jueves, 27 de julio de 2017

Tiros por la culata



El Error Fatal en la Nueva Estrategia Energética de Washington

Por F. William Engdahl                                                                13-Jul-17
FUENTE: https://journal-neo.org/2017/07/13/the-fatal-flaw-in-washingtons-new-energy-strategy/





Si el sentimiento de piedad valiera la pena uno estaría tentado a sentirlo por los desventurados polacos. Ahora los líderes de Polonia de nuevo han sido seducidos, esta vez por un peligroso estratagema de Washington: tratar de llegar a ser el Centro de Distribución de Gas Natural de la UE desplazando a Alemania y echando fuera a Rusia.
Los polacos parecen tener una afición por los proyectos auto-destructivos. Ése fue el caso en 1939 cuando el ministro polaco de Rel. Exteriores, Józef Beck firmó con Gran Bretaña y más tarde con Francia el Pacto de Defensa Común Polaco-Británico creyendo que Gran Bretaña defendería la soberanía polaca en el caso de una invasión nazi sólo para encontrarse dividida como despojos de guerra por Hitler y Stalin mientras Gran Bretaña y Francia permanecían tranquilamente sonriendo. Ellos tenían otra agenda para los polacos.
Fue también el caso cuando el pueblo polaco, especialmente Lech Walesa, creyó en la CIA de Reagan y la Fundación Nacional para la Democracia (NED, por sus siglas en inglés). Solidarność, con millones de la CIA y dinero del Depto de Estado vía la NED, una ONG membrete de la CIA, llevó a Polonia del sartén del control soviético al fuego de George Soros y sus muchachos de Harvard con su hiperinfla-ción del mercado libre y el saqueo de los más valiosos activos de la nación. El “DNA nacional”, si podemos llamarlo así, parece faltarle uno o más aminoácidos vitales que les hacen distorsionar la verdadera percepción de quiénes son sus verdaderos amigos y quiénes sus enemigos.
Ahora, durante la reciente recepción con “alfombra roja” del presidente Trump en Varsovia, los polacos se tropezaron entre sí ´para abrazar al presidente de USA y en creer sus promesas de hacer de Polonia un rival para el gas natural ruso para la UE. En sus observaciones de 06 de Julio para la reunión de la Iniciativa Tres Mares en Varsovia, Trump dijo a los líderes presentes que ellos deberían considerar las exportaciones energéticas de USA como una alternativa a la dependencia del gas ruso.
La Iniciativa Tres Mares es un vago esfuerzo de 12 naciones del Centro y Este de Europa para coordinar las políticas energéticas entre otras. Trump dijo a su audiencia polaca, claramente refiriéndose a Rusia, “Déjenme ser claro acerca de un punto crucial. USA nunca usará la energía para coaccionar sus países, y no podemos permitir que otros lo hagan [en otras palabras, nosotros no fuimos y, es más, no lo volveremos a hacer]. Uds no quieren tener un monopolio o una situación monopolística”. Luego continuó  declarando: “Estamos comprometidos en asegurar el acceso de Uds a fuentes alternas de energía [por supuesto, siempre y cuándo sean las nuestras], de modo que Polonia y sus vecinos nunca vuelvan a ser rehenes de un único proveedor de energía”.

¿Centro de Distribución de Energía de GNL?
El detenerse Trump en Varsovia en ruta a la reunión G20 de Hamburgo fue calculado para alimentar los sueños polacos de respaldo de USA para bloquear el gasoducto ruso-alemán Nord Stream 2 bajo el Mar Báltico desde Ust Luga al sur de San Petersburgo a Greifswald, Alemania, a medio camino entre Berlín y Hamburgo a 80 kms de la frontera polaca. Los polacos están furiosos de que perderán los únicos derechos de tránsito de Gazprom a través de un gasoducto polaco desde Ucrania. También quieren expulsar a Gazprom del gigantesco y creciente mercado de gas de la UE. Esta es precisamente la agenda de largo plazo de la administración Trump. En sus reuniones con el gobierno polaco Trump supuestamente habló respecto a la infraestructura del gas licuado y las enormes posibilidades de importarlo desde USA debido a su superávit del gas de esquisto.
Este gas desde USA enviado mediante buques tanque especiales desde el muy limitado número de terminales existentes en la costa este de USA y el Golfo de México no resulta barato.
Este Junio el primer embarque estadounidense de GNL llegó a Polonia desde la planta Sabine Pass de Cheniere Energy, en Luisiana. Y no vino barato. Los consultores energéticos estiman que el precio en la terminal polaca de GNL de Swinoujscie será de US$5.97 por millón de btu. El mismo gas en el mercado de USA anda alrededor de $3 por Mbtu. Los polacos están siendo engañados debido a su rusofobia y la manipulación de Washington.

