jueves, 7 de junio de 2018

China, UE, Canadá, México, más los que se apunten en la semana

¿GUERRA COMERCIAL ENTRE USA Y ALEMANIA? 
Por Oriental Review                        02-Jun-18
FUENTE: https://www.globalresearch.ca/trade-war-between-the-us-and-germany/5637744 



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Trump está ocupado en una guerra comercial no sólo con China, sino también contra muchos de los aliados y socios comerciales más cercanos de USA incluyendo Canadá, México, Corea del Sur, Francia y Alemania.
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El calor ha estado aumentando recientemente en la relación entre USA y Alemania. A pesar de los intentos regulares de Washington por meter en cintura a sus aliados bajo los auspicios de su cooperación como parte de la OTAN y la amenaza inventada de un “enemigo común” representado por Rusia, la economía más grande de Europa está crecientemente irritada con su socio trasatlántico por reforzar sus propias posiciones. La principal razón para esto es de naturaleza puramente económica.
Después de todo, en términos políticos Alemania ha permanecido como un protectorado de USA e incluso un país oficialmente ocupado desde el fin de la 2GM.
Pero en un sentido económico, ha surgido la imagen opuesta —USA es ahora prácticamente una colonia alemana. El déficit comercial de USA con ese país es peligrosamente cercano a los 70,000 mdd/año [bastante exageradito lo de “prácticamente una colonia alemana” porque ¿entonces cómo calificar el déficit comercial con China de ~375,000mdd?], tomando el honroso segundo lugar y persiguiendo de cerca  el desequilibrio comercial de USA con China [¿cómo cerca? el déficit con China es 5.36 veces el déficit con Alemania]. Al presidente Trump no le gusta esa situación y quiere cambiarla [¿no le gusta pagar las importaciones chinas y alemanas con papelitos verdes cuyo costo de impresión es irrisorio?]. Pero, pese a su deseo declarado de proteger USA y los trabajadores estadounidenses con sus acciones, hay todas las razones para sospechar que sus verdaderas metas son perjudicar a los competidores de USA y socavar las posiciones de Berlín [eso resulta mucho más lógico y creíble].
De acuerdo a Gustav Horn, director del Instituto de Política Macroeconómica (IMK, por sus siglas en alemán) ubicado en Dusseldorf, la conducta de Trump respecto al comercio podría empujar a Alemania a la recesión. Y hay bases muy sólidas para estar interesado: aunque el riesgo de recesión fue estimado en 6.8% en Marzo de 2018, apenas un mes más tarde esa probabilidad se ha incrementado a 32.4%, i.e. ¡la probabilidad casi se quintuplicó! Las declaraciones proteccionistas del presidente de USA tienen un profundo impacto en los mercados financieros y en la economía a través de toda Alemania.
El actual período de rápido crecimiento económico de Alemania se ha prolongado durante 5 años. Esta es una buena duración a largo plazo para los estándares de hoy, particularmente si se toman en cuenta los problemas económicos en otros países de Europa. El desempleo en Alemania es ahora tan bajo que las corporaciones y empresas a menudo tienen que declinar pedidos debido a la escasez de mano de obra [por eso A. Merkel ha estado a favor de aumentar los inmigrantes, sean legales o no]. Los recientes máximos logrados en los ingresos fiscales en el gobierno de Angela Merkel también saltan a la mente. Pero la misma fortaleza de la economía exportadora de Alemania puede también resultar una debilidad. El “proteccionista” Trump está muy disgustado con los países que tienen superávit comercial con USA [oiga apá, entonces lo del “libremercado” es nomás de aquí para allá?]. Y Berlín, al que él reclama estar ostensiblemente chupando hasta el tuétano la economía estadounidense, ha sido criticado por él en más de una ocasión, junto con China y Japón.
En Enero de 2017, el Depto de Servicios Financieros del estado de Nueva York multó al Deustsche Bank con 425 mdd por violar las leyes estadounidenses contra el lavado de dinero con un esquema que manejó aproximadamente 10,000 mdd desde Rusia entre 2011 y 2015. El DSF también sermoneó al mayor banco de Alemania con la advertencia: En la red financiera interconectada de hoy, las instituciones financieras globales deben ser siempre vigilantes en la guerra contra el lavado de dinero y otras actividades que pueden contribuir al cibercrimen y al terrorismo internacional”. Esto se entendió que quería decir que el banco había estado operando con clientes que estaban entre los objetivos de sanciones que han sido impuestas debido a los sucesos en Ucrania.
Alrededor de la misma fecha, Trump dio un duro golpe a la industria automotriz alemana. En una entrevista con el periódico alemán Bild, en la que él supuestamente defendió los intereses de los armadores de autos de USA, criticó duramente a BMV, Volkswagen y Daimler por tratar de exportar demasiados autos a USA en lugar de fabricarlos en suelo estadounidense, amenazando a esos fabricantes de autos con un impuesto fronterizo de 35% [¡viva el libre comercio y el libremercado!].
La reacción fue rápida. Volkswagen fue el primero en responder, confirmando su acuerdo con el Depto de Justicia de USA para pagar una multa de 4,300 mdd por el escándalo sobre las emisiones de diesel, así como “medidas adicionales para reforzar el sistema de supervisión”.
