jueves, 23 de abril de 2015

Por no reformar a tiempo el FMI...



AIIB, el Banco de Desarrollo de los BRICS y un Mundo Emergente

Por  F. William Engdahl                10-Abr-15
FUENTE: http://journal-neo.org/2015/04/10/aiib-brics-development-bank-and-an-emerging-world/


El texto [en rojo] NO aparece en el original y fue agregado por el equipo de traducción.
Alemania es un miembro fundador como lo es Francia. Igual que Luxemburgo, e incluso Gran Bretaña. La Rusia de Putin y la India también están entre los fundadores. Para sorpresa de muchos, también lo es el Fondo Monetario Internacional (FMI), una institución que hasta ahora ha sido un pilar en el sistema del dólar. Estamos hablando del Banco Asiático de Infraestructura e Inversión o AIIB (por sus siglas en inglés). La pregunta es ¿si el AIIB está en camino de llegar a ser el punto de partida de un nuevo orden monetario que pudiera reemplazar la destructiva influencia del dólar? ¿O será infectado por troyanos como el RU y el FMI? La respuesta bien podría formar la arquitectura de un nuevo mundo en el que el dólar y sus hipertrofiadas estructuras de deuda ya no dictan al mundo entero lo que deberían ser sus políticas económicas.
En Octubre de 2014, China anunció que estaba creando un nuevo banco internacional para financiar grandes proyectos de infraestructura a través de Asia. La principal motivación para China fue financiar su ferrocarril eurasiático de alta velocidad Nueva Ruta de la Seda, también proyectos de infraestructura marina y la negativa de USA de aceptar una importante reforma al sistema de votación en el FMI, que daría a China y otras naciones emergentes en lo económico un mayor peso en las decisiones. En el inicio, Washington y la mayoría del resto del mundo ignoró al banco, mientras la administración Obama lo atacaba mencionando una posible falta de transparencia o suficiente interés por los riesgos ambientales [menos mal que no lo acusaron de la posibilidad de matar delfines o poner en riesgo el clima; de cualquier forma, es un raro interés que no mostró en la manipulación de la LIBOR o tanta transa y multas que se han llevado los bancos... y no precisamente chinos], evidentes maniobras de distracción de la realidad, esto es, que el AIIB representa una amenaza estratégica a la continuada hegemonía global del dólar de USA.

Un certero disparo en el pie de Washington
Oponiéndose fieramente cuando el R.Unido, Australia, Japón y otros aliados clave de USA mostraron interés en unirse al AIIB, ahora la administración Obama se ha disparado realmente en ambos pies. Hoy, a la fecha límite del 31 de Marzo, más de 40 naciones se han unido a China como miembros fundadores. El banco ahora amenaza rivalizar con el FMI, el Banco Mundial y con el emparentado Banco Asiático de Desarrollo como un acreedor de largo plazo capaz de atraer capital para grandes inversiones de infraestructura a través de Eurasia y tal vez más allá. Estos 3 bancos son todos derivados del Tratado de Bretton Woods de postguerra y los 3 están estrechamente controlados por Washington para ventaja del dólar y los intereses de USA.
Ahora, no es como si China se deslizara por la espalda de sus queridos amigos en Washington. En 2010 China, Brasil y otros países de rápido desarrollo ganaron un acuerdo para reformar el FMI que habría duplicado los fondos disponibles para el FMI a cambio de una mayor ponderación en el voto para países tales como Brasil, Rusia, India, China y otras economías que ni siquiera existían en el mapa en 1944 en términos del tamaño económico relativo. La propuesta ganó el 77% de los votos de todos los países miembros del FMI.
La reforma de 2010 en los derechos de voto del FMI estipulaba que China llegaría a ser el tercer miembro más grande en el FMI y habría cuatro economías emergentes Brasil, Rusia, India y China entre los 10 mayores accionistas del Fondo. Bajo las actuales reglas, Washington, convenientemente mantiene el 16.75%, un veto de minoría. Los estrechos aliados geopolíticos de USA Japón con 6.23%, RU y Francia, 4.29% cada uno y Alemania con 5.81% típicamente asegurarían que las políticas del FMI en cualquier área fueran “amistosas” a los intereses nacionales de USA.
Brasil, Rusia, India, China y otras economías rápidamente emergentes encuentran que es totalmente absurdo que los derechos de votación en el Consejo Ejecutivo del FMI le den a Francia, con un PIB de 3,000 bdd, bastante más votos que China que tiene un PIB más de tres veces mayor (10,000 bdd), o que den a Bélgica (1.86%) con un PIB de 500 bdd un mayor peso de votación que Brasil (1.72%), que tiene un PIB de más del cuádruple (2,200 bdd). Conforme a las normas del FMI, el peso de votación de un país miembro debería ser aproximadamente proporcional a su tamaño relativo en términos del PIB entre los 147 países miembros del FMI. Cuando Washington redactó las ordenanzas del FMI en 1944 estipuló, convenientemente, que ninguna decisión importante del FMI podría ponerse en vigor a menos que contara con el apoyo de un 85% de participación de votos.
Washington se está aferrando como perro bulldog a las antiguas normas en las que USA retiene una participación de votos capaz de bloquear cualquier iniciativa. El congreso de USA se niega a aprobar las reformas al FMI y romper así el punto muerto. Esto fue lo que forzó a China y los otros estados BRICS de rápido crecimiento a mirar fuera del FMI y del Banco Mundial y construir una arquitectura completamente nueva. Hoy el AIIB está emergiendo rápidamente como una pieza central en esta nueva arquitectura global emergente.
Más bien que tratar de influir el nuevo AIIB desde dentro, Washington ha escogido una táctica que le ha dado una gigantesca y humillante derrota geopolítica, y que probablemente excluirá a las corporaciones de USA de lucrativas propuestas de construcción.
La política exterior de USA bajo Obama, como lo fue bajo George W. Bush, está siendo operada por una pandilla de ideólogos neo-conservadores que parecen incapaces de una respuesta flexible. Para ellos cualquier cosa que China hace es “mala” y debe ser bloqueada con todo el poderío estadounidense.
Para esa gente de Washington China es el retador global emergente al poderío militar de USA, así Obama impone una estrategia militar de “Girar hacia Asia” para rodear y enojar a Beijing. La influencia económica y financiera de China amenaza el sistema del dólar así que debe ser bloqueada. Los BRICS amenazan con independizarse del control de Washington como estados vasallos, así que los estados BRICS debe “dárseles una lección” como Washington recientemente lo intentó con sus usuales protestas de oposición organizada en Revolución de Color contra la presidente pro-BRICS Dilma Rousseff con la esperanza de instalar una alternativa de libremercado amistosa con USA.
El problema para Washington es que nada de esto está funcionando como acostumbraba. Y Washington ve la deserción de sus más cercanos “aliados” para unirse al AIIB de China. Uno se acuerda de la declaración del primer ministro de Inglaterra, Lord Palmerston, “Inglaterra no tiene amigos, sino meros intereses”.

