jueves, 24 de febrero de 2022

La Crisis en Ucrania

 

La Crisis en Ucrania No Es Respecto a Ella. Es Respecto a Alemania

Por Mike Whitney                                                                          11-Feb-22

FUENTE: https://www.unz.com/mwhitney/the-crisis-in-ukraine-is-not-about-ukraine-its-about-germany/

 

 

El texto [en rojo] NO viene en el original y fue agregado por el equipo de traducción; igualmente, lo destacado en amarillo aparece como texto simple en el original.

"El interés primordial de USA, sobre el cual durante siglos hemos librado guerras, la Primera, la Segunda y la Guerra Fría, ha sido la relación entre Alemania y Rusia, porque unidos, son la única fuerza que podría amenazarnos. Y tenemos que asegurarnos de que eso no suceda".

—George Friedman, CEO de STRATFOR en el Consejo de Asuntos Exteriores de Chicago

 

La crisis ucraniana no tiene nada que ver con Ucrania. Se trata de Alemania y, en particular, de un gasoducto que conecta Alemania con Rusia llamado NordStream 2. Washington ve el gasoducto como una amenaza a su primacía en Europa y ha tratado de sabotear el proyecto a cada paso. Aun así, NordStream ha seguido adelante y ahora está completamente operativo y listo para funcionar. Una vez que los reguladores alemanes proporcionen la certificación final, comenzarán las entregas de gas. Los propietarios de viviendas y las empresas alemanas tendrán una fuente confiable de energía limpia y económica, mientras que Rusia verá un aumento significativo en sus ingresos por gas. Es una situación en la que ambas partes ganan.

La clase dirigiente de la política exterior de USA no está contenta con estos desarrollos. No quiere que Alemania se vuelva más dependiente del gas ruso porque el comercio genera confianza y la confianza conduce a la expansión del comercio. A medida que las relaciones se calientan, se eliminan más barreras comerciales, se aligeran las regulaciones, aumentan los viajes y el turismo, y evoluciona una nueva arquitectura de seguridad. En un mundo donde Alemania y Rusia son amigos y socios comerciales, no hay necesidad de bases militares estadounidenses, no hay necesidad de costosas armas y sistemas de misiles fabricados en USA, y no hay necesidad de la OTAN. Tampoco hay necesidad de realizar transacciones de energía en dólares estadounidenses o de acumular bonos del Tesoro de USA para equilibrar las cuentas. Las transacciones entre socios comerciales pueden llevarse a cabo en sus propias monedas, lo que seguramente precipitará una fuerte disminución en el valor del dólar y un cambio dramático en el poder económico. Es por eso que la administración Biden se opone a Nord Stream. No es solo una tubería, es una ventana al futuro; un futuro en el que Europa y Asia se acercan más en una zona de libre comercio masiva que aumenta su poder y prosperidad mutuos mientras deja fuera a USA mirándolos.  Las relaciones más cálidas entre Alemania y Rusia señalan el fin del orden mundial "unipolar" que USA ha supervisado durante los últimos 75 años. Una alianza germano-rusa amenaza con acelerar el declive de la superpotencia que lentamente se acerca cada vez más al abismo. Es por eso que Washington está decidido a hacer todo lo posible para sabotear el NordStream y mantener a Alemania dentro de su órbita. Es una cuestión de supervivencia.

Ahí es donde Ucrania entra en escena. Ucrania es el "arma preferida" de Washington para torpedear el NordStream y meter una cuña entre Alemania y Rusia.  La estrategia está tomada de la página uno del Manual de Política Exterior de USA bajo el título: Divide y Vencerás.  Washington necesita crear la percepción de que Rusia representa una amenaza para la seguridad de Europa. Ése es el objetivo. Necesita demostrar que Putin es un agresor sediento de sangre con un temperamento de gatillo fácil en el que no se puede confiar.  Con ese fin, los medios de comunicación han recibido la tarea de reiterar una y otra vez: "Rusia está planeando invadir Ucrania". Lo que no se ha dicho es que Rusia no ha invadido ningún país desde la disolución de la Unión Soviética, y que USA ha invadido o derrocado regímenes en más de 50 países en el mismo período de tiempo, y que USA mantiene más de 800 bases militares en países de todo el mundo. Nada de esto es reportado por los medios de comunicación, sino que la atención se centra en el "malvado Putin", que ha acumulado un estimado de 100,000 soldados a lo largo de la frontera ucraniana que amenaza con sumir a toda Europa en otra guerra sangrienta.

