La Demolición Controlada de la UE: Para Evitarla, Berlín Miró al Sur Cuando Apostó por Draghi (pero Tenía que Mirar También al NE)
Por Marco Rocco 03-Nov-21
FUENTE: https://www.strategic-culture.org/news/2021/11/03/controlled-demolition-of-eu-avoid-it-berlin-looked-south-when-it-bet-draghi/
El texto [en rojo] NO viene en el original y fue agregado por el equipo de traducción.
La UE está siendo atacada, en 360 grados, desde diversos frentes. Desde el oeste, con el Brexit. Desde el sur, con los países débiles del euro donde la gente sueña con salir de él, claramente lisiados —quizá debería decir "saqueados"— por la llamada "austeridad expansiva" (un contrasentido) de matriz franco-alemana. Y ahora también desde el noreste, con Polonia puesta en jaque y multada por la UE por la única culpa de querer seguir "siendo Polonia". Sobre todo, la inflación galopante, de origen exógeno, que en pocos meses ya no podrá ser contenida ni siquiera en los países latinos, que hoy siguen experimentando silenciosamente la manipulación gubernamental de los índices de precios al consumo (imagino que la paz social no durará mucho; véase el informe sobre los precios de septiembre de 2021 publicado por el MISE/Ministerio Italiano de Desarrollo Económico, con precios en general en ascenso vertical —muy a menudo incluso de dos dígitos— pero con una inflación [oficial de] "sólo" 2.9%, totalmente absurda).
Lo anterior apunta claramente a un cambio de paradigma en curso.
Es decir, la UE diseñada para vivir de la devaluación con el euro (mucho más débil que el hipotético marco alemán), o con el objetivo oculto de transferir riqueza de los países europeriféricos al centro del Imperio, se encuentra finalmente en la necesidad prioritaria —por parte del núcleo europeo— de domar la inflación antes de poder exportar gracias a una moneda artificialmente devaluada.
En efecto, está claro que un país, o más bien un "continente político", sin materias primas como la Vieja Europa, está obligado a contener en primer lugar los costes de producción si quiere esperar sobrevivir sin destruir la base social en la que se basa su poder —por ejemplo, cuando la inflación muerde. Es decir, ser tentado —en el lado alemán— de imitar, hoy por hoy, con un nuevo marco aún por llegar, a la sabia Suiza y su franco, que no deja de subir desde hace meses precisamente para contrarrestar las presiones inflacionistas internacionales. Y por lo tanto, dejando prospectivamente a la UE en escombros, escombros sobre los que París se lanzará ciertamente como un buitre, en primer lugar sobre los italianos.
Más aún si, en este contexto, USA y la FED se anticipan —como está ocurriendo claramente— a los acontecimientos haciendo subir el dólar en capacidad antiinflacionaria (pero también teniendo abundantes materias primas, sobre todo petróleo, situación no muy distinta a los tiempos del atentado contra Nixon, véase la provocación de De Gaulle sobre la convertibilidad de los dólares en oro y el posterior escándalo Watergate, ed.).
Ahora bien, además de los impulsos centrífugos en el seno de la UE, es decir, teniendo como motor los intereses nacionales del sur de Europa, principalmente Italia, intereses perfectamente legítimos, se está generando también un contexto macroeconómico que nos llevará al epílogo esperado al título, debido a la inflación y a las políticas monetarias relacionadas: la demolición controlada de la UE basada en el euro.
Hay que recordar, por ejemplo, que Roma ha visto en los últimos años una reducción masiva de su propio bienestar (por ejemplo, en términos de salarios); a esto se añade —HOY— el interés del centro del Imperio en un cambio de paradigma, la primera vez en casi 25 años.
Además, he aquí la reciente respuesta de Polonia a los diktats de Bruselas destinados a ceder los superfondos (es decir, su propio bienestar) a la injerencia de la UE; Polonia claramente apoyada por USA, véase la llamada "Base Trump", es decir, la instalación militar estadounidense en Polonia recientemente inaugurada en suelo polaco.
Una respuesta cuanto menos brutal: en este contexto el gobierno polaco ha anunciado que la mayor multa impuesta por la UE a un país que gravita en su esfera de influencia continental, no será pagada de todas formas.
