jueves, 5 de diciembre de 2019

Mera estrategia


Henry Kissinger lo Entiende… El ‘Excepcionalismo’ de USA Ha Terminado

SCF Editorial                                                                                                         29-Nov-19
FUENTE: https://www.strategic-culture.org/news/2019/11/29/henry-kissinger-gets-it-us-exceptionalism-is-over/


El texto [en rojo] NO viene en el original y fue agregado por el equipo de traducción.

El exSrio de Estado de USA, Henry Kissinger, recientemente hizo comentarios prudentes cuando dijo que USA ya no es una potencia única y que debe reconocer la realidad de China como un rival equivalente.
El furor por una nueva ley aprobada por USA esta semana con respecto a Hong Kong y que socava la autoridad de Beijing subraya la advertencia de Kissinger.
Si USA no puede encontrar algún modus vivendi con China, entonces el resultado podría ser un conflicto catastrófico peor que cualquier guerra mundial anterior, advirtió.
Hablando públicamente en Nueva York el 14-Nov, el veteran[ísim]o diplomático instó a USA y China a resolver sus actuales tensiones económicas de forma cooperativa y mutua, agregando: "Ya no es posible pensar que un lado puede dominar al otro".
Una observación clave hecha por Kissinger fue la siguiente: "Entonces, aquellos países que solían ser excepcionales y solían ser únicos, tienen que acostumbrarse al hecho de que tienen un rival".
En otras palabras, está negando el consenso erróneo sostenido en Washington que afirma que USA de alguna manera es "excepcional", un "poder único" y la "nación indispensable". Este consenso ha crecido desde principios de los 1990s, luego del colapso de la Unión Soviética, cuando USA se veía a sí mismo como la única superpotencia. Eso se transformó en una ideología más virulenta de "dominio completo". De allí, las últimas tres décadas de implacables guerras criminales de USA y de operaciones de cambio de régimen en todo el planeta, arrojando al mundo entero al caos.
La evaluación franca de Kissinger es un soplo de aire fresco en medio de la autoestima rancia e insoportablemente arrogante de muchos políticos estadounidenses que ven a su nación como un poder sin igual que no admite otro.
El experimentado estadista, que tiene 96 años y conserva una perspicacia admirable para la política internacional, finalizó sus comentarios en una nota optimista al decir: "Estoy seguro de que los líderes de ambos lados [USA y China] se darán cuenta del futuro del el mundo depende de que las dos partes busquen soluciones y manejen las inevitables dificultades".
Acertadamente, la advertencia de Kissinger sobre el peligro de conflicto fue reiterada por separado por el veterano periodista John Pilger, quien advirtió en una entrevista exclusiva esta semana para la Fundación de Cultura Estratégica que presumía que "el excepcionalismo estadounidense está llevando al mundo a la guerra".
Henry Kissinger es de hecho una figura controvertida. Muchos académicos estadounidenses lo consideran uno de los Srios de Estado más destacados durante el período posterior a la 2GM. Sirvió en las administraciones de Nixon y Ford durante los 1970s y luego escribió tomos sobre geopolítica y relaciones internacionales. En contra de eso, su reputación se vio gravemente empañada por la guerra de USA en Vietnam y el terrible número de muertos civiles por los implacables bombardeos aéreos en Indochina, que se cree que fueron apoyados por Kissinger [Kissinger, desde siempre, ha sido un fiel servidor y más que los bombardeos, que en su mayoría fueron anteriores a él, se le debe juzgar por haber realizado la entrega de Vietnam del Sur].
Kissinger también ha sido acusado de apoyar el golpe militar en Chile en 1973 contra el presidente electo Allende, y de respaldar la guerra sucia de los generales fascistas [horror de horrores] argentinos durante los 1970s contra trabajadores e izquierdistas.
Para su crédito, sin embargo, Kissinger fue y es un practicante de la "realpolitik" que ve las relaciones internacionales a través de una lente pragmática. Otro planificador estatal estadounidense de la realpolitik fue el fallecido Zbigniew Brzezinski, quien murió en 2017 a la edad de 89 años. Ambos abogaron por una política de distensión con la Unión Soviética y China.
