; lo más importante era que no podía haber coexistencia pacífica entre la élite globalista y el NS]. Pero había también un asunto práctico mucho más urgente: este orden mundial podría estar cerrado al comercio liberal de USA.

Incluso cuando las mareas de la guerra cambiaron luego, el argumento intervencionista finalmente prevaleció: después de todo, toda Eurasia podría (cursiva en el libro) eventualmente caer bajo el totalitarismo.

 

Siempre se trata de "orden mundial"

Inicialmente, la caída de Francia obligó a los planificadores de Roosevelt a concentrarse en un área hegemónica mínima. Así, a mediados del verano de 1940, los grupos CFR, más los militares, crearon la llamada "área del barrio": Canadá hasta el norte de América del Sur.

Seguían asumiendo que el Eje dominaría Europa y partes de Oriente Medio y África del Norte. Como señala Wertheim, "los intervencionistas estadounidenses a menudo retrataron al dictador de Alemania [¡qué diferencia con FDR, adalid de la libertad, defensor de la democracia, azote de los malvados!] como un maestro del arte de gobernar, profético, inteligente y audaz".

Luego, a pedido del Depto de Estado, el crucial Grupo Económico y Financiero del CFR trabajó febrilmente de Agosto a Octubre para diseñar el siguiente paso: integrar el hemisferio occidental con la cuenca del Pacífico. [Dudoso: el siguiente paso fue defender Gran Bretaña como una cabeza de puente hacia Europa continental].

Ese fue un enfoque eurocéntrico totalmente miope (por cierto, Asia apenas se registra en la narrativa de Wertheim [lo que contradice el supuesto siguiente paso del párrafo anterior]). Los planificadores asumieron que Japón incluso rivalizando con USA, y tres años después de la invasión de China continental de alguna manera podría ser incorporado o sobornado en un área no-nazi.

Luego finalmente ganaron el premio gordo: unir el Hemisferio Occidental, el Imperio Británico y la cuenca del Pacífico en una llamada "gran área residual": es decir, todo el mundo no dominado por los nazis, excepto la URSS.

Descubrieron que si la Alemania nazi dominara Europa, USA tendría que dominar en todo el resto (las cursivas son mías). Ésa era la conclusión lógica basada en las suposiciones iniciales de los planificadores.

Fue entonces cuando nació la política exterior de USA para los próximos 80 años: USA tenía que ejercer un "poder incuestionable", como se indica en la "recomendación" de los planificadores del CFR al Depto de Estado, entregada el 19-Oct en un memorándum titulado "Necesidades de la Futura Política Exterior de USA”.

Esta "Gran Área" fue una creación del Grupo Económico y Financiero del CFR. El Grupo Político no quedó impresionado. La Gran Área implicaba un acuerdo de paz de posguerra que de hecho era una Guerra Fría entre Alemania y Anglo-USA. [de nueva cuenta el libro de James Burham, citado antes]. No era suficiente [no es que fuera insuficiente; no era factible un entendimiento, no era factible la coexistencia pacífica: era uno u otro, no podían ser ambos].

Pero, ¿cómo vender el dominio total a la opinión pública estadounidense sin que sonara “imperialista”, similar a lo que estaba haciendo el Eje [really?] en Europa y Asia? Eso era un gran problema de Relaciones Públicas.

Al final, las élites estadounidenses siempre volvieron a la misma piedra angular del excepcionalismo estadounidense: Si hubiera alguna supremacía del Eje en Europa y Asia, se negaría el destino manifiesto de USA de definir el camino a seguir para la historia mundial.

Como Walter Lippmann lo expresó de manera sucinta y memorable: “El nuestro es el nuevo orden. Para fundar este orden y desarrollarlo, fue que nuestros antepasados vinieron aquí [significativo que fuera precisamente Lippmann quien lo haya declarado]. En este orden existimos. Sólo en este orden podemos vivir” [más claro, ni el agua].

Eso establecería el patrón para los siguientes 80 años. Roosevelt, sólo unos días después de ser elegido para un tercer mandato, afirmó que USA era "verdadera y fundamentalmente ... un nuevo orden".

