jueves, 14 de diciembre de 2023

El turbio origen de Hamas y su aun más turbio uso actual

 La Formación de la Tormenta de la Ira: “Hamas fue el Invento de Netanyahu…

Por el Juez Andrew P. Napolitano                                                          23-Oct-23

FUENTE: https://www.globalresearch.ca/gathering-storm-rage-andrew-napolitano/5837406

 

 

El texto [en rojo] NO viene en el original y fue agregado por el equipo de traducción. Igualmente lo destacado en amarillo aparece como texto simple en el original.

 

Los salvajes ataques que Hamás infligió a la población civil y militar israelí la semana pasada carecen por completo de justificación, pero no de explicación. La sed de sangre árabe-israelí ha estado presente desde el final de la Primera Guerra Mundial, sobre todo desde 1947, cuando las milicias sionistas utilizaron la violencia para obligar a 750,000 [civiles] palestinos a abandonar sus aldeas y su antigua patria.

 

Ese proceso tuvo como resultado el establecimiento y el reconocimiento internacional del Estado de Israel y el confinamiento del pueblo palestino en la franja de Gaza en el oeste y en la Ribera Occidental en el este. En lugar de fusionar a estas personas en una sociedad democrática (donde los derechos individuales son iguales y el gobierno los respeta), los gobiernos israelíes han establecido un apartheid.

Gaza se convirtió en un campo de concentración al aire libre, condenado a la pobreza y la represión cultural. Mientras tanto, Cisjordania sigue reduciéndose, mientras el gobierno israelí sigue fomentando y financiando asentamientos israelíes ilegales en tierras que los palestinos creían, porque los gobiernos israelíes se lo habían dicho, que eran suyas [esta frase es absurda y quizá malintencionada, porque los palestinos creían que eran suyas, no por los gobiernos israelíes, sino porque han sido suyas los últimos 2,000 años].

La represión del gobierno israelí de los impulsos naturales palestinos de libertad, identidad cultural y prosperidad ha resultado en extremistas en ambos lados [los extremistas palestinos, por lo menos, con causa justificada; los extremistas sionistas motivados por la ambición y el fanatismo], y estas personas han fomentado una violencia indescriptible.

¿Cómo surgió Hamás? Hamás fue una creación del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.

Netanyahu fomentó e hizo que el gobierno israelí financiara a Hamás para resistir la influencia política del viejo enemigo de Netanyahu, el fallecido Yasser Arafat, jefe de la Organización para la Liberación de Palestina. [agotados los pretextos para se-guir retrasando la independencia palestina, Ariel Sharon (el asesino de Sabra y Chatila, Líbano, 16-18-Sep-1982) y Netanyahu idearon crear una facción islámica extremista que se opusiera al liderazgo secular de Yasser Arafat y la Autoridad Nacional Palestina. En cuanto Hamás triunfó en Gaza, Netanyahu suspendió toda negociación sobre la independencia palestina, so pretexto de que no negociaría con facciones. Cuando los palestinos descubrieron el truco y Mahmud Abbas (en Cisjordania) e Ismail Haniyeh (Gaza) pretendieron formar un frente común (Abr2014 -Oct2016), Netanyahu se apresuró a decirle a M. Abbas que él podía “ser muy generoso” si no se asociaba con los de Gaza].

Netanyahu y su gobierno separaron al pueblo palestino no sólo geográficamente sino también políticamente. Su creación de Hamás tuvo mucho más éxito de lo que imaginaba. A medida que crecía la represión israelí sobre Gaza, que se convertía más en un campo de concentración al aire libre, Hamás buscó y recibió el apoyo político de los habitantes de Gaza. Fomentó la resistencia que Netanyahu esperaba, y esa resistencia se transformó en violencia, y esa violencia estalló salvajemente la semana pasada.

¿Qué papel ha jugado USA en todo esto? USA ha sido el mejor y más fiel amigo [más bien sirviente, ya que USA paga un tributo anual y ninguna otra nación recibe un regalo anual equivalente] de Israel desde su creación como estado independiente. Israel tiene aproximadamente el tamaño y la población de Nueva Jersey. Los habitantes de Nueva Jersey pagan cientos de miles de millones en impuestos federales cada año y reciben alrededor de $800 millones anualmente a cambio. Israel, que por supuesto no paga impuestos al gobierno estadounidense, recibe 4.000 millones de dólares al año en lo que los federales llaman eufemísticamente ayuda exterior.

La ayuda exterior no está autorizada en ninguna parte de la Constitución. Pero todos sabemos que el gobierno federal hace lo que las personas que lo controlan creen que los mantendrá en el cargo, ya sea que lo apruebe la Constitución o no. Los federales creen que pueden promulgar cualquier ley, gravar cualquier evento, regular cualquier comportamiento, librar cualquier guerra, inmiscuir al gobierno en cualquier relación y gastar dinero que no tienen (al diablo con la Constitución).

