jueves, 25 de julio de 2013

Hitler vs Bernanke


Hitler vs. Bernanke
El Estancamiento
Por MIKE WHITNEY           Edición de fin de semana  July 19-21, 2013
FUENTE: http://www.counterpunch.org/2013/07/19/hitler-vs-bernanke/


Las notas de pie de página NO vienen en el original y fueron agregadas por el equipo de traducción.

¿Por qué Hitler fue capaz de sacar a Alemania de la Gran Depresión, cuando los que trazan la política en USA —particularmente la Fed— han fallado tan  miserablemente?
Miremos los hechos: Cuando Hitler llegó al poder en 1933, la economía alemana estaba en ruinas. Millones
de gentes estaban sin trabajo, un gran número de bancos había colapsado, el mercado para las exportaciones alemanas se había evaporado de la noche a la mañana, y la congelación de préstamos de USA (con el retiro de los créditos bajo el Plan Young) había lanzado a la industria y las finanzas alemanas a una severa caída. Para 1932, la producción industrial alemana era casi la mitad de lo que había sido un año antes. El desempleo subió de 1.5 millones en 1929 a más de 6 millones en 1933.

Al entrar Hitler, que había sido jurado como canciller bajo el presidente Paul von Hindenburg en Enero de 1933, nombró al economista y banquero alemán, Hjalmar Schacht, como presidente del Reichsbank y ministro de economía. Schacht, a su vez, lanzó un innovador programa de estímulos fiscales que reconstruyera la gastada infra-estructura de la nación y devolviera al trabajo a millones de gentes. Al mismo tiempo, Schacht tomó pasos para reforzar la moneda, se deshizo del patrón oro e impuso controles de capital[1], todo lo cual sirvió para reforzar la independencia económica de Alemania. Aquí está un poco de antecedentes del artículo de C.K. Liu, publicado en el Asia Times, «El nazismo y el milagro económico alemán»:
“Los nazis llegaron al poder en Alemania en 1933, en un momento cuando su economía estába en un colapso total, con ruinosas obligaciones de reparaciones de guerra y cero prospectos de inversión o crédito exterior. Sin embargo, a través de una política monetaria independiente de crédito soberano y un programa de obras públicas de pleno empleo, el Tercer Reich fue capaz de convertir a la Alemania en bancarrota, privada de colonias de ultramar que pudiera explotar, en la economía más fuerte de Europa en apenas cuatro años, incluso antes de que comenzara el gasto en armamento” («El nazismo y el milagro económico alemán», Henry C.K. Liu, Asia Times).
Claramente, el desempeño de Bernanke, el “experto en depresión”, palidece en comparación frente al de Schacht[2] y por obvias razones. Mientras que las tasas cero y las compras de bonos (QE) han sido benéficas para los activos de riesgo (las acciones están 140% arriba desde sus niveles bajos de Marzo de 2009), el desempleo aun está arriba del 7%, los salarios reales tienen tendencia a la baja, el PIB se ha estancado abajo del 2%, 47 millones de gentes usan estampillas de comida y la desigualdad es mayor que en cualquier momento desde la Edad Dorada[3]. Los hechos hablan por sí mismos;  las políticas de Bernanke sólo han beneficiado a la clase de los inversionistas. La economía real aun está tendida sobre sus espaldas.
Esto no es decir que Hitler no fuera un psicópata asesino[4]. Él lo fue[5], pero también hay razón de por qué sus políticas han sido aplaudidas por los intelectuales izquierdistas, como el co-editor de Counterpunch, Alexander Cockburn, que habló con admiración de las “políticas económicas progresivas” de Hitler. Aquí está una cita de Cockburn:
“Hitler, pese al monstruo genocida que fue, también fue el primer líder keynesiano practicante[6]... Hubo vastas obras públicas, como las Autobahn. Él dio poca atención al déficit o a las protestas de los banqueros respecto a sus políticas... Para 1936, el desempleo se había reducido al 1%” (Alexander Cockburn).
Cockburn no está solo en su admiración de las políticas fiscales de Hitler (o deberíamos decir de Schacht)[7]. Keynes mismo alabó las políticas aunque despreciaba a Hitler y al nazismo.
Escribiendo en el prólogo a la edición alemana de su opus magnus la Teoría General del Empleo, el Interés y el Dinero, Keynes dijo: “La teoría de la producción como un todo, que es lo que el libro se propone proveer, se adapta mucho más fácilmente a las condiciones de un estado totalitario[8], que la teoría de la producción y la distribución de los productos dadas bajo las condiciones de libre competencia y en gran medida del laissez-faire”.
Esto no significa que Keynes apoyara un gobierno autocrático. No lo apoyaba. Mera-mente estaba reconociendo que la “administración de la demanda” (que es esencial para minimizar los efectos negativos del ciclo económico) es lograda más fácilmente con un fuerte gobierno central, puesto que el gasto gubernamental es requerido para reforzar la demanda agregada durante una temporada de vacas flacas. El gobierno tiene un papel importante para jugar cuando la demanda está débil y la economía se estanca. El gobierno puede (y debería) utilizar el gasto con déficit para incrementar la actividad, poniendo a trabajar los recursos ociosos, aumentar la producción, reducir el desempleo y reestablecer la economía sobre una ruta de sólido crecimiento. Hitler puede que no haya comprendido esto, pero Schacht seguramente sí [9]. Aquí hay más del artículo de Liu:
