martes, 7 de febrero de 2017

Una historia poco difundida (Parte 2 de 2)


LA PERSECUCIÓN JUDÍO BOLCHEVIQUE CONTRA LA IGLESIA ORTODOXA [Parte 2 de 2]
Maurizio Blondet. 10 enero 2017
(Traducción del francés por Angelo Melocchi. Traducción del italiano al español por JACH).
FUENTE: http://www.maurizioblondet.it/la-persecuzione-giudeobolscevica-la-chiesa-ortodossa / http://orthodoxie.com/persecutions-contre-leglise-orthodoxe-en-urss/




TERCERA OLA (1923-1928).
Con la ayuda de la GPU, crearon un cisma “renovacionista” con el fin de destruir la Iglesia desde adentro.
En abril de 1922, la GPU publicó sus instrucciones para la organización de una reunión del “grupo del clero moscovita de oposición”. Un consejo de representantes de la GPU y del “clero revolucionario” se reúne en el apartamento del cura S. Kalinovski. El acuerdo fue unánime para la lucha contra el patriarca y las instituciones patriarcales. “La confiscación de los bienes de la Iglesia fue una herramienta de las más eficaces para la formación de grupos renovacionistas anti-Tichon, primero en Moscú, después en toda la URSS”, escribió Touchkoff, jefe de la 6ª División del Departamento de Negocios secretos de la GPU.
Fue entonces cuando tuvo lugar la recuperación masiva de iconos nacionales y cúpulas de iglesias. El Señor fortaleció su rebaño... Durante la restauración de los iconos, irradiaban una luz cegadora.
En abril de 1923, se preparó el juicio y la ejecución del Patriarca Tikhon. Sin embargo, esto se pospuso debido a una nota de Dzerzhinsky de la Oficina de Asuntos Políticos: “...es necesario posponer el proceso de Tichon a causa de la propaganda en el extranjero”. Por lo tanto, se convoca al primer “concilio” de los renovacionistas, que decidió privar al Patriarca Tikhon del sacerdocio y de la tonsura monástica y establecer un obispado de hombres casados, para permitir que los sacerdotes se casen, y cambiar calendario de nuevo estilo (gregoriano en lugar de juliano). A finales de abril, cuando fue liberado de la prisión, la principal preocupación del Patriarca Tikhon fue luchar contra el cisma renovacionista. Se preparó un nuevo proceso contra el Patriarca Tikhon, pero no se realizó debido a la muerte del patriarca el 7 de abril de 1925. El Patriarca Tikhon dejó tras de sí algún candidato potencial para la sede patriarcal, el primero fue el Metropolitano Pietro (Polyansky) de Krutitskoe, que fue detenido y puesto en prisión. Después de la muerte del patriarca, la GPU procedió a organizar de nuevo el cisma: fueron detenidos obispos, sacerdotes y laicos que habían ayudado de una manera u otra al Metropolitano Pietro para dirigir la Iglesia.
Con el fin de lograr “la completa descristianización del país” y “suprimir todos los remanentes del antiguo régimen”, el gobierno soviético puso especial atención a la labor de propaganda anti-religiosa. Emelian Mikhailovich Yaroslavsky (el nombre real Mikhei Izrailevitch Gubelman) (Cfr la nota 6) estaba a cargo de esta política. En 1921, Yaroslavsky participó activamente en la creación del periódico llamado “El Ateo”, que se burla del sentimiento religioso. La “Sociedad de los amigos del periódico ateo” fue creada por su iniciativa de 1924 en Moscú. En 1925, pomposamente se cambió el nombre a “Unión de los Ateos” y, después, en algún momento, a “Unión de Ateos Militantes”. Los empleados de las instituciones y empresas de la Unión de los Ateos reciben el estatus de funcionarios públicos. También se fundó a iniciativa de Yaroslavsky, la Asociación de jóvenes ateos militantes de la URSS. En 1929, eran más de un millón de jóvenes ateos.

El 29 de abril de 1927 se publicó una declaración del representante del Patriarca interino, Metropolitano Sergio (Stargorodski), que trata de encontrar un compromiso con el poder ateo (“Queremos... reconocer la Unión Soviética como nuestra patria, cuyas alegrías y éxitos son también los nuestros”.)
