domingo, 24 de junio de 2012

Cómo la Liga Árabe Ha Llegado a Ser una Herramienta del Imperialismo Occidental

Por Finian Cunningham Global Research, 09-Feb-12
FUENTE: http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=29174

 

Es una intriga digna de las maquinaciones del colonialismo clásico de siglos pasados, tal como la división de territorios del Cercano Oriente en el acuerdo Sykes-Picot, o la traición a los árabes luego de la 1GM, o el robo del petróleo de Mesopotamia por los capitalistas británicos.

Sólo que esta vez, son los árabes quienes están ayudando a las potencias neocoloniales a engañar y subyugar a otros árabes.

Durante el año pasado, la organización de 22 miembros ha surgido como una útil y engañosa máscara para las potencias occidentales, a medida que éstas buscan modificar los contornos políticos del mundo árabe, y más allá, para sus propios intereses estratégicos.

Las trascendentales agitaciones políticas que iniciaron a principios del 2011 a través del mundo árabe de muchos modos han sido cooptadas o manipuladas por las potencias imperialistas occidentales para minimizar las ganancias democráticas y rehacer el mapa político para su continuado provecho. Una hazaña de logro considerando que esos mismos poderes por décadas han apoyado a los regímenes represivos que han infligido tanta miseria y sufrimiento.

La motivación recurrente para la intervención occidental es la “responsabilidad de proteger” (R2P, por sus siglas en inglés) – la noción de que esas potencias están motivadas por el interés de los derechos humanos y la protección de vidas civiles. Pero dado que USA, RU, Francia y otros países de la OTAN han estado conduciendo criminales guerras de agresión a través de la década anterior en muchas tierras musulmanas, con una mortandad que excede el millón y heridos o mutilados ascendiendo a muchos más millones, estas potencias se enfrentan con un gigantesco problema de credibilidad cuando vienen a urdir un pretexto para intervenir en los disturbios árabes.

¿Qué mejor disfrazaría la agenda occidental de intervención en los asuntos árabes que una apariencia de apoyo árabe? La Liga de Estados Árabes ha cumplido ese papel. Desde su creación en 1945, solamente ha suspendido a dos estados miembros. El primero fue Libia en Marzo de 2011; el segundo ha sido Siria, suspendida ocho meses después en Noviembre.

 

Ostensiblemente, la Liga Árabe ha sido motivada a tomar esas medidas porque supuestamente comparte el interés de Washington, Londres y París, por la seguridad de los civiles violentamente reprimidos por sus gobernantes. Sin la sanción de la Liga, la intervención de las potencias occidentales sonaría falsa y tendría un tufo a colonialismo pasado de moda. De hecho eso es lo que es, pero la adición de voces árabes al mojigato coro occidental le da un barniz de solidaridad internacional.

El arreglo funciona más o menos de la siguiente manera: fomentar la violencia y la inestabilidad dentro del país elegido, armar a grupos disidentes y dirigir estos mismos grupos con fuerzas especiales encubiertas; cuando las fuerzas gubernamentales se mueven para sofocar la insurrección, entonces las acusan de violar los derechos humanos. La Liga Árabe entonces suspende al país, marcándolo con el status internacional de paria, que a su vez da un pretexto a las potencias occidentales para montar ataques militares, cometiendo atrocidades en nombre de la “responsabilidad de proteger” y fraguar un cambio de régimen a favor de las potencias occidentales. Es neocolonialismo en tierras árabes —con la ayuda de otros estados árabes.

Libia puede ser vista como un ensayo general de esta rutina, que ahora está siendo representada afiebradamente con Siria. Recuérdese que fue el rechazo de Libia en Marzo (de 2011) por otros miembros de la Liga lo que inmediatamente presagió los siete meses de bombardeo aéreo de la OTAN sobre ese país, resultando posiblemente en miles de muertes civiles, un crimen que todavía no ha sido plenamente percibido debido al “apagón” informativo decretado por los medios masivos, pero no obstante, un despreciable crimen con manos árabes manchadas de sangre.

Parece que ahora la Liga Árabe está asumiendo un papel aun más pronunciado a medida que la rutina se desarrolla con sutileza. Claramente lo que está ocurriendo en Siria es una insurrección que está siendo fomentada y armada por los gobiernos extranjeros, con Turquía y Arabia Saudita tomando el papel principal en armar al denominado Ejército Sirio Libre contra las fuerzas del estado del presidente Bashar al-Assad.

Y fue la Liga Árabe la que puso en movimiento al Consejo de Seguridad de la ONU para tratar de esposar al gobierno de Assad y montar una intervención militar de la OTAN estilo Libia. Los vetos de Rusia y China por el momento lograron desbaratar ese plan. Sin duda, Rusia y China han aprendido la lección de Libia donde una sanción similar del Consejo de Seguridad fue utilizada por las potencias occidentales para lanzar una guerra relámpago sobre ese país –en nombre de la engañosa R2P.

El insidioso papel de la Liga Árabe como perro de presa occidental puede deducirse del comentario del Srio. Británico del Exterior, William Hague, luego del veto ruso y chino en la ONU.

Hague dijo: “Rusia y China enfrentaron hoy una elección simple: ¿Apoyarían o no al pue blo de Siria y a la Liga Árabe?. Decidieron no hacerlo, y en cambio se alinearon con el régimen sirio y su brutal represión del pueblo sirio en apoyo a sus interese nacionales”.

Esta es la interpretación británica de los hechos. En primer lugar, Rusia y China decidieron alinearse con el “régimen sirio” porque —a pesar de la tendenciosa cobertura mediática occidental— el gobierno de Assad parece retener el apoyo del pueblo sirio y por tanto retiene su legitimidad soberana. Y la “brutal represión” de la que habla el solemne Hague se relaciona con la violencia que los países árabes y occidentales asiduamente han fomentado en Siria, como lo hicieron en Libia.

En segundo lugar, la posición de Rusia y China concurre con la de misión de observadores de la propia Liga Árabe a Siria. La misión de hecho reportó que gran parte de la violencia estaba siendo conducida por una “entidad armada” y ”grupos armados de oposición” implicados en el asesinato de civiles —contradiciendo flagrantemente los relatos de los medios corporativos occidentales de atribuir unilateralmente la brutalidad a las autoridades. De hecho, la misión de observadores fue subsecuentemente cancelada por el secretariado de la Liga debido a que la misión estaba exponiendo esta desinformación occidental [1]. Así, lejos de no apoyar la Liga Árabe, como William Hague de Gran Bretaña alega, Rusia y China han actuado más consistentemente con la misión de observadores de la Liga. Son los dirigentes de la Liga los que no han apoyado a su propio pueblo despreciando el exacto reportaje de la situación en Siria.

En tercer lugar, nótese que el Srio. Británico de Rel. Exteriores enfatiza que Rusia y China “no apoyaron a la Liga Árabe” en su intentona de sancionar a Siria. Estas pocas palabras descubren el verdadero propósito de la Liga Árabe.

Por ello la Liga Árabe es la que está sirviendo como sello de aprobación y legitimidad moral y política para la agresión militar occidental en Siria como lo hizo antes con Libia. Washington, Londres y otras potencias occidentales están disfrazando su estrategia neocolonial bajo una cubierta árabe de interés humanitario y los estados de la Liga Árabe son impulsados por sus propios intereses egoístas.

El panorama general aquí es la treta occidental de manipular a las inquietas poblaciones árabes para implementar un cambio de régimen donde el gobierno titular es considerado inconveniente para los intereses estratégicos occidentales. Siria es un premio mayor donde su apoyo a los derechos palestinos contra la agresión israelí no es sino uno de muchos inconvenientes. Su respaldo a la resistencia de Hezbollah contra el imperialismo estadounidense en el Medio Oriente es otro. De interés más inmediato para Washington y sus aliados está más allá de la propia Siria —su antigua alianza con la República Islámica de Irán. USA y sus aliados se retuercen con su deseo de un cambio de régimen en Tehran. Quitar a Assad de Siria es una etapa largamente acariciada por Occidente en su objetivo de quitar a Irán. El destino actual de Siria de estar en la mira occidental probablemente se selló cuando rechazó las insinuaciones de Washington para un acuerdo contra Irán en Febrero de 2010 [2].

Pero el mapa de ruta de los militares de USA va más allá de modificar el Medio Oriente. Como Michel Chossudovsky convincentemente explica en su nuevo libro, Towards a World War III Scenario (Escenario hacia una 3GM), los planes militares de USA se dirigen al dominio global en el que la hegemonía sobre las regiones de Medio Oriente y Asia Central, grandes productores de energía, es crucial para marginalizar a los pesos pesados rivales de Rusia y China. La alianza entre estos dos últimos con Siria e Irán sólo dan a estos objetivos actuales occidentales un ímpetu agregado para un cambio de régimen.

Regresando al traicionero papel de la Liga Árabe sirviendo la agenda de las potencias occidentales, seguramente es una amarga ironía que uno de los rasgos fundacionales de la Liga es “defender la independencia y soberanía” de sus miembros. Siria, que fue uno de los siete fundadores de la Liga en 1945, está siendo apuñalada por la espalda por sus socios precisamente cuando su independencia y soberanía está siendo atacada. Y son los estados árabes del fondo del Golfo Pérsico dentro de la organización los que han emergido como los más traicioneros. Arabia Saudita y Qatar, junto con los otros estados del Consejo de Cooperación del Golfo: Kuwait, Bahrain, los Emiratos Árabes Unidos y Omán, los que han sido más ruidosos en prestarse a las denuncias contra Libia y Siria y crear el pretexto para la agresión occidental.

Sin embargo, al desplegar estos títeres árabes es donde las pretensiones occidentales de apoyar la democracia y los derechos humanos simplemente no se sostienen. Los monarcas del Golfo Pérsico han sido los más represivos hacia cualquier indicio popular hacia la democracia dentro de sus propios países. Descritos como reinos, emiratos o sultanatos, estos estados invariablemente regidos con varas de hierro por dinastías familiares que controlan sus pueblos como poco más que siervos. Seguramente es ridículo cuando gobernantes despóticos como los de Arabia Saudita y Qatar exhortan al gobierno sirio a poner en práctica mayores reformas políticas cuando estos mismos países no toleran ninguna disidencia y donde es un crimen castigable por ley criticar públicamente a la casa reinante.

Durante el año pasado, Arabia Saudita tomó duras medidas contra los manifestantes dentro de sus fronteras. Y fue Arabia Saudita —donde las mujeres son azotadas por manejar autos sin ir acompañadas y donde las decapitaciones públicas son efectuadas anualmente— la que condujo la fuerza de invasión de los estados del Consejo de Cooperación del Golfo en Bahrain la primavera pasada para aplastar sin piedad a los pacíficos manifestantes pro-democracia. En Bahrain, las fuerzas del Golfo conducidas por los sauditas continúan asesinando mujeres y niños en las calles y en sus hogares [3].

La retribución para estos déspotas árabes es que continúan disfrutando del patronazgo occidental y del apoyo para reprimir a sus propios pueblos. Adicionalmente, los monarcas sunnitas comparten la agenda occidental de destruir la alianza sirio-iraní, que genera mucho mayor respeto e influencia popular que cualquiera de los tiranos del Golfo Pérsico.

La ilegitimidad de las potencias occidentales entrometiéndose en los asuntos sirios y de otros y su risible alianza con los estados árabes represivos al impulsar esta agenda es ocultada gracias a la deliberada ceguera de los medios masivos de comunicación hacia ese engaño.

Una honesta valuación de los protagonistas —los criminales gobiernos occidentales y sus tiranos árabes— es, para decirlo sin rodeos— una broma enfermiza.

 

NOTAS

[1] Siria: La Liga Árabe Suspende la Misión de Observadores por Revelar la Desinformación de los Medios.

http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=29060

[2] Siria: Un Puño Estadounidense Cerrado Detrás de la Mano de Amistad.

http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=17664

[3] ‘Responsabilidad de Matar’ (R2K, por sus siglas en inglés): Washington Da Luz Verde al Terror Tóxico en Bahrain,

http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=29064

No hay comentarios:

Publicar un comentario