miércoles, 13 de mayo de 2020

Dos Enfoques sobre la BRI


 PRIMER ENFOQUE

¿Qué Futuro le Espera a la Iniciativa Región-Camino de China?

Por Nina Lebedeva                                                                                   30-Abr-20
FUENTE: https://journal-neo.org/2020/04/30/what-does-the-future-hold-for-china-s-belt-and-road-initiative/



El texto [en rojo] NO viene en el original y fue agregado por el equipo de traducción. Igualmente el texto destacado en amarillo aparece como texto simple en el original.

 El mundo está trastornado por la erupción de la pandemia del coronavirus. Las fronteras se están cerrando. Las monedas nacionales se están derrumbando. Los vuelos de las aerolíneas se están cancelando entre países y regiones, así como las conexiones nacionales de automóviles y trenes. En general, las personas se han "retirado" a la cuarentena y al autoaislamiento. Es demasiado pronto para hablar sobre los resultados positivos de muchas de estas (a veces) severas medidas (además de que China, dió a la comunidad mundial un ejemplo de disciplina y generosidad).
Sin lugar a dudas, el mundo será diferente después de superar el COVID-19, algo nunca antes visto en la historia humana. Habrá claras diferencias en los principios y el carácter de las relaciones internacionales, el funcionamiento de la economía mundial, los lazos tradicionales de cooperación multinacional, las interrelaciones ("de persona a persona") y los valores humanos universales. Pero mirando el panorama general, ¿podemos hablar ahora sobre la globalización y el orden mundial actual, cuando los gobiernos y las personas, en esencia, se han separado unos de otros y se han ocultado tras las puertas de sus "barrios" para sobrevivir a este choque económico y geopolítico y a muchos de las más severas consecuencias de los próximos años?
Pero vale la pena y es necesario, sin embargo, contemplar el futuro, el destino de los proyectos más grandes, por ejemplo, la Iniciativa de la Región-Camino de China (BRI, por sus siglas en inglés), que se basa en elementos que están absolutamente en desacuerdo con la pandemia la integración y cooperación más amplias sobre una vasta extensión de tierra y mar en diversas direcciones. Al mismo tiempo, mientras la pandemia ha expuesto todos los riesgos y debilidades de la interdependencia global, no podemos descartar que afecte la Iniciativa de China. Debido a la tensa situación, surgen preguntas justificadas: ¿hay un escenario para el desarrollo del proyecto BRI en los próximos meses o en el horizonte? ¿Cuáles son los problemas más difíciles que enfrenta Beijing?
Como recordatorio: Primero: BRI es el hijo favorito de Xí Jìnpíng, quien anunció sus planes de implementación en septiembre de 2013, un momento destacado por una tasa de crecimiento anual del PIB de casi 8%, y una "reserva" de China de aproximadamente 4 bdd. La opinión de expertos en Beijing se formó en torno a la opinión de que tanto el proyecto terrestre como la Ruta Marina de la Seda eran para el Presidente de la RPC las prioridades 9 y 10 de una lista de 10, con la No. 1 siendo mantener el poder del PCCh, y la No. 2 el fortalecimiento de la unidad nacional. Finalmente, el número 3 era el avance económico continuo.
Segundo: De acuerdo a las cifras de Marzo de 2018 del conglomerado bancario Morgan Stanley, para 2027 los gastos en el proyecto pueden alcanzar entre 1.2 y 1.3 bdd. ¿Y cómo podrían aparecer estas cifras ahora, y también en los meses siguientes, durante una época de desunión internacional, tanto económica como social? Los pronósticos son un asunto complicado, y es demasiado pronto para hacerlos, pero al mismo tiempo hay posibles escenarios para hoy que dependerán principalmente de factores externos la situación mundial, la magnitud del colapso económico, la inestabilidad de las estructuras de las instituciones globales, las principales consecuencias sociales y políticas, tanto en general, como para países individuales. Bajo estas condiciones, el liderazgo de Beijing se enfrenta a la superación de un tortuoso viaje sobre hielo delgado, entre Escila y Caribdis, durante el cual, por un lado, debe lamerse las heridas y el daño de "Wuhan", dando máxima prioridad a los problemas internos (y ¡hay muchos!), y por el otro, tratar de no desperdiciar los dividendos acumulados de ser una gran potencia más allá de sus propias fronteras, la actividad e incluso la agresividad de su política exterior, y las grandes obras en progreso de sus iniciativas, particularmente la BRI.
Los problemas internos ahora incluyen la caída en el PIB (ya se había observado poco antes del coronavirus), oportunidades limitadas para estimular la economía, el sobrecalentamiento de las exportaciones de China, una disminución de la demanda interna debido al caos debido a COVID-19, los inminentes gigantescos desembolsos financieros para restablecer las capacidades productivas que fueron cerradas y la estabilidad social, y el crecimiento del desempleo (de 6 millones en agricultura a 9 millones hacia fines de 2020), etc. Como se señaló anteriormente, el mundo será diferente. Y el proyecto de China será diferente, aunque debe entenderse que su progreso no se detendrá. Esta posición está siendo promocionada a través de la campaña que ha comenzado en el país y en los países participantes, respecto a la necesidad del proyecto, y de que la pandemia afectará su ejecución solo temporalmente. A juzgar por el peor de los casos, el proyecto experimentará una caída en la cantidad de financiamiento y retrasos en la finalización tanto en general como en sitios separados en los países. Por ejemplo, Pakistán, con su megaproyecto de un corredor económico entre países, según las evaluaciones preliminares del Banco Asiático de Desarrollo, pende de un hilo con una pérdida de 8,200 mdd, y Bangladesh: 3,000 mdd [no muy creible la escala puesto que lo de Bangladesh no es comparable al megaproyecto de Pakistán].