Es bastante revelador que Trump escogió la industria automotriz de Alemania para usarla como ejemplo cuando demostró la fuerza de su nueva política proteccionista. No fue solo la propia Alemania la que eligió para su "chivo expiatorio", sino el símbolo mismo del poder económico de ese país —sus fabricantes de automóviles. De hecho, ahora hemos visto cómo Berlín ya no es el socio privilegiado de Estados Unidos en Europa, sino que se ha convertido en su mayor competidor económico, contra el cual se puede declarar una guerra con un resultado predestinado.
Además, vale la pena señalar cómo el asesor de Trump en política comercial, Peter Navarro, en una entrevista en Enero de 2017 con el Financial Times acusó a Alemania de manipular el euro subvaluado, lo que permitió a Berlín aumentar sus exportaciones y "abusar" tanto de USA como de sus socios de la UE. Señaló que entre 2015 y 2016 el euro cayó un 25% en medio de las emisiones monetarias récord del Banco Central Europeo. El hecho de que Berlín simplemente siga el ejemplo establecido por el propio Washington, así como también por Beijing, fue algo que el asesor de Trump no mencionó. Además, Navarro nombró a Berlín como el mayor obstáculo para el acuerdo de la Asociación de Comercio e Inversión Transatlántica.
El hombre que alguna vez fue visto como el probable candidato de Trump para convertirse en el embajador de USA ante la UE, Ted Malloch, fue aún más lejos, alegando en enero de 2017 que la eurozona estaba a punto de morir y que el euro "podría colapsar en los próximos 18 meses". "De hecho, él estaba expresando la opinión del propio Donald Trump, quien predijo en una entrevista con Bild que la canciller alemana, Angela Merkel, no duraría mucho y que muchos países de la Unión Europea pronto seguirían a Gran Bretaña por la puerta de salida de la UE.
Así los ataques de USA contra Alemania no son nada nuevo. Pero anteriormente ésos habían estado limitados exclusivamente a las palabras e infames tuits de Trump. Aunque tuvieron serias consecuencias, su efecto no se puede comparar con el de las acciones tangibles. Ahora Washington ha pasado de las palabras a los hechos y parece querer decir negocios, como lo demuestran los aranceles de Marzo sobre los productos chinos [se sospecha que «Kamikaze» Trump más pronto que tarde tendrá que patrasearse, haciendo nuevamente el ridículo].
“No sabemos si las tarifas punitivas de USA eventualmente también se aplicarán a los bienes europeos, pero las preocupaciones van en aumento”, explicó Gustav Horn.
Cabe señalar que debido al descenso del crecimiento de la economía del continente, es probable que otros países europeos limiten sus reacciones negativas a los movimientos de Washington. Muchos líderes europeos están de acuerdo con Trump sobre el fortalecimiento de la economía alemana y muchos creen firmemente que eso ha tenido lugar a expensas del resto de Europa. De hecho, la economía alemana se ha beneficiado enormemente de la creación de la zona del euro, dentro de la cual Berlín está utilizando la misma moneda que otros países que están muy por detrás de Alemania en el desarrollo económico.
Donald Trump no es el primer presidente estadounidense en expresar su preocupación por el comercio excesivamente lucrativo (para los alemanes) y el superávit comercial [oiga apá, ¿entonces están diciendo que la “mano invisible” pregonada por Adam Smith se equivocó?] o las medidas de austeridad que Berlín ha impuesto a todo el continente. Barack Obama también se entrevistó con Angela Merkel e insistió en que Alemania estimulara su propia demanda de consumo y aumentara las importaciones de otros países europeos, en lugar de limitarse a reforzar su propia industria exportadora sin tener en cuenta a sus vecinos.
Dado el actual ambiente y basados en los resultados del estudio, los analistas del IMK están urgiendo a la canciller a incrementar el gasto para reforzar la economía de Alemania, en lugar de continuar reforzando sus insostenibles sectores exportadores.
“Hay dos repercusiones positivas si reforzamos la demanda interna en Alemania y Europa”, declaró Gustav Horn. “Primero, el crecimiento sería menos sensitivo a los trastornos en los mercados globales de exportación. Y segundo, conduciría a un menor superávit comercial alemán —quitándole el impulso a las velas de Trump”.
Sin embargo, aparte de las aspiraciones proteccionistas del presidente de USA, Washington ha revelado su serio compromiso para endurecer su política de sanciones contra Rusia. El daño a la industria alemana podría ascender a cientos de millones de euros. Los fabricantes de automóviles Volkswagen y Daimler, así como Siemens, una vez más recibirán el golpe más duro. Pero aparentemente Angela Merkel tiene su propio plan para escapar de este vínculo. El gobierno alemán entiende su responsabilidad ante su comunidad empresarial, que siempre ha impulsado la inversión en Rusia. Por esta razón, Berlín intentará defender los intereses de sus propias empresas nacionales [¿no es eso lo normal? ¿a quién podría/debería defender?]. Pero hasta que se llegue a algunos acuerdos constructivos en Washington, incluso las pequeñas y medianas empresas en Alemania se sentirán inseguras.

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