El número de las represiones de los años 1923-1928 corresponde a un tercio de las represiones de 1922. Los bolcheviques no se deciden a la celebración del juicio y la ejecución del Patriarca Tikhon, prevista para el 11 de abril de 1923. Varios obispos fueron detenidos y deportados, se lucha por toda la iglesia. La lavra de la Trinidad de San Sergio está cerrada. Los renovacionistas establecen el episcopado de los hombres casados. En 1925, con la ayuda de la GPU, el número de iglesias y diócesis de los renovacionistas casi alcanza la de los ortodoxos, pero sus iglesias estaban vacías. Las personas no fueron a las iglesias de la “Iglesia viva”, que celebró la “renovación”. La GPU hace presión sobre los herederos del Patriarca Tikhon y todos los sacerdotes que lo siguen. En 1928, a pesar de la declaración del Metropolitano Sergio, las persecuciones se intensifican.
CUARTA OLA (1929-1933).
“Deskulakización” y colectivización
En 1928, las autoridades preparan la deportación masiva de los cristianos de los cuales la mayoría eran ortodoxos en un estilo de vida tradicional y religiosa. El 24 de enero de 1929, el Comité Central del Partido Comunista adoptó un decreto preparado por Kaganovich (Nota del traductor: Lazar Kaganovich Moiseevič, para variar...) y Yaroslavsky: “Medidas de fortalecimiento del trabajo antirreligioso”, que marcó el comienzo de una serie de arrestos en masa de sacerdotes y laicos, y el cierre de iglesias.
La persecución comenzó en 1929 y duró hasta 1933. Muchos sacerdotes fueron detenidos en ese momento y enviados a los campos, muchos aceptaron morir sufriendo el martirio. Para el período 1929-1933, hubo cerca de 60,000 detenciones y 5,000 ejecuciones de sacerdotes.

En una entrevista del 2 de febrero de 1930 al Metropolita Sergio, representante interino del Patriarca, se puede leer que “no hay persecución contra la Iglesia”.
El 5 de diciembre de 1931, la Iglesia de Cristo Salvador, construida entre 1837 y 1883 con el dinero del pueblo ruso, en memoria de la victoria del 1812 contra el ejército de Napoleón (Nota del traductor: después de haber sido despojada de todo, las decoraciones eran utilizado para construir estaciones de metro) fue volada con dinamita. En su lugar se planificó la construcción del Palacio de los Soviets, pero los cimientos no dejaron de hundirse (mientras que la Iglesia de Cristo el Salvador no había tenido este problema). Se decidió planificar una piscina, donde muchos bañistas se han ahogado.[1]
En 1935, el Comité Central trazó las conclusiones de la campaña anti-religiosa llevada a cabo en años anteriores. En uno de estos documentos los perseguidores se ven obligados a reconocer la inmensa fuerza de la Iglesia ortodoxa rusa que le había permitido, a pesar de la continua opresión del gobierno, detenciones, ejecuciones, el cierre de iglesias y monasterios, la colectivización que tenía suprimido una parte importante de los laicos activos, retener la mitad de sus parroquias.
A pesar de la persecución ―comparable, por su intensidad―, a la de 1922, en el momento del censo de 1937, un tercio de la población de la ciudad y dos tercios de la población rural se declara ortodoxa, es decir, la mitad de la población de la URSS.
QUINTO OLA (1937-1938).
Los años del terror. Tratar de suprimir a todos los creyentes (incluso los renovacionistas).
En este documento, el revés para el establecimiento del socialismo ateo en el país quedó claro para Stalin. Se hizo evidente que, si hubiera iniciado una nueva persecución, sangrienta e implacable, y una guerra sin precedentes contra el pueblo, no debía de llevar a los insubordinados a los campos ni a los trabajos forzados, sino a los juicios de ejecución y la muerte. Así comenzó una persecución de un nuevo tipo, que tendría que romper físicamente la ortodoxia.
De acuerdo con cifras de la Comisión para la rehabilitación de las víctimas de la represión de 1937, 136,900 sacerdotes ortodoxos fueron detenidos, de los cuales 85,300 fueron asesinados. En 1938, 28,300 fueron detenidos, de los cuales 21,500 fueron fusilados. En 1939, 1,500 de los cuales 900 fueron fusilados. En 1940, 5,100 fueron detenidos, de los cuales 1,100 fueron fusilados. En 1941, 4,000 fueron detenidos, de los cuales 1,900 fueron fusilados. El 10 de octubre de 1937, el Metropolitano Pedro, patriarca interino, fue asesinado después de 8 años de prisión en régimen de aislamiento.
Después de dos años de persecución, 1937-1938, de las 25,000 iglesias en la Rusia soviética, no quedaban más que 1,277. 1,744 iglesias se encontraban en el territorio de la Unión Soviética después de la anexión de los territorios del oeste de Ucrania, Bielorrusia y el Báltico. En 1937, el presidente de la Unión de Ateos militantes, Em. Yaroslavsky anunció que no había más monasterios en el país.
Podemos decir con certeza que las persecuciones, que afectaron a la Iglesia ortodoxa rusa a finales de los años treinta fueron excepcionales por su alcance y su crueldad, no sólo en la historia de la Iglesia ortodoxa rusa, sino en la historia del mundo. En 1938, el gobierno soviético puso fin a un período de veinte años de persecución, después del cual el resultado de este proceso de destrucción era irreversible. Si las iglesias que habían sido destruidas o convertidas en almacenes en el futuro podrían haber sido reconstruido o restaurado, cientos de obispos, decenas de miles de sacerdotes y cientos de miles de laicos habían sido asesinados y esta pérdida fue irreparable. Las consecuencias de estas persecuciones se siguen sintiendo hoy. La ejecución de una cantidad innumerable de obispos, pastores letrados y sabios, y los ascetas, echaron a andar el desmoronamiento del nivel moral de la sociedad. Se quitó al pueblo la sal que lo había “salado” en una situación de alarmante descomposición. Sin embargo, las autoridades no tenían intención de detener el proceso de cierre de las iglesias. Continuó y nadie sabe hasta dónde habría llegado si la Segunda Guerra Mundial no hubiera estallado.
SEXTA OLA (1939-1952).
Segunda Guerra Mundial. Las persecuciones en las regiones anexadas y liberadas.
En 1939, todos los monasterios habían sido cerrados (en 1917 eran más de un millar), así como más de 60,000 iglesias. Los oficios no se celebraban más que en un centenar de iglesias. En 1939-1940, el Báltico fue anexado a la Unión Soviética, así como las regiones occidentales de Ucrania y Bielorrusia, el norte de Bucovina y Besarabia. La URSS contó así nuevamente de una gran cantidad de iglesias y monasterios ortodoxos.
El 22 de junio de 1941, Alemania declaró la guerra a la URSS. Sin embargo, ni el inicio de la guerra, ni la derrota de los primeros meses, ni la pérdida de grandes territorios en favor del enemigo, cambiaron la actitud hostil del gobierno hacia la Iglesia ortodoxa rusa y no llevaron a las autoridades a poner fin a las persecuciones. Las autoridades no modificaron su posición cuando se enteraron de que los alemanes habían permitido la reapertura de 3,732 iglesias en los territorios ocupados, es decir, más de la totalidad de la URSS.
El 4 de septiembre de 1943, Stalin se reunió con el Metropolitano Sergio, Patriarca interino y los metropolitanos Alexis y Nicholas (N.d.T: Simplemente no lo encarcelaron, pero estaba bajo arresto domiciliario). Cuatro días más tarde, se reunió con el consejo de obispos y el Metropolitano Sergio fue elevado al rango de patriarca. Se permitió a la Iglesia a abrir seminarios, publicar revistas, etc. Sin embargo, durante la duración de la Segunda Guerra Mundial, las detenciones de sacerdotes continuaron. En 1943, se detuvo a más de un millar de sacerdotes ortodoxos, de los cuales 500 fueron fusilados. En 1944-1946, más de 100 personas fueron condenadas a muerte.
De acuerdo con el informe del Consejo de Asuntos de la Iglesia ortodoxa rusa de 1946, “al 1° de enero de 1947, 13,813 iglesias ortodoxas y casas de oración estaban activas”. En una nota explicativa, dos años más tarde: “El 1° de enero de 1948, había en la URSS 14,329 iglesias y casas de oración activas”; y “...El número de iglesias en la República Socialista Soviética de Ucrania representa el 78.3% del número total en 1914 en comparación con el 5.4% de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia.
