jueves, 3 de noviembre de 2016

La otra guerra silenciosa



¡Bomba Alemana! ¿Volará el Sistema Bancario en Europa?

Por Nikolay Nikolaev                                                         07-Oct-16
FUENTE:https://southfront.org/deutsche-bomb-will-it-blow-up-the-banking-system-in-europe/



El texto [en rojo] NO viene en el original y fue agregado por el equipo de traducción.
De acuerdo al presidente del Comité sobre Economía y Energía y ex ministro alemán, Peter Ramsauer, se está llevando a cabo una guerra económica contra el mayor banco comercial de la UE —Deutsche Bank.
En los primeros días de Julio de 2016, el sonido del portazo dado por el referéndum británico al dejar la UE aun no se ha disipado. Importantes políticos alemanes, analistas europeos y banqueros seriamente advierten de una amenazadora gran crisis financiera asociada con los bancos italianos, que han estado emproblemados durante años. Benoît Coeuré, miembro del consejo ejecutivo del Banco Central Europeo, rechazó la idea del primer ministro italiano para la recapitalización por 40,000 md€ a los bancos de Italia, que se le ha definido como “la unidad bancaria más débil de Europa”. En este punto el primer ministro italiano perdió el control y declaró que “las dificultades de los bancos italianos son minúsculos comparados con los problemas enfrentados por otros bancos europeos respecto a sus derivados”. La relación-riesgo de los bancos italianos, en sus palabras, es de 1:100.
Él específicamente quiso decir Deutsche Bank, que desde el inicio del año ha perdido más de la mitad del valor de mercado de sus acciones. ¿Cuáles son las razones detrás de estos eventos? ¿El sistema financiero europeo está bajo ataque? ¿Por qué el principal banco alemán está en la mira? ¿Europa está en una situación peligrosa? Los hechos muestran que ciertos círculos en USA [¿a quién más le podía convenir ese ataque?] aplicaron un ataque de precisión contra el punto más débil de las finanzas europeas en la creciente guerra económica entre la UE y USA, principalmente relacionada con la TTIP (Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión, por sus siglas en inglés).
El elefante en el cuarto —el volumen de derivados del Deutsche Bank es de 55 bd€. La popular frase idiomática inglesa respecto al elefante en el cuarto ejemplifica nuestra renuencia a ver lo obvio— el Deutsche Bank está al borde del abismo. Aun sin la conclusión en Julio del FMI de que el banco es la organización más riesgosa del planeta con el potencial de provocar un enorme daño al sistema financiero mundial, los datos muestran que en año y medio, las acciones del Deutsche Bank se hundieron de 33€ a 10€ por acción. El problema está en el colosal tamaño de la exposición de los derivados —aproximadamente 55 bd€ o 75 bdd, de acuerdo a Forbes. La fantástica cantidad equivale al volumen de la entera economía global y es más de 20 veces el PIB de Alemania. Y si los que están conscientes de la razón para el estallido de la crisis financiera global de 2008 hacen la pregunta lógica: ¿no se eliminó la práctica de “capitalismo de casino” con créditos riesgosos a través de derivados?, la respuesta es: No, no se eliminó.
