jueves, 28 de abril de 2022

Europa cabeceando para el lado del golpe

 

Errores con Consecuencias Tanto Tácticas como Estratégicas

Por Alastair Crooke                                                                        18-Abr-22

FUENTE: https://www.strategic-culture.org/news/2022/04/18/errors-both-tactical-and-of-strategic-consequence/

 

El texto [en rojo] NO viene en el original y fue agregado por el equipo de traducción. Igualmente lo destacado en amarillo aparece como texto simple en el original.

El resultado más probable es que la economía de Rusia no se derrumbe (incluso si la UE llega al extremo en la energía y "todo lo demás").

Los halcones estadounidenses y europeos de la OTAN y los intervencionistas liberales quieren, por encima de todo, ver a Putin humillado y repudiado. Muchos en Occidente quieren la cabeza ensangrentada de Putin en una pica que se eleve por encima de la "puerta de la ciudad", visible para todos como una advertencia rotunda para aquellos que desafían su "[des]orden internacional basado en reglas". Su objetivo no es sólo Pakistán o India, sino también China, principalmente.

Sin embargo, los halcones ven que no se atreven —que no pueden ir hasta el extremo. A pesar de la beligerancia y las posturas, quieren que los movimientos del conflicto se limiten a las fronteras de Ucrania: No debe haber tropas estadounidenses sobre el terreno (aunque los innombrables ya están allí, y han estado "llevando la voz cantante").

El Pentágono, por lo menos, no quiere arriesgarse a una guerra con Rusia que se agrave, y que podría llegar al uso de armas nucleares. (Esta postura, sin embargo, está siendo cuestionada por los principales neoconservadores, que sostienen que los temores de que Rusia recurra a las capacidades nucleares son exagerados y deben dejarse de lado).

Así que, para lograr estas grandes agendas, Occidente se ha limitado (desde 2015) a entrenar y armar a los cuadros de élite (como el regimiento Azov), y a asegurarse de que están conectados en todos los niveles (incluso en la cúpula) de la dirección política y militar ucraniana.

El objetivo en este caso ha sido mantener el conflicto (ya que ganar de forma rotunda no es una opción): Cuanto más tiempo continúe la guerra, según la narrativa de USA, más perjudicarían las +5,000 sanciones impuestas a la economía rusa y socavarían insidiosamente el apoyo público ruso a la guerra.

La experiencia adquirida en Siria impregna el espacio de batalla: Para las fuerzas rusas, la experiencia de limpiar Alepo de extremistas yihadistas ha sido formativa. Y, para el Mando de Operaciones Especiales de USA que entrena a estas unidades de élite ucranianas, las cualidades de pura crueldad y de interrupciones de falsa bandera (perfeccionadas por sus anteriores protegidos de Idlib) parecen haber impresionado a sus antiguos instructores occidentales lo suficiente como para justificar su transmisión a una insurgencia delegada dirigida por Azov, aunque operando desde el polo opuesto de la ideología insurgente.

Hay motivos para pensar que el FSB (Servicio de Seguridad de Rusia) puede haber subestimado cómo el recurso a las tácticas de gestión de la población al estilo de Idlib podría dejar incluso a una población civil mayoritariamente prorrusa demasiado acobardada para oponerse eficazmente a la dominación al estilo de Azov. Como consecuencia, las fuerzas rusas han tenido que luchar, más de lo previsto. Esto puede haber sido un error táctico, pero no estratégico.

Hay, en efecto, un error estratégico importante la decisión tomada por Occidente de librar primordialmente una guerra financiera contra Rusia que puede resultar la perdición de la agenda bélica occidental. (La insurgencia ucraniana, en la práctica, se ha limitado en gran medida a dar más tiempo a las sanciones y a la superguerra PSYOPS, sobre todo para que la guerra PSYOPS haga mella en la psique interna rusa).

Pues bien, éste es el problema: En marzo, el presidente Biden se presentó ante el Congreso y se jactó de que el rublo ruso había caído un 30% y la bolsa rusa un 40%. La economía rusa, dijo, estaba en camino de colapsar; la Misión estaba en camino de terminar.

Sin embargo, en contra de la expectativa del G7 de que las sanciones occidentales colapsarían la economía rusa, el FT reconoce: "Pero el sistema financiero ruso parece estar recuperándose de la conmoción inicial de las sanciones"; "el sector financiero ruso está recuperándose tras el aluvión inicial de las sanciones". Además, las ventas de petróleo y gas de Rusia más de 1,000 mdd al día en Marzo hacen que siga acumulando grandes ingresos en divisas. Tiene el mayor superávit por cuenta corriente desde 1994, ya que los precios de la energía y las materias primas se han disparado.

