jueves, 2 de febrero de 2023

Tirando la piedra y escondiendo la mano

El Falso (y Peligroso) Status de No-Beligerante de la OTAN en la Guerra de Ucrania

Por Ted Galen Carpenter                                                             26-Ene-23

FUENTE: https://www.globalresearch.ca/nato-phony-dangerous-nonbelligerent-status-regarding-ukraine-war/5806085

 

El texto [en rojo] NO viene en el original y fue agregado por el equipo de traducción. Igualmente lo destacado en amarillo aparece como texto simple en el original].

 

Los líderes estadounidenses y sus aliados mediáticos han fomentado numerosos mitos interesados sobre la guerra en Ucrania. Un mito es que la invasión de Ucrania por Rusia en febrero de 2022 no fue provocada en absoluto, ya que la expansión de la OTAN hasta la frontera rusa no fue un acto hostil. Otra fábula es que Ucrania es una democracia amante de la libertad. Otra más es que la guerra entre Rusia y Ucrania no es simplemente una fea lucha territorial entre dos regímenes corruptos y autocráticos, sino que forma parte de una lucha global existencial entre democracia y autoritarismo. El fracaso en sostener una Ucrania "democrática", dice la historieta, pondría en peligro todo el "orden internacional basado en reglas".

 

Es probable que los funcionarios estadounidenses y de la OTAN no crean ni una palabra de esos argumentos, incluso aunque hagan circular ávidamente esa propaganda. Sin embargo, parecen suscribir otro mito aun más peligroso: que la Alianza puede proporcionar cantidades cada vez mayores de ayuda financiera y armamento más potente a Ucrania sin convertirse en un beligerante activo en la guerra. La última novedad es el compromiso de USA y Alemania de enviar tanques de combate pesados (Abrams y Leopard 2) a Kiev una medida que los halcones llevaban semanas defendiendo.

USA también ha aprobado la transferencia de misiles de defensa antiaérea Patriot a Kiev. A pesar de las continuas cautelas, la administración Biden podría incluso cambiar su política sobre el suministro a Ucrania de cohetes de artillería de largo alcance capaces de alcanzar objetivos dentro de Rusia. Se está produciendo una dramática escalada de la implicación de USA y la OTAN en la guerra de Ucrania, y esa medida es otra provocación temeraria hacia Rusia.

La administración Biden y la OTAN están jugando un juego muy peligroso al emprender tal escalada de su ayuda a una de las partes en un conflicto cada vez más emocional y destructivo. El planteamiento de Washington es utilizar a Ucrania como peón (un delegado) para desangrar y quizás incluso derrotar a los invasores rusos, sin que la OTAN acabe en una guerra directa con Rusia. Es una réplica de la estrategia que Washington utilizó en Afganistán, proporcionando ayuda militar a los muyahidines rebeldes para hostigar, desangrar y, finalmente, obligar a la Unión Soviética a ejecutar una retirada humillante.

Sin embargo, utilizar la misma estrategia en Ucrania es mucho más peligroso. En virtud de su mayor tamaño y su ubicación más importante, Ucrania es una apuesta estratégica crucial para Moscú de un modo que Afganistán nunca lo fue. Por tanto, es poco probable que el Kremlin tolere la humillación de perder la guerra. Desde las sorprendentes ganancias territoriales de Ucrania [ni tan sorprendentes; en el norte en Kharkov, se trata de una zona poco poblada; en el sur, en Jersón, hubo una retirada rusa ante la amenaza de Kiev de dinamitar la presa de Kakhovka, que arrasaría la ciudad de Jersón y dejaría aislada a la guarnición rusa en la margen derecha del Dniéper] en su ofensiva de otoño, Rusia se ha centrado en destruir las infraestructuras del país, especialmente su red eléctrica, y en infligir bajas insoportables a las tropas ucranianas. Dado que la población de Rusia es más de 3 veces mayor que la de Ucrania, y sus fuerzas militares también son mucho más numerosas, la capacidad de Kiev para ganar esta nueva guerra de desgaste por sí sola es improbable. La dramática y arriesgada escalada de la ayuda militar de la OTAN a Kiev sugiere que los líderes occidentales pueden haber llegado a una conclusión similar y decidieron que no pueden sacrificar [todavía] a su peón.

El enfado del Kremlin por la creciente implicación de la OTAN en la guerra de Ucrania lleva meses creciendo. Sin embargo, los dirigentes estadounidenses y de la OTAN parecen ajenos al peligro de que el gobierno ruso decida en algún momento que ya no puede tolerar que la OTAN sea un beligerante no oficial en la guerra. Dmitri Medvédev, principal asesor de Vladímir Putin desde hace mucho tiempo, ya ha afirmado que la OTAN está en guerra con Rusia [también lo dijo la ministra alemana de Rel. Exteriores, Annalena Baerbock].

La opinión generalizada entre los miembros del bloque transatlántico de política exterior es que esas advertencias no son más que poses que Rusia nunca se atrevería a emprender una acción militar contra un miembro de la OTAN. No es reconfortante darse cuenta de que muchas de esas mismas personas estaban igualmente seguras de que las repetidas advertencias de Moscú desde 2007 de que cualquier intento de convertir a Ucrania en miembro de la OTAN o en activo militar cruzaría una "línea roja" para Rusia no eran más que un baladronada. La guerra de Ucrania es la prueba definitiva de que esas suposiciones eran erróneas.

¿Y si la creencia generalizada en Occidente de que Rusia seguirá tolerando indefinidamente que la OTAN suministre armas cada vez más potentes al enemigo de Moscú resulta igualmente errónea? El símbolo nacional de Rusia es el oso, y un oso es un animal peligroso. Un oso acorralado es un animal especialmente peligroso. [al margen de similitudes con la fauna, hasta ahora el armamento proporcionado a Ucrania, sean misiles antitanque Javelin, lanzamisiles HIMARS, Patriot o tanques de cualquier tipo (Leopard, Challenger, Leclercq o Abrams), dadas las reducidas cantidades (15 HIMARS), (2 o 4 Patriot), (14+31=45 tanques, que cuando más temprano llegarán en 2 meses, mientras se entrena el personal que los manejará), no tendrán ningún efecto en las hostilidades. A manera de comparación, Zelensky pedía 300 tanques, vs 5,000 tanques rusos. Aun si Rusia ataca a Polonia o a cualquier otro miembro de la OTAN, la élite globalista (la que da las órdenes, no los payasos/títeres que fingen de presidentes o primeros ministros) no se arriesgará a perder el poder/riqueza que ha acumulado hasta ahora en una guerra nuclear ni por Ucrania ni por ningún integrante de la OTAN) Los responsables políticos occidentales harían bien en recordar este punto antes de arrinconar al gobierno ruso en la guerra de Ucrania.

La beligerancia en una guerra es como un embarazo en un sentido importante. No es posible estar medio embarazada. Del mismo modo, no es posible que USA u otros países de la OTAN sean "algún tipo de" no-beligerantes en la guerra de Ucrania. Washington y sus aliados han tratado de mantener ese status imposiblemente precario, pero ahora se encaminan a convertirse en beligerantes de pleno derecho, a pesar de los intentos de preservar la ficción legal de lo contrario. No se puede exagerar el peligro de esta estrategia.

 

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