Toda la propaganda de guerra histérica se crea con la intención de fabricar una crisis que pueda usarse para aislar, demonizar y, en última instancia, dividir a Rusia en unidades más pequeñas. El verdadero objetivo, sin embargo, no es Rusia, sino Alemania.  Eche Ud un vistazo a este extracto de un artículo de Michael Hudson en The Unz Review:

    "La única forma que les queda a los diplomáticos estadounidenses de bloquear las compras europeas es incitar a Rusia a una respuesta militar y luego afirmar que vengar esta respuesta supera cualquier interés económico puramente nacional. Como explicó la subsecretaria de Estado de Asuntos Políticos, Victoria Nuland, en una conferencia de prensa del Departamento de Estado el 27 de enero: "Si Rusia invade Ucrania de una manera u otra, NordStream 2 no avanzará".

—("Los verdaderos adversarios de Estados Unidos son sus aliados europeos y de otro tipo", The Unz Review)

Ahí está en blanco y negro. El equipo de Biden quiere "incitar a Rusia a una respuesta militar" para sabotear el NordStream.  Eso implica que habrá algún tipo de provocación diseñada para inducir a Putin a enviar sus tropas a través de la frontera para defender a los rusos étnicos en la parte oriental del país. Si Putin muerde el anzuelo, la respuesta sería rápida y dura. Los medios de comunicación criticarán la acción como una amenaza para toda Europa, mientras que los líderes de todo el mundo denunciarán a Putin como el "nuevo Hitler". Ésta es la estrategia de Washington en pocas palabras, y toda la producción está siendo orquestada con un objetivo en mente; hacer políticamente imposible que el canciller alemán Olaf Scholz salude al NordStream a través del proceso de aprobación final.

Dado lo que sabemos sobre la oposición de Washington al Nord Stream, los lectores pueden preguntarse por qué a principios de año la administración Biden presionó al Congreso para que NO impusiera más sanciones al proyecto. La respuesta a esa pregunta es simple: política interna. Alemania está desmantelando actualmente sus centrales nucleares y necesita gas natural para compensar el déficit de energía. Además, la amenaza de sanciones económicas es un "desvío" para los alemanes que las ven como un signo de intromisión extranjera. "¿Por qué USA está interfiriendo en nuestras decisiones energéticas?", se pregunta el alemán promedio. "Washington debería ocuparse de sus propios asuntos y mantenerse al margen de los nuestros". Ésta es precisamente la respuesta que uno esperaría de cualquier persona razonable.

Luego, hay esto de Al Jazeera:

    "Los alemanes en su mayoría apoyan el proyecto, solo partes de la élite y los medios de comunicación están en contra del gasoducto ...

    "Cuanto más habla USA sobre sancionar o critica el proyecto, más popular se vuelve en la sociedad alemana", dijo Stefan Meister, experto en Rusia y Europa del Este del Consejo Alemán de Relaciones Exteriores.

—("NordStream 2: Why Russia's pipeline to Europe divides the West", AlJazeera)

Por lo tanto, la opinión pública está sólidamente detrás de NordStream, lo que ayuda a explicar por qué Washington se decidió por un nuevo enfoque. Las sanciones no van a funcionar, por lo que el Tío Sam ha cambiado al Plan B: Crear una amenaza externa lo suficientemente grande como para que Alemania se vea obligada a bloquear la apertura del gasoducto.  Francamente, la estrategia huele a desesperación, pero hay que estar impresionado por la perseverancia de Washington. Pueden estar abajo por 5 carreras en la parte inferior de la 9ª, pero aún no han tirado la toalla. Le van a dar una última oportunidad y ver si pueden avanzar.