“Desde el inicio mismo de su gobierno, Hitler, cuya meta principal de corto plazo era la reanimación económica de Alemania con la ayuda de los banqueros e industriales nacionalistas alemanes, ganó el apoyo popular de la nación. Hitler adoptó una agresiva campaña de pleno empleo. Entre Enero de 1933 y Julio de 1935 el número de alemanes ocupados se elevó 50%, desde 11.7 a 16.9 millones. Más de 5 millones de nuevos empleos con salarios decentes fueron creados. El desempleo fue eliminado de la economía alemana y la nación entera se ocupó productivamente en la reconstrucción. La inflación fue mantenida bajo control mediante la congelación de sueldos y el control de precios. Además de esto, tomando en cuenta las lecciones aprendidas durante 1914-18, Hitler se propuso crear una economía que fuera independiente del capital y aprovisionamiento extranjero, y que estuviera bien protegida de otro bloqueo y guerra económica. Para los alemanes, todo lo anterior fue una prueba de que Hitler fue el único[10] que no solamente había sacado a Alemania de la depresión económica sino que la llevaría directamente a la prosperidad con nuevo orgullo. La confianza popular en el Fuehrer se elevó dramáticamente” (“El nazismo y el milagro económico alemán”, Henry C.K. Liu, Asia Times).
Hitler no era amigo de los trabajadores[11], pero sabía que el pleno empleo ampliaría su base de apoyo popular[12]. En contraste, Bernanke y sus colegas en la Fed no les podría importar menos la popularidad o el empleo. Lo que quieren es recortar los programas críticos de la red de seguridad que protegen a los ancianos, los enfermos y los necesitados[13]. De eso trata realmente la QE; es un modo de redistribuir la riqueza hacia arriba (mediante la elevación del precio de las acciones) mientras el congreso y la administración Obama “matan de hambre a la bestia” a través de recortes presupuestales. Las élites reaccionarias han creado una fingida crisis de déficit de modo que puedan imponer su agenda neoliberal de desregulación, privatización, baja de impuestos (para la élite) y austeridad para la población trabajadora.
Hitler obtuvo apoyo para la militarización a través de proyectos de obras públicas intensivas en mano de obra que transformaron la nación en un dínamo económico. Schacht jugó un papel crucial en la recuperación[14]. Junto con estrictos controles de capital y otras políticas proteccionistas, Schacht detuvo la emisión privada de dinero[15] y “lanzó una nueva moneda respaldada con tierra”. He aquí como la autora Ellen Brown resume un pasaje de su obra maestra «Web of Debt» (Red de Deuda):
“Hitler comenzó su programa nacional de crédito ideando un plan de obras públicas. Los proyectos marcados para financiarse incluían control de inundaciones, reparación de edificios públicos y residencias privadas, y construcción de nuevos edificios, caminos, puentes, canales e instalaciones portuarias. El costo proyectado de los diversos programas fue fijado en 1,000 millones de la moneda nacional. Mil millones de billetes de cambio no-inflacionarios, llamados Certificados de Tesorería Trabajo fueron emitidos contra ese costo. Millones de gentes fueron puestas a trabajar en esos proyectos, y los trabajadores fueron pagados con los Certificados de Tesorería. Este dinero emitido por el gobierno no estaba respaldado por oro, pero estaba respaldado por algo de valor real. Era esencialmente un comprobante por el trabajo y los materiales entregados al gobierno.
Hitler dijo, “por cada marco que era emitido requerimos el equivalente de trabajo realizado o bienes producidos”. Los trabajadores entonces gastaban los Certificados en otros bienes y servicios, creando más empleos para más gente...
En menos de dos años, el problema del desempleo había sido resuelto y el país estaba de nuevo sobre sus pies. Había una moneda sólida y estable, sin deuda y sin inflación, en un tiempo cuando millones de gentes en USA y otros países occidentales estaban aun sin trabajo y viviendo de la beneficencia” (“Pensando en forma innovadora. Cómo una Alemania en bancarrota resolvió sus problemas estructurales”, Ellen Brown, Red de Deuda, Third Millenium Press).
Ésta es la historia grandemente desconocida de la elevación de Hitler al poder, un ascenso que dependió de “una política monetaria independiente de crédito soberano” más bien que de la emisión de préstamos por bancos privados (Dinero público vs dinero privado). Hitler sacó a los banqueros de la ecuación[16] y reconstruyó Alemania en sólo cuatro años.
¿Por qué Bernanke no hace lo mismo?[17] ¿Por qué Bernanke no compra bonos de Infra-estructura o bonos de Educación en lugar de Valores Respaldados por Hipotecas (MBS por sus siglas en inglés) que benefician sólo a los banqueros? ¿Por qué Bernanke no practica lo que predica a los peces gordos en la Japan Society of Monetary Economics, en Mayo de 2003, cuando esbozó los pasos para monetizar las reducciones fiscales? He aquí lo que dijo:
“El Banco de Japón debería considerar incrementar aun más sus compras de deuda gubernamental, preferiblemente en conjunción con un programa de reducciones de impuestos u otros estímulos fiscales.... Consideren por ejemplo una reducción de impuestos a las familias y a los negocios y que explícitamente esté aparejado con mayores compras de deuda gubernamental por el BOJ— de modo que la reducción fiscal sea de hecho financiada por la creación de dinero”.
Ahora hay una novedosa idea; imprimir dinero para ayudar al trabajador promedio. Eso debería incrementar la actividad e impulsar el crecimiento, ¿no creen? Así que, ¿por qué Bernanke aun está botando 85 mil mdd/mes en el agujero negro del sistema financiero en lugar de seguir su propio consejo y usar su poder para poner a la gente de regreso al trabajo y lograr que la economía vuelva al buen camino?
¿Por qué?
La economía está en el estancamiento porque es donde Bernanke y socios[18] quieren que esté.


