jueves, 29 de septiembre de 2022

¿La máscara de la UE resultó biodegradable?

Un Fallido Experimento Globalista

Por Eamon McKinney                                                                   22-Sep-22

FUENTE: https://strategic-culture.org/news/2022/09/22/a-failed-globalist-experiment/

 

 

El texto [en rojo] NO viene en el original y fue agregado por el equipo de traducción. Igualmente lo destacado en amarillo aparece como texto simple en el original].


 

 

 

Con el rápido aumento del costo de la vida y la perspectiva de un invierno sin calefacción, la ira contra los gobiernos nacionales está alcanzando rápidamente el punto de ruptura.

 

La unidad europea siempre fue un concepto cuestionable entre un conjunto de países diversos que históricamente han desconfiado y se han disgustado entre sí. La fuerza de esa unidad, siempre cuestionable, se pone ahora a prueba cuando la UE se enfrenta a su mayor desafío. El entusiasmo inicial de los líderes de la UE por el conflicto con Rusia ha disminuido considerablemente en los últimos meses, ya que la realidad de su absurda y autodestructiva guerra contra Rusia sigue volviéndose espectacularmente contra ellos.

Con el largo y caluroso verano europeo ya superado, los ciudadanos de Europa se están levantando en protesta contra sus gobiernos en gran número. Mientras los líderes nacionales siguen aleccionando a sus pueblos sobre los sacrificios necesarios que deben hacer para apoyar a Ucrania, cada vez son menos los que están de acuerdo con ellos. Con el rápido aumento del costo de la vida y la perspectiva de un invierno sin calefacción, la ira contra los gobiernos nacionales está alcanzando rápidamente el punto de ruptura. Alemania, Francia, la República Checa, Austria e Italia han sido testigos de inmensas manifestaciones de enfado que están provocando un serio pánico en sus gobiernos. Hasta el punto de que muchos intentan ahora dar marcha atrás y buscar soluciones al margen de las directivas de la UE, Hungría y Serbia se han negado a seguir la línea del partido y han asegurado sus intereses energéticos con Rusia. Aunque la UE ha exigido un plan de reparto de la energía entre sus Estados miembros, sólo Alemania, que carece de energía, parece estar interesada.

Alemania fue el principal beneficiario económico de la UE y utilizó su considerable influencia para imponer duras condiciones a los Estados más débiles de la UE, Grecia, Irlanda, Italia, Portugal y España en particular. Es comprensible que estos países sean reacios a compartir sus reservas energéticas con un país que mostró poca [más bien ninguna] compasión por ellos tras la crisis financiera de 2008. Las industrias alemanas se han beneficiado durante años de la energía a bajo costo procedente de Rusia, lo que ha contribuido en gran medida a su competitividad global. Esperaba con entusiasmo el gasoducto Nord Stream 2 hasta que USA intervino y forzó su cancelación. Ahora, los gigantes energéticos alemanes buscan rescates gubernamentales para evitar la quiebra, y el otrora dominante sector manufacturero se enfrenta a la destrucción total, a menos que se produzca un rápido acercamiento a Rusia. Incluso en ese improbable caso, el daño a la economía alemana está hecho y cualquier recuperación podría llevar años.

En una charla ampliamente difundida, la ministra de Asuntos Exteriores alemana, Annalena Baerbock (que no es ninguna sorpresa que sea otra graduada del FEM [Foro Económico Mundial]), dijo que estará con Ucrania independientemente de lo que piensen los votantes alemanes. Una traducción más honesta sería que ella está con la agenda de los globalistas del FEM y que los intereses del pueblo alemán no son una consideración. Si le importara algo el pueblo ucraniano o el alemán, trataría de detener la guerra, pero la paz y la preservación de las vidas europeas no son los objetivos. Por muy repulsiva que sea su declaración, se hizo eco exactamente de los sentimientos de todos los líderes de la UE, ella representa perfectamente a su electorado, pero ese electorado no es el pueblo alemán, sino los globalistas [aunque cobra en ambos lados].

