jueves, 23 de junio de 2016

Luto selectivo



Orlando y Palestina: Luto Selectivo

Por Robert Fantina                                    17-Jun-16
FUENTE: http://www.counterpunch.org/2016/06/17/orlando-and-palestine-selective-mourning/



El texto [en rojo] NO aparece en el original y fue agregado por el equipo de traducción. Igualmente lo destacado en amarillo aparece como texto simple en el original.

USA, la capital mundial de las armas de fuego, ha estado sujeto a todavía otro asesinato masivo, éste tomando 50 vidas en un centro nocturno en Orlando, FL. Está fuera de duda que es una terrible tragedia, una que hará que los miembros del Congreso y el presidente ineficazmente pidan una creciente seguridad sobre las armas de fuego. Todos sabemos que nada resultará de eso, debido a la fuerza de la NRA (Asociación Nacional del Rifle, por sus siglas en inglés) combinado con el miedo de un Congreso cobarde. Pero eso es tópico de otro ensayo.
El autor no mira mucha TV, salvo en las mañanas, al usar la caminadora en su centro local de gimnasia, cuando CTV News, ciertamente más un entretenimiento que un canal de noticias, está en las pantallas frente a él. Además, mientras busca a través de sitios online independientes, generalmente verifica lo que CNN, ese bastión del sesgo, ese sirviente de los dioses corporativos, está reportando como “noticias”.
Como uno podría esperar, y como es correcto, el horror de Florida fue reportado. Es noticia que otro loco haya obtenido un arma y la haya utilizado contra veintenas de gente inocente. El siguiente paso lógico, uno podría pensar, es buscar modos de evitar una repetición del incidente por otro individuo mentalmente inestable [¿por qué no preguntarle al FBI y a G4S, que ya conocían a Mateen] , en una nación que regula más rigurosamente los ositos de peluche que las pistolas. Es también razonable buscar una motivación; DAESH (alias ISIS) ha reclamado responsabilidad aunque a la fecha no hay, conforme a sitios noticiosos respetables, la menor evidencia de que ése sea el caso.
Así mientras el Congreso parlotea sobre las armas de fuego, y el FBI, un brazo del muy armado aparato terrorista de USA, busca un motivo, los llamados canales noticiosos estan llenos con otra información. Escuchamos acerca de las vidas individuales de las víctimas; su amor por los miembros de la familia; su dedicación a los demás; dónde trabajaban y lo que sus compañeros de trabajo pensaban de ellos. Somos sometidos a la angustia de los padres y otros seres queridos, a quienes la decencia común dejaría que se dolieran en privado. Vemos ‘selfies’ de las víctimas que fueron puestas recientemente en los sitios de medios sociales.
El autor ofrecerá dos nombres, y pedirá al lector que piense cuánto sabe respecto a cada uno de ellos:
Maram Abu Ismail e Ibrahim Taha. Considere los nombres por un momento. ¿Los ha oído en las noticias? ¿Sabe dónde vivían, o cómo murieron? ¿Sabe quién es el responsable de sus muertes? ¿Vio Ud entrevistas que conmovían el corazón con sus afligidos sobrevivientes?
Tristemente, estas víctimas de asesinato, y el bebé no-nacido de Maram, nunca fueron noticia. Maram Abu Ismail tenía 24 años, estaba embarazada y era madre de otros dos; Ibrahim Taha, era su hermano de 16 años. Fueron acribillados y asesinados por soldados israelíes en el control fronterizo de Ramallah [el 27-Abr-16].
Hay un relato presencial del crimen, proporcionado por Alaa Soboh, un chofer de autobús. Él dijo que la Sra. Ismail y el joven Taha parecían no estar familiarizados con los procedimientos de cruces y rápidamente fueron desafiados en el puesto de control.
“Tan pronto como ambos cruzaron, [las fuerzas israelíes] comenzaron a gritar ‘Atrás, atrás’, y luego comenzaron a disparar.
“La primera que balearon fue la muchacha, el muchacho trató de retroceder, cuando ellos hicieron siete disparos sobre él”.
Otro testigo reportó que las fuerzas israelíes hicieron más de 15 disparos sobre el cuerpo de la mujer. Y para empeorar el daño mortal, los soldados/terroristas israelíes no permitieron que los paramédicos ayudaran a la mujer herida.
¿Qué hemos oído en las noticias respecto a este horrible crimen? ¿Vimos entrevistas al afligido esposo, ahora dejado solo para criar a sus dos hijitos? ¿Fue entrevistada la madre de ambas víctimas, llorosamente contando al camarógrafo cuánto echa de menos a sus dos hijos? ¿El presidente Barack Obama, junto con los candidatos presidenciales Hillary Clinton y Donald Trump, condenaron este crimen, demandando una completa investigación a Israel y permaneciendo en solidaridad con las víctimas?
No, ninguna de estas cosas ocurrió, porque las víctimas eran palestinos, que están encabezando la lista de gente que USA simplemente considera sub-humanos.
Los asesinatos de la Sra. Ismail y el joven Taha son similares, en algunos modos, a la masacre en Orlando; son tan comunes que ya apenas se mencionan. Entre el 01-Oct-15 y el 21-Feb-16, al menos 180 palestinos desarmados, con edades de 8 a 65 años, han sido asesinados por israelíes, sea por soldados/terroristas o por colonos/terroristas. Sin embargo, en USA los principales asesinatos masivos todavía reciben una cobertura mediática sustancial. Si, digamos, 5 o 6 gentes son baleados y muertos, realmente no parece ser noticia, justo como la casi diaria carnicería de hombres, mujeres y niños palestinos no consiguen la atención de los medios corporativos.
Sin embargo cuando 4 israelíes fueron baleados y muertos en un restaurant de Tel Aviv hace una semana, se [quizá la respuesta está en la playera mostrada a la derecha, ya que es justo un instructivo para asesinos: «1 tiro (la mirilla puesta sobre una palestina embarazada), 2 muertes».
convirtió en los titulares de las noticias. Cualquier persona pensante puede bien preguntarse por qué esto es digno de noticias, pero el asesinato de una joven madre de dos y embarazada, junto con su hermano adolescente, no llegan a serlo
Debe notarse que esto no es una “teoría de la conspiración” sino más” bien “evidencia de una mentalidad asesina”].
No es difícil para el gobierno determinar lo que su ciudadanía sabrá y le importará. Las corporaciones, capaces de donar cantidades ilimitadas de dinero a las campañas de los candidatos que cumplirán sus órdenes, son dueñas de los canales noticiosos. Los sionistas son importantes en los consejos de muchas de tales corporaciones. Por tanto, las muertes palestinas no son noticia, pero las muertes israelíes deben provocar luto en todo el mundo.
En el sistema de gobierno de USA, no hay altar financiero tan infame que los políticos y funcionarios electos no se postrarán ante él. No hay dólares tan empapados de sangre que ellos no se embolsarán; ni cuerpos tan lastimosos que no pisotearán en su persecución del dólar, el único dios al que adoran.
Entre 2009 y 2015, los cabilderos israelíes contribuyeron con casi 17 mdd a las campañas de 349 funcionarios gubernamentales de USA. Y los miembros del Congreso no son capaces de morder las manos que tan generosamente les dan de comer; la ética, la moral  y la justicia están condenadas [al igual que el pueblo estadounidense]. Esto es por qué los principales candidatos hacen un peregrinaje anual a la convención del AIPAC (Apartheid Israel Political Affairs Committee=Comité de Asuntos Políticos del Israel Segregacionista) en Washington, D.C.
El autor lamenta las muertes de las víctimas en Orlando, como lo hizo con los de Newton, San Bernardino, Virginia Tech, Columbine High School y todas las demás. Pero también lamenta la de la Sra. Ismail, la del joven Taha y las decenas de miles de víctimas asesinadas por Israel en las últimas 6 décadas. Ellas no se desangraron en forma diferente a las víctimas en USA; no amaban menos a sus hijos, y tampoco eran amadas menos por sus padres. Sus muertes son una tragedia para sus seres queridos y para el mundo.
El nacionalismo, esa creencia de que el propio país o la propia nacionalidad es de algún modo mejor que cualquier otro [eso no es nacionalismo, es supremacismo], desde hace mucho tiempo ha tenido esteroides en USA, desde la formulación del ‘Destino Manifiesto’, hasta el frecuentemente repetido concepto de ‘excepcionalismo’ estadounidense de hoy. Con él viene la creencia de que el superior pude decidir quién es digno de vivir y quién debe morir [y quien debe gobernar en otros países: «Saddam tiene que irse», «Mubarak tiene que irse», «Gaddafi tiene que irse», «Assad tiene que irse»]. Incontables millones de gentes han muerto debido al ‘excepcionalismo’ de USA, y ese mortal concepto, y toda la carnicería que produce, no muestra signos de reducirse.
La actual farsa electoral presidencial sólo agrandará el problema, con uno de dos belicistas (una con un probado récord de muerte y destrucción, y el otro, a lo que parece, no puede esperar a poner su dedo en el gatillo), destinado a ser el próximo presidente. Cualquiera que gane, la nación y el mundo perderán. [Verdaderamente es una farsa, porque ninguno de los dos, como muchos de sus antecesores, mandarán nada. Son meros sirvientes de los que el periodista Pepe Escobar denomina los «Amos del Mundo», que al permanecer en la sombra, no asumen responsabilidad alguna por sus crímenes].

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