sábado, 8 de octubre de 2011

ENFOCANDO LOS MITOS SIONISTAS

Kim Petersen / 110912
FUENTE: http://dissidentvoice.org/2011/09/focusing-on-zionist-myths/#more-36909

Al finalizar el artículo, las notas a partir de la son de Realismo

clip_image002Conocí a Greg Felton durante el Simposio de Halifax sobre Medios y Desinformación, en el 2004, donde fue uno de los oradores programados. Armado con una plétora de hechos y conocimiento que rodea al despojo del pueblo palestino por los judíos sionistas, su presentación fue informativa y contundente.

Concuerdo con su representación de la absoluta inmoralidad del despojo de los palestinos y la ocupación por los sionistas. Sin embargo, sé de nuestras anteriores conversaciones que diferimos marcadamente sobre la desposesión de los Pueblos Nativos por el estado canadiense.

Él es autor de The Host and the Parasite (El Huésped y el Parásito) y su libro más reciente es Exploding Middle East Myths: 15 Years of Fighting Zionist Propaganda (Destruyendo los Mitos del Medio Oriente: 15 Años Combatiendo la Propaganda Sionista). Este libro revela que los sionistas hicieron causa común con los nazis, saca del error de que todos los judíos son semitas e históricamente vinculados a Tierra Santa, arguye que Hamas es una resistencia legítima, presenta a Israel como negacionista, describe cómo Israel hizo la Guerra de 1967 con un pretexto, detalla cómo el Plan de Partición de Naciones Unidas carece de aprobación del Consejo de Seguridad, y por tanto, la legitimidad del estado de Israel es dudosa [1], lo que resulta especialmente relevante dado que Palestina está actualmente buscando el reconocimiento como estado en la ONU, lo que parecería un resultado concomitante del reconocimiento de Israel como estado.

 

Kim Petersen: Revelas muchos mitos acerca de Israel y Palestina. ¿Por qué tales mitos no son conocidos más ampliamente y cómo pueden darse a conocer los hechos genuinos?

Greg Felton: Estos mitos no son conocidos ampliamente porque son activamente censurados en nuestras escuelas, universidades y medios masivos de comunicación. La subyugación de Palestina está tan profundamente ligada con las más profundas creencias acerca del tratamiento de los judíos bajo el Tercer Reich [2] y la creación de Israel que una investigación racional del tema necesariamente expondría que tales creencias son fraudulentas. Nuestra estructura de poder debe tanto su existencia a estas creencias que las mentiras que albergan deben ser defendidas a toda costa.

A menos que derrumbemos estas falsas creencias continuaremos esclavizados por ellas. El mejor modo de hacerlo consiste en leer y apoyar los medios independientes y retar las falacias históricas tanto como sea posible. Esto es por qué Internet es el último bastión de la libertad de expresión. Por supuesto, la neutralidad de la red está bajo ataque por los ejércitos de los defensores [y beneficiarios] de los mitos.

KP: Tú escribes: “Para USA, ayudar e incitar el dominio de Israel sobre Palestina y sus vecinos suplantó la seguridad petrolera como el determinante principal de la política en el Medio Oriente desde 1980 en adelante. Al servicio de esta entidad extranjera, el gobierno gringo libremente despilfarró, y continúa despilfarrando, vidas norteamericanas, recursos y auto-respeto”. Concluyes que USA no tiene el control. Si éste es el caso, ¿por qué crees que el gobierno gringo abandonó el control?

GF: USA no “abandonó el control” en ningún sentido formal; el país fue subvertido desde dentro por el Lobby Judío. Esta es la tesis de mi primer libro El Huésped y el Parásito –Cómo la Quinta Columna de Israel consumió a Estados Unidos. Sin recapitular el libro completo, una respuesta abreviada rastrea esta subversión a 1980, cuando el público gringo votó por la religión sobre la razón. Bajo el presidente Ronald Reagan, los judíos sionistas infiltrarían los niveles de gobierno de elaboración de políticas y proliferaron como un cáncer. Cuando se combinaron con la creciente constelación de influyentes “think tanks” de propaganda como el AEI y WINEP, los sionistas y los cristianos evangélicos procedieron a convertir a USA en un sirviente de Israel [3]. El Congreso está ahora totalmente colonizado y no puede actuar en interés de USA.