Es escalofriante recordar que hace 30 años, incluso antes de desatar el primer Dominio Rápido y Abrumador sobre Irak, papá Bush lo definió como el origen de un "nuevo orden mundial" (por cierto, el discurso se pronunció exactamente 11 años antes del 9/11).

Henry Kissinger ha estado comercializando el “orden mundial” durante seis décadas. El mantra número uno de la política exterior de USA es el "orden internacional basado en reglas": reglas, por supuesto, establecidas unilateralmente por el Hegemón al final de la 2GM.

 

Siglo estadounidense reeditado

Lo que surgió de la orgía de planificación de políticas de 1940 fue resumido por un mantra sucinto que aparece en el legendario ensayo del 17-Feb-1941 en la revista Life del magnate editorial Henry Luce: “El Siglo Estadounidense”.

Solo seis meses antes, los planificadores estaban, en el mejor de los casos, satisfechos con un papel hemisférico en un futuro mundial liderado por el Eje [Obviamente esos planificadores eran meros empleados; el Capo Globalista sabía que era una lucha a muerte y la coexistencia no era una opción]. Ahora, el ganador se lo lleva todo: "oportunidad completa de liderazgo", en palabras de Luce. A principios de 1941, meses antes de Pearl Harbor, el siglo estadounidense se generalizó y nunca se fue.

Eso selló la primacía de las políticas de poder. Si los intereses estadounidenses iban a ser globales, también debería serlo el poder político y militar estadounidense.

Luce incluso usó terminología del Tercer Reich: “Las tiranías pueden requerir una gran cantidad de espacio habitable. Pero la libertad requiere y requerirá un espacio vital mucho mayor que la tiranía". A diferencia de Hitler [o sea que la ambición de Hitler no era ILIMITADA y que a lo que parece la acusación de buscar el dominio mundial era más bien del lado opuesto], prevaleció la ambición ilimitada de las élites estadounidenses.

Hasta ahora. Parece y se siente como si el imperio estuviera entrando en un momento “Lo Hice, Ma. ¡la Cima del mundo!” a la James Cagney [la famosa línea final de la película “Al Rojo Vivo”, de 1949] pudriéndose desde adentro, el 11-S fundiéndose en el 1/6, en una guerra contra el "terrorismo interno" mientras aún alimenta los sueños tóxicos de imponer un "liderazgo" global indiscutible.

jueves, 21 de enero de 2021

Sí, las sanciones han sido contraproducentes

 El Imperio está perdiendo la guerra energética

Por The Ister                                                                                   12-Ene-21

FUENTE: https://thesaker.is/the-empire-is-losing-the-energy-war/

 

 

El texto [en rojo] NO viene en el original y fue agregado por el equipo de traducción. Igualmente lo destacado en amarillo aparece como texto simple en el original.

Podemos ver la guerra en curso contra la industria energética de Rusia como un acto de venganza del Imperio [del Mal; recordando la célebre frase reaganiana] pero una guerra que está perdiendo.

Después de que Putin impidiera el saqueo de las reservas de energía del país a principios de los 2000s, se lanzó esta guerra económica, diseñada para lisiar a la naciente industria de petróleo y gas de la Federación de Rusia y, por extensión, la economía rusa en su conjunto.

Este plan comenzó con la planificación de los oleoductos Trans-Caspio, Nabucco y Bakú Tbisili Ceyhan (BTC). El oleoducto BTC se construyó en 2005, bombeando petróleo desde los campos del Mar Caspio de Azerbaiyán a través de Georgia hasta Turquía. A continuación, el gasoducto Nabucco planeado habría llevado gas azerí desde el BTC al centro de gas de Baumgarten en Austria, donde evitaría la necesidad de energía rusa en Europa. Como golpe final de la OTAN, el oleoducto Trans-Caspio estaba destinado a cruzar el Mar Caspio, llevando gas y petróleo de Turkmenistán a Azerbaiyán y eventualmente a Europa a través de las rutas BTC y Nabucco, aislando a Rusia.