El lunes, el presidente Biden celebró su primera conferencia de prensa conjunta con el canciller alemán Olaf Scholz en la Casa Blanca. El alboroto que rodeó el evento fue simplemente sin precedentes. Todo fue orquestado para fabricar una "atmósfera de crisis" que Biden utilizó para presionar al canciller en la dirección de la política estadounidense.  A principios de semana, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki [conocida en la farándula como «Caradura Psaki»], dijo repetidamente que una "invasión rusa era inminente". Sus comentarios fueron seguidos por el crítico del Depto de Estado Nick Price, opinando que las agencias de Intel le habían proporcionado detalles de una supuesta operación de "falsa bandera" respaldada por Rusia que esperaban que tuviera lugar en un futuro cercano en el este de Ucrania. La advertencia de Price fue seguida el domingo por la mañana por el asesor de seguridad nacional Jake Sullivan afirmando que una invasión rusa podría ocurrir en cualquier momento, tal vez "incluso mañana". Esto fue solo unos días después de que la agencia de noticias Bloomberg publicara su sensacional y completamente falso titular de que "Rusia invade Ucrania".

¿Puedes ver el patrón aquí? ¿Puede ver cómo todas estas afirmaciones infundadas se utilizaron para presionar al desprevenido canciller alemán que parecía ajeno a la campaña que estaba dirigida hacia él?

Como era de esperar, el golpe final fue dado por el propio presidente estadounidense. Durante la conferencia de prensa Biden declaró enfáticamente que,

    "Si Rusia invade ... ya no habrá un NordStream 2. Pondremos fin a esto".

De modo que ¿ahora Washington establece la política para Alemania???

¡Qué insufrible arrogancia!

El canciller alemán se sorprendió [esto es inventado; Scholz ha sido acusado de ser un tipo de robot androide por lo poco que trasluce su eterna y casi imperceptible sonrisa] por los comentarios de Biden que claramente no formaban parte del guión original. Aun así, Scholz nunca aceptó cancelar NordStream y se negó incluso a mencionar el gasoducto por su nombre. Si Biden pensó que podía engañar al líder de la tercera economía más grande del mundo arrinconándolo en un foro público, adivinó mal [la verdad, Biden no tiene estos alcances].  Alemania sigue comprometida con el lanzamiento del NordStream independientemente de los posibles estallidos en la lejana Ucrania. Pero eso podría cambiar en cualquier momento. Después de todo, ¿quién sabe qué incitaciones podría estar planeando Washington en el futuro cercano? ¿Quién sabe cuántas vidas están dispuestos a sacrificar para poner una cuña entre Alemania y Rusia? [hasta el último ucraniano, por lo menos] ¿Quién sabe qué riesgos está dispuesto a asumir Biden para frenar el declive de USA y evitar que surja un nuevo orden mundial "policéntrico"? Cualquier cosa podría suceder en las próximas semanas. Cualquier cosa.

Por ahora, Alemania está en una posición ventajosa. Depende de Scholz decidir cómo se resolverá el asunto. ¿Implementará la política que mejor sirva a los intereses del pueblo alemán o cederá ante la implacable torsión de brazos de Biden?  ¿Trazará un nuevo rumbo que fortalezca nuevas alianzas en el bullicioso corredor euroasiático o apoyará las enloquecidas ambiciones geopolíticas de Washington?  ¿Aceptará el papel fundamental de Alemania en un nuevo orden mundial en el que muchos centros de poder emergentes comparten por igual la dirigencia global y donde el liderazgo sigue firmemente comprometido con el multilateralismo, el desarrollo pacífico y la seguridad para todos, o intentará apuntalar el sistema de posguerra que claramente ha excedido su vida útil?

Una cosa es cierta; lo que Alemania decida está destinado a afectarnos a todos.

jueves, 17 de febrero de 2022

Una opinión alterna sobre el globalismo

 

Por qué Rusia está lista para dar jaque mate a USA y su imperio occidental

Finian Cunningham                                                                       11-Ene-22

FUENTE: https://www.strategic-culture.org/news/2022/01/11/why-russia-ready-check-mate-us-and-western-empire/

 

 

El texto [en rojo] NO viene en el original y fue agregado por el equipo de traducción. Igualmente lo destacado en amarillo aparece como texto simple en el original.

