jueves, 17 de mayo de 2018

Un artículo con título amarillista, pero bastante atrasado


2018: Cuando el 1984 de Orwell Dejó de Ser Ficción

Por Jonathan Cook                                                                                   05-May-18
FUENTE: https://www.globalresearch.ca/2018-when-orwells-1984-stopped-being-fiction/5639168 


El texto [en rojo] NO aparece en el original y fue agregado por el equipo de traducción. Igualmente lo destacado en amarillo aparece como texto simple en el original.
Éste es el momento cuando un periódico alegando sostener la más esencial función en una democracia liberal actuar como guardián sobre el poder formalmente abdica de la tarea. Éste es el momento cuando positivamente abraza el papel de servir como portavoz del gobierno. La revelación está en una palabrita en un titular de la primera página del Guardian: “Revelado”.

Cuando me entrenaba como periodista, reservábamos un “Revelado” o un “Expuesto” para las ocasiones especiales cuando éramos capaces de traer al lector una información que aquellos en el poder no querían que se diera a conocer. Estos eran raros momentos cuando como periodistas podíamos mantener nuestras cabezas en alto y alegar estar vigilando los centros de poder, estar cumpliendo nuestro sagrado deber como el cuarto estamento.[La verdad, resulta algo tardío declarar que fue en 2018 cuando 1984 dejó de ser ficción. He aquí un pequeño extracto del artículo de Roy Greenslade, del 31-Jul-15, publicado precisamente en The Guardian:
El sistema “D-notice” es un arreglo peculiarmente británico, un acuerdo no suficientemente público aunque no suficientemente secreto entre el gobierno y los medios para asegurarse que los periodistas no pongan en peligro la seguridad nacional... (El sistema) fue finalmente creado en 1912
https://www.theguardian.com/media/2015/jul/31/d-notice-system-state-media-press-freedom
Es decir, el sistemita fue puesto en operación, mínimo, hace 106 años; cuando Orwell tenía 9 años y 36 años antes de la publicación de «1984»].
Pero la historia “exclusiva” de hoy en el Guardian: “Revelado: El esfuerzo del RU para reforzar la alianza anti-rusa” no está haciendo nada de eso. Nada que los poderosos quisieran ocultar de nosotros está siendo “revelado”. Nadie tuvo que buscar documentos clasificados o hablar con un delator para traernos esta “revelación”. Todos en esta historia el periodista Patrick Wintour, un anónimo “funcionario de Whitehall”, los políticos mencionados y los analistas de centros de estudio están con seguridad en el mismo club de autoelogios, promoviendo una política gubernamental apenas disfrazada: renovar la Guerra Fría contra Rusia.
No es accidente que el gobierno escogiera a The Guardian como lugar para publicar este comunicado de prensa “exclusivo”. La sola palabra “Revelado” en el titular sirve a dos funciones que invierten la lógica misma del periodismo liberal vigilante.
Primero, está diseñado para desorientar al lector de una manera orwelliana o quizá estilo Lewis Carroll, invirtiendo el mundo de la realidad. El lector es preparado para una revelación, un secreto, y luego alimentado con la familiar propaganda gubernamental: que los tentáculos del pulpo ruso están en todos lados, que los rojos de nuevo están bajo nuestras camas o como mínimo, envenenando las manijas de nuestras puertas.
Diplomáticos británicos planean usar cuatro cumbres principales este año el G7, el G20, la OTAN y la Unión Europea para tratar de profundizar la alianza contra Rusia construida precipitadamente por el Ministerio de Asuntos Exteriores tras el envenenamiento del ex agente doble ruso Sergei Skripal en Salisbury en Marzo.
Ésta y miles de ejemplos similares a los que estamos expuestos todos los días en el discurso de nuestros políticos y los medios es la manera en que nuestras defensas son gradualmente disminuidas, nuestro pensamiento crítico debilitado, en modos que ayudan a los que están en el poder a lanzar su asalto a las normas democráticas. A través de tal fraude periodístico, los medios liberales tales como The Guardian y la BBC porque alegan ser los vigilantes del poder, para defender los intereses de los gobernados, no de los gobernantes— desempeñan un papel vital en preparar el terreno para los futuros cambios que restringirán la disconformidad, estrecharán los controles sobre los medios sociales e impondrán leyes más duras.
