jueves, 14 de noviembre de 2019

No mucho, en realidad


¿Cuán Independiente es la UE de USA?

Por Valery Kulikov                                                                                    17-Oct-19
FUENTE: https://journal-neo.org/2019/10/17/just-how-independent-is-the-eu-from-the-us/


El texto [en rojo] NO viene en el original y fue agregado por el equipo de traducción. Igualmente lo destacado en amarillo aparece como texto simple en el original.
 El presidente francés Emmanuel Macron se reúne con las tropas durante una visita a la base militar en Istres. [a riesgo de parecer paranoico, las sonrisas de los 2 de la izquierda lucen un tanto burlonas, en tanto que los demás parecen más neutrales, a la expectativa].

El cambio en el equilibrio global, la redistribución del poder, las incertidumbres geopolíticas, junto con las dudas sobre la confiabilidad de USA como aliado [y como firmante de tratados] están llevando a la pregunta de cuán independiente es realmente la UE.
La respuesta a esta pregunta es particularmente importante en estos días, en la víspera de que la nueva Comisión de la UE comience su trabajo el 01-Nov. Sin responderla, será imposible entender qué intereses va a defender y proteger: los de la propia Europa unida y sus ciudadanos regulares, o los intereses de USA, que se ha acostumbrado a dar órdenes a los políticos de la UE durante las últimas décadas. Para lograr este fin, Washington ya ha comenzado a imponer sanciones a la UE para obtener influencia sobre sus élites.
Hablando de una Europa independiente, debemos definir la noción de independencia como la capacidad de establecer las propias prioridades y tomar las propias decisiones en materia de política exterior y seguridad, junto con los medios institucionales, políticos y materiales para realizar estas decisiones, ya sea en cooperación con terceros, o por sí sola si es necesario.
Solo la parte que puede describirse a sí misma como actor estratégicamente independiente puede establecer reglas internacionales, en lugar de estar sujeta a las decisiones de otros poderes.
Durante algún tiempo, Europa disfrutaría de diferentes niveles de independencia estratégica. En el comercio, la UE tiene los medios y la voluntad de ejercer influencia internacional. Al mismo tiempo, debe reconocerse que las potencias europeas carecen de la soberanía económica y financiera necesaria debido al esquema financiero conocido como el euro, con el único Banco Central decidiendo las políticas monetarias para todos los países de la unión, mientras que él mismo vive a la sombra de la Fed situada en Nueva York. Además, debe reconocerse que los tratados firmados en los últimos 20 años por países europeos han privado a los parlamentos nacionales de su soberanía, con lo que ya no tienen influencia económica, financiera o militar para tomar decisiones autónomas conforme a sus propios intereses.[oiga apá, ¿y dónde quedó la tan publicitada democracia?, alegadamente la única modalidad  “legítima” de gobierno].
En cuanto a la esfera militar en sí, la brecha entre las ambiciones y realidades europeas es profunda y amplia. Los países europeos ya no disfrutan de la soberanía militar, porque están sujetos a la cadena de mando de la OTAN en este asunto. Desde la firma del Tratado de Maastricht, todos los miembros de la UE, incluidos los países neutrales, se vieron obligados a reconocer la primacía de la OTAN en materia militar.
La publicación austriaca conocida como Contra Magazin señaló en Abril que los estados de la UE se vieron obligados a marchar detrás de Washington a todas sus aventuras militares, incluidas Bosnia-Herzegovina, Kosovo, Afganistán, Irak, Libia, Siria y Yemen como verdaderos vasallos. Por lo tanto, los europeos tienen la misma responsabilidad en las recientes guerras estadounidenses que USA, incluida la responsabilidad de la hambruna en Yemen, que fue provocada por la amplia cooperación militar entre Arabia Saudita y la coalición liderada por USA.
Al mismo tiempo, Washington sigue siendo el líder indiscutible del bloque militar, por lo que si el Pentágono decide usar sanciones [las sanciones no las establece el Pentágono sino el Depto del Tesoro] para subvertir un centro de poder económico potencialmente hostil, Europa está obligada a seguirlo.
En este sentido, la reacción demostrada por Donald Trump al llamamiento expresado por el líder francés Emmanuel Macron para crear una fuerza armada independiente en Europa fue particularmente reveladora. Trump describió esta propuesta como ofensiva en su Twitter, sugiriendo que Francia debe aumentar sus gastos en las necesidades de la OTAN antes de proceder con la creación de un ejército paneuropeo.