Para promover ese comportamiento extraconstitucional, los federales han apoyado a los gobiernos israelíes sin importar lo que hicieran. Los gobiernos israelíes espían al gobierno de USA, a la Casa Blanca y a los ciudadanos estadounidenses, no hay problema. Aviones del gobierno israelí bombardearon el USS Liberty, matando a 34 e hiriendo a 171 marineros estadounidenses; no hay problema. La inteligencia israelí sabía del 11 de septiembre de antemano [sería interesante determinar cómo logró saberlo de antemano] y no advirtió a USA, no hay problema. El gobierno israelí quiere reprimir y aniquilar parcialmente a un grupo étnico utilizando armas estadounidenses, no hay problema. El gobierno israelí quiere matar a más inocentes que los locos de Hamás, no hay problema. El gobierno israelí quiere dinero estadounidense para hacer todo esto, no hay problema.

Este apoyo incondicional de USA, al igual que el apoyo militar de USA al gobierno de Ucrania [casualmente dirigido por un judío], ha provocado la muerte de inocentes y ha llevado a Israel y Ucrania al precipicio más peligroso e inestable al que se hayan enfrentado ambos países en los últimos 50 años. Desde los recientes ataques de Hamás y las derrotas militares de Ucrania, los políticos estadounidenses han pedido más préstamos a los chinos [mediante la venta de bonos del Tesoro] para dar más dinero a los gobiernos de Netanyahu y Ucrania. Esto se sumará a la deuda de 33 bdd del gobierno federal y hará subir los precios estadounidenses y reducirá el empleo [para eso están las colonias].

En lugar de negociar o incluso gastar dinero para la paz, USA ha fomentado y pagado las guerras. En lugar de utilizar su enorme poder económico para facilitar la prosperidad, USA, citando al secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, ha “proyectado poder en ambos frentes”, es decir, en Medio Oriente y Ucrania. ¿Poder? Ha proyectado y causado muerte y destrucción, tal como lo hizo con su “poder” [destructivo] en Vietnam, Afganistán e Irak.

¿Es ése el objetivo de la política exterior estadounidense: proyectar poder? Si es así, no funciona [para USA no, pero para la cábala neoconservadora que controla el gobierno, sí].

Mi amigo y colega, el ex representante Dr. Ron Paul, ha argumentado elocuentemente no sólo que Rusia ha ganado la guerra en Ucrania a pesar de los esfuerzos de USA por utilizar a Ucrania como ariete para perjudicar la presidencia de Vladimir Putin, sino que Hamás ha ganado su guerra con Israel. ¿Cómo es eso? El objetivo de Hamás era sacar a relucir lo peor del gobierno de Netanyahu y despertar el apoyo de los pueblos árabes y musulmanes a un Estado palestino. En ese sentido, Hamás ha tenido éxito [mientras no lo advierta USA y actúe consecuentemente, ese “éxito” no existe]. La ira israelí está justificada. Pero la matanza intencional de inocentes israelíes o palestinos no lo es.

¿Dónde deja todo esto a USA y al pueblo estadounidense? [ligeramente mejor que los palestinos].

Tenemos un presidente que no puede juntar dos frases [paradójicamente, fue una ventaja para que lo candidatearan] y mucho menos negociar de manera creíble con jefes de estado extranjeros en busca de la paz [para eso están Antony Blinken, Merrick Garland y Alejandro Mayorkas que, casualmente, tienen un rasgo en común]. Tenemos un Congreso en deuda con la comunidad de inteligencia y el complejo militar-industrial [pero sobre todo con el AIPAC, porque cualquier aspirante a gobernador, congresista o juez, de acuerdo al libro de John J. Mearsheimer y Stephen Walt, The Israel Lobby, para recibir financiamiento electoral tiene que presentar un examen escrito de sus puntos de vista respecto a Israel y eso determinará si recibe o no financiamiento. Si tuviera la peregrina idea de escribir una cosa y no cumplirla estando en el puesto, puede dar por terminada su carrera en la política y todo el financiamiento irá hacia su oponente]. Tenemos un gran partido gubernamental [tanto del lado republicano como del lado demócrata] en Washington. Está a favor del bienestar, de la guerra, del Estado profundo, del Estado de seguridad y del Estado administrativo; pero no es pro-Constitución ni pro-gobierno limitado ni pro-libertad personal ni pro-paz [pero sí primero-Israel].

La política exterior de USA sin importar quién esté en la Casa Blanca o qué partido político controle el Congreso atiza una ira enconada dondequiera que vaya. ¿Qué nos traerá eso? En el momento de escribir estas líneas, está llevando 2,000 tropas estadounidenses a Tel Aviv. La historia muestra indiscutiblemente que cuando todo lo demás falla, los gobiernos nos llevan a la guerra.

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