jueves, 5 de noviembre de 2015

Un enemigo de la élite globalista



El Talón de Aquiles de China es su Oportunidad de Oro

Por F. William Engdahl                             14-Oct-15
FUENTE: http://journal-neo.org/2015/10/14/chinas-achilles-heel-is-her-golden-chance/




El texto [en rojo] NO aparece en el original y fue incluido por el equipo de traducción.

La República Popular China tiene un Talón de Aquiles, una debilidad pese a su enorme fuerza que podría ser fatal para su supervivencia como una vibrante nación soberana. Ese Talón de Aquiles, que desde el pasado Junio ha sido visible para todo el mundo, es también su oportunidad de oro para convertir una crisis en una ventaja de otra manera no evidente. Parcialmente me refiero a la actual crisis en las Bolsas de Valores de Shanghai y Shenzhen. Pese a toda la intervención gubernamental concebible y alguna no tan concebible, la caída en los valores de las acciones desde los máximos del mercado a principios de este año, se ha estimado en unos $5 bdd. Ese colapso del mercado, sin embargo, desde mi punto de vista no es el Talón de Aquiles que amenaza hoy a China.
Sin embargo, esta crisis es precisamente la que abre la puerta para una alternativa a la frustrante dependencia de China respecto al dólar.
Respecto a los problemas económicos más generales, el liderato del Partido Comunista bajo Xi Jinping se ha movido brillantemente desde su asunción del cargo en Noviembre de 2012. El proyecto Un Cinturón, Un Camino para la construcción de infraestructura terrestre y marina de toda Eurasia, incluyendo Rusia y los estados de la Unión Económica Eurasiática proporcionará un creciente apoyo económico para China y la entera región eurasiática durante décadas y más allá. El Banco Asiático de Inversión en Infraestructura de China —aunque con ciertas debilidades tales como la presencia de demasiadas naciones dependientes del dólar tales como el RU, Alemania y Francia, que pueden jugar el papel de un Caballo Troyano— es de otro modo un sólido paso para crear financiamiento para proyectos económicos. Igualmente lo es el Nuevo Banco de Desarrollo, en ocasiones referido como el Banco de los BRICS.
El problema es que algunos en el liderato político chino tienen demasiado respeto o fascinación por el modelo financiero anglo-estadounidense, con el modelo de bolsa de valores de Wall Street, con el entero sistema del dólar creado en Bretton Woods, New Hampshire, en 1944. [Aparte del omnipresente riesgo de sobornos, a los cuales son tan afectas las corporaciones de USA]. El reciente juego de Beijing para construir y luego sostener un creciente mercado de valores, atrayendo los ahorros de decenas de millones de accionistas chinos primerizos, le estalló en la cara. Eso pudiera ser bueno en el largo plazo. El exhaustivo examen actual de lo que estuvo “equivocado” sin duda conducirá a cambios en el modelo.
El gobierno de China ha estado bajo creciente presión de Occidente, especialmente de Washington, desde la entrada de China a la Organización Mundial de Comercio en Diciembre de 2001, para hacer plenamente convertible el Renminbi (RMB). El gobierno estadounidense condujo las negociaciones de admisión e impuso términos más duros para China que para cualquier otra economía en desarrollo. Representó una importante rendición de la soberanía económica para unirse a una organización cuyas reglas China no puede influir. China tuvo que acordar permitir la Inversión Extranjera Directa, incluyendo el sensitivo sector bancario estatal.
Hasta ahora, una cauta política gubernamental de gradualismo ha permitido a China evitar los choques traumáticos experimentados en Polonia, Ucrania, Rusia bajo Yeltsin donde la “Terapia de Choque Económico” respaldada por USA fue impuesta en los 1990s. Ahora, sin embargo, China está en una decisiva encrucijada donde la revisión básica de las vulnerabilidades es un requisito si ha de mantenerse una economía saludable y en crecimiento.