Por lo tanto, China se verá obligada a:
§ Reevaluar su estrategia, infectada en esencia con un virus diferente (mucho antes de la pandemia) de cálculos no profesionales de proyectos, mala calidad de ejecución en la línea de "lo que sea, sin embargo", etc. [¿este punto fue redactado por «los de siempre»?].
§ Hacer ajustes a la estrategia anterior de crear una red global y la construcción de cualquier proyecto en el extranjero alineado con el BRI bajo la mentalidad de un diseño y construcción rápidos corredores económicos, zonas logísticas, centros financieros y turísticos, con énfasis en los puertos marítimos en todo el mundo y el desarrollo de áreas vecinas, por ejemplo, alrededor del Canal de Suez de Egipto o el grandioso puerto de Colombo en Sri Lanka.
§ Evaluar más cuidadosamente los riesgos y gastos para este o aquel proyecto, teniendo en cuenta que, después de "Wuhan", China no podrá recibir rápidamente la enorme suma de los pagos anticipados previstos. En los próximos meses, evidentemente, es decir, el verano de 2020, de acuerdo con un escenario diferente, varios proyectos de infraestructura específicos en Sri Lanka, Bangladesh, Indonesia, Nepal, Myanmar y Malasia "se arrastrarán a paso de tortuga" debido a la escasez de equipos y mano de obra chinos, de la que estos países intentarán prescindir por todos los medios posibles por temor a la amenaza de infección por coronavirus [¿y prescindirán también de la ayuda médica china?]. Según datos del "Economic Times", más de 130 países han cerrado sus fronteras a los trabajadores, ingenieros y gerentes chinos [una medida inicial obvia, que aquí se presenta como si fuera a ser permanente]. Varios países evaluarán bajo una nueva luz los pros y los contras de un nuevo BRI, su sinocentrismo extremo y su excesiva dependencia de las empresas chinas y los préstamos de los bancos chinos.
Al mismo tiempo, solo unos pocos saben que, hace algún tiempo, una de las intenciones previstas para la Iniciativa Región Camino era un gran marco para la prevención y control de enfermedades infecciosas, la creación de centros de servicios médicos de calidad y asistencia sanitaria, formación e investigación médicas, y finalmente, el desarrollo de asistencia internacional en esta gama de áreas. Esta idea de "cooperación en el campo de la asistencia sanitaria dentro de la BRI" apareció por primera vez en 2015 como parte de un plan de tres años para 2015 - 2017 para lograr estos objetivos. Después de un tiempo, Xi Jinping, en una discusión con el primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, enfatizó la necesidad de crear una "Ruta de la Seda de la Salud".
Lamentablemente, esta "parte médica" permaneció en gran medida en el papel. En los últimos años, se hizo poco para distribuir información, tecnología y financiar la capacitación de expertos y personal médico bajo la BRI, pero los logros de la medicina tradicional china fueron ampliamente promovidos. Sin embargo, por ejemplo, Huawei y ZTE, la corporación más grande que produce equipos de telecomunicaciones y teléfonos móviles, invirtieron en tecnología sanitaria en varios países africanos. China se convirtió en socio del Centro Africano para el Control de Enfermedades (África CDC). Pero esto se hizo fuera de los límites de la Iniciativa Región Camino, sin crear una estructura separada, ya que la corporación operaba dentro de este campo a nivel bilateral con socios individuales.
Durante la pandemia, China fue objeto de severas críticas, supuestamente, por el escape del virus de un laboratorio en Wuhan, y por el débil desarrollo de la idea de la "Ruta de la Seda de la Salud". El proyecto BRI de China inmerecidamente se le hizo mala publicidad como una gran vía para distribuir la infección [y  quienes hicieron esa mala publicidad ¿di jeron cuál sería el “beneficio” para China de esa supuesta distribución?]. Beijing incluso fue acusado de "diplomacia de las máscarillas" [por cierto, ¿los acusadores enviaron algún tipo de ayuda?]. Los principales medios de comunicación [as usual] manipularon activamente el tema de la "victoria" del modelo chino para luchar contra el coronavirus sobre el estadounidense, con el fin de sembrar discordia en sus difíciles relaciones y la "guerra comercial". Todo esto está lejos de ser justo, al menos porque, después de superar enormes e irrecuperables pérdidas humanas y económicas, China (¡se le debe dar crédito!) activamente extendió amplia y sin compensación la ayuda al exterior, en primer lugar a Italia en sus días más trágicos. "Para el 10 de Abril de este año, China envió 12 grupos de expertos médicos a Serbia, Camboya, Pakistán, Irán, Irak, Laos, Venezuela, Myanmar y otros, para ayudarlos en la batalla con COVID-19", señaló Zhao Lijian, un representante oficial de la AMF de China en una reunión informativa para periodistas a principios de Abril de 2020. En total, las empresas gubernamentales y privadas entregaron más de 1.8 millones de máscarillas, 210 mil sistemas de prueba, 36 mil batas especiales y varios miles de ventiladores/respiradores artificiales. Probablemente, ése no sea el final de la asistencia de China. Las acciones hablan más que las palabras.
Y tal vez, este esfuerzo de China para ayudar a otros gobiernos a superar COVID-19, paso a paso, ¿impartirá dinamismo a la Iniciativa Región Camino para compensar lo que no se logró anteriormente con su componente de la "Ruta de la Seda de la Salud"?