Un ejemplo de lo ridículamente inepta y alejada de la realidad que es la UE se encuentra en su petición de limitar los precios de las importaciones energéticas rusas [esa genialidad se les ocurrió a los globalistas en Washington; es de suponer que con ello estén festejando la teoría del libremercado]. Exactamente cómo piensan que Rusia responderá a eso requiere que les demos crédito por pensar en absoluto, ya que varias naciones señalaron correctamente, Rusia simplemente detendrá todos los suministros de energía. Muchos, entre ellos el francés Macron ha pedido un tope de precios en todas las importaciones de energía, no sólo las rusas. Mientras que a USA le parece bien un tope de precios europeo para la energía rusa, se opone firmemente a él para las importaciones de energía desde USA. La destrucción de su preciada amiga y aliada Europa le parece bien a USA siempre que haya un dólar por ganar en ella.

Aunque los ciudadanos, cada vez más enfadados, exigen a sus gobiernos que pongan los intereses nacionales por encima de los de Ucrania, ellos en gran medida no están entendiendo nada. Los intereses de Ucrania nunca fueron una consideración, el conflicto siempre tuvo que ver con la obsesión de USA por la destrucción de una Rusia en ascenso. El pueblo de Ucrania no es más que un daño colateral en lo que es esencialmente otra guerra de banqueros por los intereses de las potencias financieras globalistas. Como los europeos están comenzando a comprender tardíamente, ellos también están siendo considerados como un daño colateral más en la promoción de esa agenda globalista. Ninguno de los líderes europeos tiene soluciones para la crisis a la que con tanto entusiasmo condujeron a sus países hace apenas unos meses. Las duchas frías y el racionamiento energético espartano no son las soluciones al problema que la gente quiere escuchar. Predicar que deben sacrificar su futuro por Ucrania funciona mejor en los calurosos meses de verano que en el inminente y muy frío invierno europeo. Las perogrulladas de los líderes títeres de Klaus Schwab no van a aplacar por más tiempo a los hambrientos y ateridos europeos [posiblemente se popularicen las mentadas de madre, por aquello de que calientan a casi todos]. Un brutal invierno de descontento es inevitable para Europa, a medida que las temperaturas bajan el calor aumentará contra los políticos que vendieron [nunca mejor dicho] los intereses de sus países a los globalistas. Podemos esperar ver la caída de gobiernos en toda Europa a medida que la ira pública se vuelve incontrolable [¿y de qué serviría? porque es  curioso que los partidos políticos que NO están en el gobierno tampoco hayan protestado en absoluto, lo que indica que también han sido cooptados].

El pánico no sólo se siente en los círculos europeos, USA también está profundamente preocupado por la fuerza de la unidad europea, o más bien por la falta de ella. Biden ha pedido en más de una ocasión que los europeos permanezcan unidos en su guerra por delegación contra Rusia. A Biden le preocupa que cualquier desviación de sus sanciones contra Rusia provoque una división en el bloque. Un raro momento de claridad del senil presidente estadounidense. USA sigue muy de cerca los disturbios en Europa. Mientras examina los resultados de su trabajo, podría notar que mientras que entre los líderes occidentales títeres las fracturas van en aumento, la unidad entre los pueblos de las naciones europeas no hace más que fortalecerse en una causa común. La reciente protesta de los agricultores en Holanda fue apoyada por agricultores de todas las naciones europeas en una demostración de verdadera unidad contra la agenda globalista. Un movimiento anti-gubernamental transfronterizo unificado no es la unidad europea que Biden o los belicistas de la OTAN tenían en mente [tienen el control de la UE desde hace tiempo, pero ahora están tratando de destruirla. ¿Será acaso que sienten que el control se les está escapando y prefieren destruirla antes de que la controlen verdaderamente sus pueblos?]. Descubrirán que controlar a los políticos europeos globalistas corruptos es más fácil que controlar a millones de ciudadanos enfadados, ateridos y hambrientos.

