jueves, 4 de octubre de 2012

AUDITORIA: Una herramienta esencial vs las transas


AUDITORIA: una herramienta esencial para probar el origen y las causas de la actual crisis de “deuda” de los Estados Unidos y Europa (Parte 1 de 2)
Por Maria Lucia Fattorelli               19-Ene-12
FUENTE: http://cadtm.org/AUDITORIA-una-herramienta-esencial

Lo marcado en amarillo, en negrita y las notas de pie de página NO vienen en el original y han sido puestas por Rrealismo.


1. El origen y la esencia de la crisis actual
La reciente crisis en los Estados Unidos, así como algunos nuevos hallazgos sobre los actuales problemas económicos en países europeos, han revelado cómo la deuda pública ha sido utilizada en beneficio del sistema financiero bancario.

Ante todo, es necesario clarificar que la deuda pública no es mala en sí. En verdad, debería ser un importante medio de financiación de las políticas del Estado. Con base en eso, los gobiernos son autorizados a contraer deudas, obviamente bajo ciertos límites y condiciones. Los préstamos, por lo tanto, deberían proporcionar el acceso a fondos, los cuales, en asociación con aquellos obtenidos por los impuestos, sirven para que el gobierno cumpla su rol de satisfacción de necesidades básicas de los ciudadanos.

En estudios, auditorías e investigaciones, sin embargo, se ha determinado que, al revés, además de que la deuda pública no contribuye para avanzar en la implementación de políticas públicas, significativas cuantías registradas como deudas del Estado no corresponden a recursos recibidos por los países. Además de eso, la más relevante parte de las deudas soberanas está siendo utilizada para pagar intereses y amortizaciones de deudas anteriores cuya contrapartida original no es públicamente conocida.


El problema esencial, como podría ser fácilmente detectado, es que el endeudamiento público se ha convertido en una manera de desfalco de recursos públicos en grandes cantidades. Debido a la ausencia de transparencia en esos procesos y de un excesivo número de privilegios tanto legales cuanto financieros y con diversas ramificaciones– ese esquema puede ser caracterizado como un ”Sistema de la Deuda”, que funciona en beneficio de un sub-sector de la sociedad, localizado en los mercados financieros.

El “Sistema de la Deuda” es un negocio altamente rentable que beneficia al sector financiero privado grandes corporaciones lideradas por bancos y poderosas agencias de riesgo una red compleja de agentes que detenta una serie de privilegios de orden legal, política, financiera y económica.

En los Estados Unidos ese sistema ha operado recientemente para rescatar la banca del inminente riesgo de quiebra. La dimensión del rescate fue presentada por el senador Bernie Sander [1], el cual presentó los resultados de una auditoría realizada por la Agencia de Contabilidad Gubernamental [2]. Ese informe evidenció que el Federal Reserve Bank (FED - el Banco Central de los Estados Unidos) destinó alrededor de 16 trillones de dólares para el salvataje bancario, suma que fue directamente transferida a los bancos y grandes corporaciones bajo interés cerca de cero, entre diciembre 2007 y junio 2010.

La revelación de ese informe de auditoría gubernamental debe ser ciertamente uno de los más relevantes ejemplos del privilegio del sector financiero: la crisis de ese sector fue el primer paso hacia la actual crisis de la deuda “soberana”, no sólo en los Estados Unidos, sino en muchos países de Europa. La suma de recursos desembolsada por el FED para el salvataje bancario fue más grande que el saldo total de deuda pública en los Estados Unidos (actualmente estimados en US$ 14.5 billones) y de su Producto Interno Bruto (US$ 14.3 billones en 2010).