 

 

Los construye-imperios occidentales están debilitados y expuestos a los ojos de sus propias poblaciones y, por lo tanto, están desarmados políticamente para buscar la confrontación.

 

El autor y comentarista Alex Krainer explica en la siguiente entrevista por qué Rusia es ahora lo suficientemente fuerte como para tomar una postura definitiva contra USA y sus construye-imperios occidentales. Éste es el contexto histórico más amplio para las negociaciones de alto nivel que se llevan a cabo esta semana entre Rusia, USA y la OTAN en las que Moscú ha reivindicado líneas rojas para su seguridad nacional.

Tras el colapso de la Unión Soviética en 1991, las potencias occidentales lideradas por USA se autoengañaron con su arrogancia. Como señala Krainer, los construye-imperios occidentales asumieron tener derecho a librar guerras y burlarse del derecho internacional. Durante gran parte del período de las últimas tres décadas, Rusia fue demasiado débil económica y políticamente para desafiar esta agresión imprudente. Pero ahora se ha vuelto lo suficientemente fuerte como para "dar jaque mate a las ambiciones globales del imperio". Ésta es la razón por la cual la guerra o el cambio de régimen en Rusia se ha convertido en un objetivo obsesivo para los socios estadounidenses y occidentales. Explica las implacables sanciones, la rusofobia y el aumento de tensiones sobre Ucrania y, más recientemente, Kazajstán.

Rusia es percibida como un obstáculo para el control occidental sobre el  estratégicamente vital continente euroasiático. El premio de Eurasia ha sido codiciado durante mucho tiempo por los imperialistas occidentales, desde Sir Halford Mackinder del Imperio Británico hasta el estratega estadounidense Zbigniew Brzezinski. Como señala Krainer, fue este cálculo imperial de los capitalistas angloamericanos lo que llevó a la construcción de la Alemania nazi como una cachiporra para destruir a la Unión Soviética y supuestamente para dar a los constructores del imperio la hegemonía global. Esta maquinación imperial condujo a la 2GM y a la mayor conflagración en la historia de la humanidad con hasta 85 millones de muertos. La Unión Soviética y China representaron más de la mitad del número de muertos.

Hoy, los imperialistas occidentales están preparados para comenzar otra guerra catastrófica, incluso si se arriesga a un Armagedón nuclear, sostiene Krainer. Pero dice que Rusia es lo suficientemente fuerte como para forzar ahora a los imperialistas occidentales a la distensión política. Él cree que el liderazgo ruso ha calculado que los constructores del imperio occidental están debilitados y expuestos a los ojos de sus propias poblaciones y, por lo tanto, están desarmados políticamente para buscar la confrontación.

Alex Krainer es un operador de materias primas y gestor de fondos de cobertura cuyo análisis de mercado se puede encontrar en I-System Trend Following. También es comentarista de política internacional en thenakedhedgie.com. Un artículo reciente reevalúa la "política de apaciguamiento" británica hacia Hitler en la década de 1930 argumentando que el verdadero objetivo era armar al Tercer Reich contra la Unión Soviética. Se refiere a este relato histórico más profundo para demoler las falsas analogías hechas hoy por políticos y expertos occidentales que absurdamente comparan a Rusia y Putin con la Alemania nazi y Hitler. Krainer es el autor del innovador libro "Grand Deception: the Truth About Bill Browder, the Magnitsky Act and Anti-Russian Sanctions".

 

Entrevista

Pregunta: Algunos políticos estadounidenses y europeos están exigiendo que no haya "ningún apaciguamiento" hacia Rusia por las crecientes tensiones y la crisis de seguridad con respecto a Ucrania y Europa en general. La insinuación es que Rusia es comparable a la Alemania nazi en la década de 1930 al supuestamente representar una amenaza existencial para la seguridad de Europa. Ud señala que hay una analogía groseramente distorsionada aquí con la forma en que Gran Bretaña y Francia son acusadas de "apaciguamiento" de la Alemania nazi en el período previo a la 2GM. ¿Puede explicarlo?