KP: Afirmas que los mitos utilizados para apuntalar las ideologías y falsas historias finalmente fragmentarán al país. Si eso es cierto, ¿esto debería detener el uso de mitos para metas ulteriores? Dado que los sionistas están inventando hechos-sobre-el-terreno,¿no podría ser que tales mitos finalmente asegurarán lo arrebatado de otros? Y puesto que algunos sionistas han estado dispuestos a divulgar el despojo (como Exploding Middle East Myths da abundantes ejemplos), ¿crees que ello fragmentará Israel?

GF: Si todos los judíos en Israel fueran sionistas rabiosos, pudiera estar de acuerdo; pero la ilusión de Israel como una legítima democracia está reñida con su conducta. Cada país necesita tener unos valores y actitudes que lo gobiernen y en los cuáles los ciudadanos puedan verse reflejados. La desconexión entre la teoría y la práctica, alguna vez negable durante la Guerra Fría y las falsas “negociaciones” de Oslo es ahora infranqueable. Israel ahora está constreñido a repudiar cualquier pretensión de democracia e incluso a atacar a los judíos que apoyan la democracia y el derecho para los palestinos. Si Israel se propone ser un estado judío [4], no puede durante mucho tiempo seguir siendo un desprecio viviente de esa idea.

KP: Aparentemente eres opuesto al presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad. Dices que muchos iraníes lo consideran un “bufón innecesariamente bravucón”. Lo acusas de algo que mucha gente te acusaría: ser un “pretencioso anti-israelí”. ¿Cuál es la diferencia entre tu oposición a Israel y la de Ahmadinejad?

GF: De hecho, apoyo a Ahmadinejad. Es una persona racional, de buenas maneras, que entiende el Medio Oriente mucho mejor que la mayoría de los occidentales. Muchos iraníes lo encuentran innecesariamente provocador, pero yo no. Nuestras actitudes hacia Israel son, de hecho, similares pero de ninguna manera podría yo ser llamado pretencioso o bufonesco. Mis escritos han sido cuidadosamente investigados e incluso mis detractores no pueden encontrar fallas con mis hechos. Esta es la razón de por qué tienen que recurrir a la difamación. Mi modo de escribir puede ser teatral o satírico, pero solo un sionista lo despreciaría como pretencioso.

KP: Criticas a James Petras por no observar las elecciones iraníes del 2009 desde el “punto de vista del público”. Para substanciar este alegato, citas a Richard Haass del Consejo de Relaciones Exteriores (argüíblemente, una organización extremista del sistema). Con el debido respeto, encuentro tal razonamiento poco convincente, comparando las fuentes. ¿Por qué los puntos de vista del CRE deberían tener más credibilidad que los de Petras?

GF: No cité los puntos de vista del CRE. Cité el punto de vista de Richard Haass. No me importa lo más mínimo quién es la persona o a qué agencia pueda pertenecer. Todo lo que importa es la exactitud y credibilidad del argumento. Si juzgamos la exactitud de un alegato basado en el curriculum del que arguye o de su afiliación política, “credencializamos” la verdad y caemos en la irracionalidad.

KP: Comparas la narrativa “oficial” del 9-11 a las reacciones del gobierno iraní a las protestas de las elecciones del 2009 y concluyes que “es lógico deducir que la elección de Ahmadinejad bien puede ser un fraude”. Con el debido respeto, mi lógica no llegó a esa conclusión. Segundo, preguntaste cómo un economista, Mark Weisbrot, “se juzgaba competente para escribir acerca de la política iraní”. Así, respetuosamente pregunto, ¿Cómo te juzgas tú mismo más competente que Weisbrot para escribir sobre la política iraní?

GF: No me juzgo más competente que Weisbrot para escribir sobre la política iraní. De hecho, él puede ser competente, pero no lo muestra en su análisis de la elección iraní. En resumen, él no tenía evidencia para respaldar su alegato de que la elección era legítima. Recurrió a la misma perezosa adivinación que los defensores de la narrativa oficial de Sept 11 hicieron. En vez de presentar un caso, se oculta detrás de un hipotético estado de ánimo. Para dar la ilusión de que era lógicamente imposible. “En realidad, si la elección fue robada, debe haber decenas de miles de testigos —o tal vez cientos de miles— del robo. Pero no hay ningún relato en los medios de entrevistas con tales testigos”. Un argumentador honesto no podría negar la validez de una causa negando su efecto, sin embargo eso es que hizo Weisbrot, y lo que hacen numerosos apologistas de la narrativa oficial del 9-11.