La guerra ruso-georgiana también se puede entender a través de esta lente. Dos días antes del estallido del conflicto, el oleoducto BTC sufrió una misteriosa explosión. La victoria de Putin en la guerra y la posterior ocupación de Osetia del Sur y Abjasia pusieron en riesgo los proyectos Nabucco y Trans-Caspio, ya que las corporaciones energéticas occidentales ya no invertirían en una empresa tan costosa a solo millas de una zona de conflicto. Los planes se echaron a pique. El gigante petrolero ruso Gazprom ahora firma acuerdos para comprar gas turcomano directamente con el fin de desincentivar a Turkmenistán de participar en un proyecto futuro de este tipo.

Y aunque vemos la reintegración de Crimea como el regreso de un territorio históricamente ruso, también fue una gran victoria en la guerra energética. En el conflicto de Crimea, la pesadilla de Putin fue que el derrocamiento de Yanukovych sería seguido por el eventual debilitamiento o eliminación de las posiciones militares rusas en el Mar Negro rico en energía. Una posición fortalecida en Crimea se aprovechó en la creación del gasoducto Turk Stream, que luego permitió a Rusia evitar a Ucrania enviando gas bajo el Mar Negro a Europa.

La posición de Rusia en la batalla del gasoducto se ha consolidado aún más por los recientes acontecimientos relacionados con el gasoducto NordStream 2, que llevará gas ruso a través del Mar Báltico a Alemania. Naturalmente, USA no es fanática de este proyecto y ha buscado retrasar la construcción por todos los medios posibles.

Pero incluso Alemania, que no es amiga de Putin o Rusia, ha seguido adelante con el proyecto. Gazprom ahora completará el gasoducto junto con socios de compañías energéticas británicas, holandesas, austriacas y alemanas. Y aunque USA puede desaprobarlo desde lejos, todas las exportaciones estadounidenses son su dólar fiduciario, que no puede ofrecer ningún sustituto para el gas y el petróleo rusos necesarios para impulsar los grupos industriales de Alemania.

En diciembre de 2020, Gazprom reanudó la construcción del gasoducto a pesar de las protestas de USA. De hecho, el estado germano-prusiano de Mecklenburg-Pomerania Occidental votó recientemente para crear una estructura legal a prueba de sanciones que se adelantaría a los futuros intentos de USA de interrumpir el proyecto.

Qué giro del destino: ver cómo la omnipotencia de USA se desvanece a medida que la intromisión geopolítica del Imperio [del Mal] simplemente es eludida por el comercio pacífico

Así, mientras la victoria de Rusia en la batalla del gasoducto ha sido inequívoca, la guerra se ha librado en otros dominios. Durante los últimos 6 años, el Imperio [del Mal] ha ganado la batalla de los precios, siendo sus dos armas principales el petróleo de Arabia Saudita y el gas natural producido por la revolución del esquisto.

La batalla del precio del petróleo comenzó cuando John Kerry y el rey saudí se reunieron en septiembre de 2014. Se llegó a un acuerdo en el que los saudíes suprimirían los precios del crudo para debilitar la economía rusa a cambio del apoyo militar de USA para derrocar a Bashar al-Assad [esa animosidad saudita anti-siria es inventada; mucho más probable es que el Imperio del Mal haya decidido convencer a A.Saudita para reducir el  precio del petróleo proponiéndole compensarle la baja con dólares “por debajo de la mesa”, puesto que el objetivo era perjudicar a Rusia]. Debido a que Arabia Saudita tiene los costos de extracción más bajos de cualquier productor importante ($3 por barril a partir de 2020), puede obtener ganancias a precios mucho más bajos que sus oponentes productores de petróleo de mayor costo, como Rusia, Irán y Siria. Bajo este nuevo acuerdo, los precios del crudo cayeron a nuevos mínimos cuando ISIS apareció en el este de Siria y el Ejército Sirio Libre recibió armas pesadas estadounidenses.

