jueves, 26 de noviembre de 2015

La guerra también incluye la propaganda



Putin y la Prensa: “La Escuela Demonológica del Periodismo”

Por James Petras                           12-Oct-15
FUENTE: http://www.globalresearch.ca/putin-and-the-press-the-demonology-school-of-journalism/5481627?utm_campaign=magnet&utm_source=article_page& utm_medium=related_articles



El texto [en rojo] NO aparece en el original y fue agregado por el equipo de traducción.
Los más influyentes medios impresos occidentales están empeñados en un esfuerzo prolongado, de gran alcance, para demonizar al presidente ruso Putin, sus políticas y su persona. Hay un artículo (o varios) todos los días en que es personalmente estigmatizado como un dictador, autoritario, zar, ‘ex operativo de la KGB’ y un gobernante de estilo soviético [y en esta campaña caen hasta los que nadie esperaría que fueran «tontos útiles»: Metapedia y TLV1; véase la burda pieza de propaganda: https://www.youtube.com/watch?v=QHdLojEw-g0]; cualquier cosa excepto que ha sido reelecto repetidas veces presidente de Rusia.
Ha sido acusado de secuestrar Rusia del ‘camino a la democracia’, como lo intentó su grotescamente corrupto predecesor, Boris Yeltsin; de dirigir la sangrienta represión de los ‘chechenos amantes de la libertad’; de encarcelar a inocentes, independientes y críticos oligarcas y barones ladrones; de fomentar un levantamiento en la ‘democrática, recién pro-occidental Ucrania occidental y tomar el control de Crimea; de respaldar a un ‘sangriento tirano’ en Siria (el presidente electo Bashar al-Assad) en una guerra civil contra los terroristas del ISIS; de estrellar en el suelo la economía rusa; y de amenazar militarmente los países bálticos y miembros europeos orientales de la OTAN.
En una palabra, los medios han propagado una imagen de un ‘autócrata fuera de control’, que hace mofa de las normas ‘democráticas’ y de los ‘valores occidentales’ y que busca revivir el ‘Imperio Soviético (es decir, del Mal)’.
El corolario es que las ‘potencias occidentales’, pese a sus propensiones amantes de la paz y de los intentos fraternos de traer a Rusia al ‘redil’ democrático, han sido ‘forzadas’ ahora a rodear Rusia con bases militares de la OTAN y con misiles; financiar un violento golpe de estado en Ucrania (en la frontera con Rusia) y armar al golpista gobierno ucraniano y a milicias neo-fascistas para ‘restablecer la democracia’ y suprimir violentamente a los ‘separatistas’ rusos étnicos en Ucrania Oriental. Se nos ha dicho que las sanciones de USA y la UE contra Rusia fueron medidas diplomáticas cuidadosamente preparadas y destinadas a castigar al ‘agresor’ Moscú.
En realidad, los medios occidentales han demonizado sin descanso a Vladimir Putin en una campaña para impulsar la expansión militar de la OTAN y debilitar la economía y la seguridad nacional rusas. La meta es finalmente forzar un ‘cambio de régimen’ restablecer las élites neo-liberales que saquearon la economía rusa durante los 1990s y cuyas brutales políticas económicas condujeron a la muerte prematura a millones de rusos debido a las carencias y el colapso del sistema de salud.

Putin, ¿Demonio o Realista, Autócrata o Demócrata, Vasallo o Líder Independiente?
Los medios occidentales han respaldado a cada oligarca, gangster o defraudador que ha ido a juicio y ha sido convicto durante el término de Putin en el cargo. Los propagandistas nos dicen que la razón para esta afinidad entre los medios occidentales y los gangsters-oligarcas es que estos malhechores convictos, que alegan ser ‘disidentes políticos’ y críticos del gobierno de Putin, han sido desposeídos y encarcelados por defender los ‘valores occidentales’.
Los medios occidentales muy convenientemente ignoran los bien documentados estudios sobre la fuente de la riqueza de los gangsters-oligarcas: El ilegal y violento robo de multibillones de dólares de recursos naturales (aluminio, petróleo y gas), bancos, fábricas, fondos de pensión y bienes raíces. Durante el período de Yeltsin los oligarcas controlaban miles de gangsters armados y se ocuparon en una guerra interna durante la cual miles fueron asesinados, incluyendo altos reguladores del gobierno, funcionarios policíacos y periodistas que se atrevieron a oponerse o a exhibir ese saqueo y robo de propiedades.