Una Estrategia Energética de la OTAN
Y la estrategia polaca durante largo tiempo ha sido hecha y apoyada por USA y el Consejo Atlántico. Ya en 2014 Polonia comenzó la construcción de su terminal de gas natural licuado, en el puerto báltico de Swinoujscie con un costo de casi 1,000 mdd. Puede aceptar 5000 millones de m3 de gas por año y se discute duplicarla. Pero eso es sólo la primera parte de lo que de hecho es la estrategia de la OTAN para expulsar el gas ruso de los mercados de la UE.
La estrategia requiere hacer de Polonia un centro de distribución de gas natural para Europa Central vía la conexión de Polonia con Lituania, Ucrania, Eslovaquia y la Rep. Checa a través de interconectores.
Es parte de la llamada Iniciativa Tres Mares, fundada el año pasado por Polonia y Croacia para vincular las estrategias energéticas entre los 12 países que bordean el Adriático, el Báltico y el Mar Negro. El gobierno de Croacia también está tratando de construir una controversial terminal flotante de GNL en la isla de Krk, en el Adriático, entre importante oposición de la popular región turística croata de Istria. Además de Polonia y Croacia la iniciativa incluye Hungría, Rep. Checa, Eslovaquia, Rumania, Bulgaria, Estonia, Letonia, Lituania, Eslovenia y Austria, casi todos que en la actualidad dependen del gas natural ruso.
El Consejo Atlántico, el centro de estudios con base en Washington y que dirige de facto la estrategia de la OTAN, es el impulsor público de la Iniciativa Tres Mares para tratar de sacar el gas ruso de los países ex-comunistas de Europa Central y  Oriental. Irónicamente, Alemania y otros países occidentales de la UE respaldan la Nord Stream 2 de Gazprom ya en construcción, poniéndolos en conflicto con la Iniciativa Tres Mares de Polonia.
En Mayo el Consejo Atlántico sostuvo una conferencia en Washington sobre la estrategia Tres Mares. El ex director de Seguridad Nacional de Obama, el Gral. James Jones, dio un discurso clave en el que enfatizó la importancia estratégica de que la administración Trump respalde la Iniciativa Tres Mares sobre la “independencia” energética del gas ruso. En sus observaciones Jones declaró que el propósito de la Iniciativa es reducir o eliminar la “mano fuerte del Kremlin” en el sector energético europeo. El discurso de Trump del 06-Jul a la Iniciativa Tres Mares en Varsovia podría haber sido escrito, y quizá lo fue, por el propio Gral. Jones. Las directivas geopolíticas estratégicas de Washington no son escritas por los presidentes, al menos no desde el asesinato de JFK por la CIA en Noviembre de 1963. El convertir a Polonia junto con Croacia  en un centro energético para importar el muy costoso gas licuado de USA es una estrategia geopolítica de Washington contra Rusia.

