jueves, 23 de febrero de 2017

Declararse "perplejo" es el primer paso hacia la verdad



Entrevista con Lucien Cerise: "La Eliminación de las Diferencias Fundadoras Está Borrando los Límites, Todos los Límites" (i)

Katehon                                                                               22-Nov-16
FUENTE: http://katehon.com/es/article/entrevista-con-lucien-cerise-la-eliminacion-de-las-diferencias-fundadoras-esta-borrando-los


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¿Puede presentarse en unas pocas líneas?
Viniendo de la extrema izquierda del tablero político, yo voté "No" en 2005 en el referéndum sobre el tratado que establece una Constitución para Europa, como el 55% de los votantes. Cuando veo en los años 2006 y 2007 lo que el poder hace del escrutinio, me decidí a participar en los movimientos anti-UE y antimundialistas, por lo tanto nacionalistas, separatistas y localistas. La autogestión significa para mi "libertad de los pueblos a la libre determinación" y "soberanía" en todos los sentidos de la palabra: alimentaria, energética, económica, política y cognitiva. Con el tiempo y las reuniones, me doy cuenta de que la división política derecha/izquierda es de hecho totalmente falsa y que la única diferencia a considerar es entre la vida y la muerte.

En el año 2010, publica Gobernar por el caos: Ingeniería social y mundialización en Max Milo. ¿Puede volver sobre el origen de su pensamiento y su opción de guardar el anonimato?
El origen es múltiple. En primer lugar, al igual que muchas personas, he observado en nuestros líderes políticos, económicos y mediáticos, tal cantidad de errores y tal persistencia en el error que llevó a preguntarme si no lo hacían a propósito. En Occidente, los resultados catastróficos de las direcciones tomadas durante décadas son evidentes a corto plazo, si bien no se puede encontrar ninguna excusa. Esta falta de sentido común es preocupante. Esto induce una fuerte sensación de malestar, que puede convertirse en una depresión más o menos latente, que fue mi condición durante mucho tiempo. Salí poco a poco, pero algunos elementos fueron más decisivos que otros para hacerme comprender lo que realmente está sucediendo y el origen de este malestar.
La lectura de La Estrategia del shock, de Naomi Klein, fue un shock, exactamente. Al fin entendemos para qué sirven lo que podríamos llamar "errores voluntarios" de nuestros líderes. En un primer momento se atribuyen sus errores a la estupidez o a la rapacidad ciega. En realidad, estos errores deliberados obedecen a un método general bastante racional y controlado, desarrollado a largo plazo y que valora positivamente el papel de la destrucción. La Estrategia del shock aborda por primera vez en un libro para el gran público en general esta doctrina de la destrucción positiva, que es el corazón del capitalismo desde el siglo XVIII y reposa sobre crisis causadas y recuperadas. Klein hace una puesta en paralelo con los métodos de tortura y reacondicionamiento mental del tipo MK-Ultra, que proceden de la misma inspiración: destruir lo que no podemos controlar, para reconstruirlo de una forma más "racional" y sometida.
En 2003 también había realizado investigaciones sobre el grupo de asesores ultrasionista que rodeaba a George W. Bush, los llamados neoconservadores. Me sumergí en sus publicaciones, A Clean Break [«A Clean Break: A New Strategy for Securing the Realm»], PNAC [Project for the New American Century], así como en su gurú, Leo Strauss, que me hizo volver a Maquiavelo y Kojève, y un acercamiento a la política que no desdeña el Führerprinzip de Carl Schmitt, el Estado-total tan querido para Hegel, o hacer uso de "medios extraordinarios", según el bello eufemismo del autor de El Príncipe. A partir de ahí fui a ver un lado de la sinarquía con Lacroix-Riz, a continuación, amplié mi estudio a todos estos clubes, grupos de influencia, sociedades secretas y discretas que rara vez aparecen en los organigramas oficiales del poder.
