jueves, 27 de octubre de 2022

Una opinión no-globalista, pero muy crítica de la estrategia rusa en Ucrania

 

Cuando se Trata de Realizar una Guerra, el Kremlin Ha Probado su Incompetencia

Por Paul Craig Roberts                                                                 07-Oct-22

FUENTE: https://www.unz.com/proberts/when-it-comes-to-conducting-a-war-the-kremlin-has-proven-its-incompetence/

 

 

El texto [en rojo] NO viene en el original y fue agregado por el equipo de traducción. Igualmente lo destacado en amarillo aparece como texto simple en el original].



Para ser claro, respeto a Putin como persona. Es humano. Se preocupa por la vida y la civilización. Es una buena persona. De hecho, está demostrando ser una persona demasiado buena para tratar con el venal y corrupto Occidente, y no tiene ni idea de cómo dirigir una guerra.

 

Putin piensa, o pensaba, que Rusia y Occidente compartían valores comunes. Esto demuestra lo poco que Putin entiende a Occidente. Occidente es Washington, y el resto de Occidente no son países independientes sino marionetas de Washington. Ninguna de las marionetas de Washington representa a sus propios ciudadanos y tampoco lo hace Washington. Los valores de Washington sólo se miden en términos de dominio y dinero.

A Washington sólo le preocupa su hegemonía política, militar y financiera sobre todos los demás, incluido su propio pueblo, que se despierta cada día en un estado policial cada vez más estricto en el que la Constitución estadounidense se borra poco a poco, día a día.

El FBI se ha convertido en una Gestapo [¿por qué no una KGB? ¿la Gestapo era peor que la KGB? Lo más probable es que la frase sea producto de 77 años de propaganda. Y cabría preguntarse: ¿por qué una ha tenido más propaganda que la otra?] para el Partido Demócrata. Los medios de comunicación occidentales son un ministerio de propaganda para Washington. La verdad que es inconsistente con las narrativas oficiales gobernantes es suprimida. El gobierno y sus periodistas alimentan al pueblo con mentiras y le dicen que es la verdad.

Putin da discursos en los que muestra que entiende esto, pero sus acciones no reflejan lo que entiende en sus discursos. La distancia entre las palabras de Putin y sus acciones es casi infinita [como diría Eulalio González "Piporro": don’t be soflamer].

El Kremlin tuvo que estar totalmente fuera de contacto con la realidad cuando pensó que su "operación militar limitada" en Donbás sería permitida por Washington por ser limitada. Cómo es posible que alguien en el Kremlin haya sido tan ingenuo, tan crédulo, tan desinformado, está más allá de mi imaginación [debe tomarse en cuenta que es la primera vez luego de la 2GM que una potencia nuclear para mayores señas “desobedece” el (des)orden internacional basado en reglas… de Wall Street].

Cómo es posible que el Kremlin haya podido pensar que después de que Washington se tomara la molestia de forzar la intervención militar rusa en el Donbás, Washington no tenía la intención de utilizarla para ampliar enormemente la guerra. Aquí somos testigos del fracaso total de la inteligencia rusa [otro  fracaso fue en Feb 2014] y del fracaso total de la comprensión rusa del enemigo con el que Rusia está en guerra. De hecho, ni siquiera está claro que Rusia entienda que está en guerra con Occidente. Aquí y allá un ruso lo dice, pero las acciones de Rusia desmienten tal comprensión. El Kremlin sigue intentando sacar de apuros a Europa mediante el suministro de energía para que ésta pueda continuar su guerra contra Rusia. ¿Cómo se entiende esto?

Tiene que ser la primera vez en la Historia que un país en guerra suministra a sus enemigos el combustible con el que llevar a cabo la guerra contra sí mismo. El Kremlin está suplicando a Europa que por favor les deje venderle energía para que sus industrias de guerra no tengan que cerrar. ¿Podría el Kremlin hacer algo más para que el gobierno ruso parezca el más confuso del mundo?

            https://www.rt.com/business/564148-novak-nord-stream-supplies-europe/

Pongamos el origen de la actual y creciente guerra en Ucrania en su contexto fáctico. En 2014, los neoconservadores estadounidenses que dominan el gobierno de USA derrocaron al gobierno de Ucrania, mientras que el gobierno ruso, ignorando totalmente los acontecimientos en su patio trasero, estaba centrado en tratar de ganar la aceptación de Occidente como anfitrión de los Juegos Olímpicos en Sochi. En otras palabras, el Kremlin pensaba que los Juegos Olímpicos eran más importantes que Ucrania.

