jueves, 11 de mayo de 2023

Finalmente desenmascarado un viejo farsante

Expuestos los Vínculos de Chomsky con Jeffrey Epstein y Ehud Barak

Con razón mintió tan exageradamente en nuestra correspondencia electrónica

Por Kevin Barrett                                                                04-May-23

FUENTE: https://www.unz.com/kbarrett/chomskys-ties-to-jeffrey-epstein-and-suspected-9-11-mastermind-ehud-barak-exposed/

 

 

 

El texto [en rojo] NO viene en el original y fue agregado por el equipo de traducción. Igualmente lo destacado en amarillo aparece como texto simple en el original].

 


A principios del verano de 1992 vi el documental Manufacturing Consent cuando se estrenó en el Castro Theater de San Francisco. Aquella película cambió mi vida. Presentaba a Noam Chomsky [1928 - , o sea NC tenía 64 años y ahora tiene 92], un consumado profesor de lingüística, y su análisis de la propaganda de los medios de comunicación corporativos. Manufacturing Consent me convenció de que la academia estadounidense podía tolerar, y de hecho celebrar, la crítica social seria. Si Chomsky, un opositor radical de las instituciones más poderosas de USA, podía no sólo sobrevivir, sino prosperar en el mundo académico, diciendo la verdad al poder y creando una enorme audiencia en el camino, ¿por qué no podían otros hacer lo mismo?

Antes de esa proyección, yo había sido un bohemio profundamente alienado que rondaba los márgenes del mundo académico, tan asqueado por todas las instituciones de USA que apenas podía imaginarme trabajando para ellas. (Aprender los hechos sobre el asesinato de JFK a los 16 años puede hacer eso a una persona [K. Barrett nació en 1959, así se refiere a 1975]). Pero el ejemplo de Chomsky me inspiró. Me hizo querer unirme a él y a los demás críticos académicos del imperio estadounidense, convencer a nuestros colegas de la verdad de nuestros argumentos utilizando la lógica y las pruebas, y ayudar a USA a volver a sus raíces antiimperiales y algo más.

Así que fue en gran parte gracias a Chomsky que ingresé en un programa de doctorado en 1995. Pero para entonces ya había observado dos anomalías evidentes en su pensamiento político. La primera, y más importante, era que su análisis del asesinato de JFK parecía una locura. Chomsky argumentaba que el asesinato fue obviamente una conspiración, y no obra de un loco solitario como dice la historia oficial, pero que no importaba quién mató a JFK, ¡porque el asesinato no cambió ninguna política! Como le parecía tan poco importante que el presidente hubiera sido asesinado por conspiradores lo suficientemente poderosos como para imponer al mundo su ridícula historia encubierta, Chomsky no mostró ningún interés en identificar a los autores y disuadió a sus seguidores de seguir interesándose por el tema [resulta obvio que Chomsky estaba tratando de controlar los daños].

    "Tomemos por ejemplo todo este frenesí sobre el asesinato de JFK. Quiero decir que no sé quién lo asesinó y no me importa, pero ¿qué más da?". -Noam Chomsky

La otra anomalía tiene que ver con la cuestión de Palestina. Aunque Chomsky ha simpatizado verbalmente con el sufrimiento palestino y ha admitido la justicia de la causa palestina, ha obstruido a gritos los dos esfuerzos estratégicos más prometedores que podrían ayudar a Palestina a derrotar al sionismo: El movimiento de boicot, desinversión y sanciones (BDS), y la campaña para exponer el control sionista sobre la política de USA en Oriente Medio.

Alison Weir preguntó una vez a Chomsky por qué se oponía al BDS y por qué había afirmado falsamente que era malo para los palestinos (que lo apoyan casi unánimemente):

"La razón es muy simple. Es tan absolutamente hipócrita que básicamente es un regalo para los partidarios de la línea dura. Pueden decir: 'Mirad, pedís el boicot a Israel, pero no pedís el boicot a USA, que tiene un historial mucho peor...'".

