jueves, 4 de julio de 2019

¿Utilización inversa de Taiwán?


¿USA y Taiwán Establecerán Relaciones Diplomáticas Oficiales?

Por Vladimir Terehov                                                                                05-Jun-19
FUENTE: https://journal-neo.org/2019/06/05/will-the-usa-and-taiwan-establish-official-diplomatic-relations/



El texto [en rojo] NO viene en el original y fue agregado por el equipo de traducción. Igualmente lo destacado en amarillo aparece como texto simple en el original.




















La actual guerra comercial entre las dos principales potencias mundiales es solo un aspecto de la confrontación global entre USA y China. Otro aspecto, y uno que ciertamente aumentará en importancia, es el problema de Taiwan. Después de todo, parece muy probable que el tema de Taiwán juegue pronto un papel central en el enfrentamiento chino-estadounidense.
Naturalmente, la lucha por la influencia continúa en varias regiones: en la península de Corea, en el sudeste asiático, en las aguas del Océano Índico, y en África, América Latina y Europa. Y los ecos de esta lucha se pueden observar fácilmente en otras potencias mundiales importantes, como Rusia, India e incluso Japón. A pesar de que este último es, como saben los lectores, un aliado [más bien, vasallo] militar y político de USA.
Y, sin embargo, como hemos dicho, la disputa más feroz entre USA y China tiene qué ver con sus relaciones con Taiwán: y este problema es el que amenaza tener las consecuencias más graves para el mundo en general.
El deseo de China de que "la provincia errante de Taiwán regrese al seno de su Madre Patria" es demasiado fuerte para ser explicado por cualquier motivo racional (político, militar/estratégico o económico). El ideal de "Una China" ha sido fundamental durante siglos por la forma en que los chinos ven a su país y su lugar en el mundo en general. Este ideal está detrás de la negativa sin concesiones por parte de las clases políticas de Beijing de mostrar la más mínima flexibilidad o variación en su enfoque para enfrentar el problema taiwanés.
Para Washington, la capacidad de controlar Taiwán se está volviendo cada vez más importante por una sola razón, y esa razón tiene qué ver con las realidades del nuevo Gran Juego, que está dominado por la confrontación de USA con Beijing, ya mencionado. Taiwán tiene una ubicación estratégica extremadamente importante, y si su principal oponente geopolítico tomara el control de la isla, eso limitaría seriamente la capacidad de China para maniobrar en sus propias aguas costeras, por no hablar del Océano Pacífico.
En el punto más alto de la Guerra Fría, cuando la URSS era el principal rival de USA, Washington se vio obligado a hacer compromisos considerables en relación con Taiwán [más bien utilizó a éste como moneda de cambio para sus propios fines] en un esfuerzo por poner a China de su lado. Sin embargo, USA no renunció a todo su poder sobre la isla: desde que rompió sus relaciones diplomáticas oficiales con Taipei en 1979, Washington ha utilizado recursos políticos y económicos para mantener su influencia.
El final de la Guerra Fría fue seguido por una década y media de “no alineación estratégica” global, y durante este período el problema de Taiwan fue bastante bajo en la lista de las principales preocupaciones mundiales. Fue solo a mediados de la década de los 2000s que China comenzó a ser vista como un candidato realista a la supremacía en el nuevo orden global. Y ese cambio es la razón del interés de USA en restaurar y desarrollar sus relaciones con Taiwán.
Ese proceso ahora se está acelerando, esta vez tomando meses, en lugar de años. En nuestro último artículo sobre este proceso, nos centramos en los eventos celebrados en Washington para conmemorar el 40 aniversario de la Ley del Congreso de USA (aprobada el 10-Abril-1979) que estableció la base legal para las relaciones de USA con Taiwán. También notamos que el Congreso de USA está considerando actualmente un nuevo proyecto de ley destinado a unir todas las leyes anteriores y los decretos presidenciales relacionados con Taiwán en un solo instrumento.
Quizás el aspecto más sorprendente de las recientes iniciativas de Washington relacionadas con Taiwán es la calidad (casi) internacional, como la de un estado a otro, de la relación de Washington con Taipei [ahora está buscando volverlo a utilizar, pero en sentido inverso]. Eso explicaría el rápido desarrollo y la calidad, cada vez más oficial, de los contactos entre altos funcionarios de ambos países.
Esos contactos se hicieron posibles por primera vez luego que el Congreso aprobara la ley pertinente, a principios de 2018, pero no fue hasta hace poco que las dos partes comenzaron a aprovechar las nuevas oportunidades. Tsai Ing-wen, la presidenta de Taiwán, ha realizado varios viajes a USA, pero cada vez como una escala en ruta a otro destino.
Sin embargo, desde mediados de mayo de este año, frases como "tipo de" y "por el momento" ya no se aplican a las relaciones de USA con Taiwán. Por un lado, David Lee, el ministro de Relaciones Exteriores de Taiwan, visitó USA el 13 y 18 de mayo de este año y, además, durante su viaje mantuvo conversaciones con John Bolton, asesor de seguridad nacional de USA.
El viaje y las reuniones fueron reportados, entre otros, por Reuters, que citó un anuncio del Ministerio de Relaciones Exteriores de Taiwan. La reacción del Ministerio de Relaciones Exteriores de China fue, como era de esperar, muy crítica. Se comentó que éste ha sido el primer contacto entre políticos de alto rango de USA y Taiwán desde 1979.
Las reuniones son claramente un hito en el proceso, mencionado antes, de normalizar las relaciones entre USA y Taiwán y ponerlas sobre una base de “un estado hablando con otro”, y en la transformación en curso del status quo en la región de Asia-Pacífico . Teniendo todo en cuenta, la tendencia actual ofrece pocos motivos para el optimismo.
Vale la pena señalar que, en los círculos políticos de USA, John Bolton está claramente entre los "halcones", que no tienen ninguna intención de comprometerse en lo que respecta a las relaciones con el principal opositor geopolítico de USA. Por otro lado, es muy posible que el actual presidente estadounidense esté simplemente preocupado por los "desequilibrios" en las áreas del comercio y la economía, y que no comparta los temores casi histéricos de los halcones de Washington sobre el "peligro amarillo" [ambas partes son meros empleados].
Sin embargo, si las relaciones entre las dos potencias mundiales líderes continúan deteriorándose, es muy posible que esas potencias intenten obligar a Rusia a tomar una decisión, una situación que Rusia debería intentar evitar a toda costa.
Según la opinión de este autor, cuando, en un futuro cercano, el líder chino Xi Jinping realice su planeada visita a Rusia, el mensaje que reciba debería aparecer conforme a las siguientes líneas: "Bajo ninguna circunstancia (por ejemplo, a cambio de promesas de levantar sanciones, ofertas de inversión y nuevas tecnologías, u ofertas de compromiso sobre Ucrania) Rusia participará en cualquier maniobra anti-china. Eso incluye la cuestión taiwanesa".
Pero eso, ciertamente, no significa que Rusia deba involucrarse en una confrontación con el llamado Occidente (algo que dejó de existir hace mucho tiempo). Lejos de ello: Rusia necesita participar, de manera abierta y directa, en un proceso que ya ha comenzado: "recuperar Europa" después de su "secuestro" hace unos 50 - 60 años, cuando el continente fue despojado de sus propios valores, y un conjunto de valores totalmente diferentes y completamente falsos fueron injertados en su lugar [¿y de quién son esos diferentes y falsos valores?].

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