Por el contrario, Varsovia prevé una progresiva ampliación de sus fuerzas armadas, siempre con apoyo estadounidense, una constante colaboración anglo-polaca desde los tiempos de Brezinsky, Sikorsky y matrimonios en el seno de las corporaciones estadounidenses con alma polaca [¿?] (J&J sobre todo).
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En todo esto no hay que subestimar la reacción de Berlín, como siempre molesta cuando sus planes no siguen la trayectoria esperada: aunque no ha sido debidamente enfatizado por los medios de comunicación de la UE siempre demasiado pro-alemanes, en cuanto a los temas del Reich, la movida alemana que llevará al caos se está materializando ante nuestros ojos, véase el increíble anuncio del Ministro de Defensa alemán de intervención militar en el Báltico incluso con la amenaza nuclear como antirrusa, es decir, con armas que los alemanes teóricamente no tendrían (...).
Esto rezuma desesperación (no hay que olvidar que el sistema alemán, que luego sobrevivió de diversas maneras a las purgas posteriores a la 2GM, es el mismo que sentó las bases de la industria militar atómica hace 80 años, ed).
Evidentemente, el factor de poder de USA permanece en segundo plano, listo para ser activado si es necesario para defender los intereses de las barras y estrellas. Sin embargo, hasta la fecha, la situación sigue siendo extremadamente fluida.
Sin embargo, podemos fijar algunas apuestas, a partir de ahora, para entender cómo hemos llegado a una debacle tan EUrocéntrica, que es donde estamos hoy. Y quizás intentar hipotetizar algunos desarrollos futuros.
En primer lugar, Draghi representa el verdadero factor de continuidad deseado por la UE para amortiguar las presiones centrífugas dirigidas a la salida de esta UE: demasiada gente olvida que hace sólo unos meses, en 2020, la mayoría de los italianos expresaron públicamente su apoyo a una salida de la Unión, como informó no sin una mal disimulada vena de terror el sitio web german-foreign-policy.com sólo el año pasado.
Cómplice de la caída de Trump, en cambio, Draghi llegó para frenar la diáspora italiana, después de la canonización mediática de Draghi en la reunión de Rimini del año pasado, preparatoria de su desembarco en el Palazzo Chigi, gracias al activismo del líder de la milanesa "Compagnia delle Opere" (el alemán Bernhard Scholz), una entidad ético-religiosa contigua a Comunión y Liberación y que quizás incluso recuerde el activismo en la protección alemana del cardenal Ildefonso Schuster hace 75 años.
Claramente un intento de aplazar el plan de deflagración de la UE mediante la dolarización de la deuda italiana, tal y como lo ignoró Giuseppe Conte en el Eurogrupo del año pasado, tras el impulso de USA ("...si no lo hacemos solos", dijo entonces el primer ministro italiano, haciendo que el entorno de Angela Merkel se emocionara).
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En este contexto, es esencial comprender la génesis de Mario Draghi, un personaje injertado en un surco anglo pero intrínsecamente pro-UE. Teniendo en cuenta que se trata de la zona que podemos definir a grandes rasgos como el "mundo cameroniano", es decir, esa élite británica pro-UE que está detrás de la génesis, en la Península, tanto del Movimiento 5 Estrellas como del caso Regeni (detalle no menor, la esposa del ex primer ministro británico —una condesa Astor— tuvo una educación principalmente cristiana, ed).
Es decir, Draghi es apoyado por un área político-elitista de matriz anglosajona que siempre ha estado cerca en sus intereses a París, como contención alemana (para representar menos sumariamente la dirección de esta corriente, digamos, pro-europea con base en la Perfecta Albión, uno podría remontarse a los "Guardias Escoceses" de María Estuardo en la capital francesa, que también estuvieron en defensa de Juana de Arco, ed.).
De ahí la natural cercanía del mundo que orbita en torno al actual Primer Ministro italiano hacia lo que representa Francia, hoy en día sobre todo teniendo en cuenta el esperado giro de Berlín hacia una configuración más alemana (el propio Goethe calificó la impresión de dinero como mefistofélica, diabólica, ya que creaba inflación).