La economía rusa se contrajo casi un 40% durante los dos años siguientes. En comparación, la "Gran Recesión" de USA casi aplastó a todo el sistema financiero después de una simple reducción del 2,5% del PIB. Rusia pudo resistir la enorme contracción porque, bajo Putin, la política monetaria del país se centra en mantener una deuda neta cero: muy lejos de la década de 1990, cuando la contención de precios saudita (destinada a castigar a Rusia por luchar contra los islamistas en Chechenia) golpeó los precios del crudo y resultó en la crisis financiera rusa de 1998. Ahora que Rusia opera sin deuda externa, estas tácticas de precios son dañinas para la población pero ya no ponen en peligro el funcionamiento del estado.

Si bien 2020 ha visto una renovación de la contención de los precios por parte de los saudíes, las perspectivas a largo plazo del Reino se están desplomando. Debajo de Arabia Saudita se encuentra el estado de Yemen. Como la alta tasa de natalidad supera la oferta de recursos naturales, Yemen produce un exceso de hombres jóvenes pobres y radicalizados. En respuesta a los ataques aéreos saudíes y estadounidenses, el movimiento hutí ha unido a musulmanes chiítas y sunitas en Yemen bajo una bandera común contra su vecino del norte. Ahora los rebeldes yemeníes están apuntando a las instalaciones petroleras saudíes con ataques con drones cada vez más frecuentes, uno de los cuales elevó los precios del petróleo en casi un 20% en septiembre de 2019.

Otro problema para Arabia Saudita es el agotamiento de los recursos. Los saudíes mienten sistemáticamente sobre la cantidad de petróleo que queda. Las comunicaciones filtradas mostraron que el ex vicepresidente de Aramco advirtió a USA que sus reservas de petróleo en realidad podrían ser un 40% más bajas de lo que se afirma. El consenso solía ser que el campo de Ghawar tenía una capacidad de 5 millones de barriles por día. La presentación de la IPO (Oferta Pública Inicial, por sus siglas en inglés) de Aramco reveló una capacidad máxima de 3.8 millones de barriles por día: y ese es su campo más grande, produciendo un tercio de la producción de petróleo del país.

Si sus reservas de petróleo están bien, ¿por qué el Reino ha estado hablando con pánico sobre la diversificación económica durante los últimos 5 años? ¿Por qué Aramco incluso tuvo que hacer una oferta pública inicial? El estado vasallo de USA en la batalla del petróleo crudo parece estarse secando.

Otra arma en la guerra de precios de la energía ha sido la revolución del gas de esquisto. Los nuevos avances en la perforación horizontal y la fracturación hidráulica han permitido a USA acceder a reservas de petróleo y gas "reducidas" que antes eran difíciles de alcanzar. Como muchas operaciones de fracturación hidráulica pequeñas y medianas se establecieron rápidamente a mediados de la década de 2010, esto inundó el mundo con gas natural barato y redujo las ganancias energéticas de Rusia. Sin embargo, muchas de estas empresas no eran rentables y existían solo debido a las tasas de interés ultrabajas disponibles en ese momento, lo que permitió a las empresas operar con pérdidas durante varios años: lo que significa que la revolución sin fines de lucro del esquisto que afectó a Rusia fue financiada de facto por la Reserva Federal.

La caída del esquisto estadounidense parece estar en el horizonte, ya que la industria mostró signos de una gran debilidad en 2020. Las quiebras de petróleo y gas se han cuadriplicado de 2019 a 2020, y los niveles de producción de los campos más grandes de USA se han reducido. El campo Eagle Ford ha bajado un 30% desde 2019, Niobrara ha bajado un 35% y Anadarko ha bajado un 40%. El mejor caso para USA es que se trataba de reducciones voluntarias de la producción debido a precios baratos. El peor de los casos es que éstos son síntomas de la etapa final de agotamiento el mismo destino que le ocurre a Arabia Saudita.

Incluso si los grandes campos estadounidenses regresan a sus niveles de producción anteriores, esta ola de quiebras sacará del mercado a muchos pequeños productores que esencialmente perforaron con pérdidas operativas durante años.

Hay otros desarrollos que sugieren que el Imperio [del Mal] está perdiendo la guerra de la energía.