Por otra parte, a lo largo de los años he estado en contacto de dos maneras diferentes con el mundo de la consultoría en sus diversas ramas: gestión, marketing, inteligencia artificial, memética, ingeniería social, cibernética, etc. Conocí a personas que eran ellos mismos consultores profesionales, pero también vi el otro lado de la valla, porque he sufrido en mi lugar de trabajo métodos de gestión negativos, del mismo tipo que los utilizados en France Télécom. Esto me llevó a convertirme en representante de un sindicato en el Comité de higiene, seguridad y condiciones de trabajo (CHSCT). Me especialicé en las cuestiones de "sufrimiento en el trabajo", de "burn-out" y de "acoso moral" (cf. Hirigoyen, Dejours, Gaulejac).
Al mismo tiempo, también comencé a interesarme muy seriamente en el universo de la información, del lobbying, de la influencia y de la guerra cognitiva, debido a que pensaba reorientar mi carrera (Escuela de Guerra económica, DGSE [Direction Générale de la Sécurité Extérieure ], etc.). A lo largo de este período, he conocido a gente y leído publicaciones que me han enseñado mucho acerca de los métodos de trabajo de los manipuladores profesionales, ya sea en los negocios, la política o la táctica militar, debido a que las mismas técnicas y conceptos se encuentran allí: storytelling, gestión de las percepciones, operaciones psicológicas (PSYOPS), ataques de falsa bandera, etc.
En la década del 2000 también había explorado el camino del transhumanismo y el posthumanismo. Me adherí sinceramente, por decepción de lo esencialmente humano, antes de comprender que esto era un callejón sin salida evolutivo. Mi formación académica, que se inició en la filosofía y continuó en las humanidades y las ciencias sociales, en particular en la comunicación y la semiótica, me dio las herramientas conceptuales para sintetizar todo. Así que de vuelta a la pregunta: "¿Nuestros líderes cometen tantos errores deliberadamente?", después de su verificación, puedo confirmar que sí, y que obedece incluso a una metodología extremadamente rigurosa y disciplinada.
Hay una verdadera ciencia de la destrucción metódica, basada en un arte del cambio provocado, que es el término genérico de "ingeniería social" (posteriormente introduje una diferencia entre dos formas de ingeniería social, pero volveremos más adelante sobre esto).
¿Por qué en el anonimato? Y añado una pregunta: ¿por qué estoy tratando de aparecer más o menos en estos días? Para ser honesto, me encuentro atrapado en un dilema. No tengo ningún deseo de existir mediáticamente o de ser famoso. Una de mis máximas personales es "Para vivir feliz, vive oculto". Prefiero ser invisible que visible. Al mismo tiempo, cuando se desea distribuir información, uno se ve obligado a exponerse un mínimo. Pero lo que realmente quiero es difundir la información contenida en Gobernar por el caos (GPLC), u otras publicaciones que no son necesariamente mías. No veo a nadie que lo haga, entonces allá voy. Creo que es indispensable difundir lo más ampliamente posible los métodos de trabajo del Poder. Tengo un lema para esto: democratizar la cultura de la información.
Otra razón para el anonimato es respetar el carácter colectivo, o colegial, de GPLC. Varias personas participaron más o menos directamente en su existencia: inspiración, redacción, mediatización, etc. He reconocido ser el principal redactor, pero sin la ayuda de los demás, este texto no existiría en su forma final.