Irónicamente, las perspectivas económicas de Rusia parecen hoy, en muchos aspectos, mejores que las de Occidente. Al igual que Rusia, Europa ya tiene o pronto tendrá una inflación de dos dígitos. La gran diferencia es que la inflación rusa está bajando, mientras que la europea está subiendo hasta el punto (sobre todo con los precios de los alimentos y la energía) en que estas subidas probablemente desencadenarán la indignación y la protesta popular.

Pues bien... el G7 se equivocó (la crisis política, después de todo, estaba prevista para Rusia, no para Europa), y los Estados de la UE parecen ahora decididos a redoblar la apuesta: Si Rusia no se ha derrumbado como se esperaba, entonces Europa debe ir "al completo": Desnudar todo" [aunque implique ser una táctica  kamikaze]. Ningún barco ruso que entre en los puertos de la UE, ningún camión que cruce las fronteras de la UE, ningún carbón, ningún gas y ningún petróleo. “Que ni un euro llegue a Rusia" es el grito.

Ambrose Evans-Pritchard escribe en el Telegraph: "Olaf Scholz debe elegir entre un embargo energético a Rusia o un embargo moral [más que moral, sería un embargo térmico] a Alemania":

" ... la negativa de Europa occidental a cortar la financiación de la maquinaria bélica de Vladimir Putin es insostenible [¿para quién?]. El daño moral y político para la propia UE está siendo prohibitivo. La política es ya un naufragio diplomático para Alemania, aturdida al descubrir que el presidente Frank-Walter Steinmeier es un paria ¿el Kurt Waldheim de nuestra era? tan manchado por dos décadas como el oscuro señor de la connivencia con el Kremlin que Ucrania no lo quiere en el país. El retraso no hace justicia al pueblo alemán, que apoya abrumadoramente una respuesta que esté a la altura de la amenaza existencial a la que se enfrenta ahora el orden liberal de Europa".

Aquí está claramente la gran agenda revisada, Marca II: Rusia está sobreviviendo a la Guerra del Tesoro porque la UE sigue comprando gas y energía a Rusia. La UE y más concretamente Alemania está financiando la "grotesca guerra no provocada" de Putin. el meme sigue. “¡Ni un euro para Putin!".

El segundo error estratégico es no entender que la resistencia económica de Rusia no se debe únicamente a que la UE siga comprando gas a Rusia. Sino que es gracias a que Rusia ha jugado con ambos lados de la ecuación es decir, vinculando el rublo al oro, y luego vinculando los pagos de energía al rublo que su moneda ha subido.

De este modo, el Banco de Rusia está alterando fundamentalmente todos los supuestos de funcionamiento del sistema de comercio mundial (es decir, sustituyendo el comercio evanescente del dólar por un comercio sólido de divisas respaldado por materias primas)al tiempo que desencadena un cambio en el papel del oro, que vuelve a ser un baluarte que apuntala el sistema monetario.

Paradójicamente, el propio USA preparó el terreno para este cambio hacia el comercio en moneda local mediante la incautación sin precedentes de las reservas de Rusia, y la amenaza al oro de este país (si solo pudiera poner sus manos sobre él). Esto asustó a otros Estados que temieron ser los siguientes en la lista, provocando el caprichoso "disgusto" de Washington. Ahora, más que nunca, los países no occidentales están abiertos al comercio en divisas locales.

Esta estrategia de "boicot ruso-energético" es "el telón de fondo de Europa", por supuesto. No hay forma de que Europa sustituya la energía rusa por otras fuentes en los próximos años: Ni de USA, ni de Qatar, ni de Noruega. Pero los dirigentes europeos, consumidos por un frenesí de "indignación moral" ante la avalancha de imágenes de atrocidades procedentes de Ucrania, y la sensación de que el "orden liberal" debe evitar a toda costa una pérdida en el conflicto de Ucrania, parecen dispuestos a ir "hasta el fondo".

Ambrose Evans-Pritchard continúa:

"El dique político está resquebrajándose en Alemania. Die Welt captó el estado de ánimo exasperado de los medios de comunicación, calificando la relación de Alemania con la Rusia de Putin como el "mayor y más peligroso error de cálculo de la historia de la República Federal". Los presidentes de las comisiones de Asuntos Exteriores, Defensa y Europa del Bundestag que abarcan los tres partidos de la coalición pidieron el jueves un embargo de petróleo. "Tenemos que dar por fin a Ucrania lo que necesita, y eso incluye las armas pesadas. Un embargo energético completo es factible", dijo Anton Hofreiter, presidente de los Verdes para Europa" [sería interesante saber en qué ventanilla cobra el tal Hofreiter].

