jueves, 6 de julio de 2017

Todavía tiende a mimetizarse



El Status de la Oligarquía Global

Por Francesca de Bardin                                                             29-Jun-17
FUENTE: http://www.globalresearch.ca/the-status-of-the-global-oligarchy/5596702



El texto [en rojo] NO viene en el original y fue agregado por el equipo de traducción. Igualmente lo destacado en amarillo aparece como texto simple en el original.

El término oligarquía se deriva de las palabras griegas que significan “dominio o gobierno de los pocos”. El término generalmente se utiliza en tono peyorativo para describir un sistema tiránico que practica la opresión para asegurarse la obediencia. Mientras que las oligarquías generalmente son asociadas a la antigüedad y bien localizadas, muchas de las mayores democracias de hoy pueden con justicia denominarse oligarquías. Lo que sigue es un breve discurso de cómo los modernos oligarcas se las arreglan para controlar las sociedades, usando el poder ejercido a través de medios económicos y políticos. Hoy la oligarquía global está controlada por unos pocos cientos de familias.
Muchas modernas democracias son sistemas donde las diferencias reales entre rivales políticos son muy pequeñas y en esos sistemas la élite oligárquica impone estrictos límites sobre lo que constituye una aceptable y respetable posición política. En cuanto a los “políticos”, sus carreras dependen grandemente de élites económicas, políticas y mediáticas no-electas. Por tanto, tenemos el dicho popular, “Hay un único partido político”. Una oligarquía, como sabemos, es una estructura gobernante cuyo poder descansa efectivamente en un reducido número de gentes. Éstas pueden distinguirse por realeza, riqueza, vínculos familiares, educación, control corporativo o militar, etc. En estas estructuras gobernantes el control es mantenido por unas pocas familias prominentes que típicamente pasan su influencia de una generación a la siguiente. Pero, el poder heredado no es el único medio de transferencia.
Mientras que las oligarquías a menudo están controladas por unas pocas familias poderosas cuyos hijos son criados y orientados para llegar a ser herederos del poder, éste no siempre es ejercido abiertamente y la mayoría de los oligarcas prefieren permanecer como “el poder tras el trono”, por decirlo así. Tal vez el mejor ejemplo de tal familia, los Rothschild, continúan una larga tradición de innovación basada en una constante acumulación, por más de dos siglos, de pericia, experiencia e inconmensurable riqueza. Sus negocios continúan estando a la vanguardia de las actividades financieras y comerciales.
Sin embargo, hay otros “oligarcas” también ejerciendo control, pero además de las influencias del “viejo dinero”, los oligarcas ahora han creado una cábala de personas influyentes con “nuevo dinero”, que juegan un siempre creciente papel en lo económico y lo político y también a nivel estructural. El dinero “ilimitado”, sea viejo o nuevo, ejerce una influencia masiva. Como ejemplo del papel que juega el dinero en el sistema estadounidense, una entrevista en el Programa de Thom Hartman en Julio de 2015 mostró al expresidente Jimmy Carter diciendo que USA ahora es una oligarquía en la que el “soborno político sin límites” ha creado “una completa subversión de nuestro sistema político convirtiéndolo en una recompensa para los mayores patrocinadores”. De acuerdo al expresidente, ambos demócratas y republicanos, “ven este dinero ilimitado como un gran beneficio para ellos mismos”.
El expresidente Carter no está solo en sus afirmaciones. Otros autores contemporáneos han caracterizado las actuales condiciones en USA y Europa Occidental como oligárquicas en esencia. Uno, Jeffrey A. Winters, doctorado en Yale, 1991, profesor de ciencia política en Northwestern University y autor de Oligarquía, arguye que:
“oligarquía y democracia operan dentro de un único sistema, y la política en USA es una exhibición diaria de su interjuego”.
Por supuesto, hay muchos otros entre los grandes pensadores de hoy que opinan que los oligarcas esencialmente nos gobiernan [la famosa frase de Lincoln «gobierno del pueblo, por el pueblo, para el pueblo», fue parafraseada por Joseph Stiglitz, Nobel de Economía 2001, quien dijo que se trata del «gobierno del 1%, por el 1%, para el 1%» y que podría completarse «… con cargo al 99%»]. A través de la atenta mirada de los medios y académicos independientes dispuestos a vocear su desacuerdo, la realidad de la oligarquía global queda a la vista. Mientras que la mayoría de la gente siempre ha entendido que los ricos gobiernan, la mayoría evita creer en una conspiración verdaderamente orwelliana de control. El hecho es, que las oligarquías existen hoy en los pueblos pequeños, en las grandes ciudades, y en los países, y realmente tenemos una alianza global de dinastías oligárquicas.
Estos modernos oligarcas no solamente ejercen control sobre los niveles de gobierno, también influyen en la filosofía y las ideas promovidas en el ambiente académico, a través de instituciones sociales y especialmente mediante las instituciones de política del mundo. Un ejemplo fue recientemente esbozado por el autor Steven MacMillan, quien es editor del Analyst Report, que llegó a sugerir que instituciones como el Consejo de Relaciones Exteriores, son de hecho “parte de una imprecisa y tenebrosa red de organizaciones privadas que se extiende a través del globo para influir en la política de la mayoría de los estados nación”.
Mientras que los grandes medios insisten en que las voces anti-oligarquía son meramente teóricos de la conspiración, cientos de expertos están ahora revelando la verdad de este sistema estilo “1984” decidido a una completa toma del poder. En una pieza del Guardian en 2015, el autor Seumas Milne formuló el razonamiento de que:
“Incrementar la desigualdad es la obra de una élite global que resistirá todo desafío a sus intereses logrados”.
Él continúa esbozando brevemente los sistemas disfuncionales que estos oligarcas han colocado desde hace décadas, pero lo que es significativo en su reporte es la siempre creciente ambición de estas élites. A medida que los sistemas, mercados y recursos del mundo se contraen y se agotan, los oligarcas sienten la presión de sacar aún más de nosotros. La manera simple de expresar esto es mostrarlos como “adictos al crecimiento”, o como tiranos insaciables. Cuando se sugieren soluciones para la creciente desigualdad, los que están en el poder se niegan en todas las formas posibles. Austeridad, crecientes cargas fiscales sobre las clases media y baja, pedir prestado aún más a nivel nacional y corporativo, incluso la guerra con Rusia por los recursos parece estar en la mesa para apoyar a esta oligarquía. Muchos expertos arguyen que fue esta irrealista respuesta de la élite global al cambiante panorama global lo que provocó la mayoría de las actuales crisis geo-políticas.
Sin embargo, hay buenas noticias. Aunque la oligarquía global se propone tener el control total del mundo, todavía no ha alcanzado esa meta. Esta oligarquía no es monolítica, hay competencia dentro de ella y guerra por territorios. Esto puede verse en la competencia por recursos y riqueza a nivel mundial y especialmente en la nueva propaganda anti-rusa. Los oligarcas tienen lucha interna en muchos casos, la situación de Ucrania representa un buen caso de estudio al respecto. Así, esta lucha intestina, junto con la oposición individual vía facciones económicas y políticas, tiende a bloquear a la oligarquía global de afianzar su pleno control. Además los movimientos de ciudadanos ordinarios están intentando oponerse también a estos modernos aristócratas, y juntos los movimientos tienen la capacidad de despertar al público en general y desafiar a la oligarquía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario