jueves, 2 de marzo de 2017

¡Ya era hora!... desde hace varias décadas



La Parcialidad de los Medios Occidentales Está Resultando Bastante Obvia para Todos

Por Martin Berger                                                                           15-Feb-17
FUENTE: http://journal-neo.org/2017/02/15/western-media-bias-is-getting-obvious-to-pretty-much-everyone/



El texto [en rojo] NO aparece en el original y fue agregado por el equipo de traducción]

Finalmente la sociedad estadounidense comienza a madurar, lo cual se manifiesta no sólo en el rechazo de la riada de mentiras que los periodistas occidentales están transmitiendo, sino también en la actual lucha contra el sesgo corporativo de los medios.

Esto se ha hecho notar en una encuesta de SurveyUSA, que preguntó a 1,207 votantes registrados en Febrero respecto a su opinión de ciertos canales noticiosos. Es curioso que sólo el 17% de los votantes tuvieron una opinión muy favorable de CNN, mientras que no más del 14% de los votantes tuvieron una opinión favorable del New York Times. The Washington Post y MSNBC en forma similar fueron vistos muy favorablemente por menos de un 15% de los votantes. Otro descubrimiento que, hasta cierto grado, permitio a Trump asegurar su victoria fue que Fox News fuera el canal con el mayor favor en la encuesta, pero solamente con 21%.
A su vez, la encuesta de Emerson College realizada aproximadamente al mismo tiempo mostró que 91% de los republicanos creían que los medios noticiosos no son veraces. Es curioso que por primera vez en largo tiempo mientras que las opiniones del público en general parezcan estar sintonizadas con la posición del actual presidente de USA, quien repetidamente ha criticado al New York Times, al Washington Post y CNN por sus mentiras, iniciando así una guerra no declarada contra los medios corporativos.
(La publicación bimestral) The National Interest cree que el mito de USA como un casi angélico encargado de aplicar la justicia, aunque a veces uno inepto, da lugar a mucha molestia, tanto en la prensa como en el reino de la política, puesto que los periodistas se presionan entre sí, y se agrega a la presión de los funcionarios, para sustituir el cuidadoso cálculo con el enojo.
El artículo de The National Interest [en sí misma, una muy dudosa fuente fundada por el neo-conservador Irving Kristol en 1985] también alega que “la mitologización moral también crea una impresión equivocada de lo que son los estados y de lo que son capaces de hacer. Aun el más liberal, democrático y benigno de los estados no está diseñado para la promocion de valores; más bien en lo que destacan, cuando llegan a destacar, es en establecer la seguridad para sí mismos”.
El artículo continúa alegando que “realmente no puede alegarse que la indignación selectiva con la que los medios occidentales a menudo se dan gusto no [sic; pero este “no” invierte el sentido en la frase y la hace contradictoria con el resto del párrafo] sea verdaderamente moral. Hay también una cínica selectividad en la que están involucrados descarados ideólogos y partidarios, que favorecen (o atacan) algunos regímenes represivos  sobre otros”.
El artículo también declara que, “en cada una de las dos pasadas administraciones, el alcance moral del presidente ha excedido con mucho su comprensión práctica conduciendo a derrotas como Iraq y Libia [las únicas derrotas han sido para los iraquíes y para los libios; los agresores ¡vaya que han lucrado saqueando esos países!]. El presidente Trump parece haber aprendido de los errores de sus predecesores [¿errores? las agresiones han sido demasiado lucrativas para que sean “errores”], pero no está claro si lo han hecho sus críticos. Al mismo tiempo, Rusia continúa siendo un objetivo particular por diversas razones, de las cuales no es la menor la residual enemistad de la Guerra Fría que persiste en círculos neoconservadores y entre halcones liberales”.
The National Interest está convencido que la indignación de las fuentes noticiosas occidentales sobre Trump y Rusia es contraproducente [¿intento de tener representación en ambos lados?]. La narrativa de USA de que Putin es el único responsabe por la nueva Guerra Fría depende grandemente de su alegada “agresión” sin motivo contra Ucrania desde 2014 hasta ahora. Al mismo tiempo, la narrativa es sostenida en parte por la casi total ausencia en los principales medios de USA de reportaje sobre lo que está ocurriendo realmente en los territorios controlados por Kiev o los controlados por los rebeldes [sobre esa ausencia, véase el video de la periodista canadiense Eva Bartlett: https://www.youtube.com/watch? v=kr-OP51doSw]. De hecho, las acciones de Putin tanto en Donbass, donde la rebelión nativa estalló contra el derrocamiento del presidente legalmente electo en Kiev hace tres años, y en Crimea, que había sido parte de Rusia por más tiempo que la existencia misma de USA, fue una reacción directa a la campaña de larga duración de Washington y Bruselas para incorporar a Ucrania en la “esfera de influencia” de la OTAN, en sí misma una forma de agresión política.
Si Trump ha de ganar la guerra de la información en el frente interno, habrá una probabilidad real de que veamos caer el nivel sin precedente de desconfianza o paranoia. No hay probabilidad alguna de que fuentes como el New York Times, el Washington Post y CNN recuperen la confianza que perdieron antes de que comiencen a poner las cosas como son.

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