Alex Krainer: Las potencias occidentales parecen haber perdido en gran medida los frenos institucionales para librar la guerra. Alguien grita "derechos humanos", y parecemos dispuestos a destruir naciones enteras sin apenas debate, discusión o plan a largo plazo. El consentimiento para la guerra, o "acción cinética", es simplemente inventado por una miríada de grupos de expertos, a menudo financiados directa o indirectamente por el complejo militar-industrial. Con acceso sin trabas a los medios de comunicación, estas organizaciones producen una retórica que racionaliza la hostilidad, la demonización de los adversarios específicos y las justificaciones para la guerra. Hoy, a medida que las tensiones con Rusia han escalado a un punto de ebullición, algunas de ellas trazan paralelismos históricos entre la Rusia de hoy y la Alemania nazi. Entre otros, Victoria Nuland y el congresista republicano Adam Kinzinger [R-IL, n.1978] han invocado recientemente la política británica de apaciguamiento de 1938 que causó la destrucción de Checoslovaquia y dio poder a Hitler. La insinuación es que hoy, Ucrania es Checoslovaquia, Donbas es los Sudetes y que Vladimir Putin es Hitler. Si los paralelismos fueran válidos, implicarían que deberíamos pagar casi cualquier precio para evitar repetir los errores de juicio de Neville Chamberlain que hundieron a Europa en la tragedia de la 2GM. Por supuesto, los paralelismos son completamente falsos, pero desafortunadamente, esto no se entiende ampliamente.

 

Pregunta: Profundizando en la historia de ese fatídico período anterior a la 2GM, Ud sostiene que el gobierno conservador británico de Neville Chamberlain no estaba "apaciguando" a la Alemania nazi de Hitler, sino más bien Londres estaba dando luz verde encubierta al expansionismo de Berlín y la anexión del territorio checo de los Sudetes. Por lo tanto, ¿se puede culpar a la política británica por el inicio de la guerra en Europa y la posterior agresión criminal [¿lo de agresión criminal no le  quedaría más bien a la política británica por iniciar la guerra?] de la Alemania nazi?

Alex Krainer: Londres definitivamente estaba dando luz verde encubierta al expansionismo de Berlín. Sin embargo, es muy posible que hayan hecho mucho más que eso. Hoy tenemos pruebas convincentes de que Hitler fue realmente reclutado, cultivado y empoderado para impulsar la agenda globalista de los construye-imperios basados en Wall Street y la City de Londres. De hecho, las potencias occidentales hacen esto como algo natural: incuban líderes nacionalistas que pueden plantar en diferentes naciones pero que permanecerían leales a ellos. Los ejemplos incluyen al ruso Alexey Navalny y al venezolano Juan Guaidó. El problema fue que Adolf Hitler obtuvo un enorme poder con capital y tecnología militar y se convirtió en una especie de monstruo [para la élite globalista, que no podía controlarlo, a diferencia de Navalny y Guaidó] en el corazón de Europa. También tenía sus propias ideas sobre su misión histórica y no dudó en morder las manos que lo habían alimentado [esto es dudoso porque si hubiera sabido quiénes eran, sencillamente no les habría hecho el juego]. Pero algunos de estos hechos permanecen ocultos hasta el día de hoy, ya que los vencedores se aseguraron de escribir una historia saneada y embellecida de la 2GM. Con respecto al apaciguamiento, la distorsión cuenta que el primer ministro británico Neville Chamberlain solo apaciguó a Hitler y sacrificó a Checoslovaquia para preservar la paz en Europa. En otras palabras, Chamberlain tenía buenas intenciones pero cometió un mal error de juicio. Esto no es lo que sucedió; Chamberlain y su camarilla de política exterior que incluía a Lord Halifax, Sir Horace Wilson, Sir John Simon, Lord Runciman y Sir Samuel Hoare tomaron un papel muy activo en las negociaciones entre la Alemania de Hitler y Checoslovaquia y el resultado, la toma de posesión de Alemania de la región más desarrollada e industrializada de Checoslovaquia, los Sudetes [poblada mayoritariamente por alemanes, que habían quedado separados de Alemania luego de la disolución del Reich alemán y el imperio austrohúngaro, cuando «los de siempre» caprichosamente formaron Checoeslovaquia], era exactamente lo que habían pretendido.