El procesamiento por parte de Putin de una mera fracción de los más notorios oligarcas-gangsters [una parte huyó a Israel, donde tienen la seguridad de no ser extraditados] ha ganado el apoyo de una vasta mayoría de ciudadanos rusos porque representa el retorno a la ley y el orden y la devolución de la riqueza pública robada.
Solamente los medios occidentales se han atrevido a referirse a estos malhechores convictos como ‘víctimas y reformadores políticos’. Lo hicieron porque los oligarcas habían llegado a ser los más leales y serviles activos en los esfuerzos de los gobiernos de USA y la UE para convertir a Rusia en un irreversiblemente débil estado vasallo.
Los medios occidentales constantemente se refieren al presidente Putin como un ‘gobernante autoritario’, pese al hecho de que ha sido repetidamente electo por grandes mayorías en elecciones competitivas contra candidatos financiados y respaldados por Occidente. Su popularidad está atestiguada por las encuestas de opinión conducidas por agencias occidentales.
En 2015, el apoyo al presidente Putin rebasó el 85%. Los políticos rusos neo-liberales y pro-occidentales lograron las puntuaciones más bajas de dos dígitos de acuerdo a las mismas encuestas independientes.
Claramente el público ruso no quiere la vuelta a la pobreza y el caos de la política gangsteril respaldada por Occidente de los 1990s.
Cualesquiera que sean las reservas de la clase media y la clase trabajadora rusas respecto al estilo de toma de decisiones del presidente Putin claramente valoran sus enérgicas medidas contra las elecciones dominadas por los gangsters, contra el terrorismo checheno y la restauración de la defensa militar de sus fronteras, incluyendo la anexión de Crimea, luego del golpe maquinado por USA en Ucrania.
Todos los días, los medios occidentales reciclan reportes de la ‘declinación y fallecimiento’ de la economía rusa, culpando a la mala dministración ‘estatista’ de la economía por parte de Putin. Alegan los ‘declinantes niveles de vida’, el ‘crecimiento negativo’ de la economía y el ‘creciente aislamiento’ de una Rusia ‘expansionista’ al enfrentar las sanciones occidentales.
Los alegatos de estos medios son risibles. Datos fácilmente disponibles demuestran que los estándares de vida de la vasta mayoría de los ciudadanos rusos se han incrementado significativamente bajo la administración del presidente Putin, especialmente luego del completo colapso bajo los partidarios del mercado libre en los 1990s. Los trabajadores rusos reciben su paga, los pensionados sus pensiones, las empresas sus préstamos a tiempo. Durante los días de ‘mercados libres’ de Boris Yeltsin, los trabajadores llegaron a estar hasta un año sin paga, los pensionados vendiendo sus recuerdos de familia en la calle para sobrevivir y las empresas pagando tasas de interés de extorsión ¡a los bancos de los oligarcas-gangsters! Datos comparativos, fácilmente obtenibles, son ignorados deliberadamente por los medios masivos de comunicación porque no se ajustan a la narrativa demonológica.
Los medios presentan a la ‘oposición’ neo-liberal y los ‘críticos liberales’ como demócratas rusos defendiendo los ‘valores occidentales’. Olvidan mencionar que estos ‘críticos liberales’ han sido financiados directamente por fundaciones occidentales (National Endowment for Democracy, Soros Foundation, etc.) y las organizaciones rusas no-gubernamentales (ONGs) con vínculos de larga historia a los gobiernos y agencias de inteligencia de USA y de la UE y con billonarios exiliados rusos. La llamada oposición democrática ‘rusa’ reveló su abyecto servilismo a los intereses occidentales cuando abiertamente apoyaron el golpe ucraniano y el sangriento asalto de Kiev sobre ucranianos de etnia rusa en las regiones orientales de ‘Donbas’ (Donetsk, Luhansk y Odessa). Cualesquier rastros de respetabilidad y credibilidad que retenía la ‘oposición democrática’ con el público ruso hasta ese momento, se perdieron. Fueron vistos como lo que son: armas de propaganda del imperialismo occidental y voceros para los neo-fascistas.
