viernes, 5 de agosto de 2011

El Terrorista Con Mandil

por: Domenico Savino 11-07-25

FUENTE: http://www.effedieffe.com/index.php?option=com_jcs&view=jcs&layout=form&Itemid=150&aid=53128

anders-behring-breivik-610x430

 

Anders Behring Breivik ¿cristiano? No, si acaso cristianista. Esto es teocon, filosionista, occidentalista y masón. Intérprete de aquella particular tipología de pseudo-cruzado moderno, que desde hace años Maurizio Blondet denuncia como peligrosa parodia de la fe cristiana, de la cual en cambio por la Gracia buscamos hacernos dignos.

He aquí el monstruo, el hombre que en nombre de una ambigua y tambaleante identidad occidental ha asesinado a 93 connacionales, en su mayoría muchachos, culpables en su opinión de colaborar, en razón de su adhesión al partido laborista, al proyecto multicultural de islamización europea.

Está en su divisa de masón, donde campea junto a sus referencias culturales y existenciales en su página de Facebook, convertida ahora en la red en una pieza de colección. (Anders Behring Breivik FACEBOOK.pdf)

Extraño extremista de derecha, este noruego. Además anti-nazi. Un buen problema. Nosotros los complotistas verdaderos no iríamos a buscar referencias y contactos que este miserable asesino con aire de muchacho bueno habrá tal vez entretenido con aquel Servicio antes de poner a punto su demencial proyecto, sino más bien el clima cultural que le ha alimentado la mente y le ha armado la mano: lástima por él (en caso de que fuese un criminal tonto y de buena fe) que lo que obtendrá en el largo plazo será exactamente lo contrario de lo que parecía ser su propósito manifiesto.

De hecho nada más que un gesto como el de Anders Behring Breivik reforzará las políticas multiculturales integracionistas, mundialistas: en las próximas semanas se levantarán altas desde todas las cátedras progresistas del mundo las exhortaciones a vigilar contra todo tipo de integrismo religioso y habrá una andadera por cada red y un Bernard Henry Levy por cada diario para recordarnos que la intolerancia religiosa es un peligro del cual hay que cuidarse y contra el que hay que vigilar… judaísmo aparte, se entiende, que notoriamente es la única religión que se lleva no para agredir, sino ¡sólo defenderse!

Quien en esta lúcida demencia preterintencional terminará por salir perdiendo será precisamente el cristianismo (e implícitamente el catolicismo más tradicional) ya que la prensa ha decretado que el asesino es un fundamentalista cristiano y tanto más que este loco fanfarrón ha marcado con referencias pseudocruzadas su delirio así como pseudoidentitario. Y se sabe que en la licuadora mediático pocos tienen todavía la capacidad de distinguir cristiano de cristianista, y luego cristiano de católico, fanático de integrista, fundamentalista de tradicionalista. El resultado será que las religiones son peligrosas, porque llevan al integrismo, así que cualquiera que no se adhiera a una visión ecuménica, sinárquica y sincretista en materia será singularizado como un asesino potencial, un carnicero de muchachos laboristas.

Si por los frutos se reconoce la planta esperemos al menos que todos los católicos, de derecha e izquierda, esta vez entiendan. Esperamos se den cuenta que el enemigo principal de Cristo, esto es el Anticristo que llama al choque final en Armageddon, como hace Anders Behring Breivik y antes de él los cristiano-sionistas norteamericanos, es la pseudoreligiosidad que en sus dos versiones contribuye dialécticamente a la realización del proyecto mundialista: el choque de civilizaciones hace las veces de disparador de Derecha de la reacción integracionista y sincretista, que es el punto de caída hacia la Izquierda.

En esto la demonizaciones del Islam antes y del anti-Islam ahora son solo las dos fases dialécticas que por ejemplo en tiempos más prolongados han caracterizado la política norteamericana durante el péndulo de las administraciones republicanas y demócratas de los últimos 20 años: a bien ver nada más estas demenciales explosiones de locura están en posibilidades de realizar en concreto la demolición controlada del orden social, que interpreta perfectamente el mandamiento masónico solve et coagula [máxima alquimista que literalmente se traduce como: “disuelve y coagula”; que significaría “desbarátalo y vuelve a armarlo”] o el orden en el caos.