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El 20-Jun-19 la autora publicó en la Strategic Culture Foundation, un artículo titulado “La Iniciativa OBOR: Críticos y Nuevos Miembros” (https://journal-neo.org/2019/06/20/obor-initiative-critics-and-new-members/), donde no demostró mucha simpatía hacia la iniciativa.


 SEGUNDO ENFOQUE

China Avanza con Determinación a Través del Caos y las Amenazas de USA

Por Pepe Escobar                                                                                     10-May-20
FUENTE: https://www.globalresearch.ca/china-forges-ahead-through-chaos-threats/5712330


El texto [en rojo] NO viene en el original y fue agregado por el equipo de traducción. Igualmente el texto destacado en amarillo aparece como texto simple en el original.

En medio de la contracción económica más profunda en casi un siglo, el presidente Xi Jinping ya había dejado muy claro, el mes pasado, que China debería estar lista para desafíos implacables y sin precedentes desde el extranjero.
No se refería solo al posible desacoplamien- to de las cadenas de suministro globales y la demonización contínua de cada proyecto relacionado con las Nuevas Rutas de la Seda, o la Iniciativa Región Camino.
Un documento interno presuntamente filtrado, secreto e invisible dentro de China, pero obtenido por alguna oscura fuente conectada con Occidente, incluso declaró, esencialmente, que el juego de la culpa contra China por el virus es de nuevo como la violenta reacción de Tiananmen.
Según el documento secreto e invisible, China tendría que "prepararse para la confrontación armada entre las dos potencias mundiales" una referencia a USA. Es como si se tratara de una estrategia agresiva desplegada por el estado chino en primer lugar, y no en respuesta a la escalada masiva de la guerra híbrida 2.0 por parte del gobierno de los Estados Unidos [¿por qué o a cuenta de qué ese documento  “secreto e invisible” habría de interpretarse así? Este párrafo parece un intento de torcer la realidad. La histeria se está dando en USA].
A todos los efectos prácticos, la histérica demonización de China en el área metropolitana de Washington ha superado la histeria anterior, la demonización de Rusia.
Lo que Beijing solía definir como un "período de oportunidad estratégica" ha terminado. Hubo rumores en los círculos de inteligencia de que el liderazgo del PCCh creía que esta ventana de oportunidad estratégica duraría sin impedimentos hasta la fecha clave, 2049, cuando el "rejuvenecimiento nacional" debería haberse logrado por completo.
Olvídenlo. Ahora todo el juego es respecto a la guerra híbrida 2.0 desplegada por USA para contener a la superpotencia emergente, requiera lo que requiera. Y eso implica que una gran cantidad de planes chinos ahora están siendo turboacelerados.
Lo primero es restaurar la productividad de la máquina Made in China. Durante su reciente visita a la provincia de Shaanxi, históricamente crucial para el PCCh, el presidente Xi insistió en ello, junto con una ofensiva contra la pobreza. Él había prometido eliminar la pobreza este año.
Significativamente, y en contra de todos los pronósticos occidentales, las exportaciones de China crecieron 3.5% en Abril, en comparación con una caída del 6.6% en Marzo. Esto destruye totalmente la lógica del desacoplamiento.
El gobierno japonés, por ejemplo, está acelerando la reubicación de fábricas desde China, a toda prisa. No es una estrategia muy inteligente. Estas fábricas están abandonando una nación que prácticamente ha erradicado el Covid-19. Y si se mudan a Vietnam, bueno, ésa también es una economía socialista (con características vietnamitas).
El crecimiento del PIB de China cayó un 6.8% en el primer trimestre de 2020. La recuperación ya está en marcha. Oficialmente, el desempleo era del 5.9% a fines de Marzo sin tener en cuenta los trabajadores migrantes que volvieron a las grandes ciudades después de pasar la cúspide del Covid-19 en el campo. Hubo proyecciones de desempleo del 20% más tarde corregidas a la baja.