El aumento de los costes energéticos implícito en la eliminación de la energía rusa simplemente destruye lo que queda de la competitividad de la UE, y da paso a la hiperinflación y al malestar político. ¿Forma esto parte del programa original de la OTAN de mantener a Estados Unidos "dentro", a Rusia "fuera" y a Alemania "abajo"?

Hay serias líneas de falla que irradian de este intento de UE-USA de reafirmar su ’liberalismo’ —que insiste en no tolerar la ‘disidencia’. En cuestiones como la agenda de una élite científico-tecnológica y en "ganar" en Ucrania, no puede haber otra perspectiva. Estamos en guerra.

Entonces, ¿qué ocurrirá? El resultado más probable es que la economía rusa no se derrumbe (incluso si la UE va hasta el extremo en la energía y en "todo lo demás"). China estará con Rusia, y China es la "economía global". No puede ser sancionada para que capitule.

¿Jaque mate? Bueno, ¿cuál podría ser el Plan III de Occidente? El frenesí bélico; el odio visceral; el lenguaje que parece diseñado para excluir un "acuerdo político" con Putin o con los dirigentes de Moscú sigue ahí, y los neoconservadores están olfateando la oportunidad:

"El intelectual neoconservador, antiguo redactor de discursos de Reagan, John Podhoretz, escribió recientemente una columna triunfal titulada "Neoconservadurismo: Una reivindicación". El artículo en Commentary [revista judía conservadora] declaraba que los arquitectos de la Guerra contra el Terror, como él mismo, están ahora "de vuelta en la cima", ya que los acontecimientos mundiales les han dado la razón en todo desde la policía comunitaria hasta la guerra".

No sólo han vuelto a la cima, afirma Podhoretz, sino que los neoconservadores han conquistado a sus principales enemigos intelectuales en lo que respecta al marco moral de la disuasión. Esto representa la nueva "jugada" interna en la cuestión de Ucrania: Los neoconservadores creen que han sido reivindicados por Ucrania.

Por supuesto, cuando la invasión de Irak terminó con una monumental derrota, los neoconservadores fueron universalmente ridiculizados, con Podhoretz escupiendo excusas. Como era de esperar, la validación original de la intervención militar de USA entró en un fuerte declive, y la guerra de sanciones del Tesoro se puso en su lugar como la intervención que no requiere "botas en el terreno".

De ahí que los neoconservadores compartan la idea errónea de que la guerra del Tesoro, acompañada de una PSYOPS extrema, podría “bajarle los humos” a Putin.

Los neoconservadores están encantados con el fracaso de la guerra financiera. Desde su punto de vista, esto vuelve a poner la acción militar sobre la mesa, con un nuevo "frente" abierto: Un ataque a la premisa clave original de que debe evitarse un intercambio nuclear con Rusia, y los movimientos del conflicto, cuidadosamente circunscritos para evitar esta posibilidad.

"Es cierto que actuar con firmeza en 2008 o 2014 habría significado arriesgarse a un conflicto", escribió Robert Kagan en el último número de Foreign Affairs, lamentando la negativa de USA a enfrentarse militarmente a Rusia antes:

"Pero Washington se está arriesgando a un conflicto ahora; las ambiciones de Rusia han creado una situación inherentemente peligrosa. Es mejor que Estados Unidos se arriesgue a un enfrentamiento con potencias beligerantes cuando están en las primeras etapas de ambición y expansión, no cuando ya han consolidado ganancias sustanciales. Puede que Rusia posea un temible arsenal nuclear, pero el riesgo de que Moscú lo utilice no es mayor ahora de lo que habría sido en 2008 o 2014, si Occidente hubiera intervenido entonces. Y siempre ha sido extraordinariamente pequeño: Putin nunca iba a obtener sus objetivos destruyéndose a sí mismo y a su país, junto con gran parte del resto del mundo."

En resumen, no se preocupe por entrar en guerra con Rusia, Putin no usará la bomba. ¿De verdad? ¿Por qué Ud debería pensar que eso es cierto?