Como se sabe, luego de la crisis del 2008, las poderosas instituciones bancarias transnacionales tácitamente renunciaron a este instrumento y durante años, las tóxicas CDO (obligaciones de deuda colateralizadas, por sus siglas en inglés) no fueron emitidas en ninguna parte del mundo. Sin embargo, en 2013, específicamente el Deutsche Bank fue el primero en volver a la práctica de colocar idénticos ‘tramos de oportunidades confeccionadas a la medida’ en la facturación [¿y las agencias calificadoras no dijeron nada?] y este ejemplo pronto fue seguido por BNP Paribas, JP Morgan y Citigroup. El banco alemán no solamente es el que mantiene la mayor cantidad de derivados en su portafolio entre estos bancos, sino también ha sido el líder mundial el año pasado con una participación del 12% del número total de derivados, de acuerdo al Banco Internacional de Compensaciones en Basilea. [¿y éste tampoco movió un dedo al respecto? Y luego todos ponen cara de sorprendidos] Partiendo de esta premisa, uno fácilmente puede entender las controversiales observaciones del vicecanciller alemán y líder del SPD, Sigmar Gabriel, quien en el apogeo de los ataques especulativos contra el Deutsche Bank no lo defendió. “No sé si reír o llorar respecto a un banco que ha convertido la especulación en su modelo de negocio [¿y las entidades reguladoras, apá?] y ahora dice que es víctima de la especulación”. Dijo Gabriel en respuesta a las quejas del Director Gral del Deutsche Bank, John Krayan [la grafía correcta es John Cryan, inglés, nacido en 1960, Director Gral único a partir de Mayo de 2016; antes, desde Junio 2015, co-director con Jürgen Fitschen].
Los periodistas occidentales escribiendo sobre temas económicos encontraron inquietantes similitudes entre la situación del Deutsche Bank y el quebrado Lehman Brothers. La similitud en unidades de exposición con derivados es apoyada por la relación de acciones a reservas para ambos bancos. Como lo señalaron los periodistas, inmediatamente antes de su desaparición, Lehman Brothers tenía una relación del 3% y la reducción condujo a la quiebra del banco. Con el Deutsche Bank, este número es 3.5% y conforme a los estudios de los expertos, para estabilizar el banco, las reservas deberían ser incrementadas, en el peor de los casos, al 4% de su capital o 7,000 md€ para el 2017. Esto resultará particularmente difícil dada la continua baja en las acciones y considerando una pérdida de 7,000 md€ en 2015. En Mayo de 2016, Moody’s, la agencia calificadora internacional, degradó al Deutsche Bank [¡3 años después de haber reanudado las prácticas especulativas! En realidad, las calificadoras actúan como profetas a posteriori, rebajando la calificación prácticamente cuando ya no hay remedio para el delito/desastre. Ya es hora de que alguien califique a las calificadoras], un hecho reminiscente del ajuste en la calificación de Lehman Brothers por Fitch unos meses antes de la bancarrota del banco. A pesar de los planes anunciados de serios recortes en gastos, incluyendo el despido de 9,000 gentes de las oficinas y el abandono de docenas de mercados, los expertos han expresado interés respecto a las oportunidades de reunir capital, que es la clave para la supervivencia de la institución financiera alemana.