¿Qué opinas de la producción del "Comité Invisible" y de la revista Tiqqun? ¿El asunto de Tarnac marcaría una etapa más en la manipulación de las mentes y en la represión del Sistema contra los disidentes?
He leído todo lo que pude encontrar de este movimiento situacionista extremadamente estimulante. Sus letras ofrecen una mezcla extraña de anarquismo de derecha, vagamente dandi y reaccionario, al modo de Baudelaire y Debord, con un romanticismo de extrema o ultra izquierda a veces idealista e ingenuo. Todo suena muy rimbaldiano. La vida de Rimbaud, como la de un Nerval o Kerouac, combina las tendencias contradictorias: el ansia de viajar del nómada cosmopolita con la nostalgia por un retorno a lo real y una tierra concreta en la que enraizarse; pero también una sed de acción inmanente y revolucionaria coexiste con un desprecio de todo compromiso en el mundo y la huida a cualquier otro lugar imaginado como más auténtico. Una constante de este "topos" literario es que el extranjero se percibe como superior al local. Esto puede conducir a una especie de masoquismo identitario [masoquismo si el sujeto es “local”; porque si es extranjero, sería una especie de supremacismo], un odio o fatiga de sí mismo que lleve a rechazar todo lo que se es en tanto forma conocida, mayoritaria e institucional, a favor de las minorías o de marginados, si posiblemente proceden de otros lugares [en el rancho le llaman «malinchismo»]. Hay un tipo de fe religiosa en las "minorías", de las cuales vendría la Salvación, creencia mantenida por muchos ideólogos del Sistema, de Deleuze y Guattari a Toni Negri y Michael Hardt, a través de la retórica de "oportunidades para Francia". En L'Insurrection qui vient [La Insurrección que llega], los lumpen-proletarios que animan los disturbios de los suburbios en 2005 son idealizados de forma bastante inmadura (y aparentemente sin darse cuenta de que los agitadores pertenecientes a los servicios especiales extranjeros, entre ellos Israel y Argelia, [¡gran casualidad!] se habían deslizado entre los alborotadores).
Para centrarnos en el corpus de textos en cuestión, hoy solo me quedo con lo mejor, el lado "anarca de derecha", es decir, una crítica radical y profunda del Capital, del Consumo y del Espectáculo, pero todavía irrecuperable para la izquierda capitalista, libertaria, boba, con dinero, societal, bien-pensante y "políticamente correcta". De Tiqqun, tomo sobretodo la "Théorie de la Jeune-Fille" texto absolutamente genial y muy divertido. Hay referencias al historiador de la publicidad Stuart Ewen, cuya investigación muestra cómo el feminismo y la cultura juvenil en la década de 1920 fueron las herramientas del capitalismo y de la sociedad de consumo emergente en los EE.UU.
Además, he trabajado mucho la cuestión de la relación entre lo visible y lo invisible. He "bebido" mucho de la fenomenología durante mis estudios de filosofía, como toda la gente de mi generación: Husserl, Heidegger, Merleau-Ponty, Michel Henry, etc. Esta dialéctica visible/invisible también se cruza con el par de "ver y ser visto" de las teorías de la vigilancia, de Jeremy Bentham a Foucault, y también se hace eco del campo léxico del situacionismo. Y aquí se vuelve al mundo del Comité Invisible.
Sobre el asunto Tarnac propiamente dicho. Sucede que me encontré con algunas personas de este movimiento en varias ocasiones, sin ser jamás parte directamente de su libreta de direcciones. Yo me movía en un ambiente cercano, en las mismas redes y la misma nebulosa en los años 2000-2005, entre las sentadas, revistas, y colectivos de la Universidad de París 8 (Vincennes / Saint-Denis). Así que me sentí llevado por el asunto Tarnac, cuya única ventaja ha sido hacer avanzar la crítica de la criminología, sobre todo en su forma actuarial.