Anteriormente, Angela Merkel comentó sobre la idea de crear un ejército europeo independiente, y señaló que Europa debe tener una visión sobre el establecimiento de un verdadero ejército europeo. Además, ella cree que los tiempos en que Europa podía confiar en otras partes para sus necesidades de seguridad hace tiempo han quedado atrás. Según la canciller alemana, los viejos aliados ahora están cuestionando los lazos probados.
El razonamiento detrás de las palabras de Angela Merkel se vuelve particularmente claro en el contexto de las amenazas directas de USA de dejar a la Unión Europea sin apoyo militar si Bruselas continúa desafiando sus órdenes militares. Tales declaraciones, en particular, se hicieron el pasado mes de Mayo, durante la reunión de representantes militares y políticos de la UE con Michael Murphy, quien es responsable de mantener las relaciones con Bruselas en la Casa Blanca. Según este funcionario estadounidense, cuando llegue la crisis y falle la defensa de la UE [especialmente ante un ataque alienígena], sus ciudadanos no estarán muy impresionados con el hecho de que Bruselas solo estaba adquiriendo armas de sus propios fabricantes. Por lo tanto, USA le ha presentado a Europa una opción difícil: garantizar la seguridad de sus fronteras por sí misma o fortalecer sus capacidades militares dentro de la OTAN. ¿Cuál fue la respuesta de Europa a Washington? Bueno, eso no es un secreto.
Como ha sido señalado por [la revista] Foreign Policy, la decisión de Washington de alejarse del Plan de Acción Integral Conjunto [con Irán] subrayó la irrelevancia estratégica de Europa y la incapacidad colectiva de sus líderes para enfrentarse a USA o alterar el modo de pensar de éste sobre un tema de suma importancia . Según esta publicación, el resultado práctico de toda esta adulación fue desastroso, ya que las principales potencias europeas habían cedido efectivamente a la opinión de la administración Trump de que el acuerdo con Irán es inadecuado y debe ser reemplazado o complementado por acuerdos adicionales [¿para qué?, si acostumbras repudiarlos cuando te da la gana].
La negligencia encubierta [en el rancho se llama de otra forma] de Washington hacia Europa como si no fuera más que un viejo vasallo se evidencia en el documento redactado por el Consejo Atlántico de USA, una organización cuya actividad es reconocida como indeseable en la Federación de Rusia. Este documento fue preparado por Washington en anticipación del inicio de labores de la nueva Comisión Europea, encabezada por Ursula von der Leyen. Este documento describe a las principales autoridades europeas todos los pasos inmediatos que deben tomarse para que la UE persiga de manera efectiva políticas beneficiosas para la Casa Blanca. En particular, se le exige a la Comisión Europea que se adhiera a sus políticas anteriores, promoviendo una abierta rusofobia, creando obstáculos en la construcción de la Nord Stream 2, brindando asistencia a Ucrania en su presunta lucha contra la llamada "agresión rusa", tomando el comportamiento de las autoridades polacas como un patrón oro que todos los países europeos deben seguir. La "recomendación" sobre el uso de Polonia como modelo a seguir en las relaciones entre Europa y Rusia se basa en el hecho de que una parte importante de las élites polacas gobernantes  siguen sospechando patológicamente de Rusia, ya que Varsovia es liderada por un partido que ha transformado su odio de la Federación de Rusia en una ideología, y no es un secreto que la difusión de tales políticas en la UE provocará más odio y conducirá a la desestabilización del espacio europeo.
Al mismo tiempo, Washington está tratando de promover sus propios intereses en Europa, independientemente de las necesidades de sus aliados europeos [aunque en descargo de USA debe reconocerse que lo ha hecho únicamente a partir de 1776]. De hecho, en estos días los políticos franceses y alemanes no son los únicos que hablan de la necesidad de buscar mejores relaciones con Rusia. Según el jefe del Ministerio de Asuntos Exteriores alemán, Heiko Maas, la cooperación es el único camino hacia la paz sostenible en Europa. Esta declaración fue hecha en anticipación a la sesión plenaria del foro ruso-alemán conocido como el Diálogo de [San] Petersburgo.
Sergei Lavrov, jefe del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, ha confirmado recientemente el interés de Rusia en la restauración completa de las relaciones dañadas con la Unión Europea:
“Todavía estamos abiertos al objetivo común largamente prometido y  proclamado de la creación de un espacio humanitario y económico unificado desde el Atlántico hasta el Pacífico. En un sentido más amplio, vemos la posibilidad de una asociación euroasiática más amplia”.[desgraciadamente esto implica un riesgo existencial para la élite globalista, que hará hasta lo imposible por impedirla].

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