La rivalidad europeo-estadounidense y la pista rusa
La debilidad financiera del Deutsche Bank por sí misma no explica la escala de los eventos que están ocurriendo frente a nuestros ojos, ni puede delinear los factores geopolíticos y geoeconómicos que yacen en la base de la bastante complicada situación del banco. El desarrollo de los eventos relacionados a la incapacidad de asegurar el crecimiento sostenible de las economías occidentales, aunado al incremento récord en la carga de  la deuda, intensifican la rivalidad europeo-estadounidense. Luego de los 90s del siglo pasado y el inicio del siglo 21, USA y los estados fundadores de la UE vieron la expansión hacia la herencia socialista y la entrada del capital desde la ex Unión Soviética como una fuente importante de crecimiento. Pero con Rusia recuperando su soberanía y la formación de una coalición con la poderosa China, dirigiéndose a oponerse a la hegemonía occidental, el proceso se detuvo.
Estas circunstancias han conducido a un estrechamiento de las áreas geográficas de operación de los motores de la globalización frente a las poderosas corporaciones financieras e industriales y lógicamente a una creciente competencia entre ellas. En la persecución de la prosperidad para sus corporaciones (expresada en el dicho de Henry Ford: “Lo que es bueno para ‘Ford’ es bueno para USA”), los intereses de los líderes estadounidenses chocaron con los intereses de sus socios europeos. El intento de imponer la tristemente célebre Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP, por sus siglas en inglés) debe considerarse bajo esa perspectiva. El riesgo de adopción del acuerdo yace en rebajar los estándares que impiden la expansión de las corporaciones estadounidenses y el secuestro de la soberanía judicial de los países europeos y su transferencia a arbitrajes privados de la inversión estadounidense.
Junto con esto, existe el actual proceso de reformar el sistema bancario global en favor de las corporaciones bancarias anglo-sajonas a costa de Europa. Con el crecimiento del capital financiero global a fines de los 1980s, el modelo de negocios del Deutsche Bank y otros bancos más pequeños en Europa dependiente de la cooperación con la industria europea, llegó a ser inefectivo. Éste requería la estrategia de las corporaciones alemanas para convertirlo en un banco mundial de inversión en fiera competencia con jugadores estadounidenses como Goldman Sachs.
Y mientras que luego de la crisis de 2008 los bancos de USA fueron reforzados con préstamos de rescate, esta posibilidad no existió para los principales bancos europeos [obvio desde el momento en que el Banco Central Europeo, pese al nombre, no sirve a los intereses europeos sino a los de USA]. Valdis Dombrovskis, vicepresidente de la Comisión responsable de las finanzas europeas, dio una completa visión de conjunto del choque hace unos pocos días. Él hizo una declaración en la que acusó a USA de reformas impuestas sobre el sector bancario global, que conducen a un importante incremento en los requerimientos de capital para los bancos europeos. Con esto, Dombrovskis insinuó que hay intentos de colocar a los bancos de Europa en una posición desfavorable comparados con sus competidores globales.
Las posiciones del vicecanciller alemán, Sigmar Gabriel, y el primer ministro francés, Emmanuel Valls, de rechazo a la TTIP y la resistencia a la reforma del sector bancario global son un signo de que las economías de la UE se niegan a adquirir un status semi-colonial. En respuesta, sin embargo, la presión de USA llegará a nuevas dimensiones.
Debería enfatizarse que la supervivencia misma del sistema financiero de USA está asociado a la entrada de nuevo capital, por supuesto, a costa de otros jugadores. De hecho, un ataque organizado contra la Eurozona está desarrollándose ante nuestros ojos. Mediante la aplicación de un duro golpe al fundamento financiero y económico  de la UE, la superestructura política y cualesquier oposición política seria podrían caer fácilmente. Como ha llegado a ser claro, en este plan, el blanco más adecuado es el inestable Deutsche Bank. Esta es una estructura lógica desde la cual podemos inscribir la aparentemente extraña acción del Banco Central de Suiza al inicio del año para negarse a mantener límites a la tasa del euro contra el franco suizo, con los cuales las reservas de oro y divisas y los bancos comerciales en el país perdieron entre 0.4 y 0.5 billones de francos suizos denominados en moneda extranjera. De acuerdo al analista ruso, Alexander Zapolskis, tal movimiento es posible solamente en presencia de un pronóstico de riesgo de largo plazo para la estabilidad del euro.
Aparte de eso, como el eslabón más débil en las finanzas de Europa, el banco alemán tiene otra razón para incurrir en la ira de sus socios estadounidenses. De las publicaciones del Financial Times y Bloomberg de fines del 2015, llegó a ser claro que el Depto. de Justicia y el Depto para Administración de Servicios Financieros de USA, en Nueva York, están investigando al Deutsche Bank por violación de las sanciones anti-rusas.
De acuerdo a la investigación del periodista estadounidense, Ed Cesar, publicada en The New Yorker, dos semanas antes de que el Depto de Justicia de USA impusiera una multa récord de 14,000 mdd sobre el Deutsche Bank, la sucursal rusa del banco alemán estuvo implicada en un plan donde 10,000 mdd fueron transferidos en violación del régimen de sanciones contra Rusia.
La publicación dice que a través de las denominadas “transacciones-espejo” realizadas entre partes relacionadas, acciones de compañías fueron compradas respaldadas por Arkady y Boris Rotenberg y otros en las listas de sanciones impuestas por USA. Las acciones fueron compradas en rublos y subsecuentemente fueron vendidas por divisas en Londres. Hay amplios hechos que muestran que el banco alemán está trabajando para derogar las sanciones contra Rusia. En Mayo de este año, el Deutsche Bank publicó un análisis conforme al cuál las sanciones pueden ser levantadas en 2017, que a su vez, conducirá al reforzamiento del rublo y a entradas de capital.
Es lógico preguntar: ¿hay evidencia de ataques organizados por USA contra el Deutsche Bank? Los eventos del año pasado hablan en apoyo de dicha tesis.