La amenaza es expuesta reiteradamente en la descripción de la historia por parte de The Guardian: hay una evidente necesidad de "un enfoque más integral de la desinformación rusa"; Moscú está decidido a "dividir sistemáticamente los electorados occidentales y sembrar dudas"; "Occidente se encuentra discutiendo con Rusia no solo sobre ideología o intereses, sino con la simple negación o el cuestionamiento de Moscú, de lo que los gobiernos occidentales perciben como hechos indiscutibles".
Tom Tugendhat, hijo de un juez del Tribunal Supremo, ex oficial del ejército que fue honrado con un MBE por la Reina en la treintena, y fue nombrado presidente del importante comité de asuntos exteriores de los Comunes después de dos años en el parlamento, expone el pensamiento de el establishment británico e insinúa las posibles soluciones. Él le dice al Guardian:
Putin está llevando a cabo una guerra de información diseñada para volver nuestro mayor activo la libertad de expresión contra nosotros. Rusia está tratando de ajustar cuentas con nosotros mediante el engaño.
Segundo, hay un remedio para la desorientación creada por la palabrita “Revelado”. Que sutilmente obliga al lector a someterse a la inversión (de conceptos).
Por las razones expuestas antes, una respuesta racional a esta historia de primera página es dudar que Wintour, sus editores y el periódico The Guardian mismo sean tan liberales como alegan ser, que se toman en serio la tarea de exigir cuentas al poder. Es abandonar la consoladora suposición de que nosotros, el 99%, tenemos nuestro propio ejército esos periodistas en los bastiones de los medios liberales como el Guardian y la BBC para protegernos. Es darse cuenta de que estamos completamente solos contra el poder del mundo corporativo. Esa es una conclusión realmente inquietante, aterradora incluso.
Pero esa sensación de abandono y temor puede superarse. El mundo puede reestablecer de nuevo los derechos y sólo requiere un pequeño salto de fe. Si el presidente ruso Vladimir Putin es realmente una mente maestra malvada, si Rusia es un pulpo con tentáculos que llegan a todos los rincones del mundo, si hay agentes rusos ocultándose en el ciberespacio listos para engañarle a Ud cada vez que abre su computadora portátil, y células rusas preparándose para amañar las elecciones de Ud para que el candidato moscovita (Donald Trump, Jeremy Corbyn?) gane, entonces el uso de ese "Revelado" no solo se justifica sino que es obligatorio. The Guardian no está difundiendo propaganda del gobierno estadounidense y británico, sino que exige al supremamente poderoso y malévolo estado ruso que rinda cuentas de sus acciones.
Una vez que hayas cruzado este espejo, una vez que aceptes que vives en Oceanía y necesites desesperadamente protección de Eurasia, ¿o es Eastasia ?, entonces The Guardián está actuando como un vital vigilante, porque el enemigo está dentro. Nuestro enemigo no son los que nos gobiernan, los que tienen toda la riqueza, los que almacenan sus activos en el extranjero para no tener que pagar impuestos, [los que mienten y bombardean naciones que no representan peligro alguno, que literalmente desaparecen a supuestas víctimas (¿se acuerdan de Sergei y Yulia Skripal?)], aquellos que ignoran la devastación del clima porque las reformas serían malas para los negocios.  No, el verdadero enemigo son los escépticos, los "guerreros" de las redes sociales, los activistas políticos, incluso el líder del Partido Laborista británico. Pueden sonar y parecer inofensivos, pero no son lo que parecen. Detrás de ellos hay fuerzas malvadas.
En este mundo inverso, los inminentes cambios draconianos no son una pérdida sino una ganancia.
Ud no está perdiendo los derechos que disfruta ahora o los derechos que podría necesitar en el futuro cuando las cosas se vuelven aún más represivas. Las restricciones son preventivas, para protegerle antes de que Putin y sus bots no sólo se hayan apoderado del ciberespacio, sino que hayan ingresado a su espacio vital. Al igual que las agresivas guerras de "intervención humanitaria" que Occidente está librando a través de las ricas áreas petroleras del Medio Oriente, la crueldad en realidad es bondad. Los que objetan, los que se oponen, lo hacen así solamente porque están bajo el control financiero o ideológico del cerebro de Putin.
Éste es el momento cuando la guerra llega a ser paz, la libertad llega a ser esclavitud y la ignorancia llega a ser fuerza.

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