1. Nikol Pashinian, quien puso en la mira a Gazprom en Armenia con juicios espurios, ha recibido un ojo morado por Putin. Al negociar el acuerdo de paz armenio-azerí, el ejército ruso ahora ocupa permanentemente el Cáucaso. Cualquiera que crea seriamente que está limitado a 5 años debería mirar las “operaciones temporales de mantenimiento de la paz” que han mantenido a las tropas rusas estacionadas en la pequeña nación de Transnistria durante casi 3 décadas. La posición de Rusia en la región un centro energético crucial, es ahora más fuerte que en cualquier otro momento desde la Unión Soviética.

2. Desafiando las sanciones de USA, Irán ha reiniciado su industria de construcción naval nacional mediante la construcción de nuevos petroleros con piezas de origen nativo. Los nuevos petroleros del tamaño de Aframax tienen capacidad para almacenar 750,000 barriles de crudo y se utilizarán para entregar subrepticiamente petróleo a los socios comerciales de Irán.

3. A pesar de los débiles esfuerzos de Washington para instalar a Juan Guaidó en Venezuela, el único país con reservas de energía comparables a las de Arabia Saudita, Maduro todavía está en el poder, y Rusia y China ahora están colaborando para eludir las sanciones estadounidenses. A lo largo de 2020, el crudo de Venezuela llegó a los puertos chinos, después de haber atravesado la detección estadounidense con la ayuda de la petrolera estatal rusa Rosneft, que hizo que el petróleo pareciera como si su puerto de origen fuera Malasia.

Entonces, ¿cuáles son las moralejas de estos eventos?

Primero, podemos ver que Europa está despertando a la necesidad de la energía rusa. A pesar de todas sus fanfarronadas, USA no puede ofrecer una alternativa viable incluso para los países con los que se alinea ideológicamente. Claro, habrá intentos fortuitos como sacar gas de las grietas del mar Mediterráneo, pero en el mejor de los casos, esas son soluciones parciales. En segundo lugar, las sanciones han resultado contraproducentes: la economía rusa ahora es completamente resistente y rentable. No hay más forma de librar una guerra económica en una nación que ya ha sido aislada del sistema financiero mundial. En lo que respecta al comercio de petróleo, la voluntad de USA de imponer sanciones restrictivas ha sido emparejada con la creatividad de aquellos que esperan eludirlas. Finalmente, el período más difícil de la guerra de precios parece haber terminado y se ha ganado la batalla del gasoducto.

 

jueves, 14 de enero de 2021

Nueva marginación para USA

 La Geo-Política del Acuerdo de Inversión UE-China

Por Salman Rafi Sheikh                                                                          04-Ene-21

FUENTE: https://journal-neo.org/2021/01/04/the-geo-politics-of-eu-china-investment-deal/

 

 

 

El texto [en rojo] NO viene en el original y fue agregado por el equipo de traducción. Igualmente lo destacado en amarillo aparece como texto simple en el original.

El recién anunciado acuerdo de inversión entre la UE y China es un momento decisivo [tan decisivo como la terminación del Nord Stream 2], ya que marca un primer acuerdo de inversión de este tipo entre la UE y China que abriría las puertas para que la UE realice inversiones directas en China. China también tendrá oportunidades para expandir su alcance en el mercado europeo. Si bien el acuerdo generaría numerosos beneficios para las partes involucradas, también tiene ataduras geopolíticas muy visibles, que involucran no solo a la UE y China, sino también a USA. El acuerdo UE-China está siendo visto en USA tanto por la administración Trump (que ya se encuentra en un estado de 'guerra comercial' con China) como por la administración Biden como un revés a su política declarada de seguir un 'duro' acercamiento a China. La expansión de China en la UE permitirá a la primera escapar en gran medida del impacto de la actual "guerra comercial" y dará a su economía un gran margen de maniobra. Para USA, por lo tanto, este acuerdo debe revisarse a la luz de su propia política de confrontación calculada con China. USA pretende ejercer su influencia para que la UE se alinee con la política estadounidense.