La ciencia actuarial consiste en calcular el peligro potencial y tomar las medidas oportunas. Sobre este tema, uno debe leer en especial Bernard Harcourt, incluyendo el siguiente extracto de una entrevista sobre el tema:
«La peligrosidad, escribió hace más de 25 años Robert Castel en un libro profético titulado La gestión de riesgos; la peligrosidad, escribió, es esta noción misteriosa, calidad inmanente en un sujeto pero cuya existencia sigue siendo aleatoria ya que la evidencia objetiva nunca se da como consecuencia de su realización. El diagnóstico que se establece es el resultado de un cálculo de probabilidad; el peligro no es el resultado de una evaluación clínica personalizada, sino un cálculo estadístico que traspasa a los comportamientos humanos los métodos desarrollados por los seguros para calcular los riesgos. Por lo tanto, una nueva ciencia (y recordar esta palabra): la ciencia actuarial».
Globalmente, la presunción de inocencia se invierte a presunción de culpabilidad. Ya no es el fiscal quien tiene que demostrar que es usted culpable, es usted quien tiene que demostrar que es inocente. Su "peligrosidad evaluada" y su "potencial criminal" bastan para desencadenar la máquina judicial y hacer que se le echen encima el GIGN [Groupe d'intervention de la Gendarmerie nationale] o la RAID [Recherche, assistance, intervention, dissuasion]. La "amenaza terrorista", de la que Julien Coupat y sus amigos fueron acusados, se ajusta por completo en este dispositivo que penaliza casi a cualquier persona que no piensa "correctamente", como un Varg Vikernes, el noruego que se estableció en un pueblo de Corrèze con su mujer y niños y fue acusado de ser sospechoso de "nazismo".
La acusación puramente mediática autoriza a veces al Poder a matar de forma arbitraria y sin juicio, como hemos visto con Mohamed Merah, que nunca fue identificado legal y formalmente como el autor de los asesinatos de Toulouse, pero sin embargo, fue de hecho asesinado [¿y el derecho? apá]. En un estado de derecho, la culpabilidad de un acusado surge en un juicio justo y de confrontación durante el cual se proporcionan las pruebas de la culpabilidad si es que existen. Parece que esto se ha convertido en superfluo en cuanto al tratamiento de los presuntos "islamistas", ya sea en Francia o en Guantánamo. Para todos aquellos que hayan sido asesinados durante su detención, nunca sabremos si fueron culpables en el mundo real, ¡y no sólo en el mundo mediático!.
En la serie de montajes político-mediáticos para aterrorizar a la población, se pasó rápidamente por el caso Clément Méric, cuyo objetivo parecía ser una "amenaza fascista" que emanaba de una "derecha radical" sin embargo, muy tranquila. Y para volver a Tarnac, si el montaje se vino abajo rápidamente es debido a que los inculpados disponían de apoyo en la intelectualidad parisina; sin ello, es difícil apostar porque pasasen a la posteridad como terroristas probados de ultraizquierda. La pesadilla de ciencia ficción imaginada por Philip K. Dick y adaptada al cine en Minority Report se ha convertido en realidad. Pensemos también en la verdadera obra maestra de Terry Gilliam, Brazil.