Demonizar a Putin como el autor de todos los males de Europa puede haber funcionado al principio del conflicto, pero ya no. Ninguna de las numerosas manifestaciones que se están presenciando está dirigida a Putin o a Rusia, el objetivo de la ira es firmemente contra los gobiernos que vendieron la soberanía de sus naciones a una élite globalista/estadounidense. Es probable que Putin sea más popular entre los europeos conocedores que las marionetas incompetentes que dirigen sus propios países hacia la suciedad. Aunque Putin ya ha detenido el flujo de energía hacia Europa, todavía tiene más cartas que jugar. El uranio, los fertilizantes y los alimentos, entre otros muchos productos esenciales, siguen siendo suministrados a Europa, por ahora. La destrucción de Europa no está en los intereses de Rusia, Putin no culpa al pueblo, sólo espera que despierte y reconozca al verdadero enemigo.

Los próximos meses serán una época de inmensa agitación en Europa, es inevitable un gran sufrimiento para millones de personas sacrificadas por sus gobiernos en el altar de la globalización. La gran pregunta es cuánto tiempo podrá mantenerse unida la UE, pocos en Europa estarían tristes de ver su desaparición. Lo que muchos consideraron en un principio como una empresa noble ha quedado ahora al descubierto como una institución antidemocrática que no responde ante el pueblo, sino ante una oligarquía empresarial [apátrida, cosmopolita y que se mantiene en la sombra para no asumir la responsabilidad de sus fechorías] que no se debe a ninguna nación. En la tragedia del conflicto ucraniano puede surgir algo bueno. Si los países europeos pueden restaurar su soberanía nacional saliendo de la ampliamente despreciada UE, se liberarían del control globalista y serían libres de perseguir pacíficamente su propio y legítimo interés nacional. La manera como se supone que debe ser, como la mayoría del pueblo europeo quiere que sea. Durante años han existido fuertes movimientos de "Salida" en todos los países miembros; el movimiento de Italia y Holanda, en particular, tuvo un enorme apoyo público. El "Brexit" del Reino Unido demostró que se puede hacer a pesar de la inmensa propaganda anti-Brexit, en un referéndum, la gente votó por salir. A la luz de los acontecimientos más recientes, un referéndum sobre la salida de la UE probablemente tendría éxito en la mayoría de los países.

La UE es un experimento globalista fallido, nunca ofreció más que la pretensión de una verdadera democracia, en la cima no elegida, siempre ha estado una tecnocracia de testaferros corporativos elegidos a dedo. Ha destruido las economías de todos sus miembros por su incompetencia y corrupción. Ha provocado el caos y el malestar social en las comunidades al obligar a la inmigración masiva a países que no estaban dispuestos a ello. Se ha inmiscuido en los asuntos internos de los Estados miembros más allá de los poderes que les han sido concedidos. Ha presumido de redactar nuevas leyes que priman sobre el sistema judicial de un país. Ha creado nuevas y absurdas capas de burocracia y regulaciones que hacen que las empresas europeas no sean competitivas a nivel mundial. Ahora está dominada por el FEM y los secuaces de Klaus Schwab, que están impulsando el Gran Reajuste [¿Reensarte?] y consideran el conflicto de Ucrania como un paso hacia él. Las declaraciones realizadas, como la de Annalena Baerbock sobre dónde están sus lealtades, deberían indignar a todos los europeos [deberían destituirla y llevarla a prisión], pero también deberían iluminarlos.

Los acontecimientos de este invierno pueden determinar el futuro de Europa para el próximo siglo. Ya sea una Europa unida a Rusia como socio comercial pacífico, o un agujero infernal globalista del Tercer Mundo, las acciones de los pueblos europeos en los próximos meses decidirán cuál.

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