jueves, 8 de abril de 2021

Sobre la distorsión de conceptos

 El Analfabetismo de USA Sostiene la Tiranía Bipartidista

Por Finian Cunningham                                                                         07-Mar-21

FUENTE: https://www.strategic-culture.org/news/2021/03/07/america-political-illiteracy-sustains-two-party-tyranny/

 

 

El texto [en rojo] NO viene en el original y fue agregado por el equipo de traducción. Igualmente lo destacado en amarillo aparece como texto simple en el original.


Las distorsiones superficiales propagadas por muchos políticos y expertos estadounidenses solo sirven para mantener el status quo de la tiranía oligárquica.

Una cosa sorprendente acerca de los políticos y expertos estadounidenses contemporáneos es su dudosa capacidad para manipular palabras y conceptos dejándolos sin sentido.

Este analfabetismo político común solo conduce a una degradación de los poderes críticos entre los ciudadanos para desafiar el monopolio bipartidista. El resultado es que la tiranía bipartidista se mantiene y, por lo tanto, nunca se hace responsable de las desigualdades y los crímenes de guerra.

Un ejemplo reciente es la disputa de los medios con Glenn Greenwald que calificó al presentador de Fox News, Tucker Carlson, de “socialista”. Se supone que Greenwald es uno de los periodistas estadounidenses más independientes e inteligentes. Fue su estilo periodístico de campaña lo que llamó la atención del mundo sobre el denunciante Edward Snowden y expuso los numerosos crímenes de la vigilancia estatal de USA.

Pero que Greenwald llame “socialista” al presentador de Fox News es una traición a la inteligencia y una lamentable distorsión de los conceptos políticos [si Greenwald es realmente inteligente, cabe preguntarse quiénes y de qué manera lo motivan para distorsionar lamentablemente los conceptos políticos]. Es ridículo usar el término "socialista" junto con el nombre de Carlson cuando éste último ha demostrado una y otra vez en la televisión en horario estelar que su propia forma de política comparte simpatías con los partidarios neofascistas de extrema derecha del expresidente Donald Trump [llamar “neofascistas de extrema derecha” a los partidarios de Trump, más que traición, es un insulto a la inteligencia. ¿Qué tiene en común el patán de Trump y sus partidarios con el régimen fascista? Setenta y cinco años de propaganda constante han logrado que ésta sea la segunda peor etiqueta para ponerla sobre un opositor; la primera peor es, por supuesto, “antisemita”].

Carlson ha tratado repetidamente de absolver la violenta insurrección del 6 de enero cuando los partidarios de Trump atacaron el Capitolio para anular la sesión conjunta del Congreso que certificaba la victoria electoral del rival demócrata Joe Biden. Carlson y los de Fox News han dicho que los eventos fueron una muestra de fervor patriótico que fue justificado por afirmaciones (infundadas [¿estás seguro?]) de fraude electoral.

Por el contrario, de los testimonios dados ante el Congreso queda bastante claro que los hechos del 6 de enero fueron mucho más siniestros y fueron incitados por el entonces presidente Trump. Especialmente condenatorio es el hecho de que los jefes designados por Trump en el Pentágono se negaron a desplegar a la Guardia Nacional en el Capitolio durante más de tres horas mientras estaba siendo saqueada por turbas que pedían el linchamiento de los legisladores dentro [hay videos donde el personal de vigilancia les abren las puertas]. El evento fue un intento de golpe orquestado por un presidente fascista, perdedor [eso presupone que Trump se mandaba solo; y, para ser francos, Trump no tiene los alcances para orquestar algo así] y sus milicianos partidarios de extrema derecha [como diría Germán Dehesa: no hiperlactes]. Personas como Carlson y otros expertos de Fox News que intentan justificar los eventos o afirman que fueron provocados por provocadores de izquierda están al margen de la locura neofascista de derecha [3ª vez que usas la etiquetita].

Que periodistas supuestamente inteligentes como Greenwald apliquen el término "socialista" a derechistas desquiciados como Carlson, de Fox, sólo demuestra una pobreza de discurso político en USA. (Curiosamente, también, Greenwald en otros escritos también ha tratado de restar importancia a la insurrección del Capitolio, y ha tomado un enfoque secundario sobre cómo se está utilizando el evento para supuestamente tomar medidas enérgicas contra las libertades civiles).