Supuestos Erróneos
La meta declarada del gobierno es introducir a China en la canasta de monedas conocida como Derechos Especiales de Giro (SDRs por sus siglas en inglés) del Fondo Monetario Internacional.
¿Qué le reportará esto a China? Primero es importante entender lo que es un SDR. Éste no es ni una moneda, ni una reclamación sobre el FMI. Más bien es una reclamación potencial sobre monedas libremente usadas de los miembros del FMI. Hoy las monedas de solamente cuatro países forman la canasta de los SDR: el dólar de USA, el yen japonés, la libra británica y el euro.
Si es una cuestión de ser reconocida como teniendo un RMB plenamente convertible, aceptado internacionalmente en forma libre como los dólares y los euros, ¿la aceptación en el Club SDR es lo mejor para China? Mientras que el status puede resultar agradable, en términos económicos traerá poco y en este momento pudiera exponer a China a nuevas formas de guerra financiera de un Occidente crecientemente hostil. Washington está trabajando tras bambalinas para bloquear la reforma del FMI que daría a China su debida importancia de votación en el Consejo de Directores, proporcional a su PIB. De nuevo China está en una influyente organización internacional donde carece de influencia y cuyas políticas trabajan en contra de los intereses nacionales chinos.
El error aquí es que creer que el FMI dirigido por Washington es una institución positiva en este punto. No lo es. Ha evolucionado durante los 1980s en un policía al servicio de Washington y los bancos de Wall Street. Los “condicionamientos” del FMI implícitos en las llamadas reglas del Consenso de Washington están diseñadas para ser un instrumento supranacional de las políticas económicas de USA para el exterior, una parte medular de lo que yo llamo el Sistema del Dólar. El papel destructivo de FMI en Rusia durante los 1990s durante la era Yeltsin, o en Argentina en los 1980s, indican el problema.

