Siguen las pifias

 

La Obra de Teatro de Blinken Falló; Su Guión Era Anticuado

Por Alastair Crooke                                                                                   26-Mar-21

FUENTE: https://www.strategic-culture.org/news/2021/03/26/blinkens-piece-de-theatre-failed-its-script-was-passe/

 

 

Blinken, luego de leer la lista preparada de "agravios", se topó con que el antihéroe, Yang Jiechi, en lugar de ser humillado, devolvió el golpe.

 

Un editorial del Global Times evaluó que las conversaciones entre China y USA en Anchorage (Alaska) llegarían a ser consideradas como "un hito en la historia". Por primera vez, la hegemonía estadounidense fue tratada con desdén; por primera vez, el "derecho" de USA a reivindicar sus valores —su "estilo" de democracia— como universalmente aplicables, fue contradicho pública y rotundamente. Incluso se desestimó la postura de "hablar desde la fuerza", y se "despreció" la presión estadounidense de un sistema de "bloque" de alianzas. Todo ello con un aire de impunidad (ustedes nos necesitan, más que nosotros a ustedes). Fue algo contundente; no es de extrañar que Blinken parezca conmocionado [foto a la derecha].

Sin embargo, esto no era "el asunto". Anchorage era, en la práctica, una obra de varios actos. Mucho antes de la "Noche del Estreno", se estaba movilizando un elenco de apoyo como coro para el esperado momento culminante de la obra: El Tetrapak (USA, Japón, Australia e India) fue calentado, la OTAN activada y los europeos cooptados.

Incluso antes de que el público pudiera tomar asiento, se representó un pequeño drama inicial en Moscú. Este drama preparó el escenario para el acto climático que se esperaba en Anchorage. El Alto Representante de la UE, que había viajado a propósito para leerle a Moscú la "Ley de Disturbios" por su trato a los manifestantes y al propio Alexei Navalny, se quedó completamente sorprendido al ver que las tornas se habían invertido por completo —fue la UE la que quedó en el banquillo de los acusados de Moscú, reprendida por criminalizar a los líderes catalanes como sediciosos, y presentada con vídeos de la mano dura de la policía europea al tratar con los manifestantes. Apareció la primera grieta del molde.

Más tarde, el ministro de Relaciones Exteriores Lavrov dejó claro que Moscú estaba más que molesto con Europa. La UE, dijo, había "destruido" la capacidad de Rusia para tener relaciones con Bruselas: "No hay relaciones con la UE como organización. Toda la infraestructura de estas relaciones ha sido destruida por decisiones unilaterales tomadas desde Bruselas".

A medida que se acercaba el día de la "obra" teatral principal, incluso antes de que se levantara el telón, un actor (que interpretaba al Tío Sam), se paseó por el proscenio para "calentar" al público con una recitación de la villanía perpetuada por el antihéroe (China). Eso fue para crear el ambiente —ése era el punto crucial de la obra. Un documento enrollado estaba en su mano, pero no se mostró al público. Sólo se podía vislumbrar su título: El Telegrama Más Largo.

¡Aahh! El público captó la indirecta; estableció la conexión: El Telegrama Más Largo era una "obra de teatro" sobre una obra anterior de 1946, de George Kenaan, en la que se criticaba severamente a la URSS y se advertía que nunca debía permitirse que Rusia se pusiera del lado de China. El Telegrama Más Largo, sin embargo, identificaba a China como el principal villano, y atacaba al presidente Xi y al PCCh precisamente como líneas de falla que debían ser vilipendiadas y, si era posible, llenadas con discordia y separadas. Aunque la conclusión de ambos Telegramas al menos no cambió: Nunca debe permitirse que Rusia y China unan sus fuerzas.

Lo que hacía que esta obra fuera tan tentadora era que nadie supo quién la había escrito —su identidad fue ocultada por el Consejo Atlántico. "El autor de este trabajo ha solicitado permanecer en el anonimato, y el Consejo Atlántico lo ha respetado por razones que consideramos legítimas pero que permanecerán confidenciales. El Consejo no había adoptado antes una medida de este tipo, pero ha tomado la decisión de hacerlo dada la extraordinaria importancia de los conocimientos y recomendaciones del autor en el momento en que USA se enfrenta al principal desafío geopolítico de la época" [es decir, China —¿le suena la frase?]

Casi con toda seguridad, se pensó que el autor era un miembro de la Administración Biden. ¿Pero podría haber sido el propio Blinken? Nadie lo sabe, pero El Telegrama Más Largo también se leyó en Beijing.

Entonces, cuando llegó la noche y el telón comenzó a levantarse, el actor-narrador preparó a la audiencia sentada para el desenlace clave diciendo que el choque anticipado con el antihéroe Yang sería un duelo culminante "único", más bien que el "comienzo de algo", y agregó que el posible duelo también sería una oportunidad para "ventilar las quejas" sobre el terrible comportamiento de China.