 

Pregunta: No es ampliamente conocido, como Ud señala, que el capital financiero británico y estadounidense estaba apoyando fuertemente al Tercer Reich en el período previo a la 2GM. ¿Cuáles fueron los objetivos geopolíticos detrás de este apoyo de Gran Bretaña y USA a la Alemania nazi?

Alex Krainer: Como con todos los imperios, el objetivo del Imperio Británico era la dominación mundial [por cierto, Hitler nunca habló de dominio mundial], y el arreglo que habían imaginado y planeado era un sistema de "tres bloques". Como Lord Halifax lo articuló después de la conferencia de Munich en septiembre de 1938, los tres bloques incluían el control de los dominios del lejano Oriente en alianza con Japón, el control del bloque euroatlántico en alianza con USA y el control del continente de Europa central y oriental a través de Alemania como hegemón en esa región. Alemania también fue pensada como la cachiporra o ariete para esgrimir y destruir a Rusia [falta explicar que el ariete contra la URSS se debió a que Stalin había marginado a Trotsky, el agente globalista; si no hubiera ocurrido eso, toda Europa iba a ser entregada a la URSS con Trotsky a la cabeza y el gobierno mundial soviético se habría acelerado. Por población y potencia económica, sólo Alemania podía ser enfrentada a la URSS, por eso la élite globalista impulsó a Hitler] y así eliminar al eterno rival del Imperio Británico en el control de la masa continental euroasiática. Los constructores del imperio no han renunciado a esta visión de tres bloques [el gobierno mundial, por definición, es de un solo bloque; los 3 bloques es un paso intermedio] del nuevo orden global, que es quizás más visiblemente ejemplificada por la Comisión Trilateral, cofundada en 1973 por Zbigniew Brzezinski. La diferencia es que hoy la agenda se persigue a través de instituciones ostensiblemente democráticas de la Unión Europea, al tiempo que se empodera constantemente a Alemania [desde 1945 Alemania es un mero peón, un territorio ocupado con más de 35,000 tropas de USA] como el poder dominante entre los supuestos iguales. Y Rusia sigue siendo el rival a destruir, ya sea a través de la guerra o el cambio de régimen. Sin embargo, me parece que su juego ha terminado y la fantasía de dominar el mundo ha retrocedido más allá de su alcance hoy.

 

Pregunta: Si aplicamos ese tipo de comprensión de la historia a hoy, ¿está usted sosteniendo que USA, Gran Bretaña y otras potencias de la OTAN están tratando de contener de manera similar a Rusia a través del fomento de tensiones y agresiones en Europa, aunque en el lenguaje de "defender Ucrania"?

Alex Krainer: No hay duda de eso: cuanto más prestas atención, más obvio es. El principio fundamental del conflicto entre Rusia por un lado y USA y Gran Bretaña por el otro es la lucha por el control de la masa terrestre euroasiática, que ha sido el imperativo general de los constructores del imperio desde que Sir Halford Mackinder lo formuló explícitamente en 1904 en su Teoría de la Masa Continental [MC]. En "Ideales democráticos y realidad", escribió que, "Quien gobierna Europa del Este comanda la MC; quien gobierna la MC comanda la Isla del Mundo; quien gobierna la Isla del Mundo controla el mundo". Desde entonces, el imperio cambió su sede de Londres a Washington, DC, pero este imperativo no ha cambiado. Zbigniew Brzezinski lo reafirmó nuevamente en su libro de 1997, "The Grand Chessboard" [El Gran Tablero de Ajedrez], explicando también la justificación de los constructores del imperio para esta ambición: "Para USA, el principal premio geopolítico es Eurasia ... Eurasia es el continente más grande del mundo y es geopolíticamente axial. Una potencia que domine Eurasia controlaría dos de las tres regiones más avanzadas y económicamente productivas del mundo. ... Alrededor del 75% de la población mundial vive en Eurasia y la mayor parte de la riqueza física del mundo también está allí, tanto en sus empresas como debajo de su suelo. Eurasia representa el 60% del PIB mundial y alrededor de 3/4 de los recursos energéticos conocidos del mundo".