La misma alteración de palabras y conceptos ha sido utilizada por otros comentaristas, incluidos algunos en este sitio, que hacen la absurda afirmación de que Biden y los demócratas son "socialistas de extrema izquierda". Este también es un nombre ridículo e inapropiado [igual de inapropiado que usar aquí, una y otra vez, la etiqueta de fascista o derechistas desquiciados].

Trump y otros republicanos a menudo describen a USA siendo tomado por "socialistas radicales" en el partido Demócrata que tienen como objetivo convertir al país en una "Venezuela". Tal discurso es otra distorsión estúpida que sólo sirve para distraer la atención de la realidad objetiva.

La realidad objetiva es que USA es una oligarquía gobernada por una clase minúscula obscenamente rica. Todos los problemas sociales de pobreza, desigualdad y colapso de la infraestructura de USA podrían resolverse mediante la distribución racional e igualitaria de la riqueza lograda rompiendo en parte el poder de monopolio empresarial. Los problemas de degeneración social y económica de USA pueden resolverse mediante el socialismo y la planificación democrática para satisfacer las necesidades humanas por encima del beneficio privado. La misma política genuinamente democrática también pondría fin a las guerras imperialistas [no seas ingenuo; esas guerras imperialistas fueron realizadas por regímenes democráticos, antes y después de la existencia de regímenes verdaderamete fascistas] que se libran solo en beneficio de las ganancias corporativas.

La oligarquía liderea la fachada de dos partidos que discuten y discuten entre sí sobre cuestiones relativamente insignificantes ("políticas de identidad" y "guerra cultural"), dando así una valiosa cobertura para el trasfondo, la realidad general: el sistema oligárquico de extraer la riqueza de la mayoría de los trabajadores estadounidenses [y del resto del mundo, que también cuenta] y lanzar guerras de vez en cuando [¿de vez en cuándo? Se supone que es un artículo serio] para apuntalar la presunta hegemonía del capital corporativo estadounidense en el mundo.

Observadores estadounidenses más ilustrados como Eric Zuesse en este sitio conocen y expresan claramente la realidad de que USA es una tiranía camuflada por dos partidos que compiten para servir a sus amos capitalistas imperialistas de derecha [sigues aperplejado con estas  etiquetas engañazonzos originadas en el siglo 18. Las drogas, la pornografía, el relativismo, el hedonismo, etc NO SON “de  derecha” ni “fascistas”], . Ambas partes son en realidad el Partido de la Guerra. El nuevo presidente Joe Biden resultará tan beligerante y belicista como todos sus predecesores, ya sean demócratas o republicanos. Es condenable que esto sea tan predecible de la tiranía estadounidense.

Los expertos que se burlan de que uno u otro miembro del Partido de la Guerra sea supuestamente "socialista" simplemente están siendo falsos [ya lo dijo Harry Truman: si no puedes convencerlos, ¡confúndelos!] o no tienen idea de cómo comprender la condición real del poder estadounidense y su fachada política. Tal torpeza de palabras sin sentido sólo sirve para desarmar una movilización popular contra el sistema oligárquico que significaría echar a los demócratas y a los republicanos.

Gran parte del problema es el sistema educativo estadounidense. Existe una negligencia sistemática entre las escuelas, colegios y universidades estadounidenses para enseñar los principios del marxismo [really? Llevan un siglo haciéndolo; revisa la historia y checa las biografías de John Dewey, Louis Brandeis y Corliss Lamont por citar solo tres], el socialismo y una crítica materialista del capitalismo y el imperialismo [no te me aperplejes; ¡piénsale, aunque te duela! Lo que hace falta es acabar con la propaganda y enseñar lógica, pura y simple].

Las distorsiones superficiales propagadas por muchos políticos y expertos estadounidenses [y británicos y de otras nacionalidades, porque la élite globalista tiene mercenarios e ingenuos en ambos lados (a la izquierda, a la derecha y hasta en medio] solo sirven para mantener el status quo de la tiranía oligárquica.

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