La innovadora [y personalmente humillante] visita del presidente Richard Nixon a China en 1972 se atribuye al consejo dado por Kissinger, quien en ese momento era asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca [fue Kissinger, quien con su viaje secreto en Julio de 1971, preparó el camino para la utilización de la enorme mano de obra china, con el consecuente estancamiento de los sueldos en el resto del mundo].
Ese mismo año, USA y la Unión Soviética firmaron el tratado de Misiles Anti-Balísticos (ABM), también bajo la dirección de Kissinger en el lado estadounidense. Posteriormente, USA se retiró del tratado en 2002, una medida que presagia un largo deterioro en las relaciones bilaterales entre USA y Rusia hasta nuestros días.
A pesar de todos sus defectos, al menos personas como Kissinger y Brzezinski estaban motivadas por políticas prácticas orientadas a objetivos. Estaban dispuestos a comprometerse con los adversarios para encontrar un modus vivendi [ni Kissinger ni Brzezinski se mandaban solos; han sido meros empleados]. Tal actitud falta con demasiada frecuencia en las recientes administraciones de Washington, que parecen guiarse por una ideología de dominio unipolar de USA sobre el resto del mundo. El actual consenso de Washington es de hiper-ideológico irrealismo y arrogancia, lo que lleva a una mentalidad de antagonismo de suma cero hacia China y Rusia.
A veces, el presidente Donald Trump parece suscribir el pragmatismo de la realpolitik. En otras ocasiones, recurre a la mentalidad hiper-ideológica expresada por su Vicepresidente Mike Pence, así como por el Srio de Estado Mike Pompeo y el Srio de Defensa Mike Esper. Este último ha calificado a China como la "mayor amenaza a largo plazo" para USA [es el simple juego del bueno y el malo; aunque a veces da la impresión de que están jugando al tonto y el malo].
Esta semana, el presidente Trump promulgó la "Ley de Derechos Humanos y Democracia", que impondrá sanciones a China por supuesta represión en su territorio de Hong Kong. Beijing ha reaccionado furiosamente a la legislación, condenándola como una violación a su soberanía.
Este es exactamente el tipo de movimiento desalentador contra el que Kissinger advirtió para evitar un mayor envenenamiento en las relaciones bilaterales ya tensas de los últimos 16 meses de guerra comercial entre USA y China.
Uno discierne la diferencia entre Kissinger y los políticos estadounidenses más recientes: el primero tiene un conocimiento histórico abundante y aprecio de otras culturas. Su astuta, taimada, y tal vez incluso maquiavélica característica, lleva a Kissinger a reconocer y respetar otros poderes en un mundo complejo. Lo que contrasta con la banalidad e ignorancia puritanas manifestadas por la administración de Trump y el Congreso.
Saludando a Kissinger el pasado viernes 22-Nov, durante una visita a Beijing, el presidente Xi Jinping le agradeció su histórica contribución a la normalización de las relaciones entre USA y China durante los 1970s.
"En la actualidad, las relaciones chino-estadounidenses se encuentran en una coyuntura crítica que enfrenta algunas dificultades y desafíos", dijo Xi, pidiendo a los dos países que profundicen la comunicación sobre cuestiones estratégicas. Fue un eco de las opiniones pragmático-políticas que Kissinger enunció la semana anterior.
Mientras compartía un escenario público con Kissinger, el líder chino agregó: “Las dos partes deberían partir de los intereses fundamentales de los dos pueblos y de las gentes del mundo, respetarse mutuamente, buscar puntos en común mientras se reservan las diferencias, buscar resultados beneficiosos para todos en cooperación y promover vínculos bilaterales para desarrollarse en la dirección correcta".
Asimismo, China y Rusia han pedido continuamente un orden mundial multipolar para la cooperación y la asociación en el desarrollo. Pero los gobiernos actuales y recientes de USA se niegan a contemplar cualquier otro orden que no sea un supuesto dominio unipolar. De ahí la continua lucha comercial de USA con China y la implacable demonización de Rusia por parte de Washington.
Este mantra ideológico "excepcional" de USA está generando más tensiones y, en última instancia, es un camino hacia el abismo.
Henry Kissinger lo entiende. Es una pena que la actual cosecha de políticos y pensadores de USA esté tan empobrecida en su intelecto [como dirían en el rancho: éstos son los bueyes que tenemos y con éstos hay que arar].

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