Nuevas Líneas de Fractura en la UE
Además de poner en la mira la influencia energética de Rusia en los estados del centro y este de Europa de la UE, la política de Trump sobre el GNL para Polonia y potencialmente para Croacia está dirigida a golpear la influencia dominante de Alemania y Francia en los asuntos de la UE. Las más recientes sanciones económicas del senado de USA contra Rusia apuntan directo a las compañías involucradas en espaldar la expansión del gasoducto germano-ruso Nord Stream 2 independiente del tránsito polaco. Si son aprobadas por la Cámara de Representantes y firmadas por Trump, impondrían severas sanciones económicas sobre la compañías de la UE involucradas en proyectos energéticos con Rusia, tales como el Nord Stream 2 [Oiga apá, y la “mano invisible” de la que hablaba Adam Smith, ¿ónde quedó?].
Los gobiernos de Alemania y Austria inmediatamente externaron su vehemente oposición a las más recientes sanciones de USA por obvias razones. El 15-Jun los ministros de Rel. Exteriores alemán y austríaco emitieron una declaración conjunta desusualmente crítica de USA. Declararon en términos muy fuertes, “El abasteci- miento energético de Europa es una cuestión europea, no de USA. No podemos aceptar… la amenaza de ilegales sanciones extraterritoriales contra compañías europeas que participan en el desarrollo del abastecimiento energético europeo”. Austria boicoteó la aparición de Trump de Julio 06 ante la Iniciativa Tres Mares. [Las élites europeas han estado colaborando con USA en tanto los costos iban para la población europea en general; el intento de multar directamente a las empresas europeas involucradas en la Nord Stream 2 constituye indudablemente un torpe in-tento de extraterritorialidad que, como otros intentos (recordemos el pretendido bloqueo al petróleo iraní o el recientísimo bloqueo a Qatar) resultarán absolutamen- te contraproducentes para sus promotores].
Lo que está ocurriendo son nuevas e importantes líneas de fractura en la UE alrededor de la línea vital de la energía, explícitamente en la energía del gas natural. De un lado está el eje especialmente Alemania pero también Austria, Francia y otros estados de la UE actualmente vinculados a los importantes abastecimientos de gas ruso. Ahora emerge claramente el eje opuesto de Polonia aliada con Washington. Cómo se desarrolle esto en los próximos meses o años tendrá grandes implicaciones para la guerra y la paz no solamente en Europa.

El Nuevo ‘Gran Juego del Gas’ de Washington
Una característica del Estado Profundo de Washington es que su imaginación estratégica está limitada a lo que parece funcionar para ellos desde hace más o menos un siglo hasta recientemente, es decir el control de la energía. En los años pasados, además de las incontables guerras del Pentágono para el control del petróleo tales como la ocupación de Iraq en 2003 y la destrucción de Libia en 2011, la guerra dirigida por USA contra Bashar al-Assad hasta hoy, fundamentalmente es una guerra para el control de la energía, específicamente la energía del gas natural.
Si vemos los a menudo confusos objetivos de política de la administración Trump a través del prisma especial del dominio global del gas natural y la negativa estratégica de lo mismo para otros rivales, una clara estrategia llega a ser visible. Un concepto clave de la estrategia Trump es el intento de hacer de Polonia un centro de distribución europeo para el gas de esquisto de USA vía el apoyo a la Iniciativa Tres Mares.
Un segundo concepto clave de la nueva estrategia de Washington es sabotear una emergente alianza sobre el gas natural de Qatar-Irán-Siria-Turquía para traer las mayores reservas de gas natural del mundo en el campo gasífero conjunto del Golfo Pérsico que se ubica en las aguas territoriales iraníes-qataríes.
Ese sabotaje fue lanzado por Arabia Saudita y Washington durante la reciente visita de Trump a Riyad donde, entre otros asuntos, Trump alentó una “OTAN árabe” sunnita, conducida por los saudíes. El resultado fueron las extrañas sanciones contra Qatar por los vínculos con Irán y el apoyo al terrorismo de la Hermandad Musulmana. Extrañas porque como la mayoría del mundo sabe, Arabia Saudita es hoy el principal patrocinador y financiador del terrorismo en el mundo junto con Washington y lo ha sido al menos desde el apoyo a Osama bin Laden y sus mujahidines de Al Qaeda en Afghanistán después de 1979. Hasta hace poco cuando se dieron cuenta que ganar la guerra en Siria era imposible, Qatar tenía sus manos sucias con la ayuda a los terroristas en Siria. Aparentemente eso era entonces. En realidad, el bloqueo de Qatar por los saudíes no se dirige a detener a los terroristas radicales. Se dirige a mantener a iraníes, qataríes y potencialmente al gas sirio fuera del mercado europeo del gas, potencialmente el mayor consumidor mundial de gas en los años venideros.
Agréguese a estos dos elementos clave de la guerra gasífera de USA el reciente intento de seducir a China para llegar a ser dependiente de las importaciones estadounidenses de gas de esquisto. Un resultado de la reunión de Abril en Mar-a-Lago entre Trump y el presidente chino Xi Jinping fue el anuncio del Depto de Comercio de USA de que apoyará y facilitará la exportación de gas de esquisto en forma de GNL a China. Ésta actualmente es el mayor importador de gas natural de Qatar y está a punto de llegar a ser un importador principal de gas de Rusia cuando el gran gasoducto Poder de Siberia hacia China inicie operaciones en 2019. Washington está jugando con el comprensible deseo de China de tener diferentes proveedores de gas y reducir dramáticamente su dependencia energética del carbón.