Cierto entonces no sorprende que Anders Behring Breivik pueda ser miembro de la logia masónica San Juan Olaus de las tres columnas, cuyo lema es «De las tinieblas a la luz».

No sería sorprendente del todo si en el armar la mano de Breivik estuviese el ala de los Servicios Secretos que se inspiran en el proyecto de Zbigniew Brzezinski, verdadera contraparte dialéctica del pensamiento teo-con: como en el judo esto pudiera ser un golpe dado al adversario interno usando su misma fuerza, en un momento en el que los contactos entre demócratas y republicanos arriesgar hacer saltar la banca, esto es el equilibrio norteamericano, con Obama cada vez con más dificultades.

Como la brillante operación Obama, consiente a Obama hacer posible que abandone Afghanistán (con los cristiano-sionistas que se retuercen las tripas) así la tragedia noruega pone ante el mundo el extremismo cristiano luego del islámico, con el resultado de reiniciar una laicidad necesaria en cada instancia cultural o religiosa para disfrutar en el plano político.

La estrategia de Zbig, de hecho, no ha sido jamás la guerra de fuerza, sino la interna. La suya es una lógica de gobierno interno e internacional mediante la disolución planificada. Al apoyar a Obama Zbig a dicho:

 


«Lo que hace atrayente a Obama es que entiende que vivimos en un mundo muy diverso donde debemos ponernos en relación con una variedad de culturas y pueblos».
brzinski01_01

El nuevo enfoque global, trans-étnico, trans-racial de Obama, la recuperación del soft-power como instrumento de gobierno del mundo, pone temporalmente en sordina el hard-power de la política republicana. Francamente pensando en Breivik me resulta difícil imaginar que un hombre solitario, que había preanunciado sus propósitos sanguinarios en la web, haya podido actuar sin ser molestado, sin que nadie interviniese. También está por demostrarse, pero es difícil pensar que no haya habido alguna omisión, algo que haya podido favorecer lo sucedido. En suma Anders Behring Breivik podría haber sido dejado hacer como capítulo final de una ideología que viene así temporalmente puesta a dormir.Anders_Behring_Breivik,_presunto_autor_del_doble_atentado_en_Oslo

Y más aun, por lo que Anders Behring Breivik ha querido decir al mundo, su foto con mandil masónico y su voluminoso manifiesto político titulado «2083 – Una declaración de independencia europea», no es la pistola humeante que demuestra cómo cualquier secta más o menos desviada ha ordenado la masacre, sino la demostración racional (más allá de quién se beneficiará con los daños para sus propios fines políticos) que un completo sistema de pensamiento occidentalista ha jalado el gatillo –como en los procedimientos de programación neurolingüística— en la mano del asesino. (Una Declaración Europea de Independencia.pdf).

Si debiéramos buscar a los malvados maestros que están detrás del gesto demente de Breivik podríamos encontrar, en realidad encontramos en su escrito, a Samuel Huntington y el «Choque de Civilizaciones», el espectro de Eurabia, el mito del 11-Septiembre, toda la predicación neo/teocon y –en nuestro país— Oriana Fallaci y Magdi Allam. Todo lo que –como con un cierto embarazo buscaba minimizar la otra noche Massimo Introvigne en RAI 2— se aparea con la ideología teo-con, con la exaltación cristiano-sionista, con cierto esoterismo templario (en lo que se refiere a iniciación y juramento), con la simbología nórdica, con los mitos celtas, revueltos en su página de Facebook en clave pop en los videos sensuales de Sarah Howells, a los evocadores de Armin van Buuren y la saga cinematográfica de Conan el guerrero. Hay todo el repertorio de esta Derecha Ultramarina «compasionada e impresentable» en el gesto demencial de Breivik, con un poco tal vez de Daniela Santanché. Y he dicho todo.

Y hay así también algo de lógico, si bien desusual en este extremista de derecha.

Sobre todo la única cita en Twitter es la de un campeón de la liberaldemocracia, John Stuart Mill:

 

«Una persona con una creencia es igual en fuerza a 99 que sólo tienen intereses»

Luego falta una apología del fascismo y todavía más del nazismo. Así en el Distintivo del Caballero de la Justicia, que forma parte del uniforme ideado por él, nazismo, comunismo e islamismo son sustancialmente equiparados, como ideologías primarias y malvadas de nuestro tiempo.