Los medios occidentales acusan al gobierno de Putin de los mismos crímenes que cometen sus propios gobiernos. Luego de que Victoria Nuland, del Depto de Estado de USA, admitió canalizar 5,000 mdd para financiar el golpe del 2014 en Ucrania y luego de que el régimen polaco alardeó de entrenar a combatientes callejeros de extrema derecha, cuya violencia sirvió como pretexto para el golpe y después que los socios de la coalición neo-fascista en Odessa quemaron vivos a 4 docenas de ciudadanos ucranianos de etnia rusa opuestos al golpe, los medios occidentales han acusado a Putin de ‘intervenir’ en Ucrania. Esto fue porque Rusia había convocado a un referéndum en Crimea, en el cual 80% del electorado votó por secesionarse del ilegítimo régimen golpista ucraniano y volver a unirse con Rusia.
En verdad, el régimen de Putin es una víctima de la toma de poder occidental en Ucrania, con Rusia habiendo absorbido a cientos de miles de refugiados de etnia rusa expulsados del Donbas, en tanto que los medios occidentales pintan a Putin como el verdugo. Mientras tanto los golpistas occidentales y sus aliados de extrema derecha son pintados como víctimas... forzados a bombardear y diezmar la región de Donbas.
La farsa continuó. Los medios occidentales pintan las subsecuentes sanciones económicas impuestas por los expansionistas USA y la UE contra Rusia como un resultado de la ‘agresión’ de Putin, refiriéndose a la defensa rusa de la auto-determinación de Crimea y los derechos de millones de ciudadanos bilingües de Ucrania de etnia rusa.
La absurdo y retorcida naturaleza de la propaganda demonológica occidental ha alcanzado alturas aun más estrafalarias con su histeria respecto al apoyo militar de Rusia al gobierno secular sirio contra el ISIS y otros terroristas yihadis.
Los medios occidentales han lanzado una campaña global acusando que la fuerza aérea rusa bombardea ‘bases militares no-ISIS’, presumiblemente las bases de terroristas yihadis ‘amistosos’ respaldados por Occidente. Este ridículo ‘reportaje’ y sus ‘fotos’ acompañantes fue publicado ¡antes incluso de que los ataques aéreos rusos tuvieran lugar!
Aparentemente el tiempo no importa en el ¡‘universo alternativo de mentiras’ de Washington!
La OTAN pasó su instrucción política a los medios referente a que el apoyo ruso al régimen legítimo del presidente Assad debe ser desacreditado; que la presencia rusa es ‘provocadora’ y responsable de ‘crear tensiones’ en la región luego de años del terrorismo yihadista con patrocinio occidental contra Siria!
Obedientes a sus amos, los medios occidentales a gran velocidad ‘reportaron’ que los rusos estaban ‘verdaderamente’ comprometidos en Siria a destruir a los ‘combatientes’ pro-occidentales, dejando sólo al ISIS [jajaja, ¿respaldando a Assad y dejando sin tocar a sus enemigos?].
Ninguna evidencia creíble fue presentada para esta propaganda. Presentaron unas fotos aéreas de daños, que probablemente habían sido recogidas de previos bombardeos estadounidenses.
La burda ejecución por los medios de las instrucciones del Pentágono abochornó incluso al Srio de Defensa de USA, Ashton Carter, quien se distanció de tales alegatos y solicitó una explicación de Rusia. Incluso el Srio Kerry, que ahora busca asegurar el apoyo militar de Putin para USA vs ISIS, mientras trata de retirar el respaldo político de Rusia al presidente Assad, ha advertido a los medios que modifiquen su línea, ahora que USA favorece una ‘mayor coordinación’ con Rusia pero bajo liderato estadounidense. Los medios recientemente se han conformado a esta línea, aunque no se las han arreglado para explicar cómo Washington ahora podría trabajar con el demoníaco presidente Putin [esas explicaciones no preocupan en lo más mínimo a Obama ¿recuerdan cuando andaba grafitteando líneas rojas y amenazando bombardear Siria y cuando reestableció relaciones con Cuba ni a «Caradura» Kerry].

Conclusión
Los medios occidentales están comprometidos en una intensa campaña de propaganda de largo plazo para demonizar al presidente Putin. Su papel es convencer a la opinión pública mundial y a los líderes mundiales que sigan ciegamente a USA y la UE, también como sus ‘aliados’ y estados vasallos, en una campaña para degradar y debilitar a Rusia y consolidar un imperio unipolar bajo tutela estadounidense.
Los medios occidentales son importantes; pero debe recordarse que los medios son un instrumento de poder estatal imperial. Sus mentiras y embustes, su demonización de líderes, como el presidente Putin, son parte de una ofensiva militar [más que militar, geoestratégica] global para establecer el dominio y destruir a los adversarios.