La despreocupación del Kremlin hizo que la toma de posesión de Ucrania por parte de Washington fuera pan comido. De repente, el Kremlin se enfrentó a los neonazis ucranianos que prohibían el uso de la lengua rusa y aterrorizaban y mataban a los rusos étnicos que componen la población de Donbás y Crimea, partes históricas de Rusia que las autoridades de la Unión Soviética trasladaron de la provincia soviética de Rusia a la provincia soviética de Ucrania.

Todas estas zonas rusas de Ucrania votaron por una mayoría masiva para reunirse con su país de origen, pero el Kremlin sólo aceptó la solicitud de Crimea, que forma parte de Rusia desde el año 1700. El Kremlin aceptó Crimea porque allí se encuentra la base naval rusa del Mar Negro, alquilada desde el colapso soviético por Ucrania que desde entonces quedó separada de Rusia.

Al dejar a los rusos del Donbás colgados a merced del golpe neoconservador de USA, el Kremlin garantizó un conflicto militar. El castigo que los neonazis ucranianos infligieron a los rusos del Donbás tuvo como resultado la creación de dos repúblicas independientes: Donetsk y Luhansk. Para defenderse de la ocupación de los neonazis, las dos repúblicas organizaron gobiernos y milicias. Tras perder parte de su territorio a manos de las milicias neonazis ucranianas, las repúblicas de Donetsk y Luhansk detuvieron el avance, pero fueron objeto de ataques de artillería durante ocho años contra viviendas civiles, que continúan hoy en día.

Putin y Lavrov trataron de pasar la pelota a Occidente y estúpidamente, aunque con las mejores intenciones, intentaron tratar el problema de forma diplomática, demostrando lo poco que entienden a Occidente. Putin propuso el impracticable [¿por qué impracticable? aseguraba autonomía pero no independencia] Acuerdo de Minsk, firmado por Ucrania y las dos repúblicas del Donbás y garantizado por Francia y Alemania.

Según el Acuerdo de Minsk, Donbás debía permanecer dentro de Ucrania, pero tendría suficiente autonomía para tener su propia fuerza policial, de modo que no pudieran ser perseguidos por la policía ucraniana neonazi.

Quedó claro casi al instante que Ucrania no cumpliría el acuerdo que firmó y que Francia y Alemania no harían cumplir el acuerdo. Por qué el Kremlin pensó que dos estados títeres de Washington harían cumplir un acuerdo que permitía a Rusia escapar de un conflicto militar está más allá de mi imaginación. El hecho de que Putin se haya pasado ocho años intentando salvar un acuerdo que nunca tuvo ninguna perspectiva demuestra lo alejado que está el Kremlin de la realidad.

Con estos antecedentes fácticos, pasemos al conflicto actual.

Cuando se trata del Derecho Internacional, Putin es la única persona en el mundo que lo cumple. Ciertamente, Washington no lo hace. Al acatar el derecho internacional, Putin da a Washington toda la ventaja en el conflicto.

Según el derecho internacional, una invasión rusa de Ucrania es un acto de agresión. Así que Putin se cuidó de no invadir Ucrania, a pesar de lo que se oye en la prensa vendida [el autor inventó la palabra prestitutas]. Las dos repúblicas del Donbás, reconocidas tardíamente por Rusia ocho años después, pidieron ayuda a Rusia para evitar su conquista por un gran ejército ucraniano entrenado y armado por Occidente que estaba preparado para invadir.

Quizás en ese momento el Kremlin se dio cuenta de su error al no aceptar, como pedían las repúblicas, la reincorporación a Rusia en 2014. En febrero de 2022, si el Kremlin permitía que los neonazis exterminaran a los rusos del Donbás, el Kremlin perdería toda legitimidad ante el pueblo ruso.