Jake Sullivan, elegido por el presidente electo Joe Biden como asesor de seguridad nacional, instó a "consultas tempranas con nuestros socios europeos sobre nuestras preocupaciones comunes sobre las prácticas económicas de China". El tuit refleja una creciente preocupación entre los funcionarios de la administración Biden de que la formalización del CAI [Acuerdo Amplio sobre Inversión, por sus siglas en inglés] entre UE-China sin USA podría poner en grave peligro la capacidad de este último no solo para dar forma a la dinámica más amplia de los lazos bilaterales UE-China, sino también afectar su capacidad para conseguir el apoyo de la UE para formar un frente común contra China. Por lo tanto, la administración Biden busca mantener una postura política similar con respecto a China que la administración Trump ha seguido en gran medida durante los últimos cuatro años. Por lo tanto, es poco probable que las relaciones entre USA y China bajo la administración Biden vuelvan a la normalidad. En su forma actual, se espera que se exacerben debido a la creciente competencia militar.

Para USA, la principal preocupación no es el trato en sí mismo; es la forma en que este acuerdo convertiría a la UE en un actor independiente en sus relaciones con China. Después del acuerdo, la UE podrá dar forma y determinar sus políticas con respecto a China como un actor igualitario e independiente, dando al bloque europeo la influencia política que ha estado tratando de establecer para equilibrar sus relaciones con Estados Unidos. Hay tensiones en la OTAN, y USA, bajo la administración Trump, ha desatado fuerzas que han empujado a la UE cada vez más hacia una política exterior independiente, e incluso contemplar un sistema de seguridad interno europeo, independiente de la OTAN.

El hecho de que China recientemente haya ofrecido concesiones masivas a la UE también indica cómo China está tratando de capitalizar completamente las brechas existentes entre USA y la UE, dando a ésta última incentivos demasiado atractivos para rechazar. Las concesiones chinas ya dieron lugar al acuerdo en principio, lo que obligó tanto a Francia como a Alemania a cambiar imperceptiblemente de su política llamada "Indo-Pacífico" de "administrar" el ascenso de China a coexistir con ella de una manera que daría la UE un acceso muy solicitado al mercado chino.

Con China facilitando el acceso a su industria manufacturera, ha abordado una de las principales preocupaciones de la UE. Si bien casi todos los países de la UE tienen sus acuerdos bilaterales, el CAI es el primer “acuerdo de inversión independiente que cubre tanto el acceso al mercado como la protección de la inversión. El CAI reemplazaría los 25 BITs [Tratados Bilaterales de Inversión, por sus siglas en inglés] existentes con un marco legal uniforme con estándares de protección y arreglos de solución de controversias modernos ”.

Consecuentemente, mientras que la UE y China están superando cada vez más sus diferencias mutuas [la UE cambiando sus posturas de seguridad y los chinos relajando sus reglas], la división entre la UE y USA está aumentando.

Es probable que la Ley Europea de Servicios Digitales (DSA) y la Ley de Mercados Digitales (DMA) recientemente introducidas profundicen aún más la brecha transatlántica sobre el comercio digital. Las diferencias sobre el mercado de servicios digitales se sumarán a las tensiones ya existentes con respecto a la OTAN, el cambio climático y las relaciones económicas UE-USA.

Las leyes europeas tendrán un impacto adverso en USA. En 2019, USA exportó a la UE 196,000 mdd en servicios de tecnología de la información y de comunicaciones (ICT) y servicios potencialmente habilitados por las ICTs. Google ya ha dicho que este conjunto de leyes tiene como objetivo encadenar a las empresas estadounidenses. La Cámara de Comercio de USA dijo que "Europa tiene la intención de castigar a las empresas exitosas que han realizado grandes inversiones en el crecimiento y recuperación económica de Europa".

El acuerdo de inversión UE-China está, por tanto, tan basado en el propio impulso de China de expandirse como en la creciente búsqueda de la UE de su propio lugar, independiente de USA, en el mundo que se está volviendo cada vez más multipolar.