 

Caballero Justiciero

«La insignia del Caballero Justiciero muestra un blanco cráneo, marcado con los símbolos del comunismo, el islam y el nazismo, en la frente, traspasado con la cruz de los mártires. El fondo es negro. La insignia del Caballero Justiciero ilustra nuestra lucha/oposición patriótica contra las tres ideologías primarias de odio de nuestro tiempo: Islam, Multiculturalismo(comunismo) y Nazismo».clip_image004

Decididamente Ferrara no habría logrado decirlo mejor. Pero un terrorista antinazi y antiislámico, que cita a Mill, es verdaderamente un buen problema para quien por años ha predicado en nombre de la democracia y el liberalismo una lucha al terrorismo internacional y está acostumbrado a representar el mundo en blanco y negro. Seamos claros, las preocupaciones de Anders Behring Breivik son concretas, la desaparición de la identidad étnica y cultural de los pueblos es una realidad, como lo es la necesidad de despertar las conciencias entorpecidas de Occidente de su imparable decadencia y la necesidad de revivir las energías espirituales del pasado: el problema es ponerse de acuerdo sobre qué hacer, con quién hacerlo y en base a qué hacerlo.

Anders-Behring-Breivik1Si la idea es la de salvaguardar los incontaminados fiordos noruegos o las rubias valkirias del video de Armin Van Buuren de la llegada de peligrosas hordas de musulmanes, aliándose con cualquiera que se encuentre en conflicto con ellos…. gracias, no. Los musulmanes no van aniquilados, van convertidos, no son bestias o cepa de asnos, sino hijos de Dios. Y seamos claros que por lo que a mí respecta si debo escoger entre un musulmán devoto y un cristianista masónico, escojo al primero. La idea que ha armado la mano de Breivik es aquella según la cual Dios es un Dios de Occidente, un Dios político, no Dios de todos los hombres.

Y he aquí el gran problema y la gran diferencia entre los verdaderos católicos y los falsos cristianos: si la salvación es para todos, nadie puede confundir la Fe con la civilización y anteponer ésta a aquélla. La civilización cristiana es hija de la Fe, no a la inversa.

No se reconstruye la civilización cristiana a partir de la espada, sino de la cruz; no mediante la guerra, sino de la oración; no mediante la voluntad, sino por la gracia y la conversión. La civilización cristiana ha iniciado su propio imparable derrumbe desde el momento en que ha quitado a Dios del centro de la vida, quitando a Cristo el trono de su realeza, esto es la verdadera soberanía sobre los pueblos y naciones.

La esterilidad incluso demográfica de la civilización occidental es la consecuencia de la autosuficiencia gnóstica a la que la sociedad occidental se ha dirigido, que el templarismo pseudocristiano de Breivik expresa perfectamente. Así el suyo es el delirio de un loco (tal vez manipulado) frente al cual se requiere extrema claridad y firmeza, por todos aquellos que mantienen la identidad cristiana y católica: se requiere restringir decididamente estas posiciones e impedir que otros confundan el Buen Combate, con el delirio cristianista de Breivik u otros fanáticos similares.

Hoy no hay batalla por lidiar, ni espada por empuñar, porque no hay un caballero que haya pasado la noche en vela, ni pueblo que haya ayunado, ni sacerdote que haya oficiado, ni monje que haya orado. Occidente es hoy un lugar sin Dios, en el cuál el hombre celebra en la vulgaridad y en el mercado la propia presunción prometeica de autosuficiencia. El ocaso de Occidente se cumple hoy de manera tal no sólo, como ocurrió en el siglo pasado, algún trágico profeta y visionario lo pueda anunciar, sino en modo que cada uno lo pueda incluso sufrir en carne propia.