[1] Se omite mencionar que H.Schacht había sido ya presidente del Reichsbank de 1923-30; aparte de terminar con la hiperinflación, no tomó ninguna de las medidas que aquí se le atribuyen y cuando lo nombró Hitler ya tenía 56 años de edad. Entonces parece lógico suponer que fueron instrucciones de Hitler.
[2] La “corrección política” EXIGE atribuirle a Schacht lo bueno que haya hecho Hitler. Con toda seguridad el concepto del Volkswagen fue una idea de F.Porsche.
[3] Denominación del período entre la Guerra Civil y la 1GM.
[4] Parece que el autor volvió a sentir en su fuero interno el puyazo de la “corrección política”; no vaya a ser que se exceda en cumplidos.
[5] ¿Y que hay de Truman, Bush, Cheney, Rumsfeld, Blair, Sarkozy, et al?
[6] Aunque Keynes ya había propuesto el gasto público como remedio a la depresión, no publicaría su Teoría General hasta 1936:
[7] Por lo visto es pecado emitir la más mínima opinión favorable sobre Hitler y en ese caso, Schacht viene como anillo al dedo. Pese a estos atenuantes, por esos pecados de pensamiento y de escritura, el autor debería pensar en hacer alguna penitencia importante y proponerse no volver a pensar por su cuenta.
[8] Ésta puede ser una magnífica excusa para Bernanke.
[9] No deja de ser extraño que durante los 7 años que estuvo al frente del Reichsbank (1923-30), ANTES de Hitler, comprendiéndolo no lo hubiera aplicado en lo más mínimo.
[10] Población malagradecida; ya dijo el autor que todo se debía a Schacht, porque «Hitler puede que no haya comprendido esto».
[11] Como lo son Greenspan, Bush, Paulson y Bernanke. Éstos han de ser tan amigos de los trabajadores como los «Amigos de Siria».
[12] En otras palabras, lo hizo por razones puramente egoístas.
[13] ¿No se estarán inspirando en algunas instrucciones secretas de Hitler?
[14] Esto fue incluido por si al lector se la había olvidado que el genio allí era Schacht.
[15] Una medida de este tipo seguramente les haría mucha gracia a Bernanke y sus amigos.
[16] ¿Seguro que no fue Schacht?
[17] Fácil: porque lo corren o puede tener algún accidente fatal.
[18] Curiosamente, son los herederos DIRECTOS de los que derrotaron a Hitler. Y eso da mucho qué pensar en cuanto a la integridad y probidad de los participantes entonces y ahora.

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