Plena convertibilidad del RMB
El esfuerzo de China para hacer plenamente convertible el RMB está también implícito en el mismo error estratégico de tratar de “reformar” el FMI. La plena convertibilidad de la moneda para la siguiente fase del progreso económico de China no es necesario y de hecho no es deseable. Esto por una simple razón. El Sistema del Dólar de Bretton Woods es un fracaso [ha sido un fracaso para los demás países pero un tremendo éxito para USA, permitiéndole adquirir todo lo que ha querido mediante papelitos impresos que los demás países aceptan como medio de pago; y sólo hasta recientemente han comenzado a surgir dudas en cuanto a esa aceptación. Obviamente, todos los esfuerzos de USA estarán dirigidos a torpedear cualquier intento de crear una alternativa aunque sea parcial —léase euro] y está debidamente desintegrándose por sus fallas internas y su carencia de transparencia [mientras no exista una alternativa viable, esas fallas y esa carencia de transparencia pueden seguir indefinidamente].
En cuanto soy capaz de ver, el error de la estrategia monetaria de Beijing al momento presente es poner la aceptación del RMB dentro de la canasta de monedas de los SDR del FMI como un objetivo estratégico para hacer el RMB plenamente convertible y finalmente aceptado como otra moneda principal de reserva además del yen, el dólar, el euro o la libra esterlina. Esa es una falacia de composición, parecida al del hombre ciego agarrando la cola del elefante y creyendo que es una víbora.
Cada uno de las cuatro actuales monedas de “élite” en los SDR están allí debido a sus historias geopolíticas. Básicamente todas están allí debido a su vinculación con el dólar de USA y su sistema monetario tras él. Ése es el sistema que está desintegrándose desde la crisis estadounidense del 2007 [una crisis que ha permitido acumular aun más riqueza a la élite del 0.1%]. Sacrificar su soberanía, su flexibilidad monetaria para devaluar o revaluar el RMB, abrir completamente sus mercados financieros a los libres flujos de capital extranjero, es exponer a China a peligros inimaginables.
Asociado con ese peligro está el penoso hecho de que hoy el Banco Popular de China es el banco central que tiene la mayor acumulación en el mundo de activos en dólares estadounidenses, un estimado de $2 bdd. La mayoría de ellos están en deuda gubernamental de USA o en deuda de agencias semi-públicas. Cuando China alcance el punto que provoque lo suficiente a los halcones belicistas de Washington, como lo hizo Rusia, entonces podemos estar seguros que la nueva Oficina de Terrorismo Financiero de la Tesorería de USA conciba nuevas y devastadoras sanciones financieras, congele esos $2 bdd en activos estadounidenses [éste es un riesgo muy real], decida, como lo hizo hace varios años con Irán, presionar al sistema de pagos interbancarios SWIFT para excluir a todos los bancos chinos del sistema internacional de pagos en dólares.
El liderazgo de China, bajo Deng Xiaoping, hizo una decisión en 1978 para la reforma bajo lo que se conoce como “Reforma y Apertura” o “Socialismo con Características Chinas”. La esencia de la teoría de Deng Xiaoping como la describió en sus escritos era la integración de la teoría básica del marxismo-leninismo con la práctica de la moderna China y las características de la era actual. Fue adaptar la economía comunista centralizada de China a las “nuevas condiciones históricas”, esto es, abrir gradualmente zonas especiales de la economía a los modelos de mercado occidentales [¡Pamplinas! La élite globalista quería utilizar la enorme mano de obra china, frenando de pasada el crecimiento de los sueldos en el resto del mundo; pero ¿cómo podría convencer a la dirigencia china, teóricamente enemiga desde el punto de vista ideológico? Ofreciéndole el puesto de Taiwan en la ONU y con él, un lugar en el Consejo de Seguridad. La jugada ha producido, sin embargo, el acumulamiento de reservas en dólares por parte del régimen y, al parecer, éste ahora está tratando de zafarse de aquel trato hecho con el diablo. Es difícil de creer que la élite globalista no haya previsto que tarde o temprano se produciría la situación actual].
Durante el curso del Socialismo con Características Chinas, ha habido un constante proceso de revisión por los más altos niveles del liderato del Partido Comunista de los éxitos y fracasos. Ahora China está preparada, luego de su dañina experiencia con los mercados accionarios abiertos estilo USA y con el comercio de derivados, compras de acciones con margen, etc, para fundamentalmente re-examinar su actual estrategia de reforma monetaria y financiera. Aquí las políticas que parecieron ser buenas para China en el 2002 al entrar a la OMC, están siendo implementadas en una nueva condición histórica totalmente diferente, concretamente que USA, la potencia hegemónica, es una superpotencia en bancarrota [sólo estará en bancarrota si el mundo deja de aceptar los dólares; obviamente la élite globalista hará lo que sea, guerra incluida, para mantener el dólar como la única moneda internacional de reserva] que parece inclinarse hacia la guerra como una salida.
La guerra hoy contra Siria y el Medio Oriente, contra Rusia, incluso una forma de guerra contra sus aliados de la UE-OTAN. Mañana será contra China, comenzando con guerras monetarias y sanciones económicas y financieras.
Si este estado de guerra, el Giro hacia Asia del presidente Obama, es ignorado en el proceso de reforma monetaria, China será destruida financieramente, aun más de que lo fueron los Tigres Asiáticos tales como Indonesia, Malasia, o Corea del Sur en la Crisis Asiática de 1997-98. Esta crisis fue iniciada por Washington y los fondos de cobertura de Wall Street para destruir el modelo autárquico de los tigres asiáticos, mucho del mismo modo como ellos habían destruido a fines de los 1980s el éxito económico japonés luego de los Acuerdos Plaza impuestos sobre Japón, creando su burbuja financiera.
De manera significativa, en este momento China aun está en posición de adaptar exitosamente su proceso de reforma a esta “nueva condición histórica”. Más bien que buscar la admisión en el “Club SDR” y en la decadente arquitectura institucional occidental del FMI dominada por el dólar, China está en posición de construir su propia arquitectura internacional con aliados políticos y económicos, no con enemigos. Este año China ha catalizado la creación del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura y el Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS. Estas dos instituciones, si adoptan el modelo del FMI llegarán a ser un complemento inofensivo del sistema del FMI-BM-Banco Asiático de Desarrollo, de USA. Eso sería trágico.
O China puede crear la semilla de un sistema monetario operado mediante reglas enteramente distintas, reglas que respalden los desarrollos requeridos en infraestructura a muy bajos costos de interés, que fomenten la agricultura natural orgánica a través de las naciones de Asia y Eurasia, que desarrollen ecológicamente las regiones. Conscientes de hacerlo así, más bien que simplemente crear un “FMI chino” operado por un consejo diferente de accionistas mayoritarios, serviría como un imán para las naciones insatisfechas con el actual e inequitativo Sistema del Dólar.
La oportunidad de oro que ahora tiene China es tomar en cuenta la realidad del fallido y colapsante Sistema del Dólar implementando, con la cooperación de los socios de China, un nuevo orden monetario, una nueva arquitectura libre de las fallas inherentes del caduco Sistema del Dólar. Esto, por supuesto, requiere una bien planeada y cuidadosa estrategia para tratar con las nuevas condiciones históricas de hoy.

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