La UE está respondiendo a la forma en que USA se movió hacia el nacionalismo económico bajo la administración Trump. Si bien Joe Biden calificó la política de Trump de "USA Primero" como una mala política, el hecho de que esta política se mantuvo durante 4 años significa que fue capaz de infligir cambios sustanciales en la forma en que la alianza transatlántica se involucraría y se uniría para enfrentar enemigos comunes. La UE, tal como está, no se está uniendo simplemente con USA para "administrar" a China; en cambio, ha establecido un curso de acción que se adapta a sus intereses y necesidades. Como han dicho los diplomáticos de la UE, si las empresas de la UE pueden obtener un mucho mejor acceso a China y encontrar un campo de juego razonablemente nivelado, no hay razón para no interactuar con China.

jueves, 7 de enero de 2021

Esperemos que no se "patraseen" en el último momento

 

Europa Acoge el Mundo Multipolar con el Nord Stream 2 y el Acuerdo de Inversión con China

Por Finian Cunningham                                                                         29-Dic-20

FUENTE: https://www.strategic-culture.org/news/2020/12/29/europe-embraces-multipolar-world-with-nord-stream-2-and-china-investment-deal/

 

 

El texto [en rojo] NO viene en el original y fue agregado por el equipo de traducción. Igualmente lo destacado en amarillo aparece como texto simple en el original.

La necesidad material generalmente gana frente al credo ideológico. La necesidad sobre el dogma. Dos veces esta semana, la Unión Europea demostró en la práctica esa máxima  cuando rechazó a Washington por el gasoducto Nord Stream 2 con Rusia; y luego de nuevo sobre un importante pacto de inversión con China.

El ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Heiko Maas, declaró esta semana que el bloque europeo seguía adelante con la finalización del proyecto Nord Stream 2 en asociación con Rusia. La construcción del gasoducto bajo el mar Báltico había sido detenida temporalmente por las sanciones de USA. Pero ahora Alemania está diciendo que no será disuadida de terminar el proyecto.

Maas dijo que si bien la UE espera tener mejores relaciones con USA bajo la nueva administración Biden, el bloque estaba afirmando su prerrogativa de comerciar con Rusia para aumentar el suministro de gas natural como una cuestión de soberanía.

"No necesitamos hablar de soberanía europea si eso significa que, en el futuro, solo haremos todo lo que Washington quiera", dijo Maas. “El gobierno federal [alemán] no cambiará su posición sobre el Nord Stream 2”, agregó.

Dado que el gasoducto Nord Stream 2 duplicará el flujo de gas ruso relativamente barato a la UE, esto también es una cuestión vital para ayudar a impulsar las economías europeas.

A pesar de las repetidas exhortaciones, así como las amenazas de sanciones económicas, de Washington para que la UE abandonara al proveedor de energía ruso por el gas estadounidense más caro, los europeos están poniendo firmemente sus intereses económicos materiales por encima de las construcciones ideológicas [ajenas] que sería mejor dejarlas en los pasados años de la Guerra Fría.

La demostración europea de independencia frente a Washington es aún más notable en el contexto del furor del caso Navalny. El presunto envenenamiento del activista ruso por agentes del Kremlin se utilizó para presionar a Alemania para que abandonara el proyecto Nord Stream 2. Muchos críticos vieron el supuesto plan de asesinato de Alexei Navalny como una provocación de falsa bandera cuyo propósito era sabotear aún más las relaciones con Moscú y, en particular, arruinar el Nord Stream 2. Evidentemente, esa artimaña ha fracasado, dada la afirmación de Berlín esta semana de completar el proyecto del gas.

El segundo rechazo notable de la UE a Washington se produjo con la anunciada conclusión de un importante pacto de inversión con China. Las negociaciones llevan siete años en proceso, pero ahora ambas partes están listas para firmar a finales de esta semana. Es imposible exagerar la importancia de este acuerdo de comercio e inversión entre la UE y China. Lleva a las dos entidades comerciales más grandes del mundo a una integración cada vez más estrecha. Ésta es una manifestación clave de la política global de China de sentar las bases para las Nuevas Rutas de la Seda y apuntalar una visión de un mundo multipolar. “Eurasia”, desde el Lejano Oriente de Rusia pasando por Japón, Corea, China, Asia Central, Oriente Medio hasta Europa Occidental, es ahora, más que nunca, un coloso económico emergente.