¿Los israelíes de línea dura dirían alguna vez algo así? ¿Importaría incluso si lo hicieran? Por supuesto que no. Una vez más, Chomsky está soltando puras tonterías, precedidas por el obligado descargo de responsabilidad "es muy simple". Cuando alguien tan aparentemente inteligente como Chomsky dice esas cosas, sólo hay dos interpretaciones posibles: O padece alguna extraña disfunción mental, o miente y nos engaña.

El hábito oportuno de Chomsky de emitir chorros de palabrería discordante aflora repetidamente cuando se le pregunta por el control de Israel sobre la política estadounidense en Oriente Medio. Como escribe James Petras, "Noam Chomsky ha sido durante mucho tiempo uno de los grandes ofuscadores del AIPAC y de la existencia del poder sionista sobre la política estadounidense en Oriente Medio". El disparatado gnomo sostiene ridículamente que la esclavitud de los políticos estadounidenses a Israel sirve en realidad a los intereses nacionales e imperiales de USA. Para él, Israel es básicamente un apéndice impotente del imperio estadounidense. El subtexto implícito de Chomsky es que cualquiera que se dé cuenta del control a muerte de Israel sobre la política exterior estadounidense, incluidos Walt y Mearsheimer, Alan Hart, James Petras, J. William Fulbright, James Abourezk, Paul Findley y, de hecho, todo analista honesto e informado que haya considerado la cuestión, debe ser "antisemita" [en realidad, debería serlo].

Mis problemas con los repetidos ataques de aparente locura de Chomsky llegaron a un punto crítico después del 11-S. En noviembre de 2001, Chomsky publicó un bestseller "sorpresa", titulado 9/11 y reeditado diez años después como 9/11. Was There an Alternative?, el libro básicamente repite las vacuas diatribas de Chomsky sobre el golpe de Estado de JFK "no importa quién lo hizo, NO mires detrás de la cortina" y las aplica al 11-S.

    "Si fuera cierto [las teorías conspirativas del 11-S], lo cual es extremadamente improbable, ¿qué diferencia hay? Es decir, no tiene ninguna importancia". -Noam Chomsky, entrevista con David Barsamian

Mientras participaba en el auge del movimiento por la verdad sobre el 11-S a partir de 2004, me di cuenta de que Chomsky atacaba cada vez con más firmeza a los que buscaban la verdad e insistía en que no importaba quién había hecho el 11-S. En 2008 le invité a mi programa de radio, lo que dio lugar a un intercambio de correos electrónicos que culminó con su negativa de última hora a aparecer [puede ser falto de escrúpulos, pero no se le puede catalogar como tonto]. Me quedé atónito ante las declaraciones y posiciones aparentemente insensatas de Chomsky. Cuando finalmente empezó a mentir descaradamente, llegué a la conclusión de que debía estar actuando de mala fe. Publiqué los correos electrónicos privados en su totalidad porque pensé que el mundo necesitaba saber la verdad sobre la evidente inmoralidad (o, caritativamente, locura [como dirían los gringos, bullshit!]) del (falso) disidente más célebre [quizá se trata del más falso y célebre disidente] de USA.

Luego, en 2016, di una charla en el Foro de la Izquierda sobre "Por qué Chomsky se equivoca sobre el 11-S". Aunque mis críticas a Chomsky tenían un tono bastante comedido, dadas sus terribles traiciones, al año siguiente fui vetado del Foro de la Izquierda. Aparentemente ir al Foro de la Izquierda para criticar a Chomsky es como ir al Vaticano a criticar al Papa.

 

Lea el texto completo de “Why Chomsky Is Wrong About 9/11”

[ https://kevinbarrett.substack.com/p/why-chomsky-is-wrong-about-911 ]

 Con el paso de los años, me di cuenta de que si Chomsky estaba descarriando deliberadamente a la gente, tendría que haber algún tipo de método en su aparente locura. ¿Por qué iba a apartar a los pensadores críticos e idealistas de la izquierda de la verdad sobre el asesinato de JFK, el 11-S, el control sionista de la política estadounidense y la mejor estrategia para salvar Palestina? ¿A los intereses de quién servirían esos cuatro actos de engaño?

La pregunta, por supuesto, se responde sola. Como han sugerido Michael Collins Piper, Laurent Guyénot, Ron Unz, Alan Hart y tantos otros, el principal sospechoso de los golpes de Estado de JFK y del 11-S es el Estado de Israel y sus acólitos "estadounidenses" [nunca mejor aplicadas las comillas]. Chomsky ha inducido al error a sus seguidores de forma sistemática en los cuatro temas más cruciales para la preservación y expansión del poder sionista. Como escribe Jeffrey Blankfort:

    "A fin de cuentas, es evidente que el afecto de Chomsky por Israel, su estancia en un kibutz, su identidad judía y sus primeras experiencias con el antisemitismo, a las que ocasionalmente se refiere, han teñido su enfoque de cada aspecto del conflicto de Israel con los palestinos y explican su defensa de Israel. Está en su derecho, por supuesto, pero no de pretender al mismo tiempo que es un defensor de la justicia en Palestina".

Desde nuestro malogrado intercambio de correos electrónicos de 2008 me he inclinado a reconocer la probabilidad de que Chomsky sea una basura sionista mentirosa y manipuladora. Pero no estaba seguro hasta hace unos días, cuando saltó la noticia de que Chomsky se había codeado repetidamente con el entonces convicto y delincuente sexual Jeffrey Epstein, incluso se había reunido con Epstein junto con el pervertido y sospechoso del 11-S Ehud Barak, y al parecer incluso había volado en el Lolita Express de Jeffrey Epstein. Característicamente, Chomsky disimuló: "Si hubo un vuelo (con Epstein), cosa que dudo [o hubo vuelo o no hubo vuelo, aquí no caben dudas ni probabilidades. Otra opción es preguntarle a Chomsky, ¿hasta qué hora se acuerda?]...". Si Chomsky no hubiera volado con Epstein, por supuesto, simplemente lo diría. Sus evasivas de la verdad, ya sea sobre JFK, el 11-S, la ocupación israelí de Estados Unidos o sus relaciones con Epstein y Barak, tienen un tono vacuamente pasivo-agresivo que es inimitablemente chomskiano, pero sorprendentemente incongruente con su reputación como uno de los mejores lingüistas del mundo [quizá esa reputación ha sido construida por la misma runfla de mentirosos y manipuladores de la que él mismo forma parte; en términos latinos: «asinus asinum fricat». Por cierto, Monica Lewinsky también está catalogada entre las lingüistas si no mejores, sí entre las mejor pagadas].

La respuesta de Chomsky a las preguntas de los periodistas sobre su relación con Epstein comenzó así: "La primera respuesta es que no es asunto suyo. Ni de nadie". Eso es, por supuesto, exactamente lo que diría mucha gente cuando se le pregunta por sus actividades sexuales con adultos que consienten. Entonces, ¿por qué Chomsky ofrece la típica respuesta de "no me preguntes por mi vida sexual" cuando se le pregunta por su relación con Jeffrey Epstein y su establo de prostitutas menores de edad?

Creo que el gnomo protesta demasiado.

Más preocupante que si Chomsky violó (estatutariamente) a chicas jóvenes es la cuestión de por qué se reunía con el principal chantajista israelí de líderes estadounidenses, Jeffrey Epstein [¿principal? entonces, ¿hay otros?], junto al probable cerebro del 11-S, Ehud Barak. Barak dimitió como Primer Ministro de Israel en mayo de 2001 y desapareció de la vista pública, presumiblemente pasando de junio a principios de septiembre trabajando en planes para demoler el World Trade Center, atacar el Pentágono y culpar de la matanza a los enemigos de Israel. El trabajo de Barak en los preparativos del 11-S recuerda la dimisión de Ben Gurion como Primer Ministro israelí y su desaparición de la vista pública en junio de 1963, tras lo cual pasó a la clandestinidad y presumiblemente orquestó el asesinato de John F. Kennedy en noviembre. Moraleja: cuando los primeros ministros israelíes dimiten en primavera, prepárate para algo grande en otoño.

Ehud Barak fue convenientemente preubicado en los estudios londinenses de la BBC para que pudiera salir en directo una hora después del 11-S, donde recitó lo que se convertiría en la historia oficial:

[ https://www.youtube.com/watch?v=5FQ2nxRABXc ]

 La coacción de Barak iba dirigida a las masas, traumatizadas por las horribles imágenes que acababan de ver en la televisión y abiertas a la sugestión hipnótica, que Barak les proporcionó de buen grado, implantando la versión oficial preestablecida en lo más profundo de sus subconscientes. Chomsky, por el contrario, fue desplegado unos meses más tarde contra izquierdistas e intelectuales, que estaban comprensiblemente recelosos y predispuestos a desconfiar de la Administración Bush y su prisa por la guerra contra los enemigos de Israel. (El hecho de que la ofensiva propagandística de encubrimiento de Chomsky sobre el 11-S se disparara en las listas de los libros más vendidos en noviembre de 2001 no era de extrañar, dadas las realidades de poder en los medios de comunicación, la edición de libros y las industrias de distribución de USA).

Muchos idiomas tienen uno o más proverbios que se traducen aproximadamente como "A un hombre se le conoce por la compañía que tiene" [“hay aves que cruzan el pantano y lo manchan”]. Al reunirse simultáneamente con Epstein y Barak, Noam Chomsky se ha desenmascarado a sí mismo como un perro pastor sionista de alto nivel encargado de mantener al mudo ganado goyim estadounidense ciego, ignorante y encerrado en sus corrales, balando los tópicos que les enseñan sus superiores sionistas. Decir que el escándalo empañará el legado de Chomsky es inexacto, porque no hay legado que empañar. Chomsky es un charlatán y un fraude. Se revela como un agente del Estado más genocida y más sistemáticamente terrorista del mundo, un Estado que ha atacado a USA en repetidas ocasiones desde 1954, asesinando a sus mejores líderes, asesinando a sus marineros y civiles, saqueando su arsenal nuclear y su tesorería y, en general, asumiendo gran parte de la responsabilidad de su inminente destrucción.

Entonces, ¿de qué habló Chomsky con el principal chantajista de Israel, Epstein, y con el culpable del 11-S, Barak? ¿Se parecía la conversación a la de Netanyahu con sus compinches en el Fink's Bar de Jerusalén en 1990?

    En la cabecera de la mesa estaba Netanyahu. El grupo de la mesa acababa de robar 5 dispositivos criptográficos estadounidenses KG 84 con la ayuda de canadienses que servían con la UNTSO [siglas en inglés de la Organización de Naciones Unidas para la Supervisión de la Tregua] en los Altos del Golán, dando a esta cábala dirigida por Israel acceso en tiempo real a todas las comunicaciones del Depto de Estado, la Marina y la OTAN de USA. Ésta es una cita transcrita tomada de una grabación de audio de Netanyahu en esa reunión:

    "Si nos pillan, nos sustituirán por personas de la misma calaña. Así que no importa lo que hagan, USA es un becerro de oro y lo chuparemos hasta dejarlo seco, lo trocearemos y lo venderemos pieza por pieza hasta que no quede nada más que el mayor Estado del bienestar del mundo que nosotros crearemos y controlaremos. ¿Por qué? Porque es la voluntad de Dios, y USA es lo suficientemente grande como para aguantar el golpe y poder hacerlo una y otra y otra vez. Esto es lo que hacemos a los países que odiamos. Los destruimos muy lentamente y los hacemos sufrir por negarse a ser nuestros esclavos".

El desprecio de Chomsky por los estadounidenses, y por la inteligencia de su público estadounidense, es tan palpable como el de Netanyahu. Y el de Epstein. Y el de Barak.

Quizá sea hora de que haga aliyá [emigración a Israel]... y de que dé gracias a Yahvé porque Israel no firma tratados de extradición.

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