La recuperación será una mezcla de estímulo económico para las empresas, grandes y pequeñas; inversiones en infraestructura; y cupones para gran parte de las masas trabajadoras. El sistema hukou que vincula los derechos sociales al lugar de residencia también será reformado. La fecha clave para observar será el 22-Mayo, durante la sesión aplazada del Congreso Nacional del Pueblo.

Región-Camino según lo planeado
Geopolíticamente, el análisis del grupo CAPS de expertos franceses, una dependencia del Ministerio de Relaciones Exteriores en París, se ha convertido prácticamente en un mantra en todo Occidente.
CAPS está alarmado de que China se haya vuelto indispensable [subproducto de la estrategia capitalista de utilizar la enorme mano de obra china para minimizar los costos de mano de obra en todo el mundo y maximizar las utilidades de “los de siempre”], mientras cuestiona sus "valores" y su "agenda oculta". Con la UE totalmente paralizada y demostrando gráficamente su irrelevancia en innumerables niveles, especialmente en términos de acordar un paquete de rescate efectivo para todos sus miembros el —decadente— Occidente, casi en bloque, está aterrorizado de que China esté en el irreversible proceso de convertirse en el máximo poder mundial.
Aun después de sufrir el golpe masivo del Covid-19, Beijing parece tener el control de todas las variables de base en su política económica (instituciones financieras, grandes corporaciones). El PCCh duplicará el esfuerzo para el desarrollo de toda la máquina de producción junto con la aplicación generalizada de técnicas de IA.
Lo que parece estar establecido por ahora es que China asegurará primero sus propios intereses nacionales, en términos de cadenas de suministro y exportaciones globales. A corto y mediano plazo, habrá un enfoque concentrado en selectos corredores de conectividad de las Nuevas Rutas de la Seda, tanto terrestres como marítimas, incluida la Ruta de la Seda de la Salud.
Incluso con Covid-19, el comercio de China con las naciones de la [Iniciativa] Región-Camino creció 3.2% en el primer trimestre, nada mal incluso en comparación con el 10.8% para todo 2019.
Según el Ministerio de Comercio, el comercio de Beijing con 56 países de la Región-Camino repartidos por Asia, África, Europa y América del Sur, representa un muy importante 30% del comercio anual total. Ahora compárenlo con la contracción del 13% al 32% en el pronóstico del comercio mundial de la Organización Mundial del Comercio para 2020.
Por lo tanto, incluso si una caída del comercio en el primer trimestre de 2020 fuera más que predecible, seguramente repuntará rápidamente, especialmente en relación con el sureste asiático, Europa oriental y el mundo árabe.
[La Iniciativa] Región-Camino se enfrenta de manera previsible a innumerables desafíos a corto y mediano plazo todos relacionados con una conectividad interrumpida: fallas en la cadena de suministro, restricciones generalizadas de viajes y visas, severos controles fronterizos, retrasos en los proyectos debido al aumento de costos.
Los ejemplos incluyen el tren de alta velocidad Yakarta-Bandung de 6 mil mdd y 150 km de largo en Indonesia, con expertos técnicos de China que lentamente vuelven a entrar después de estar ausentes por las restricciones gubernamentales. A lo largo del Corredor Económico China-Pakistán, la cuarentena obligatoria para los técnicos chinos ha congelado el progreso durante al menos dos meses. Lo mismo se aplica a proyectos en Bangladesh y Sri Lanka.
Según un informe de la Unidad de Inteligencia de The Economist, el Covid-19 descarrilará la BRI en 2020. Ese puede haber sido el caso solo durante los primeros cuatro meses del año. Incluso bajo el Covid-19, Beijing ha firmado acuerdos para nuevos proyectos de la BRI con Myanmar, Turquía y Nigeria.
El tren de alta velocidad de 414 km de largo entre China y Laos, que conecta Yunnan, a través de Vientiane, con Tailandia, Malasia y Singapur, sigue en camino, y su finalización está programada para finales de 2021. La ASEAN, significativamente, ahora es el socio comercial número uno de China, antes que la UE, ahogada en una crisis tras otra.