Es necesario persistir en la auditoría de esa operación, que podrá mostrar que lo que ha ocurrido es la conversión de grandes deudas privadas en deudas públicas. Los principales beneficiarios del dinero entregado por el FED, como consta en el informe, pueden ser vistos abajo:

Citigroup: $2.5 billones ($2,500,000,000,000)
Morgan Stanley: $2.04 billones ($2,040,000,000,000)
Merrill Lynch: $1.949 billón ($1,949,000,000,000)
Bank of America: $1.344 billón ($1,344,000,000,000)
Barclays PLC (United Kingdom): $868 mil millones ($868,000,000,000)
Bear Sterns: $853 mil millones ($853,000,000,000)
Goldman Sachs: $814 mil millones ($814,000,000,000)
Royal Bank of Scotland (UK): $541 mil millones ($541,000,000,000)
JP Morgan Chase: $391 mil millones ($391,000,000,000)
Deutsche Bank (Germany): $354 mil millones ($354,000,000,000)
UBS (Switzerland): $287 mil millones ($287,000,000,000)
Credit Suisse (Switzerland): $262 mil millones ($262,000,000,000)
Lehman Brothers: $183 mil millones ($183,000,000,000)
Bank of Scotland (United Kingdom): $181 mil millones ($181,000,000,000)
BNP Paribas (France): $175 mil millones ($175,000,000,000)

Esas cantidades demuestran el privilegio del sector financiero que, además de estos sustanciales préstamos del FED, también recibió otros montos considerables del Tesoro Nacional, sea directamente o por otros planes de salvataje que han consumido una gran parte de los impuestos recaudados de los contribuyentes. Mientras tanto, los mismos contribuyentes sufren con el crecimiento del desempleo, restricciones en programas de salud pública y recortes en otros sectores de beneficios sociales que en su conjunto redibujan la estructura social y empeoran las condiciones de vida de la sociedad, con desigualdades ahora más grandes de lo que ocurría hace algunas décadas. Esa paradoja explica la razón por la cual manifestaciones como “Occupy Wall Street” ganan fuerza.

La misma situación puede ser vista en Europa, cuyos países enfrentan serias crisis “de la deuda” y manifestaciones sociales de millones de ciudadanos en las calles. Es importante recordar que en 2008 no existía la denominada crisis de “endeudamiento”, pero sí la crisis de los grandes bancos. En aquel momento las autoridades decidieron salvar aquellas instituciones, a pesar de conocer los grandes riesgos que aquella alternativa representaba para sus presupuestos, y aún siendo conocido el “súper-endeudamiento” de todos los países, como muestra la noticia de Febrero 2009:

A pesar de saber del gran riesgo de ruina económica, bajo documentos secretos, una atmósfera de miedo y reuniones de emergencia, la Unión Europea llevó sus países a una serie de operaciones de salvataje bancario, para rescatar instituciones financieras. Como los países no tenían fondos para cumplir esa operación, grandes parcelas de títulos soberanos fueron emitidas.

Es importante resaltar que el fundamento para la decisión fue un “documento secreto de diecisiete páginas” que necesita ser revelado por una completa auditoría de ese proceso.

El origen de la crisis financiera está relacionado con la ausencia de regulación en este sector. Algunos controles existentes bajo la Securities and Exchange Commission - SEC [3] que desde el 1929 era responsable por el control de “calidad y autenticidad” del comercio de bonos en los mercados fueron revocados o simplemente incumplidos por las instituciones financieras.

La ausencia de regulación abrió espacio para la creación de una incontable cantidad de activos como derivativos y otros tipos de productos financieros que pueden ser considerados como simples apuestas con ningún valor o respaldo real. Los así llamados activos tóxicos cargaron con “basura” el marcado financiero.

La cantidad de esos activos tóxicos fue tan expresiva que algunas instituciones fueron especialmente designadas para recibirlos los bad Banks creados para aliviar la banca de parte de la “basura”, como ha divulgado Financial Times.

Crucialmente, las instituciones que emitieron eses activos tóxicos fueron las más destacadas del sector financiero, o sea, las que tenían la “credibilidad” suficiente para que sus activos fueran aceptados y comercializados en el mercado financiero. Sin embargo, pese el riesgo de quiebra, solamente algunas pocas de esas importantes instituciones llegaron a la bancarrota LehmanBrothers, por ejemplo. Como se ha dicho anteriormente, muchas medidas fueron rápidamente tomadas para salvarlas y sacarlas de la bancarrota.