Estos neoconservadores están profusamente financiados por la industria bélica. Nunca se dejan caer de las redes. Entran y salen del poder, aparcados en lugares como el Consejo de Relaciones Exteriores o Brookings o el AEI, antes de ser llamados de nuevo al gobierno. Han sido tan bienvenidos en la Casa Blanca de Obama o Biden, como en la de Bush. La Guerra Fría, para ellos, nunca terminó, y el mundo sigue siendo binario: "nosotros y ellos", el bien y el mal [y están en lo cierto, lo único es: “nosotros y ellos”, el mal y el bien].

Pero el Pentágono no se lo cree [¿quieres insinuar que el Pentágono es una entidad al margen de los globalistas? Unos (el Pentágono) y otros (los neocons) están bajo los mismos patronos, que se mantienen en el anonimato]. Saben lo que implica una guerra nuclear. Así que el resultado final es que las sanciones perjudicarán, pero no colapsarán la economía rusa; la guerra real (y no la guerra PSYOPS de la incompetencia y el fracaso militar ruso) será ganada por Rusia (con cualquier suministro militar de la UE y de USA de grandes equipos a Ucrania siendo vaporizado al cruzar la frontera); y Occidente experimentará lo que más teme: la humillación en su intento de reafirmar el orden liberal basado en reglas.

Europa teme que sin una reafirmación rotunda, se verán aparecer fracturas en todo el mundo. Pero esas fracturas ya están presentes: Trita Parsi escribe que "los países no occidentales tienden a ver la guerra de Rusia de forma muy, muy diferente":

"Las exigencias occidentales de que hagan costosos sacrificios cortando los lazos económicos con Rusia para mantener un "orden basado en reglas" han engendrado una reacción alérgica. Ese orden no se ha basado en reglas, sino que ha permitido a USA violar el derecho internacional con impunidad. El mensaje de Occidente sobre Ucrania ha llevado su sordera a un nivel completamente nuevo, y es poco probable que se gane el apoyo de países que han experimentado a menudo los peores lados del orden internacional".

Asimismo, el ex asesor indio de Seguridad Nacional, Shivshankar Menon, ha escrito en Foreign Affairs que "Lejos de consolidar "el mundo libre", la guerra ha subrayado su incoherencia fundamental. En cualquier caso, el futuro del orden global no se decidirá por las guerras en Europa, sino por la competencia en Asia, sobre la que los acontecimientos en Ucrania tienen una influencia limitada".

La característica más destacada de la primera ronda de las elecciones presidenciales francesas de la semana pasada fue que incluso si Macron gana el 24 de abril (y el Establishment y sus medios de comunicación harán cualquier cosa para asegurar su victoria), será pírrica. La mayoría de los votantes franceses votaron el 13 de abril en contra de un sistema de intereses entrelazados entre el Estado y la esfera corporativa.

Los votantes franceses se perciben a sí mismos en un tren desbocado de mayor inflación, disminución del nivel de vida, más regulación supranacional, más OTAN, más UE y más diktats estadounidenses.

Ahora, se les dice que el aumento de los precios de los alimentos, la calefacción y el combustible es el precio que vale la pena pagar para paralizar a Rusia y China y "preservar el tejido moral del orden liberal".

Si hubiera que caracterizar esta "guerra" tácita, es que Macron habla (por lo bajo) a La France, en abstracto. Le Pen, por el contrario, ha hablado con los franceses, y ha hablado de política con la que pueden relacionarse de forma personal. En las elecciones, las viejas categorías tradicionales y los "contenedores" de la política francesa: la Iglesia católica; el Partido Republicano y el Partido Socialista se han vuelto insignificantes.

El presidente Eisenhower, en su discurso de despedida de 1961, previó claramente el cisma que se avecinaba:

"Hoy en día, el inventor solitario ha sido eclipsado por grupos de trabajo de científicos en laboratorios y campos de pruebas. Del mismo modo, la universidad, históricamente fuente de ideas libres y descubrimientos científicos, ha experimentado una revolución en la realización de la investigación. En parte debido a los enormes costes que conlleva, un contrato gubernamental se convierte prácticamente en un sustituto de la curiosidad intelectual. Por cada viejo pizarrón hay ahora cientos de nuevos ordenadores electrónicos.

La perspectiva de la dominación de los académicos de la nación por el empleo federal, asignaciones de proyectos y el poder del dinero está siempre presente y es algo que hay que tener muy en cuenta.

Sin embargo, al respetar la investigación y los descubrimientos científicos, como deberíamos, también debemos estar alerta ante el peligro igual y opuesto de que la política pública se convierta a su vez en cautiva de una élite científico-tecnológica".

Esto es la guerra.

 

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