El Error Fatal
Hay un error fatal en la nueva estrategia geopolítica de guerras gasíferas de Washington. Pese al hecho de que hay otros 12 puertos de GNL en construcción a lo largo de la costa este de USA y en el Golfo de México, la confiabilidad de los abastecimientos de gas de esquisto de USA en el largo plazo es altamente dudosa.
Mucho se ha escrito acerca del enorme daño ambiental del ‘fracking’ hidráulico requerido para inducir sísmicamente la liberación del gas de esquisto de las formaciones rocosas de esquisto de baja permeabilidad. La lista incluye una alta demanda de agua dulce, hasta 37,850m3 por pozo. Incluye la producción de grandes cantidades de aguas residuales altamente tóxicas, terremotos inducidos, emisiones de gas invernadero y contaminación de aguas subterráneas.
Para sacarle la vuelta a estos problemas que en muchos estados violan las leyes de Agua Limpia, Scott Pruitt, el jefe de la Administración de Protección Ambiental de Trump responsable de hacer cumplir el Acta de Agua Limpia, ha indicado que favorece el levantamiento de muchas restricciones ambientales sobre el fracking del gas de esquisto para elevar la producción de gas. Eso representaría gigantescas necesidades hidráulicas a través de USA de Pennsylvania a Texas a Dakota del Norte. También representaría un salto considerable en la contaminación tóxica de aguas subterráneas.
Sin embargo, el mayor error fatal en el plan Trump de dominio de exportación de gas de esquisto de USA es la estabilidad de la producción misma del gas de esquisto. Porque debido a la desusual geología del gas de esquisto, la producción de un pozo tiene una tasa de inicio relativamente alta. Pero, como repetidas pruebas lo han mostrado, los pozos de gas de esquisto experimentan una declinación hiperbólica en el volumen luego de 4-5 años. Las pruebas indican que el volumen de gas puede bajar hasta 80% luego de 7-8 años. Esto significa que tal vez el 80% de la utilidad del pozo venga solamente en los primeros 5-7 años antes de caer dramáticamente. Esto significa que para continuar manteniendo los niveles de producción de gas bastantes más pozos tendrán que ser perforados a un mucho mayor costo en términos de precio del gas para los usuarios finales así como los costos para el ambiente.
Hasta ahora los perforadores de gas de esquisto se han enfocado a los denominados “sitios dulces” tales como la Cuenca Pérmica de Texas Occidental donde grandes volúmenes de gas pueden generar grandes beneficios. El exceso de gas de esquisto dentro de USA está siendo aliviado por una reciente ley que permite las exportaciones de gas y petróleo por primera vez desde la crisis energética de los 1970s. Sin embargo en meses recientes han emergido signos alarmantes de un tipo de “máximo” en los actuales niveles de inversión en el gas de esquisto.
De acuerdo al número de Junio 16 del boletín informativo OilPrice.com de la industria energética, la producción de petróleo de esquisto en la muy activa Cuenca Pérmica de Texas quizá ya comenzó a declinar. Eso significa que la producción de gas pronto seguirá. OilPrice.com en su reporte a suscriptores declara, “La Cuenca Pérmica también ha visto su productividad toparse en un muro de ladrillo, con la producción de nuevos pozos declinando cada mes en este año. Los extraordinarios incrementos en la productividad vinieron a detenerse en 2016. En Agosto de 2016, la torre de perforación promedio podía producir justo arriba de 700 barriles/día en un nuevo pozo. Esa cifra ha caído a un estimado de 602 barriles/día a Julio de 2017. La caída en la productividad sugiere que los lugares más dulces ya han sido tomados, y que si la industria quiere producir más, tendrá que gastar más y perforar en áreas marginales”.
Éste es el error fatal que todos están ignorando, especialmente Polonia con la seducción del gas de esquisto de USA.

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