Entre más intensa sea la campaña imperial, más arriesgada es la toma de poder y mayor es la necesidad de demonizar a las víctimas.
Esto explica cómo la escalación de la rabiosa campaña de propaganda anti-Putin coincide con la mayor toma de poder occidental el golpe en Ucrania (‘cambio de régimen’) desde que Alemania Occidental anexó Alemania Oriental [resulta por demás tendencioso y malintencionado hablar de “anexión”, cuando todo mundo sabe que Alemania fue dividida por los vencedores de la 2GM] y la OTAN y la UE incorporaron los estados bálticos, Europa Oriental y los Balcanes en la alianza estratégica de Occidente. El sangriento desmembramiento occidental de la federación yugoeslava fue parte de este programa estratégico.
El problema con la demonización occidental de adversarios, sean hoy Rusia, Irán o China, y antes Cuba, Libia y Yemen, es que Washington y la UE enfrentan severas crisis económicas en casa y derrotas militares en el extranjero por movimientos armados islámicos y de resistencia nacionalista.
USA invirtió cientos de bdd en impulsar un tambaleante régimen títere en el Iraq ocupado por USA [por cierto, no está demás señalar que esos billones de dólares “gastados” en Iraq le generan intereses a la Reserva Federal], sin embargo el ejército iraquí entrenado y abastecido por USA huyó a medida que el ISIS baathista-islamista [hablar aquí de «baathista» está absolutamente fuera de lugar; no viene al caso y le resta seriedad al artículo. El movimiento Baath tanto en Siria como en Iraq nació como un movimiento pan-arabista SECULAR, cuyo último representante en Iraq fue Saddam Hussein] rápidamente invadía la mitad del país.
Las tropas de USA han ocupado Afghanistán por 14 años, perdiendo decenas de miles de vidas y miembros [pero asegurando, en cambio, en esos 14 años la producción y comercialización de opio que los talibanes estuvieron a punto de erradicar]  y sin embargo los islamistas y nacionalistas talibanes pueden fácilmente apoderarse de Kunduz, la tercera ciudad más grande de Afghanistán (población 300,000), y ocupa tres cuartos del resto del área rural [lo importante es que los talibanes no vuelvan a intentar destruir los cultivos de amapola].
Libia y Somalia son un desastre [para sus habitantes, pero no para la élite globalista que de Libia se robó las 300 tons de oro que tenía Qaddafi y los 200 bdd en inversiones soberanas]. Y todavía Washington asigna 500 mdd a entrenar mercenarios pro-occidentales para derrocar al presidente Assad de Siria mercenarios que rinden sus armas o se unen a ISIS al momento en que cruzan la frontera de Jordania o Turquía. Los mercenarios entrenados por USA han entregado incontables mdd en armas pesadas y ligeras y transportes blindados a ISIS y Al Qaeda. La UE y USA enfrentan la desalentadora realidad que Libia, Somalia y Siria están invadidas por combatientes islámicos anti-occidentales.
En Asia, China es demonizada por los medios occidentales, retratada como estando al borde del colapso, enfrentando un duro aterrizaje, incluso cuando China crece al 7%. Los medios occidentales se retuercen las manos por la crisis en China mientras Beijing financia dos nuevos bancos internacionales de desarrollo por 100 bdd, eleva su contribución al FMI y reúne 50 países, incluyendo a la mayoría de la UE excepto USA y Japón, en una nueva institución de préstamo en infraestructura.
Dos grandes cuestiones enfrentan USA y la UE:
¿Por qué los medios occidentales lanzan una campaña de demonización que no corresponde a la realidad? ¿Cuál es la meta de tal demonización, que objetivamente debilita la posibilidad de formar alianzas tácticas para poner fin a las pérdidas militares de USA, derrotas políticas y aislamiento diplomático? USA necesita a Rusia para derrotar a ISIS [Please, don’t be naïve!].
Para Moscú, la lucha contra ISIS es crucial para la seguridad nacional rusa: Miles de terroristas chechenos (algunos entrenados por USA) están combatiendo con ISIS y amenazan regresar al Cáucaso y aterrorizar Rusia. A diferencia de la oposición del público estadounidense al papel de Washington en forzar el ‘cambio de régimen’ en Siria, el público ruso apoya la ayuda militar de Moscú al régimen sirio porque la campaña de terror checheno dentro de Rusia, especialmente la masacre de 2004 de cientos de niños de escuela, maestros y padres en Beslan, está marcada a fuego en la memoria un hecho convenientemente olvidado por los medios occidentales cuando ‘simpatiza’ con los ‘combatientes de la libertad’ chechenos.