En otras palabras, Washington maniobró con éxito para involucrar al gobierno ruso en una guerra que sirviera a los intereses de Washington. Tal y como lo presentó Occidente, aquí estaba Rusia como agresor confirmando la propaganda occidental. Aquí estaba Rusia subvirtiendo a Europa con la dependencia energética. Aquí estaba Rusia reconstruyendo el Imperio Soviético. A continuación, Rusia recrearía el Pacto de Varsovia y lo extendería a Europa Occidental mediante la dependencia energética de Europa respecto a Rusia. Nadie en Occidente escuchó la explicación del Kremlin.

Con la narrativa oficial establecida, Washington comenzó a suministrar a Ucrania armas modernas, inteligencia e información sobre objetivos. Cuando la ofensiva rusa se detuvo, porque Putin o los militares rusos no tuvieron la previsión de darse cuenta de que una ofensiva requería reservas [más bien, que la operación militar especial no podría ser tan limitada], y como resultado de este descuido, no tenían reservas, los ucranianos entrenados por USA y el Reino Unido iniciaron su propia ofensiva, que ha tenido éxito parcialmente contra las líneas rusas escasamente protegidas.

Las retiradas rusas, a la espera de refuerzos, han sido presentadas en los medios de comunicación occidentales, como el New York Times y el UK Telegraph, como fuerzas rusas que huyen aterrorizadas del campo de batalla, dejando atrás su equipo.

Esto no es lo que está sucediendo, pero no es el hecho de la situación lo que importa, sino cómo los medios de comunicación explican la situación. Las narrativas creadas por Washington y sus institutos de prensa crean sus propios "hechos".

Putin y los militares rusos increíblemente fueron a la guerra con un compromiso mínimo de fuerzas y sin reservas [para una operación de mayor alcance si la situación lo llegaba a requerir]. Las fuerzas rusas simplemente carecían de la mano de obra, dado el limitado compromiso de Putin, para defender las líneas delgadas una vez que Putin detuvo la ofensiva y entregó la iniciativa a Washington. Este es uno de los errores más estúpidos que puede cometer un comandante en tiempos de guerra.

Lo que ocurre en realidad es que el Kremlin, en su lectura totalmente incorrecta de Washington, no tenía ni idea de que Ucrania iba a recibir un sinfín de armas modernas, inteligencia e información sobre objetivos. Al no esperar esta respuesta, el Kremlin no estaba preparado para una guerra real.

Incluso si el Kremlin tenía una mejor comprensión de la situación, el Kremlin ha demostrado no comprender cómo luchar en una guerra. Llevamos ocho meses de un conflicto que Rusia podría haber resuelto en una semana. Y la poderosa Rusia se ha visto obligada a ponerse a la defensiva con sus líneas en retirada tanto en Kharkov, en el norte, como en Jerson, en el sur. Las guerras que se perciben como perdidas pueden perder su gloria y el apoyo de la población.

Para ser claros, cuando los refuerzos rusos movilizados, que un militar inteligente habría tenido a mano desde el principio del conflicto, estén finalmente preparados para la guerra, aparentemente en algún momento de diciembre, los rusos recuperarán los territorios perdidos, aunque los ucranianos hayan matado a sus habitantes. Pero todavía no hay garantías de que Putin entienda que Rusia está en guerra con USA y Europa o qué hacer al respecto si lo entiende. El portavoz del Kremlin dice que la operación limitada en Donbás continuará. Si es así y nada más, la única conclusión posible es que Rusia va a sufrir mucho. Un ejército al que se le impide atacar la infraestructura de comunicación y militar y la mayor parte del territorio del país con el que está en guerra no puede prevalecer. El Kremlin lleva ocho meses en guerra y no ha hecho nada para impedir la capacidad de Kiev de librar una guerra. La opinión del Kremlin de que no está en guerra con Ucrania y que sólo está llevando a cabo una acción policial para sacar a las fuerzas ucranianas del Donbás es una idea autoengañada que impide al Kremlin llevar a cabo una guerra.