Leyendo a Petras, él no ofrece ninguna evidencia para apoyar su alegato de que los oponentes de Ahmadinejad eran pro-occidentales, o que eran protégés occidentales en Irán. Mir-Hossien Mousavi, que muchos alegan que realmente ganó la elección, es de hecho más liberal, pero no se propone deshacer la naturaleza islámica de Irán. Los argumentos de Petras parecen más producto de la reflexión que de la investigación.

KP: Haces notar que en 1947 la ONU votó establecer un estado árabe y uno judío en Palestina. Dado que ya había sido establecido mediante voto en la ONU, ¿qué efecto piensas que tendrá sobre el actual intento palestino para re-reconocimiento de la ONU de su estado?

GF: Primero que todo, la ONU no estableció Israel. Eso es un mito popular. El Plan de Partición de 1947 que ostensiblemente forjó un estado judío de la Palestina árabe nunca fue ratificado en el Consejo de Seguridad [5], y por tanto, no existe. Israel nunca ha tenido legitimidad legal, moral o política y ésta es la razón de que Israel y sus estados clientes estén tan desesperados de sabotear el reconocimiento de la ONU a un estado palestino. Dado que el Plan de Partición era ilegal —la ONU no tiene derecho para tomar la tierra de un pueblo y darla a otro— hubo mucha referencia a un estado árabe. La idea misma de partición implica dos partes, y sin embargo Israel nunca ha reconocido el derecho de Palestina a existir. Hacerlo expondría la absoluta criminalidad, no sólo de la incesante colonización judía, sino la ilegitimidad misma de Israel. Como dije en mi primera columna sobre este tema: «Podemos tener paz en el Medio Oriente o podemos tener a Israel; no podemos tener ambos».

KP: Escribes que los medios masivos de comunicación de ultramar como la BBC, The Guardian, Al Jazeera (éste último acusado por mucho críticos de desinformación sobre la incitación al golpe de la OTAN en Libia) han mantenido a los canadienses “bien informados acerca del Medio Oriente”, contrario a lo que muchos periodistas independientes alegan, p.e. Media Lens y otros escritores en Dissident Voice. Los lectores ¿deberían considerar a tales medios corporativos/estatales como fuentes confiables, especialmente si se les compara a las fuentes de medios independientes?

GF: Todos los medios deberían ser juzgados críticamente. Las fuentes británicas y árabes mencionadas arriba hacen un mejor trabajo en comparación a las fuentes norteamericanas, pero tienen sus propios problemas particulares. Al-Jazeera ha perdido alguna credibilidad desde que la compraron los sauditas y la estación ingresó a Norteamérica, y la BBC está grandemente domesticada por los sionistas; sin embargo, es más probable que transmita una perspectiva palestina inteligente que cualquier cosa aquí. The Guardian es con mucho el mejor del grupo y lo colocaría en primer lugar junto con Le Monde Diplomatique y el servicio internacional de Press TV. En términos generales, las fuentes independientes son más confiables porque no son tan vulnerables a las presiones financieras o políticas. Pero lo que más importa es el modo en que las noticias son reportadas, no quién las reporta.

KP: El profesor anarquista Noam Chomsky sostiene (y concuerdo con él) que la gente debería enfocarse en las acciones de sus propios estados. “Mi propio interés es primariamente con el terror y la violencia llevada a cabo por mi propio estado, por dos razones. Por un lado, porque resulta ser el mayor componente de la violencia internacional. Pero también por una razón mucho más importante que eso; es decir, [porque] puedo hacer algo al respecto. Así aun si USA fuera responsable del 2% de la violencia en el mundo en lugar de la mayor parte, ese 2% sería de lo que soy primariamente responsable. Y eso es un simple juicio ético. Esto es, el valor ético de las propias acciones depende de sus consecuencias anticipadas y predecibles [Noam Chomsky, On Power and Ideology: The Managua Lectures (South End Press, 1987)].

Tu enfoque, sin embargo, parece ser muy crítico de los crímenes sionistas contra los palestinos y crítico de la complicidad del gobierno canadiense en tales crímenes. Si hay sustancia en lo que Chomsky dice, ¿por qué no escribes más frecuentemente acerca de los crímenes colonialistas contra los Pueblos Nativos de Canadá, dado que los canadienses no-indígenas (similares a los judíos Ashkenazi) viven en una tierra ganada mediante crímenes de guerra y desposesión?