En realidad, Washington debería tener un interés común en aliarse con Rusia en el combate contra ISIS en Siria e Iraq. Sin embargo, Obama está comprometido [¿con o ante quién?] en expulsar a Assad (aliado ruso) para expandir el dominio estadounidense en el Medio Oriente en asociación con Israel y Arabia Saudita. Claramente hay contradicciones insuperables entre los objetivos militares de corto plazo (combatir el ISIS) [¿por qué hacer el juego a la “ingenuidad” de los medios? Si USA arma y entrena a los terroristas, resulta torpe hablar de que “combatir el ISIS sea un objetivo militar”. Si es un objetivo militar no los entrenas ni les das armas. Y si los entrenas y les das armas, entonces el combatirlos NO ES UN OBJETIVO MILITAR. En lógica se llama «principio de no-contradicción»; en el rancho se dice que: «no se puede mamar y dar topes»] y los imperativos político estratégicos imperiales (consolidar la hegemonía USA-israelí a través del Medio Oriente e Irán).
Washington se ha movido para terminar su aislamiento en Latinoamérica reestableciendo relaciones diplomáticas con Cuba [esto se parece al antiquísimo chiste de que cuando los ingleses veían el Canal de la Mancha cubierto por la niebla decían: «El continente está aislado»]. Mientras tanto, Washington retiene el bloqueo económico de Cuba [o sea, aislado, aislado, ¿pero mantiene el bloqueo?. ¡Por favor! Resulta ridículo hablar de aislamiento de USA en lugar de aislamiento de Cuba] y su gigantesca base militar en Guantánamo. Cuba es vista como un aliado político táctico en ‘moderar’ el gobierno izquierdista de Venezuela [James, si no la dominas, ¿para qué la fumas?] y presionar a las FARC colombianas para desarmarse [¿desarmar a las FARC y perder su protección al cultivo y tráfico de drogas? ¿No creerás que
las FARC a estas alturas mantienen algún tipo de ideología política, verdad? Por si acaso, James, sería bueno que buscaras la información relativa a la entrevista sostenida en la selva colombiana el 26-Jun-1999 entre Richard Grasso, entonces presidente de la Bolsa de Valores de NY y Raúl Reyes, líder de las FARC. (Ver: http://elpais.com/diario /1999/06/28/ultima/930520801_850215.ht ml). Parece mentira que todavía haya alguien que se trague estas patrañas del izquierdismo de las FARC], aun cuando Washington profundiza su presencia militar en el continente.
Obama firmó un acuerdo nuclear con Irán (pero las devastadoras sanciones y el bloqueo permanecen) para asegurar el apoyo de Teherán para la guerra contra el ISIS [Deja de fantasear. El acuerdo nuclear no tiene nada qué ver con el ISIS, ni USA tiene que asegurar el apoyo de Teherán, porque éste con USA o sin USA va a combatir al ISIS] en Iraq y el talibán en Afghanistán. Temporalmente, los medios occidentales le ‘bajaron el tono’ a su reportaje demonológico sobre Irán y Cuba, por razones tácticas.
El régimen Obama ha adoptado una postura esquizofrénica de ‘buen policía/mal policía’ con Rusia en Siria el Srio de Estado John Kerry habla de cooperación con  Moscú mientras el Srio de Defensa Ashton Carter propone confrontar militarmente la ‘agresión rusa’. Los medios no han hecho el cambio porque no saben cuales órdenes obedecer o cuál línea ‘repetir como pericos’.
Mientras tanto, la crisis económica doméstica se acentúa, ISIS avanza, los talibanes se acercan a Kabul, los rusos están armando y defendiendo al presidente Assad y millones de refugiados, huyendo de las zonas en guerra, se han volcado hacia Europa. Las guerras fronterizas europeas están rugiendo. Y Obama se retuerce las manos de impotencia. La demonología no brinda aliados, ni soluciones ni ninguna ruta positiva hacia la paz y la coexistencia[y ¿quién te dijo que ésos fueran objetivos de la élite globalista?, la cuál está aplicando el concepto trotskyista de la «revolución /guerra permanente»].

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