jueves, 14 de junio de 2018

Y sin embargo, una deuda perfectamente cancelable


USA Está en una Mortal Espiral de Deuda

Por F. William Engdahl                                                                02-Jun-18
FUENTE: https://www.globalresearch.ca/america-is-in-a-debt-trap-death-spiral/5642744 



 El texto [en rojo] NO viene en el original y fue agregado por el equipo de traducción. Igualmente lo destacado en amarillo aparece como texto simple en el original.
La economía de USA y sus estructuras financieras nunca se han recuperado de la gran crisis financiera de 2008 a pesar de que han pasado diez años. Poco se ha discutido sobre el hecho de que el Congreso republicano abandonó el año pasado el proceso de recortes presupuestarios obligatorios u orden de embargo automático que se votó en un débil intento de frenar el aumento dramático de la deuda del gobierno de los Estados Unidos. Eso fue simplemente un factor añadido en lo que pronto se reconocerá como una clásica trampa de la deuda. Lo que ahora se avecina no solo sobre la economía de USA sino también sobre el sistema financiero mundial es una crisis que podría significar el final del sistema del dólar posterior a 1944.

Primero algunos antecedentes básicos. Cuando el presidente Nixon, por consejo de Paul Volcker, entonces Srio del Tesoro de USA, anunció el 15-Ago-1971 la terminación unilateral del sistema oro-dólar de Bretton Woods, para reemplazarlo con un dólar flotante, los economistas de Washington y los banqueros de Wall Street se dieron cuenta que el papel único del dólar estadounidense como principal moneda de reserva mantenida por todos los bancos centrales y la moneda para el comercio mundial, especialmente el petróleo, les daba algo que parecía ser un regalo del cielo monetario [eso lo advirtieron desde los Acuerdos de Bretton Woods. La suspensión de convertibilidad del dólar lo que hizo fue reforzar el esquema. Pero la élite que lo impuso sabía que en cualquier momento podía ser repudiado. Por eso hicieron el acuerdo secreto primero con Arabia Saudita y luego con la OPEP para que el petróleo se comercializara exclusivamente en dólares. Puesto que todos los países requerían petróleo, con ese acuerdo se aseguraban que todos los países necesitaran dólares].
Mientras el mundo necesitara dólares estadounidenses, Washington podría tener déficits gubernamentales sin fin. Los  bancos centrales extranjeros, especialmente el Banco de Japón en los 1980s y desde el cambio de siglo, el Banco Popular de China, no tendrían más remedio que reinvertir sus superávits comerciales en valores del Tesoro de USA con calificación AAA. Este sistema perverso de dólares permitió a Washington financiar sus guerras en lugares lejanos como Afganistán o Irak con dinero de otras personas. Durante la administración de George W. Bush, cuando el déficit presupuestario anual de Washington excedía anualmente un billón de dólares, el vicepresidente Dick Cheney cínicamente dijo: "la deuda no importa; Reagan lo demostró". Hasta cierto punto, eso parecía así. Ahora nos estamos acercando peligrosamente a ese "punto" donde la deuda sí importa.

Elevación de la Deuda Federal
En general, hay tres divisiones principales de la deuda medida en la economía de USA: la deuda federal de Washington, la deuda corporativa y la deuda privada de los hogares. Hoy, debido en gran parte a los diez años de bajas tasas de interés históricas tras la mayor crisis financiera de la historia —la crisis de las hipotecas de alto riesgo 2007-2008 que se convirtió en una crisis sistémica mundial después de septiembre de 2008—, los tres sectores se han endeudado como si no existiera mañana debido a las tasas de interés de la Reserva Federal cercanas a cero y sus diversas fuentes cuantitativas. Nada tan radical puede durar para siempre.
Desde que estalló la crisis financiera en 2008, la deuda federal de USA se ha más que duplicado, de $10 billones a más de $ 21 billones en la actualidad. Sin embargo, las condiciones se hicieron manejables por una política de emergencia de la Reserva Federal que se ocupó de la crisis financiera y bancaria mediante la compra de casi $500 mil millones anuales de esa deuda. Gran parte del resto fue comprado por China, Japón e incluso Rusia y Arabia Saudita. Los niveles de deuda adicionales se vieron restringidos por los topes de gastos bipartidistas establecidos en la Ley de Control Presupuestario de 2011 que había mantenido los déficits recientes parcialmente controlados.
Ahora las condiciones de la futura deuda federal de USA y el crecimiento del déficit están pre-programados para una crisis sistémica en los próximos años. 