La nueva arquitectura emergente
No solamente están Brasil, Rusia e India entre la lista de fundadores del AIIB cuatro de los cinco BRICS también están Australia, Nueva Zelanda, Indonesia, Pakistán, Filipinas y Vietnam países a los que la administración Obama está confiando se unan al Eje Asia de carácter militar contra China, todos han decidido unirse a ésta en su nuevo banco. Aun Taiwan ha solicitado unirse bajo el nombre de Taipei Chino.
Y en un hecho aun más devastador para la imagen de Washington y tal vez para el futuro de la dominación del FMI y del Banco Mundial, fue que cinco del Grupo de los Siete de los grandes países industriales occidentales RU, Francia, Alemania, Italia e incluso Japón es probable que se unan. En total más de 40 naciones han solicitado llegar a ser miembros fundadores.
“El dinero habla y nadie camina”, como la alocada tonada radial publicitaria de los 1960s transmitida por Charlie Greer, el DJ rockanrolero de la popular estación de radio WABC Top 40 de Nueva York, puesta por cuenta de la tienda de ropa Dennison. China tiene el dinero, y nadie, excepto USA, está alejándose a lo que parece.
La estampida de todos estos países, incluyendo a los principales miembros de la UE, para inscribirse en el AIIB patrocinado por China, es el darse cuenta de que es en Asia y Eurasia donde el futuro económico del planeta se hará o naufragará. Las economías de USA y Canadá están ahogándose en deudas que no pueden pagarse, infraestructura que está pudriéndose y pueblos casi abandonados que alguna vez fueron industriales como Detroit o Pittsburgh. USA ya no es el imán al que todos son atraídos para hacer negocios. El país está arruinado, las cifras económicas gubernamentales un montón de mentiras, su verdadero desempleo a niveles de la Gran Depresión (23.2% según Shadow Government Statistics de John Williams).
China está en una posición crucial para fundar este nuevo banco para financiar la gigantesca infraestructura transnacional, tal como el ferrocarril tran-eurasiático bautizado como Nueva Ruta de la Seda, y con el que Rusia está en proceso de conectarse. Esto hará surgir una gran demanda por construcción de infraestructura en término de plantas de generación de energía eléctrica, autopistas a través de Asia y Eurasia. La infraestructura económica está en los tableros de diseño, que finalmente vincularán a Corea del Sur con la vasta economía china vía Corea del Norte.
La brecha en infraestructura a través de Asia y Eurasia es suficiente para estimular el crecimiento industrial global durante décadas. El Banco Asiático de Desarrollo (ADB, por sus siglas en inglés) estima que Asia requerirá 8 bdd durante la próxima década para energía, transporte, telecomunicaciones y tratamiento de aguas. Ahora la inversión privada llega apenas a 13,000 mdd por año, la mayoría en proyectos de bajo riesgo. La ayuda oficial al desarrollo agrega otros 11,000 mdd/año. Esto deja un déficit que excede los 700,000 mdd/año.
Al negarse a unirse y tratar de detener el AIIB Washington en efecto ha adoptado una posición opuesta a las inversiones regionales asiáticas que expandirán el comercio, el desarrollo de los mercados financieros, la estabilidad macroeconómica y la mejora en las condiciones ambientales, de salud y sociales. Todo lo que Washington tiene para ofrecer a cambio es la estúpida Asociación Trans-Pacífico para acuerdos de libre comercio que resulten amistosos para USA y que permitirían a Monsanto y otras corporaciones estadounidenses hacer caso omiso de las legislaciones nacionales asiáticas en su búsqueda de utilidades.
El hecho mismo de que el AIIB haya reunido tal apoyo a nivel mundial es la demostración de la impotencia de las instituciones de Bretton Woods, el FMI, el Banco Mundial y el Banco Asiático de Desarrollo, dominadas por USA.

Y un nuevo Banco BRICS
El Banco Asiático de Infraestructura e Inversión no es la única nueva iniciativa de las economías emergentes del mundo.
En la reunión de los BRICS del 2014 en Fortaleza, Brasil, los cinco jefes de estado declararon sin rodeos, “Estamos decepcionados y seriamente interesados con la actual no-implementación de las reformas al FMI del 2010, que impacta negativamente en su legitimidad, credibilidad y efectividad”. Colectivamente los BRICS representan 16 bdd y un 40% de la población mundial, algo no precisamente para ser descartado a la ligera como un grupo de repúblicas bananeras como los siguen viendo en Washington algunos formuladores de políticas. Al parecer éstos no se han checado la vista desde 1944.
El Nuevo Banco de Desarrollo, como es llamado formalmente, o el Banco de Desarrollo de los BRICS como se le llama informalmente, tendrá sus oficinas centrales en Shanghai, el centro financiero del veloz mundo emergente de China. El banco iniciará operaciones con una reserva de liquidez de 100,000 mdd para defenderse de posibles guerras monetarias como las que Washington y Wall Street lanzaron en 1997 para destruir a las entonces florecientes economías de los Tigres Asiáticos conducidos por Corea del Sur, Malasia e Indonesia. El Nuevo Banco también tendrá un capital inicial de 50,000 mdd, aportado por partes iguales por cada uno de los países BRICS, con la opción acordada de elevarlo al doble para financiar proyectos de infraestructura de los propios BRICS.
El acta constitutiva del NDB especifica que su membresía estará abierta a todos los estados miembros de Naciones Unidas. Sin embargo, y esto es crucial, la participación de capital de los cinco BRICS fundadores nunca debe caer abajo del 55%, y un miembro no-fundador nunca puede tener arriba del 7%. En resumen, el banco de los BRICS será administrado por los gobiernos que comparten una profunda insatisfacción con las instituciones de Bretton Woods controladas por Washington.
La combinación de los dos nuevos bancos de infraestructura presenta la mayor amenaza para el sistema del dólar de USA y su control de los flujos financieros mundiales desde 1944. Es esta amenaza la que está impulsando la agenda sin rumbo de la política exterior de Washington. La paz y la cooperación son un modo bastante más útil de resolver los asuntos entre naciones civilizadas.

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