Desgraciadamente, lo anterior no es un buen augurio para las futuras relaciones franco-italianas, que seguramente serán en perjuicio de Roma; relación que los dos países vecinos desarrollarán necesariamente de aquí en adelante, es decir, durante el periodo de meditación alemana sobre qué hacer con la actual UE, gracias al sometimiento de la clase política romana a intereses más franceses que italianos.
De ahí la expectativa de un nuevo macroacuerdo estratégico franco-italiano firmado por Draghi en breve, repito, en beneficio francés.
Los salarios en la UE, de 1990 a 2020: "Italia es el único país europeo en el que los salarios han disminuido respecto a 1990" - Openpolis sobre datos de la OCDE - en LINK
En este contexto, con la inflación ahora fuera de control, con el crecimiento económico en realidad cerca de la recesión si se netea con el deflactor correcto del PIB, los BTP italianos cayeron por debajo de un nivel técnico muy importante, 150 puntos, sólo el viernes pasado.
Sin embargo, al final de la partida, siempre será la Península la que actúe como un punto de inflexión en el destino de la UE, con su previsible colapso de las finanzas públicas, a largo plazo, es decir, con los mercados muy escépticos sobre la posibilidad de reembolsar la enorme deuda en euros (...): para su información, hoy el PIB italiano sin actividad no declarada supera el 180% del PIB. Y con un número de pensiones pagadas por el Estado igual al de los asalariados: no se trata de la implosión italiana por permanecer en el euro, sino de sólo cuándo.
¡Por último, aquí se arrastra la agenda verde, siempre con Italia como centro de gravedad, para ser salvada con el dinero prestado de los mismos ciudadanos italianos, pero en nombre de la UE (el Fondo de Recuperación es en larguísima parte un préstamo, garantizado de hecho por los activos de las familias italianas), que es el valor total de la PNRR de unos 200 mil md€ —pagado en 3-4 años— de los cuales el Fondo de Recuperación, ¡sólo unos 30 mil md€ están perdidos!
Además de la locura de las vacunaciones masivas en Italia, ahora con un objetivo de 90% vacunado y con la obligación de facto de la vacunación universal, bajo pena de la imposibilidad de trabajar. Incluso en este contexto, simplemente observamos que hay una correlación enorme y evidente ahora entre la locura de la vacunación en los países seleccionados y el fracaso técnico, de hecho, de sus sistemas de pensiones locales (en todos, Italia, Francia, Israel, Austria con su edad mínima de jubilación todavía por debajo de 60 años en promedio, ed).
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En conclusión, es fácil esperar una demolición controlada de la UE, empezando por los impulsos alemanes y pro-alemanes destinados a protegerse de las presiones inflacionistas internacionales volviendo a un sucedáneo del nuevo marco, más fuerte que el euro. Al mismo tiempo, los impulsos centrífugos dentro de la UE, innegables por ejemplo en el lado italiano si se quiere asegurar un mínimo de prosperidad futura a su población, se concentrarán en los países europeriféricos, es decir, donde las instituciones estatales de bienestar están prácticamente en quiebra. Sólo para acabar en una inevitable contingencia de, digamos, unión monetaria reducida, en la que París —una vez que Alemania cruce el Rubicón de la vuelta a una moneda más fuerte— jugará la carta de un "Euro-CFA" con Italia como copiloto; o mejor, un Euro Med (o mejor aún, Euro francés) en el que los países africanos del franco CFA sean sustituidos por Italia y quizás Grecia.
En este contexto, el único añadido que no cuadra son las 100 bases militares estadounidenses en Italia, de las cuales al menos 4-5 son nucleares, junto con el mayor depósito de armas de USA fuera de sus fronteras.
No hay que descartar, por tanto, un próximo y renovado activismo estadounidense destinado —¡otro!— a neutralizar las amenazas a sus intereses estratégicos; creemos que este esfuerzo no será muy distinto de lo que fue la intervención estadounidense en Indochina o más propiamente en el Canal de Suez [la Crisis de Suez fue una operación de emergencia para desviar la atención del aplastamiento de la Revolución Húngara por tropas soviéticas que invadieron el país] (estos hechos llevaron a una implosión de lo que quedaba de la red colonial francesa y europea en el mundo, ed).
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