GF: Disiento fuertemente de Noam Chomsky. Él es de la opinión que USA es el socio dominante en la relación norteamericana y por esta razón dirige tanto de su crítica hacia USA. Sin embargo, no encuentro sustento para esa posición. De hecho, la facilidad con la que Israel humilla a los presidentes norteamericanos y causa daño deliberado a los intereses gringos debería bastar para mostrar que Chomsky está atrasado. No advierte que USA carece de gobierno; el Congreso y la Casa Blanca han sido colonizados por completo por Israel que cualquier discusión de la política nacional gringa es una broma cortés. Veo poco mérito en la cita que haces. Dada la abrumadora influencia sionista sobre la política gringa (y canadiense), protestar las acciones del gobierno nacional de uno tiene tanto sentido como tratar los síntomas de la enfermedad más bien que la causa.

Puesto que no encuentro sustancia en lo que dice Chomsky, veo poca razón para escribir acerca de los crímenes colonialistas contra los pueblos nativos de Canadá. De hecho, no quiero mezclar este problema con la destrucción sionista de Palestina.

Primero, rechazo el paralelo entre los judíos ashkenazi y los canadienses europeos. Aunque hay similitudes superficiales, la magnitud, duración y ferocidad sadista de los crímenes judíos contra Palestina están órdenes de magnitud más allá de lo que los europeos hicieron a los nativos.

Segundo, el período colonial europeo es historia y no puede ser cambiado; el período colonial judío es actual [está ocurriendo] y puede ser cambiado. (Pienso que Chomsky apreciaría este punto).

Tercero, los sionistas usan el pasado colonial de Canadá para desviar las críticas a Israel, tal como: “¿Por qué criticar a Israel cuando Uds. hicieron lo mismo a sus nativos? ¡Uds. no son sino hipócritas!”

Cuarto, el liderazgo nativo de Canadá está demasiado feliz halagando al Lobby Judío e identificando la persecución que sufrieron con la persecución judía. Esto pone a los nativos de Canadá en posición de dar una cobertura propagandística a las atrocidades sionistas.

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Kim Petersen es co-editor de Dissident Voice.


[1] Escribí hace casi 6 años: “Sin embargo, en 1950, la Asamblea Gral. de a ONU concedió la membresía a Israel pero bajo ciertas condiciones. La Resolución 273 de la Asamblea Gral. de la ONU decretó que Israel debía implementar la Resolución 181 que define las fronteras de Israel y Palestina y la Resolución 194 que reconoce el derecho de volver a los refugiados palestinos. Israel hasta ahora se ha negado. Las Resoluciones de la Asamblea Gral. de la ONU, sin embargo, no son obligatorias bajo la ley internacional”. «¿Anti-Israel?». Dissident Voice, 27-Oct-2005.

[2] COMENTARIO DE REALISMO [CR]: Aun si lo que se dice del tratamiento de los judíos bajo el Tercer Reich fuera cierto, resulta bastante evidente que eso ocurrió en Europa y que no puede ser utilizado para legitimar el despojo a los palestinos, que no tuvieron absolutamente NADA que ver. Mencionar ambos temas es absurdo y busca simplemente enturbiar lo que de otro modo es tan cristalino como el agua.

[3] [CR]: Quizá sea más exacto decir que el proceso se comenzó a hacer evidente en 1980; porque esa subversión puede rastrearse fácilmente 1 siglo antes. Esa subversión no fue una subversión instantánea, sino muy gradual y debe señalarse que no se ha detenido; ahora mismo continúa extendiéndose y buscando afianzarse aun más.

[4] [CR]: Aquí hay una peligrosa tergiversación de conceptos. “Si Israel se propone ser un estado judío” no es lo mismo que “Si Israel se propone ser una democracia”. Lo primero, lleva 63 años siéndolo; si realmente quiere ser una democracia entonces sí se aplicaría lo de “no puede…. seguir siendo un desprecio viviente de esa idea”.

[5] Y aunque lo hubiera ratificado el Consejo de Seguridad, eso no legitima un despojo. El Consejo de Seguridad carece de atribuciones para brindar legitimidad a un país; quizá, y sólo es un quizá, la Asamblea Gral. Pero no el Consejo de Seguridad que es una reunión de “grandes” o de “influyentes” y que se mueven más por sus intereses propios que por el bienestar general.

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