Esta obsesión es parte integrante de la política occidental hacia Rusia continuamente hasta el día de hoy. En agosto de 2018, en una sesión informativa al Comité de Relaciones Exteriores del Senado de USA por el SubSrio de Edo de USA para Asuntos Europeos y Euroasiáticos, Wess Mitchell declaró que el "objetivo central de la política exterior de la administración [Trump] es defender la dominación estadounidense de la masa continental euroasiática como el principal interés de seguridad nacional de USA y preparar a la nación para este desafío". Mitchell también dijo que la administración estaba "trabajando con nuestro aliado cercano el Reino Unido para formar una coalición internacional para coordinar los esfuerzos en este campo". Ahora, si Rusia se reafirma como la potencia dominante en Europa del Este, esto prácticamente da jaque mate a las ambiciones globales del imperio, por lo que contener a Rusia y limitar su influencia en Europa es absolutamente crítico y creo que no renunciarán a esto incluso al precio de una guerra nuclear [subestimas la inteligencia de «los de siempre»; pueden esperar décadas, tal vez siglos, para su siguiente oportunidad, en lugar de arriesgar lo mucho que llevan ganado].

 

Pregunta: Rusia ha presentado propuestas de seguridad a USA y la OTAN pidiendo una garantía por escrito de no más expansión hacia el este del bloque para incluir la membresía de Ucrania y otros países vecinos. Moscú también quiere garantías de que no se instalen armas de ataque estadounidenses en los territorios vecinos. Los críticos de Rusia dicen que estas demandas son un ultimátum irrazonable de Moscú que afecta la libertad de elección de las naciones para determinar sus opciones de seguridad. ¿Cómo lo ve?

Alex Krainer: Creo que gran parte de Occidente se debate [pero no por propia elección o por propia conveniencia] entre la cooperación y el comercio con Rusia y la política de guerra fría y confrontación. Como dijo recientemente el primer ministro británico, Boris Johnson, dirigiéndose a "nuestros amigos" en Europa, "pronto se avecina una elección entre consumir cada vez más hidrocarburos rusos en nuevos oleoductos gigantes y defender a Ucrania" y defender la causa de la paz y la estabilidad. Literalmente lo puso en esos términos y creo que sus palabras reflejan el dilema del continente. Para la gente común y la mayoría de las empresas, la elección es entre tener un fuerte mercado de exportación para sus productos y abundante energía que mantenga sus hogares calientes y sus sociedades en funcionamiento y una aguda crisis energética y el riesgo de una guerra caliente con una potencia nuclear. Para los constructores del imperio es igualmente claro: no importa cuán delirante sea, nunca renunciarán a su ambición de gobernar el mundo. Como señaló el difunto John Kenneth Galbraith, "las personas de privilegio siempre arriesgarán su destrucción completa en lugar de entregar cualquier parte material de su ventaja" [quizá los individuos sí, no la élite globalista. Cuando el Capo Globa-lista por cualquier razón comienza a ser imprudente, es eliminado].

Creo que el liderazgo ruso no se hace ilusiones sobre la naturaleza de su conflicto con Occidente, pero al presentar sus duras propuestas de seguridad, han elegido el momento de la política divisiva en gran parte de Occidente para forzar un enfrentamiento entre las fuerzas que representan las preocupaciones democráticas legítimas en las sociedades occidentales y las que representan los intereses de los constructores del imperio. Hoy en día, esas propuestas pueden parecer irrazonables para algunos, pero esto es solo porque todos nos acostumbramos [gracias a la constante propaganda] a la idea de que las potencias occidentales de alguna manera tienen el derecho de hacer lo que les plazca, mientras que otras potencias no tienen derecho a objetar o afirmar sus propias preocupaciones de seguridad.