En cuanto a las naciones, tuvieron un destino diferente. Como ya era previsto, los planes de salvataje llevaron la zona del euro a una profunda crisis: una depresión económica en una escala que no era vista desde la Segunda Guerra Mundial.

A pesar de toda la información sobre la crisis europea en los medios de comunicación sobre el problema del endeudamiento público, muy poco se ha publicado sobre su origen, localizado sobre todo en la crisis bancaria, y no en los masivos gastos públicos, como se dice comúnmente.

Para una análisis más profundo, es también necesario comprender los mecanismos usados por el sistema financiero, la “creatividad” de los mercados financieros y productos, como los derivativos y otros activos sin rastro, que permiten a los inversores “lucrarse con los cambios en los precios de las reservas, índices, materias primas y otros activos existentes” [4].

Los derivativos se han esparcido en los mercados financieros y fueron transferidos para fondos de pensión, fondos soberanos u otros tipos de inversiones alrededor del mundo. Como los precios no siguieron las expectativas, un gran volumen de seguros fueron activados, llevando a los bancos a una serie de crisis financieras. Es importante destacar que, en aquel tiempo, “la media de los seguros estaba nivelada en 27 por 1, i.e. habían prestado 27 veces su capital” [5].

Muchas soluciones están siendo construidas para arreglar la situación, como los dichos bad banks. En Irlanda, la Agencia Nacional para Administración de Activos (NAMA) fue creada en 2009 como una tentativa de salvación del sistema financiero, nacionalizando deudas privadas a cambio de bonos públicos (sobre los cuales los bancos ejercen todo tipo de especulación). Estos procedimientos causan la “socialización” de las pérdidas bancaria [A], con graves efectos en las vidas de los ciudadanos pagadores de impuestos [6].

A pesar de todas las consecuencias para las economías nacionales y los inmensos costes sociales de las medidas adoptadas por los gobiernos para rescatar al sector financiero, las mismas instituciones financieras no aceptan cualquier especie de restricción legal, de modo que su actividad continúa desregulada. A diferencia de otros activos, que están sujetos a muchas limitaciones jurídicas, los derivativos no tienen casi ningún control y ningún coste de transacción. Bancos y otras corporaciones aún pueden emitir imprudentemente nuevos activos y especular sobre ellos.

2. La usurpación de la deuda pública
Para ayudar a los bancos a sustituir parte de la grande burbuja de “activos tóxicos”, las naciones emitieron moneda (como los Estados Unidos, conforme revelado por la auditoria realizada por el Departamento de Contabilidad Gubernamental que probó que US$ 16 trillones fueron repasados a los bancos por el FED), o crearon deuda pública mediante la emisión de bonos soberanos, entre otros instrumentos.

Una parte significativa de los bonos soberanos de eses países no corresponden efectivamente a una deuda “pública” real, i.e. bonos emitidos para obtener recursos para el país, sino simplemente una usurpación, un uso equivocado del mecanismo de endeudamiento, para garantizar fondos para instituciones financieras.

Además, la desregulación del mercado financiero permite que bonos soberanos sean usados como si fueran tarjetas o fichas de apuestas jugadas en un casino. Uno de los principales privilegios del sector financiero es la libertad para moverse a donde quiera, especialmente a paraísos fiscales, bajo secreto bancario, y negociar bonos soberanos en mercados secundarios. Generalmente siquiera sin el conocimiento del país que ha emitido aquellos bonos en primer lugar. Eso, sin embargo, no es nuevo; ya ha representado una grande dificultad para Latinoamérica desde los años 1970, cuando los bancos internacionales solían vender partes de los contratos de endeudamiento en los mercados secundarios.