Después de la guerra hubo estallidos de represión. De acuerdo con el reporte del ministro MGB Abakumov, “del 1° de enero de 1947 al 1° de junio de 1948, 679 sacerdotes ortodoxos fueron detenidos por actividades subversivas”. De acuerdo al informe del Gulag, al 1° de octubre de 1949, había 3,523 sacerdotes en todos los campos.
En octubre de 1948, el Presidente del Consejo de los asuntos de la Iglesia ortodoxa rusa solicitó al patriarca Alejo que “imaginara una serie de condiciones que limitaban la actividad de la Iglesia en sus templos y sus parroquias”. Los numerosos intentos del primer jerarca de reunirse con Stalin terminaron en una derrota. Lo que se le había permitido a la Iglesia como parte de sus actividades se consideró prohibido: las procesiones ―a excepción de la Pascua―, los viajes de los clérigos a las localidades para visitar a sus fieles, y fue prohibido a los sacerdotes el cuidado de más iglesias (sabiendo que una iglesia sin sacerdote era amenazada de ser cerrada). Las autoridades modificaron, sin detenerla, la forma de las persecuciones llevadas a cabo contra la Iglesia. En 1951, el impuesto a las parroquias fue aumentado: se exigió el pago de este impuesto para los dos años anteriores.
El proceso de cierre de iglesias continuó. Al 1° de enero de 1952 fueron 13,786 iglesias, de las cuales 120 no estaban en actividad, ya que eran utilizadas como graneros. En la región de Kursk, con motivo de la cosecha, 40 iglesias estaban llenas de grano. El número de sacerdotes y diáconos se redujo a 12,254. Quedaban 62 monasterios, pero 8 fueron cerrados en 1951.
LAS PERSECUCIONES DE JRUSHCHOV
La asfixia de la Iglesia y la persecución de los creyentes.
El 7 de julio de 1954 por órdenes de Jrushchov, se preparó la decisión del Comité Central sobre “Las grandes lagunas en la propaganda científica ateísta y las medidas necesarias para mejorarla”. Se criticaba la política llevada a cabo por Stalin contra la Iglesia. Una propaganda ateísta masiva comenzó, con nuevas persecuciones contra la Iglesia.
Fue descargado un golpe contra las instituciones educativas religiosas. En 1958, los 8 seminarios y las 2 academias contaban con 1,200 estudiantes, sin contar los 500 oyentes libres. Las autoridades tomaron medidas muy fuertes para evitar que los jóvenes entraran en las instituciones religiosas. En octubre de 1962, el Consejo de los asuntos de la Iglesia ortodoxa rusa anunció al Comité Central que de los 560 jóvenes que solicitaban la admisión a los seminarios en 1961-62, 490 retiraron su solicitud, lo que daba testimonio de un “trabajo personalizado” con ellos. Muchos seminarios fueron cerrados (Kiev, Saratov, Stavropol, Minsk, Volyn). En el otoño de 1964, el número de estudiantes había disminuido en más de la mitad en comparación con 1958. 411 personas estudiaban en 3 seminarios y 2 academias, con 334 oyentes libres.
Al ver el giro que tomó esta nueva ola de persecución, EL Patriarca Alexei trató de reunirse con el Primer Secretario del Comité Central, N. S. Jrushchov, para discutir los problemas de la relación entre la Iglesia y el Estado, pero este intento terminó en un fracaso.
En 1959, las autoridades suprimieron de las listas a 364 comunidades ortodoxas. En 1960: 1,398. En 1961, 1,390. En 1962, 1,585.
En 1961, bajo la presión de las autoridades, el Santo Sínodo aprobó el decreto sobre “Medidas para fortalecer la vida parroquial”, que posteriormente fue aceptado por el Consejo Episcopal.[2] En la práctica, la aplicación de estas reformas llevó a la expulsión del párroco de la dirección de las actividades parroquiales. Los constructores de los templos se convirtieron en los líderes de la vida práctica de las parroquias, y el reclutamiento de esta función necesariamente debe ser aceptado por los comités locales soviéticos.
En 1962, se instituyó un control estricto de los sacramentos del bautismo, el matrimonio y los funerales. Estos tuvieron que ser inscrito en el registro de apellidos, datos del pasaporte y la dirección de los participantes, lo que llevó a su persecución.
En agosto de 1962, el Consejo de los asuntos de la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Comité Central anunció que a partir de enero de 1960, el número de iglesias había caído más de un 30%, y había 2.5 veces menos monasterios, mientras que el número de denuncias contra las autoridades locales habían aumentado. En muchos casos, los fieles resistieron a la autoridad. En la ciudad de Klintsy en la región de Briansk, una multitud de mil personas evitó la eliminación de las cruces de una iglesia cerrada poco antes. Se llamó a los “druzinnik” (N.d.T: Milicianos del partido) para calmar a la multitud con un destacamento militar armado con metralletas. Durante el intento de cerrar la lavra de Pochaev, gracias a su tenaz resistencia, los monjes y los fieles fueron capaces de evitar el cierre del convento.[3] El 6 de julio de 1962, aparecieron dos decisiones del Comité Central, solicitando la introducción de medidas drásticas para evitar la difusión de ideas religiosas entre los niños y los jóvenes. Se propuso privar a los padres del derecho sobre sus hijos de educarlos en un espíritu religioso. Se convocó a los padres en las escuelas y estaciones de policía, exigiendo de ellos que no llevaran a sus hijos a la iglesia, amenazando con encarcelarlos.
Durante los primeros 8 meses de 1963, 310 comunidades ortodoxas fueron expulsadas de la lista. El mismo año, la lavra de las Cuevas de Kiev se cerró. Entre 1961 y 1964, 1,234 personas fueron juzgadas por motivos religiosos, y condenadas a diversas penas o deportadas.
El 1° de enero de 1966, la Iglesia ortodoxa rusa tenía sólo 7,523 iglesias y 16 monasterios.
En 1971, el número de parroquias se redujo a 7.274.
En 1967, la Iglesia ortodoxa rusa tenía 6,694 sacerdotes y 653 diáconos. En 1971 sólo había 6,234 sacerdotes y 618 diáconos.
A principios del siglo XX la Iglesia ortodoxa rusa tenía 2,500 santos, entre ellos 450 santos rusos. Los santos mártires y confesores aportados por la Iglesia Rusa en el siglo XX se cuentan en decenas de miles. En enero de 2004, la Iglesia ortodoxa rusa ha proclamado 1,420 canonizaciones de nuevos mártires y confesores. Su número aumenta con cada reunión del Santo Sínodo. Así, la Iglesia ortodoxa rusa se ha convertido en la Iglesia de los nuevos mártires rusos.
A finales del siglo II, se atribuyeron estas palabras al apologeta cristiano Tertuliano: “La sangre de los mártires es semilla del cristianismo”. ¡El siglo XX ha derramado abundantemente esta semilla sobre la tierra rusa, que recibirá la gracia al céntuplo!


[1] Los creyentes, que sabían bien lo que había antes, se cuidaron de usar aquella piscina y continuaron haciendo la señal de la cruz al pasar por enfrente, de acuerdo con el uso ortodoxo, como si aún hubiera una iglesia, hasta su reconstrucción, tal y como era, del 1990 al 2000. LINK:
https://it.wikipedia.org/wiki/Cattedrale_di_Cristo_Salvatore_(Mosca). Recomendado por Sor María Donadeo, fui a ver con mis propios ojos ―permaneciendo largo rato sentado en la calle― a las personas que pasaban por delante de la piscina y hacían la señal de la cruz, sin siquiera voltear, hasta que ya no pude contener las lágrimas por la emoción de ver esa escena en 1987. Todavía tengo las imágenes.
[2] El patriarca Pimen, cuya elección, como todas las demás, fue impuesta por el régimen, y que había sobrevivido a 12 años en el Gulag y otros de arresto domiciliario como laico, en el momento de la firma de esta medida impuesta estaba enfermo.
[3] Cfr. M. Blondet, Yo soy un archimandrita soviético. LINK: http://www.maurizioblondet.it/un-archimandrita-sovietico/

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