Para usted, el control de las masas ha cambiado con la aparición de la ingeniería social. ¿Qué abarca este término según usted?
Existen varias definiciones de la ingeniería social. Se pueden encontrar pulsando en Google. Algunas universidades ofrecen un título estatal de ingeniería social (DEIS) [Diplôme d'État d'Ingénierie Sociale] y dan algunas descripciones en sus sitios web. También hay numerosas publicaciones, artículos acerca de la seguridad informática, literatura gris, manuales de sociología y de gestión, las secciones de enciclopedias, etc.
Propongo la siguiente síntesis de todas estas definiciones: la ingeniería social es la modificación planificada del comportamiento humano.
Es difícil establecer una fecha precisa para la aparición del término. Sin embargo, la intuición que está detrás, en torno a la mecanización de la existencia, probablemente se remonta a la aparición de las primeras ciudades en Mesopotamia y en el Egipto faraónico, hacia el 3000 a.C. Creo que los primeros centros urbanos congregan varios miles de personas en una estructura diferenciada y sin embargo relativamente unificada bajo un solo nombre que define los contornos.
La escala de la aldea y la artesanía no es suficiente para percibir la existencia como un mecanismo. La transición de sedentarios rurales a sedentarios urbanos ha dado lugar a la primera representación de los grupos humanos como objetos autómatas, o al menos como automatizables en cierta medida. Adoptando el punto de vista dominante de lo que fue una de los primeras oligarquías de Oriente Medio, una ciudad se puede parecer bastante a una gran máquina: un reloj, o una computadora, corriendo el riesgo del anacronismo. Cuando los intelectuales de la época, es decir, los sacerdotes, han tenido ante sus ojos las primeras ciudades, por lo tanto los primeros mecanismos de las organizaciones humanas complejas, la idea del control y la previsibilidad de estos mecanismos ha brotado necesariamente en ellos. Siglos más tarde, Platón acuñó el término cibernética, o el arte del pilotar. La alquimia y la masonería son las herederas espirituales de estas primeras observaciones, con sus metáforas fisicistas y arquitectónicas recurrentes.
El hilo conductor de esta tradición racionalista en la política es la reducción de la incertidumbre, que es el objetivo de cualquier administrador de sistema. Cuando se trata de un sistema vivo, este objetivo puede tener efectos esclerosantes y asesinos. No estoy lejos de compartir los puntos de vista radicales de Francis Cousin, ¡que nuestros problemas comenzaron en el neolítico!
Sin embargo, no hay necesidad de volver a los cazadores-recolectores para encontrar el "paraíso perdido". La escala rural y aldeana, incluso la pequeña aglomeración urbana, me parecen suficientes para la reubicación satisfactoria de autogestión que evita ciertas patologías del mando a distancia. La novedad en el siglo XX viene de que se pasa de un control social por el orden a un control social por el desorden. El orden por el caos.
Hago remontar el proyecto concreto de la gobernanza por el caos a la invención del "capitalismo revolucionario" entre 1750 y 1800, es decir, un capitalismo que provoca revoluciones para hacer avanzar su agenda. Sin embargo, hubo que esperar hasta los años de 1960 para producir el consentimiento total de las masas al capitalismo introduciéndose en las costumbres bajo los términos "libertarismo" o "emancipación de las minorías".
En Francia, el evento fundador de la completa captura de las masas por el capital y su gobernanza por el caos fue Mayo del 68. Es necesario ver el documental Das Netz, de Lutz Dammbeck, que hace la unión entre el control social de los proyectos de la cibernética en la década de 1950 y la aparición una década más tarde de la contra-cultura pop anglosajona, como por casualidad. Existen pruebas de que la contra-cultura era un instrumento del Capital para producir entropía social. Se piensa en la financiación de Pollock por la CIA, o en lo que cuenta Mathias Cardet en L'Effroyable Imposture du Rap [La terrible impostura del Rap].
A partir de los años 60, por lo tanto, una ideología dominante basada en los principios de la anarquía, el individualismo, la anomia, el hedonismo y el "goce sin trabas" es difundida en todo el ámbito de la cultura occidental, preparando el tsunami de patologías mentales y sociales que nos agobia desde la década de 1980: depresión, oleadas de suicidio, violencia doméstica, epidemia de abortos de confort, niño-rey hiperactivo, delincuencia juvenil, drogadicción, criminalidad sociópata, obesidad, cáncer, «cables cruzados» diversos que terminan en baño de sangre, etc.
Esta ideología dominante individualista y anárquica, incluso acéfala, común a la izquierda libertaria y a la derecha liberal, no tiene más que un objetivo: aumentar la entropía, es decir, el desorden y el desequilibrio en los grupos humanos, para dislocar, atomizar y mejorar la sumisión de las masas, haciéndoles imposible la auto-organización. Divide y vencerás. Empujar a las masas a "jugar solos", educarlos "cada uno para sí" para frenar la fuerza de los colectivos. Así, despolitizar. En efecto, el acto de fundación del fenómeno político es someter la libertad individual al interés colectivo. Mediante la inversión de las prioridades por el sacrificio del interés colectivo en aras de la sacrosanta libertad individual, la ingeniería social del Capital y de las parálisis socava cualquier capacidad de organización concreta. Como se ve, el capitalismo controla las masas por el trastorno. El verdadero anticapitalismo es por tanto el orden. La rebelión, la disidencia, la resistencia, la subversión, es el orden.
[Continuará]


Lucien Cerise es autor de Gouverner par le chaos [«Gobernar Por El Caos»], Oliganarchy [«Oliganarquía»], y Neuro-pirates – Réflexions sur l'ingénierie sociale «Neuro-Piratas: Reflexiones sobre la Ingeniería Social»
Versión revisada preparada por Égalité & Réconciliation del texto publicado en Rébellion, n° 58 de marzo / abril de 2013.

Para leer más:
– Neuro-pirates – Reflexions sur l’ingénierie sociale, de Lucien Cerise, ediciones Kontre Kulture, 2016, 450 páginas – 22 euros.
– El número 66 de la revista Rébellion contiene un importante dossier de Lucien Cerise sobre la ingeniería social (5 euros – Rébellion c/o RSE BP 62124 31020 Toulouse cedex 02).

(Traducción de Antonio Muñoz).
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