 

Pregunta: ¿Cree que se puede culpar a Rusia por no ser más proactiva en los últimos años al objetar la expansión de la OTAN? Moscú sostiene que los líderes estadounidenses le dieron garantías verbales a fines de la década de los 1990s de que no habría expansión hacia el este del bloque militar. Sin embargo, como sabemos, la membresía de la OTAN se otorgó a las antiguas naciones del Pacto de Varsovia, Polonia y Hungría en 1999, luego a los estados bálticos en 2004, y en 2008 se hizo una oferta a las ex repúblicas soviéticas de Ucrania y Georgia. Por lo tanto, ¿ha sido Rusia complaciente al permitir pasivamente que la actual crisis de seguridad evolucione en Europa? En otras palabras, ¿el argumento del apaciguamiento realmente se ejecuta a la inversa, a saber, que Rusia ha tenido la culpa de apaciguar a USA y la OTAN?

Alex Krainer: Después del colapso de la Unión Soviética en 1991, Rusia casi se desintegró. Su economía colapsó y experimentó la depresión más larga registrada en cualquier lugar durante el siglo 20. Estaba en una posición muy débil y las potencias occidentales aprovecharon esa debilidad para expandir la OTAN hacia el este para asegurar ese imperativo de dominar Europa del Este y a través de ella la masa terrestre euroasiática. Es cierto que Rusia sufrió esta violación de la fe de manera bastante pasiva, pero el liderazgo ruso probablemente juzgó que no estaban en condiciones de contrarrestar de manera creíble a Occidente, que eran demasiado vulnerables a las sanciones occidentales y que necesitaban reconstruir su músculo económico, político, diplomático y militar. Creo que tiene razón en decir que el argumento del apaciguamiento podría ir a la inversa, pero en este caso, creo que la estrategia de Rusia ha sido jugar un largo juego y esperar para enfrentar a Occidente desde una posición de fuerza. Hace veinte años, Rusia estaba quebrada, mientras que hoy es una fuerza a tener en cuenta. Veremos cómo se desarrollan las cosas, pero una cosa es cierta: los constructores del imperio ahora tienen un adversario digno.

 

Pregunta: ¿Ve una solución diplomática a la crisis?

Alex Krainer: Habrá que encontrar una solución diplomática, esto es inevitable. Incluso si vemos estallar una guerra caliente entre Rusia y USA y la OTAN, tal conflicto no duraría para siempre y, al final, los adversarios aún tendrían que sentarse en una mesa y firmar algún tipo de tratado. Por supuesto, para el 99.99% de todos los involucrados, una solución diplomática ahora sería preferible a una solución luego de un Armagedón nuclear. Tiendo a ser más optimista y espero que no veamos estallar una guerra, pero ya he vivido el estallido de la guerra y sé de primera mano que lo impensable puede suceder, por lo que tampoco debemos ser complacientes. En la medida en que las instituciones y mecanismos legítimos de la democracia sigan funcionando en Occidente, deberíamos utilizarlos para presionar a nuestros responsables políticos para que defiendan la paz. Ciertamente preferiría ver hidrocarburos rusos en nuevos oleoductos gigantes en lugar de otra trágica guerra europea librada en última instancia por la delirante agenda de dominación mundial de alguien [extraeuropeo, por cierto].

 

Nota al final: A modo de demostrar la realidad de qué nación es la más responsable de la guerra y la destrucción desde el final de la 2GM, Alex Krainer citó el siguiente estudio y comentario. La asombrosa desconexión con la percepción pública dice mucho sobre la función propagandística de los medios occidentales:

 En junio de 2014, un grupo de investigadores estadounidenses publicó un artículo en el American Journal of Public Health, señalando que, "Desde el final de la 2GM, ha habido 248 conflictos armados en 153 lugares de todo el mundo. USA lanzó 201 operaciones militares en el extranjero entre el final de la 2GM y 2001, y desde entonces, otras, incluyendo Afganistán e Irak. Sin duda, cada una de estas guerras fue debidamente explicada y justificada al público estadounidense y para todos aquellos estadounidenses que creen que su gobierno nunca los engañaría, cada guerra fue defendible y se libró por una buena razón. Sin embargo, el hecho de que una nación haya iniciado más del 80% de todas las guerras en los últimos setenta años requiere alguna explicación".