Parece que Beijing hábilmente hizo concesiones a los europeos en términos de incrementar el acceso comercial al vasto mercado chino. Eso tuvo el efecto de apartar a Europa de los llamamientos coercitivos [e irrespetuosos] de Washington a la unidad transatlántica para enfrentar a China.

Solo el día anterior al anuncio del pacto de inversión UE-China, el presidente electo Joe Biden hizo un nuevo llamado a un enfoque unificado entre USA y Europa para enfrentar el ascenso de China. Obviamente, los europeos saben de qué lado el pan tiene untada la mantequilla e ignoraron el llamado de Biden a una hostilidad similar a la de la Guerra Fría.

Éste es un avance enormemente significativo. No puede ser accidental. La semana pasada, cuando había una creciente expectativa de que se llegara a un acuerdo entre la UE y China, el asesor de seguridad nacional designado por Biden, Jake Sullivan, expresó las preocupaciones de Washington.

Refiriéndose al acuerdo comercial pendiente entre la UE y China, Sullivan dijo: "La administración Biden-Harris vería con buenos ojos consultas tempranas con nuestros socios europeos sobre nuestras preocupaciones comunes sobre las prácticas económicas de China".

Bueno, adivinen qué, la UE hizo a un lado el llamamiento de Washington y ha seguido adelante para concluir el pacto de inversión con China.

Ésta es la reivindicación de la realidad de un mundo multipolar. La naturaleza integrada e interdependiente de la economía global significa que la ideología de la Guerra Fría promovida por USA ya no es sostenible. Puede ser deseable para Washington promover esa ideología con la idea de perseguir la hegemonía global. Pero ese concepto ya no es viable, dada la realidad multipolar del mundo actual y la comprensión por parte de las naciones de que la asociación y el codesarrollo son el único camino a seguir, basados en el respeto mutuo de la soberanía y el orden público.

El sistema político y económico de USA parece incapaz de adaptarse al nuevo paradigma multipolar. Como un dinosaurio, está condenado a morir porque su modo de comportamiento y su descripción ideológica del mundo ya no son viables en un entorno político cambiado.

La necesidad material y la conciencia de autoconservación están empujando a los europeos a comerciar con Rusia y China. Es posible que todavía existan tipos acérrimos de la Guerra Fría dentro del establecimiento político europeo (de ahí el fiasco de Navalny), pero en su mayor parte las exigencias de las necesidades económicas y sociales son los determinantes últimos.

Mick Wallace, un miembro irlandés del Parlamento Europeo hizo los siguientes comentarios incisivos a SCF: “La UE tiene un problema de larga data, que no ha desaparecido, con su ciega adhesión al imperialismo de USA. Pero cuando se trata de China, las cosas podrían ser diferentes. USA ha decidido tratar a China como una amenaza a su seguridad, cuando la verdad es que China es solo una amenaza para la supremacía económica de USA. Pero mientras USA siga tratando a China como una amenaza militar, son días felices para el complejo militar industrial estadounidense. Europa decepciona, pero no es estúpida. Hay mucha retórica anti-China sin sentido en el Parlamento Europeo, pero menos en la Comisión o el Consejo. La UE es en realidad un espectáculo unipersonal, formado por Alemania que domina totalmente. Y aunque Alemania no se desveló sobre un Brexit con acuerdo o sin acuerdo, está muy interesada en tener buenas relaciones con China. Los alemanes seguirán el dinero y es poco probable que tengan mucho apetito por seguir a USA al callejón sin salida de una guerra económica, que puede tener un solo ganador: la República Popular China".

Entonces, la entrante administración de Biden puede intentar renovar el poder global de USA y su aparato de aliados hablando de la confrontación con Rusia y China. Pero, en una nota esperanzadora, el resto del mundo sabe que no puede permitirse el lujo de complacer esa mentalidad estadounidense de suma cero. La única solución para los desafíos actuales es la cooperación global. Esta semana, la UE demostró una apreciación de la realidad con respecto a Rusia y China. Y el Tío Sam se queda con el equipaje ideológico.