El Desastre de la ‘Trumponomía’
La economía del Acta de Recorte Fiscal de Trump del 2017, firmada en Diciembre, reduce dramáticamente ciertos impuestos a las corporaciones comerciales del 35% al 21%, pero no los compensa con incrementos de ingresos en otros lados. La promesa es que los impuestos más bajos estimularán el crecimiento económico. Eso es un mito bajo las actuales condiciones económicas y las cargas de deuda pública y privada en general.
En cambio, la nueva ley tributaria, asumiendo condiciones económicas ideales, disminuirá los ingresos esperados en un total de $1 billón en los próximos 10 años. Si la economía entra en una recesión severa, es muy probable que los ingresos fiscales caigan y los déficits explotarán aún más.
Lo que la nueva ley de reducción de impuestos de Trump hará es aumentar drásticamente el tamaño del déficit presupuestario anual de USA. El Comité Asesor de Préstamos del Tesoro espera emisiones de deuda del gobierno de $955 mil millones para 2018, en comparación con $519 mil millones en el año fiscal 2017. Luego, para el año fiscal 2019 y 2020, el déficit superará $1 billón. Para 2028, dentro de diez años, bajo condiciones económicas moderadas, el tamaño de la deuda federal de USA subirá a insostenibles $34 billones desde aproximadamente los $21 billones en la actualidad, y el déficit en 2028 excederá $1.5 billones. Y en este año 2018, con tasas de interés históricamente bajas, solo el costo de intereses sobre la deuda federal total alcanzará los $500 mil millones [~1 millón de dólares/minuto!!, de intereses que forzosamente ALGUIEN está ganando].

Prestatarios zombie... bombas de tiempo
Ahora luego de casi una década de bajas tasas de interés sin precedente para rescatar a Wall Street y crear una nueva inflación en acciones, bonos y vivienda, la Fed está en las primeras primeras etapas de lo que algunos llaman QT o Restricción Cuantitativa. Las tasas de interés están subiendo y lo han estado haciendo en el último año, hasta ahora muy gradualmente ya que la Fed está siendo cautelosa. Sin embargo, la Fed sigue aumentando las tasas, y ahora los Fondos Federales se encuentran en 1.75% después de casi diez años en cero efectivo. Si fueran a detenerse ahora, sería una señal para un pánico en el mercado de que la Fed supiera algo bastante peor de lo que dicen.
Porque nunca en su historia la Reserva Federal se ha entregado a tal experimento monetario con tasas tan bajas durante tanto tiempo, los efectos de la reversión tampoco tendrán precedentes. Al comienzo de la crisis financiera de 2008, las tasas de la Fed estaban en torno al 5%. Eso es a lo que la Fed apunta a volver a la "normalidad". Sin embargo, con el aumento de las tasas de interés, el sector de crédito más bajo, los llamados no-aptos para inversión o “bonos basura”, enfrentan incumplimientos estilo dominó.
La calificadora crediticia Moody's acaba de emitir una advertencia de que, salvo algún tipo de milagro, a medida que aumentan las tasas de interés en USA, hasta el 22% de las corporaciones estadounidenses que se mantienen activas pidiendo prestado a intereses históricamente bajos, no solo en petróleo de esquisto sino  también en la construcción y los servicios públicos, las llamadas corporaciones "zombis", enfrentarán una avalancha de incumplimientos masivos de sus deudas. Moody's escribe que "las bajas tasas de interés y el apetito de los inversores por el rendimiento han empujado a las empresas a emitir montones de deuda que ofrecen niveles comparativamente bajos de protección para los inversores". El informe de Moody's señala algunos números alarmantes: desde 2009, el nivel global las empresas no financieras con calificación basura han aumentado en un 58%, lo que representa $3.7 billones en deuda pendiente, la más alta de la historia. Alrededor del 40%, o $2 billones, tienen una calificación B1 o inferior. Desde 2009, la deuda corporativa estadounidense ha aumentado en un 49%, alcanzando un total récord de $8,8 billones. Gran parte de esa deuda se ha utilizado para financiar recompras de acciones por parte de las empresas para aumentar el precio de sus acciones, la razón principal de la burbuja bursátil sin precedentes de Wall Street.
El 75% del gasto federal es económicamente no-productivo, incluidos el gasto militar, el servicio de la deuda y la seguridad social. A diferencia de la Gran Depresión de la década de los 1930s, cuando los niveles de la deuda federal eran casi nulos, hoy la deuda es del 105% del PIB y subiendo. El gasto en infraestructura económica nacional, incluida la Autoridad del Valle de Tennessee y una red de presas de construcción federal y otra infraestructura dio como resultado el gran auge económico de la década de los 1950s. Gastar $1.5 trillones en un disfuncional programa de aviones caza de combate F-35 no lo hará.
En esta precaria situación, Washington está haciendo todo lo posible para hostigar precisamente a los mismos países que necesita para financiar estos déficits y que compran la deuda estadounidense: China, Rusia e incluso Japón. A medida que los inversores financieros demanden más intereses para invertir en deuda estadounidense, las tasas más altas desencadenarán la avalancha de incumplimientos que advierte Moody's. Éste es el verdadero telón de fondo de las peligrosas acciones de política exterior de USA en el período reciente. A nadie en Washington parece importarle y eso es lo alarmante.

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