¿Por cuánto tiempo la sociedad llevará el fardo de las pérdidas derivadas de operaciones tan irresponsables e inmorales, que están sacando dinero de servicios esenciales como Salud, Educación, Asistencia Social etc., resultando en miles de pérdidas de empleo, mientras, al mismo tiempo, aseguran grandes lucros y ganancias para el sector financiero?

Además de eso, ¿puede el resultado de esas operaciones ser considerado como “deuda pública”? Los libros de economía explican que deuda pública es un instrumento que puede ser usado para financiar las necesidades de los Estados y complementar los fondos requeridos por los servicios públicos en beneficio de la sociedad. Los bonos emitidos para salvar las instituciones bancarias [B] sin cualquier criterio no deberían ser considerados deuda “pública”, sino que deberían ser tratados como un préstamo separado a ser pagado por la misma banca, y no por toda la sociedad.

Las instituciones financieras que fueron salvadas después de la crisis de 2008 han comprado bonos del Tesoro con el dinero prestado por los gobiernos, transfirieron liquidez por cuenta de las bajas tasas de interés cobradas por los estados para sucursales especulativas (por hedgefunds, formas desreguladas de inversión) cuyo objetivo era ganar más dinero “invirtiendo” en la deuda pública mediante la emisión de más y más derivativos, los cuales cargan en sí todos los problemas ya mencionados.

A pesar de todo eso, los gobiernos continúan ayudando a las instituciones bancarias, ejecutando las reformas sociales demandadas por las políticas neoliberales. La percepción obvia es que los países están cambiando la democracia por lucros bancarios, como resultado de un sistema político en el cual la toma de decisiones no está basada en la deliberación pública, sino que toma parte en mesas de negociación entre “tecnócratas” que insisten en que no están haciendo política.

3. La necesidad de una auditoria métodos, transparencia, monitoriza
    ción ciudadana y el rol de las instituciones internacionales
El instrumento de endeudamiento “público” está siendo utilizado ahora en Europa como lo fue en Latinoamérica desde los años 1970. Las experiencias de auditoría de deudas la auditoría oficial en Ecuador [7] y la iniciativa ciudadana en Brasil [8] han demostrado que en los últimos 40 años los únicos beneficiarios de la deuda comercial externa fueron los grandes bancos internacionales. En lugar de funcionar como un instrumento de financiación del Estado, este tipo de deuda en bonos fue un mecanismo de transferencia de recursos hacia el sector financiero privado.

Las auditorías de la deuda también han demostrado que la crisis financiera en la que Latinoamérica entró en 1982 fue causada por los mismos bancos privados acreedores [9], que unilateralmente levantaron las tasas de interés de 5 a 20.5% al año. Aquella crisis posibilitó que el FMI tuviera una oportunidad de interferir en nuestras economías con planes de ajuste fiscal exactamente como ahora ocurre en Europa que han costado por lo menos dos décadas de gran sacrificio social (las cuales llamamos décadas perdidas), de forma a garantizar lucros al sector financiero.

Es muy importante que los países europeos los cuales no están bajo dictaduras militares como estábamos en los años 1980 en Latinoamérica organicen comisiones de auditorías oficiales, como ha hecho Ecuador en 2007. También es esencial que la sociedad civil empiece auditorías ciudadanas como nuestra organización en Brasil para rescatar documentos, fomentar investigaciones populares, estudios, movilización social y elucidación sobre ese proceso de endeudamiento tan pronto como sea posible.

La auditoría de la deuda es una oportunidad de obtener documentos y evidencias de la real naturaleza de la llamada deuda “pública”. Los resultados de esa auditoría pueden estimular acciones concretas en todos los campos: popular, parlamentario, legal, entre otros en el campo político.
(Continuará.....)


[A] Curiosamente, JAMAS se ha dado un caso de “socializar” las ganancias. ¡Qué extraño!, ¿verdad?
[B] Debería destacarse que estas instituciones bancarias son PRIVADAS.

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