Miren el yuan digital
La conclusión clave de todo esto es que la compleja macroestrategia del PCCh no se verá afectada. Eso implica que China seguirá siendo el principal motor de la economía global, con o sin desacoplamiento, y con la BRI en el centro de la estrategia de política macro-exterior de China, junto con un sólido impulso hacia el multilateralismo.
Dado que vastas áreas de la economía mundial, especialmente en todo el Sur Global, no muestran ninguna intención de desacoplarse de China, Beijing tendrá que estar preparada para contraatacar en la guerra híbrida de espectro completo de Washington en todos los frentes: geoeconómico, cibernético, biológico y psicológico.
Como Kishore Mahbubani detalló en su último libro, eso no significa que China tendrá la intención —y la capacidad— de convertirse en un nuevo gendarme del mundo. Ciertamente turboacelerará su poder económico y financiero, como en la cuidadosa implementación del yuan digital posiblemente respaldado por oro.
Y luego está el cambiante e implacable juego responsable de las noches de insomnio de la élite estadounidense: la asociación estratégica Rusia-China.
Hace dos semanas, un desarrollo geopolítico inmensamente importante quedó virtualmente enterrado por la corona-histeria.
Moscú está muy consciente de que Washington está desplegando sistemas de defensa antimisiles muy cerca de las fronteras de Rusia, lo que tiene el potencial de lanzar un primer ataque nuclear. Beijing está siguiendo este desarrollo con alarma.
El hecho de que Moscú lo sepa es solo una parte de la historia: el punto clave es que Rusia confía en que sus sofisticadas armas como el Sarmat y el Avangard se encargarán de ello.
Más complejo es el tema de los laboratorios de armas biológicas del Pentágono en la antigua URSS un tema que también sigue de cerca Beijing. Moscú ha identificado un laboratorio cerca de Tblisi en Georgia, y 11 de ellos en Ucrania. Y en 2014, cuando Crimea se reunió con Rusia, los científicos también encontraron un laboratorio en Simferopol.
Toda esta información armas nucleares y biológicas como me confirmaron fuentes de inteligencia, se intercambia al más alto nivel en la asociación estratégica Rusia-China [si el virus de la actual pandemia fue creado en alguno de los laboratorios antes mencionados, ya no se podrán seguir iniciando pandemias a cada rato, porque levantarían todavía más sospechas  de las que hay].
El próximo gran movimiento en el tablero de ajedrez geopolítico apunta a la asociación para negociar sus relaciones bilaterales con USA como equipo.
Nada podría ser más racional, teniendo en cuenta que ambas se consideran las dos principales "amenazas" para USA, según la Estrategia de Seguridad Nacional.
Esto habla de un importante cambio de paradigma.









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