Cronología de eventos:
Noviembre 2015 —una multa de 258 mdd es impuesta al Deutsche Bank por la New York Financial Supervision y la Reserva Federal por violar el régimen de sanciones contra Siria e Irán en 1999-2006.
Enero 2016 — La agencia calificadora Moody’s rebajó la calificación crediticia del Deutsche Bank de A3 a Baa1 con una perspectiva negativa, junto con la calificación de otros 35 bancos alemanes.
Abril 2016 — En los medios globales, aparecieron publicaciones vinculando al banco alemán con el denominado escándalo panameño. De acuerdo a las publicaciones, el Deutsche Bank ayudó a sus clientes a ocultar ingreso a través de la firma Mossak Fonseca.
Abril 2016 — El banco fue multado con 340 mdd por el regulador financiero británico y con 2,170 mdd por USA por manipulación de interés inter-bancario, “LIBOR”, en el período 2005-09.
Mayo 2016 — La agencia calificador Moody’s volvió a rebajar la calificación crediticia del Deutsche Bank de Baa1 a Baa2.
Junio 2016 — La división estadounidense del Deutsche Bank está sujeta a pruebas de esfuerzo por los reguladores bancarios de USA. Conforme a los resultados de los análisis, el banco falla.
Julio 2016 — El Fondo Monetario Internacional entregó su conclusión a los medios de que el Deutsche Bank es la organización más riesgosa que puede potencialmente causar serios daños al sistema financiero mundial.
Julio 2016 — El financiero internacional George Soros, comenzó ataques especulativos contra el Deutsche Bank. Soros compró acciones en el banco con valor de 100 mdd con las llamadas transacciones de “ventas en corto”, capacitándole para ganar un beneficio sin importar la baja en las acciones.
Agosto 2015 [nota del traductor original — tal vez es un error tipográfico y se refiere a 2016] — Deutsche Bank es excluido del índice de principales compañías en Europa por primera vez desde 1998.
Septiembre 2016 — El Depto de Justicia de USA pidió al Deutsche Bank pagar una multa récord histórica de 14,000 mdd en conexión con una investigación en la venta de valores hipotecarios antes de 2008.
Octubre 2016 — Fieros ataques especulativos contra el Deutsche Bank. Fondos de cobertura, todos administrados por ex empleados en la corporación bancaria Goldman Sachs o asociados a ella, incluyendo Milenium Partner, Capula Investment, AQR Capital, Citadel, Luxor Capital, Magnetar Capital, Rokos Capital y otros, retiran activos por valor de varios miles de mdd.
Los golpes contra el Deutsche Bank ponen en riesgo no solamente la economía alemana y a los depositantes del banco. Su descapitalización es una amenaza mortal que se cierne sobre bancos italianos, muchos de cuyos instrumentos son mantenidos precisamete por el Deutsche Bank y por tanto se aplica a la estabilidad de la Eurozona y la futura existencia de la moneda común europea. Esto es, por supuesto, bien entendido por las principales fuerzas industriales (RWE, E.ON, Siemens) y políticas (Unión Social Cristiana y Unión Demócrata Cristiana) que fuertemente apoyaron al banco alemán y a algunos políticos, incluyendo al vice presidente del Comité Económico del Parlamento Europeo, Markus Ferber, y al presidente del Comité Alemán sobre Economía y Energía y ex ministro, Peter Ramsauer, que incluso dirigieron acusaciones directas contra USA. Las instituciones financieras europeas sufrieron un doble golpe de las sanciones impuestas contra Rusia, que les priva de los gigantescos mercados eurasiáticos. En esta situación, no hay mucho espacio para maniobras por parte de los líderes europeos y es bastante posible observar en el cercano futuro el reforzamiento de la cooperación ruso-europea y tal vez la remoción de las sanciones [más bien a la inversa: primero la remoción de las sanciones y luego el reforzamiento de la cooperación].

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