A decir verdad, la conducción de la guerra por parte del Kremlin es juvenil. Un niño de 10 años podría hacer un mejor trabajo. ¿Estaba el Kremlin siquiera pensando cuando creyó que podía conducir una guerra dejando al gobierno contrario perfectamente seguro en su conducción de la guerra? Rusia se ha negado a cerrar el gobierno de Kiev, permitiendo así que su enemigo dirija, sin oposición, la guerra contra Rusia. Esta tiene que ser la primera vez en la historia de la humanidad que se permite a un gobierno en guerra operar como si no estuviera en guerra. No hay ningún intento ruso de destruir a Zelensky, de cerrar Kiev, de interrumpir la comunicación y la infraestructura de Ucrania.

Cualquier país que lleve a cabo la guerra de forma tan autodestructiva convence a sus oponentes de que no tiene intención de ganar la guerra.

Esta percepción de falta de resolución rusa anima a Occidente a presionar más a Rusia y a violar más líneas rojas rusas. La violación de las líneas rojas rusas no significa nada para Occidente, ya que Rusia nunca hace nada respecto a las violaciones de sus líneas rojas. Las protestas rusas no son más que fanfarronadas rusas sin sentido, dice Occidente.

A menos que el Kremlin tenga la intención de deponer las armas y rendirse ante Ucrania y Occidente, la extraordinaria debilidad e irresolución que ha mostrado el Kremlin en su "operación militar limitada" alentará más agresiones de Occidente y conducirá directamente a la tercera guerra mundial. Zelensky ya está pidiendo ataques nucleares preventivos contra Rusia.

https://sputniknews.com/20221006/peskov-urges-entire-world-to-take-note-of-zelenskys-call-for-preventive-nuclear-strike-on-russia-1101582414.html

Aparentemente, nunca en toda la vida de Putin aprendió a ponerse firme. Putin parece creer que puede hacerlo con meras palabras, pero no se puede. La indecisión de Putin y su tolerancia a las provocaciones han minado su credibilidad.

Como Occidente no teme a su oponente, el comportamiento de Putin como "Bien portado" nos está llevando al Armagedón. Cuanto más dure la guerra, más implicado estará Occidente, mayor será el interés de los poderosos grupos de interés, como el complejo militar y de seguridad de USA, en la guerra, y menores serán las perspectivas de desescalada.

Al mostrar constantemente irresolución, aceptación de provocaciones extremas y mendigar descaradamente negociaciones, el Kremlin ha convencido a Washington de que Rusia es incapaz de luchar. Desde el punto de vista de Washington, Rusia no es nada que haya que temer, sólo algo que hay que quitar de en medio.

Es extraordinario que el gobierno de la que probablemente es la fuerza militar más poderosa del mundo haya convencido a Washington de que Rusia es militarmente impotente.

Este es el logro de Putin de intentar salvar a los rusos del Donbás sin tener que librar una verdadera guerra.

Andrei Martyanov, Saker y Dmitry Orlov han engañado gravemente a su público prorruso. Martyanov y Saker destacaron la superioridad de la potencia de fuego rusa y de las operaciones tácticas, lo cual era correcto, pero ignoraron el fracaso estratégico incorporado de la "operación limitada" rusa. Además, la ventaja táctica rusa se redujo cuando las limitadas fuerzas que Putin había estado dispuesto a comprometer se volvieron demasiado escasas para proteger los límites de la conquista, y las modernas armas de Occidente y la información sobre objetivos redujeron sustancialmente la ventaja de la potencia de fuego rusa.

Putin, habiendo dejado tontamente que la guerra se prolongara mes tras mes, una guerra que debería haber disputado en una semana, dio tiempo a USA y al Reino Unido para entrenar a un ejército ucraniano más numeroso y equiparlo con armas modernas. Debería haber sido obvio para el Kremlin desde el primer día que esto estaba en las cartas. Cada vez que una guerra se alarga, la ventaja pasa al bando que no se ve limitado por las restricciones autoimpuestas. Es imposible imaginar a Napoleón o a la Wehrmacht luchando de forma tan limitada como se exige a Rusia en Ucrania. Si Stalin hubiera luchado como lo hace hoy Putin, no existiría Rusia.

 

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