Si Dios está muerto, todos somos cadáveres y por tanto no hay batalla por combatir, salvo aquella trágica de un ejército de las tinieblas que emerge del nihilismo autodestructivo y que participa de aquella muerte. No hay batalla, porque primero se requiere una conversión del corazón. Y ésta nos hace entender que la buena batalla es la de la Cruz. Desgraciadamente en vez de la idea de una batalla final por luchar y vencer manu militari, la idea de algo “atroz, pero necesario”, como Breivik mismo ha definido su acto, es la visión trágica que se perfila en el imaginario no sólo y no tanto de un demente, sino en el proyecto político y cultural de quien desea acelerar el fin y el choque, para arreglar cuentas con los enemigos.

Detrás de esta idea hay la idea misma de un Armageddon inminente, ineluctable e ineludible, en la cual la dimensión religiosa adquiere el valor de una ordalía, donde al término de una batalla final entre los hijos de las tinieblas y los hijos de la luz, a los que vendrá devuelto el Reino. Paradojalmente, hay en la mente de Breivik una lúcida locura, que él ha aprendido y tomado muy en serio en la iluminación de ciertas logias que habría frecuentado. Es la variante caliente del proyecto frío de Brzezinski, aquella hasta ahora admirablemente interpretada por la paranoia cristiano-sionista, de la saga de los Bush, de la palidez de los tea party, de la agresividad puritana y reprimida de las mujeres á la Sarah Palin. Este milenarismo mesiánico ha encontrado en Anders Behring Breivik solo la versión escandinava. El drama es que esto es el proyecto no tanto de un poseso, sino desgraciadamente de decenas de millares de personas que se dicen cristianas y enlodan así el nombre de nuestro Divino Salvador, abrazando la cruz de Cristo para la batalla del Anticristo.

Extraño extremista de derecha este Breivik. Es alguien que se alegra que las fuerzas nacionalsocialistas en Europa occidental abandonen sus viejas ideologías antisemitas, para desposar formas más adecuadas, esto es filoisraelíes y anti-islámicas, de nacionalismo: “Es alentador ver que un creciente número de nacionalsocialistas en Europa Occidental están rechazando su antigua ideología y abrazando una forma más justa de nacionalismo; la posición cristiana, cultural conservadora, anti-Eurabia. Una alternativa derechista, moderna, culturalmente conservadora (nacionalista), anti-Jihad, está emergiendo en Europa Occidental. Una mayoría de grupos derechistas europeos occidentales son anti-Islamización y pro-Israel. Ellos desean incluir a los judíos en nuestra lucha contra el multiculturalismo y la islamización de Europa. Israel está en la vanguardia de la Jihad global. Si Israel cae, entonces todas las fuerzas actualmente apuntando a Israel (Jihad islámica, Hamas, Hezbollah, la Hermandad Musulmana financiada por Arabia, Irán, etc.) comenzarán a enfocarse de todo corazón sobre Europa. Tenemos aun mucho trabajo por hacer.

Debemos continuar presionando a los movimientos NS de la antigua generación e invitarlos a unirse a nuestras filas. A través de la adaptación y el cambio contribuirán a crear y desarrollar aun más una postura “un-tainted” anti-islámica/anti-multiculturalista – ‘la nueva y fuerte derecha europea’. Esto de seguro constituirá un reto, especialmente en ciertos países de Europa oriental. Esperamos el apoyo de todos los judíos cultural-conservadores en nuestros futuros esfuerzos de consolidación” (1).

Extraño extremista de derecha este Anders Behring Breivik no filo-nazi, sino filo-sionista….

… lo que en el fondo, se ve, no parece hacer, ¡ay!, mucha diferencia.

Domenico Savino

 

COMENTARIOS DE REALISMO

Efectivamente, es un extremista de “derecha” muy raro.

Se dice anti-islámico, anti-nazi y pro-europeo, pero no ataca a ningún musulmán ni a ningún nazi, sino precisamente a un grupo de jóvenes EUROPEOS, quizá con restos de creencias cristianas.

Se declara partidario de la “pureza” europea, pero resulta filosionista y mata europeos.

Como dijo alguien, “el perfecto Candidato Manchuriano”.

Tan extraño como los extremistas “palestinos” que en Abril de este año no encontraron a quienes más asesinar que a los destacados activistas pro-palestinos Julian Mer-Khamis y Vittorio Arrigoni.

Parece una típica operación de “falsa bandera”.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario