jueves, 19 de octubre de 2017

Elecciones parlamentarias en Austria



Austria: continúa el avance de la derecha en Europa

Por Lupo Glori                                                                                18-Oct-17
FUENTE: https://www.corrispondenzaromana.it/austria-continua-lavanzata-della-destra-europa/





El viento de la “derecha” continúa soplando fuerte sobre Europa. Luego de Alemania, también Austria gira bruscamente sobre posiciones “anti-establishment” con la rotunda victoria del ex-ministro del Exterior, Sebastián Kurz, que con sus apenas 31 años y el 31.4% de los votos, se prepara para llegar a ser el canciller más joven en la historia de Austria y de Europa.
Al lado de la pronosticada hazaña del niño prodigio austríaco, está igualmente la impresionante afirmación del partido anti-UE y anti-inmigrante del “Fpoe” de Heinz Christian Strache, que ha alcanzado un resultado histórico, con más del 27% de los votos. Pese al primer lugar obtenido, el partido popular, Österreichische Volkspartei (Oevp), de Kurz no tiene, todavía, la mayoría y, por eso, para gobernar tendrá la necesidad de un aliado, cuya identidad será más clara hasta el jueves cuando, una vez completado el conteo de los votos por correspondencia, será comunicado el resultado definitivo.
En el papel, la competencia por el puesto de gobierno está entre los liberalnacionales de Strache y los socialdemocráticos del canciller saliente, Christian Kern, que se han detenido en el 26.7%. Sin embargo, en los hechos, salvo sorpresas o cambio repentino en el último momento, será el Fpoe en cooperar con el Oevp en la conducción del país, desde el momento en que el joven Kurz ha hecho del cambio y de la lucha sin cuartel a la inmigración el caballo de batalla del propio programa político, criticando ásperamente como ministro del Exterior, la política de acogimiento de la Merkel.
Como escribe al respecto Marcello Foa en Il Giornale, la carta ganadora de Kurz ha sido de hecho interceptar el profundo descontento y malestar difundido en el país por la inmigración, haciendo propias las políticas sobre los migrantes y la clausura de la ruta balcánica del Fpoe: «El dato fundamental, sin embargo, es que el democristiano Kurz ha ganado tomando ventaja de los temas de la derecha de Strache, en particular sobre los inmigrantes y que también la Spd ha debido cambiar un poco el rumbo, llegando a ser menos “buenista”. El sentido global del voto en Austria es evidente: el País, en conjunto, se opone a una inmigración fuera de control, denuncia la ambigüedad de la Unión Europea en la materia y, al menos los Populares y el Fpoe,  se muestran hostiles a ulteriores integraciones comunitarias, no sólo en el ámbito migratorio. Es un voto tendencialmente soberanista e identitario que podría alejar a Viena de Bruselas y aproximarla a la Hungría de Orban y en general al cuarteto  de Visegrad».
El resultado electoral austríaco, a pocos días de distancia del alemán, como señala siempre Foa, confirma pues que existe otra Europa, diferente de aquélla, obtusa y políticamente correcta, personificada por Macron y no representada en Bruselas, que tiene ideas diametralmente opuestas en materia de políticas de integración e inmigración.
En ese sentido, el voto austríaco representa una sacudida aún más profunda y traumática para el ya tambaleante edificio europeo: «(…) es, evidentemente, una señal de advertencia para la élite europeísta, estrechamente ligada a la globalista, que en los últimos meses —luego de las derrotas representadas por el Brexit y el ciclón, efímero, de Trump— se había ilusionado, gracias al triunfo de Macron, de haber roto la “onda populista”. El resultado austríaco demuestra que el malestar de muchos europeos no se ha resuelto en absoluto, también porque llega pocos días después del éxito de la Ad y de los liberales en Alemania. Aquella fue una señal, subvaluada por la mayoría de los observadores; ésta de Viena es una sacudida de mayor intensidad».
La inminente y posible alianza de gobierno entre Kurz y Strache, como fue subrayado por diversos comentaristas políticos, podría cambiar significativamente las posiciones geopolíticas de centro-Europa, acercando a Austria a los restantes socios del llamado V4, el grupo de Visegrad, compuesto por Polonia, Hungría, República Checa y Eslovaquia, partidario de una política firme y dura en el tema de la inmigración, en línea con la promovida por Kurz en estos últimos meses como ministro del Exterior.
Una posición “reaccionaria” y a contracorriente en los enfrentamientos con el actual “pensamiento único” en materia de Europa, claramente descrita por Norbert Hofer, uno de los líderes del Fpoe: «Lo que necesitamos verdaderamente es el retorno a una grande y fuerte Media Europa, debemos mirar también hacia Oriente. Obviamente también necesitamos buenas relaciones con Alemania y Francia, pero debemos robustecer esta parte central de Europa».
Hacer lo contrario significaría, por otro lado, traicionar, de manera imperdonable, el voto del pueblo austríaco que, llamado a las urnas, ha expresado claramente su voluntad de un inmediato y decidido cambio de rumbo respecto a las malvadas políticas impuestas por los burócratas de Bruselas.

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