Pero, cuando llegó la escena principal, todo salió mal. Blinken, habiendo leído debidamente la lista preparada de "agravios", descubrió que el antihéroe, Yang Jiechi, en lugar de ser castigado y reprendido, devolvió el golpe. (Había leído la promoción de la obra de teatro y venía preparado). Fue un desastre. El fin del acto. El molde se rompió. Un editor de U.S. Spectator conjetura: “USA, dijo Yang en una de las réplicas diplomáticas más despectivas que he escuchado, no tiene las 'calificaciones' para dirigirse a China 'desde una posición de fuerza'. J***te, mi querido Blinken”.

Luego llegamos a otra escena, donde los dos antihéroes de la obra resultan no ser "antihéroes", sino hermanos de armas. Resulta que el patrón del antihéroe ruso había sido previamente impugnado como "asesino" sin alma [oiga apá, y los asesinos del general Soleimani ¿sí tienen alma? ¡Claro! Pero bien mugrosa]. Lavrov y Li sellan un pacto en Beijing después de las conversaciones. Y China advierte que cualquier actor regional que se ponga del lado del Tío Sam —en contra de cualquiera de los hermanos de armas— "no logrará enfrentarse solo" a ninguno de los hermanos, sino que tendrá que enfrentarlos juntos, lo que sería inimaginable. “Cualquiera que ponga su fe en USA se decepcionará. USA se está debilitando”.

El molde está hecho pedazos, y Rusia y China se han unido.

Se abre el Último Acto (se escucha una tormenta al fondo): El 'Bloc' ataca: USA, Canadá, RU y la UE actúan en un ataque coordinado contra los 'hermanos', por violar los derechos humanos musulmanes en la provincia de Xinjiang (una afirmación ferozmente impugnada) [¡qué extraño! Los derechos humanos de los palestinos, que también son musulmanes sunnitas, nunca les han preocupado. ¿A qué se deberá?]. A los pocos minutos de las sanciones de la UE impuestas a los funcionarios del partido en Xinjiang, Beijing toma represalias con sanciones contra los parlamentarios europeos, el comité político y de seguridad del Consejo de la UE, los académicos y el subcomité de derechos humanos. (Ahora es el turno de la UE de estar conmocionada).

Rechazando la medida de la UE "porque se basa únicamente en mentiras y desinformación", un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China declaró, "la parte china insta a la UE a reflexionar sobre sí misma, enfrentar directamente la gravedad de su error y corregirlo. Debe dejar de sermonear a otros sobre derechos humanos y de interferir en sus asuntos internos. Debe poner fin a la práctica hipócrita de los dobles raseros y dejar de seguir el camino equivocado. De lo contrario, China reaccionará resueltamente”. Ouch... otra convención yace destrozada.

USA y la UE no están acostumbrados a ser tratados con desdén; y sus sanciones ignoradas y descartadas, con un cortante "A China no le preocupan las presiones de Uds". Aún más desconcertante para la mentalidad mercantilista incansable de la UE, China está evidentemente reconciliada con perder el Pacto de Inversiones de Enero (CAI) [Comprehensive Agreement on Investment, que supuestamente debe reemplazar los 26 acuerdos bilaterales] firmado con la UE, pero no ratificado por el parlamento, y ahora casi perdido para ambas partes. Y a Moscú tampoco parece importarle que Nordstream 2 también corra un mayor riesgo ahora. A los líderes de la UE les resultará molesto que su "mercado de 400 millones" no sea el "as" que se imaginaban.

La UE se enfrenta a un dilema: había estado pidiendo a gritos un regreso al llamado "multilateralismo". Lo consiguió —el bloque sancionó a los funcionarios de Xinjiang, Putin impugnó y Rusia sancionó y, paradójicamente, la UE ahora está sancionándose a sí misma— sus relaciones exteriores con las grandes potencias de Eurasia están empantanadas. Enfrenta pérdidas económicas con respecto al Pacto de Inversión de China y en el comercio con Rusia.

La escena cambia entonces por última vez: ahora tiene la sede de la OTAN en Bruselas como telón de fondo. El actor-narrador vuelve a entrar en el escenario del teatro para decir que si bien una respuesta colectiva al comportamiento coercitivo de China "que amenaza nuestra seguridad y prosperidad colectivas" fue de hecho el impulso de nuestro guión, esto último "no significa que los países no puedan operar con China, siempre que sea posible. USA lo hará. No podemos permitirnos el lujo de no ... USA no obligará a nuestros aliados a elegir entre nosotros-o-China".

El Bloc no puede aguantar —el cristal se rompió, emitiendo un fuerte crujido. La obra de teatro tenía todo que ver con la relegitimación (un ritual, una recreación única) del mito estadounidense de su cualidad moral innata para mantener el liderazgo del mundo, y su derecho a movilizar aliados contra ellos (aquí el tono es de un hombre (Blinken) conmocionado por lo que está a punto de decir) que no comparten nuestros valores: “En realidad, intentan socavar el orden internacional basado en reglas”.

El telón ha bajado. El guión no encajó. La obra es criticada y, paradójicamente, reveló que el "mito" que pretendía precisamente volver a validar, en un exorcismo ritual posterior a Trump, tiene fecha caducada, está pasado de moda. Es un mundo muy diferente, cuatro años después.