Insensateces Bananeras: La Madre de Todas las Revoluciones de Color
Por Pepe Escobar 06-Nov-20
FUENTE: https://www.globalresearch.ca/banana-follies-mother-color-revolutions/5728737
El texto [en rojo] NO viene en el original y fue agregado por el equipo de traducción. Igualmente lo destacado en amarillo aparece como texto simple en el original.
No toda la información divulgada aquí sobre la estrategia de Azul ha sido desclasificada. Eso bien puede provocar una dura respuesta del Estado Profundo, incluso cuando un escenario similar fue ensayado por un equipo llamado Proyecto de Integridad de Transición.
Ambos escenarios deberían calificar como programación predictiva —con el Estado Profundo preparando por anticipado al público en general, para saber exactamente cómo se desarrollarán las cosas.
El libro de jugadas estándar de la revolución de color establece que generalmente comienzan en la ciudad capital del estado-nación X, durante un ciclo electoral, con los “rebeldes” que luchan por la libertad disfrutando del pleno apoyo de los medios nacionales e internacionales.
El Azul se refiere a una elección presidencial en la potencial dominante. En el ejercicio de ensayo, el presidente en funciones, con nombre en código «Bufón» [pues, ni tan “en código”], fue pintado de Rojo. El retador, cuyo nombre en código era «Cadáver», estaba pintado de Azul.
Azul, el ensayo, subió un nivel porque, en comparación con sus predecesores, el punto de partida no fue una mera insurgencia, sino una pandemia. No es una pandemia cualquiera, sino una pandemia global realmente grave y mala para los huesos con una explosiva tasa de mortalidad por infección de menos del 1%.
Por una afortunada coincidencia [tan afortunada, que no parece casualidad], la letal pandemia permitió a los operadores de Azul promover las boletas por correo como el procedimiento de votación más seguro y socialmente distante.
Eso se conectó con una serie de encuestas que predecían una victoria Azul casi inevitable en las elecciones —incluso una Ola Azul.
La premisa es simple: derribar la economía y desinflar a un presidente en funciones cuya misión declarada es impulsar una economía en auge. Al mismo tiempo, convencer a la opinión pública de que acudir a las urnas es un peligro para la salud.
El comité de producción de Azul no se arriesga y anuncia públicamente que impugnaría cualquier resultado que contradiga el resultado preempaquetado: la victoria final de Azul en un peculiar y anacrónico organismo opuesto a la democracia directa, llamado "colegio electoral".
Si Rojo gana de alguna manera, Azul esperaría hasta que cada voto sea contado y debidamente litigado en todos los niveles de jurisdicción. Confiando en el apoyo masivo de los medios y el marketing en las redes sociales impulsado a niveles de saturación, Azul proclama que “bajo ningún escenario” a Rojo se le permitiría declarar la victoria.
Cuenta regresiva para la votación mágica
Llega el día de las elecciones. El recuento de votos funciona sin problemas —conteo por correo, conteo del día de la elección, recuentos de hasta el minuto— pero principalmente a favor de Rojo, especialmente en tres estados que siempre son esenciales para capturar la presidencia. El Rojo también es líder en lo que se caracteriza como "estados clave para el resultado de las elecciones".
Pero luego, justo como una cadena de televisión llama prematuramente a un estado Rojo, supuestamente asegurado para el Azul, todo el conteo de votos se detiene antes de la medianoche en las principales áreas urbanas en los estados indecisos clave bajo gobernadores Azules, con el Rojo a la cabeza.
Los operadores Azules dejan de contar para verificar si su escenario hacia una victoria Azul se puede implementar sin traer boletas por correo. Su mecanismo preferido es fabricar la "voluntad del pueblo" manteniendo una ilusión de justicia.
Sin embargo, siempre pueden confiar, como Plan B, en las boletas urbanas por correo siempre disponibles, calientes y frías, hasta que Azul sobrepase por un pelo en dos estados indecisos particularmente importantes que Rojo había ganado en una elección anterior.
Eso es lo que sucede. A partir de las 2 am y más tarde en la noche, ingresa un lote de votos “mágicos” en estos dos estados clave. El repentino “ajuste” vertical hacia arriba incluye el caso de un lote de 130,000 votos pro-Azul emitidos en un condado con ningún voto pro-Rojo— un milagro estadístico de proporciones dignas del Espíritu Santo.
Rellenar las urnas es una estafa típica aplicada en la decadencia de la revolución de color de la República Bananera. Los operadores Azules utilizan el método probado y comprobado que se aplica al mercado de futuros del oro, cuando una caída repentina de cortos sin cobertura reduce el precio del oro, protegiendo así al dólar estadounidense.
Los operadores Azules apuestan a que la alianza entre los principales medios de comunicación y las Grandes Tecnológicas no cuestionarán que, bueno, de la nada, el voto se inclinaría hacia el Azul en un margen de 2 a 3 o 3 a 4.
Ellos apostaron que no se harán preguntas sobre cómo una tendencia de votación positiva de 2% a 5% a favor de Rojo en algunos estados, se convirtió en una tendencia de 0,5% a 1,4% a favor de Azul alrededor de las 4 am.
Y que esta discrepancia ocurre en dos estados indecisos casi simultáneamente.
Y que algunos distritos electorales obtienen más votos presidenciales que votantes registrados.
Y que en los estados indecisos, el número de misteriosos votos extra para Azul supera con creces los votos emitidos para los candidatos al Senado en estos estados, cuando el registro muestra que los totales de boletas para puestos inferiores son tradicionalmente cercanos [Todo esto se parece extraordinariamente a la situación de México de 1929 a 2000, mínimo (es decir, no se excluye que haya seguido)].
Y esa participación en uno de estos estados sería del 89.25%.
El día siguiente al de las elecciones hay vagas explicaciones de que uno de los posibles aludes de votos fue simplemente un "error administrativo", mientras que en otro estado en disputa no hay justificación para aceptar papeletas sin matasellos.
Los operadores Azules se relajan porque la alianza de los principales medios de comunicación y las Grandes Tecnológicas aplastan todas y cada una de las quejas como "teorías de conspiración".
La contrarrevolución roja
Los dos candidatos presidenciales no ayudan exactamente a sus propios casos.
Cadáver, en un desliz freudiano, había revelado que su partido había establecido el más extenso y "diverso" esquema de fraude de la historia.
No solo Cadáver está a punto de ser investigado por un sospechoso plan relacionado con computadoras. Él es un paciente con demencia en etapa 2 con un perfil que se deshace rápidamente —que apenas se mantiene funcional por las drogas, que no pueden evitar que su mente se apague lentamente.
Bufón, fiel a sus instintos, toma la iniciativa y declara que toda la elección fue un fraude, pero sin ofrecer ninguna evidencia. Es debidamente desacreditado por la alianza de los principales medios/las Grandes Tecnológicas por difundir "afirmaciones falsas" [el problema es que tiene un historial de toda la vida de venirlas haciendo; por eso, ahora no resulta difícil creer que continúe en lo mismo].
Todo esto está sucediendo mientras una operadora astuta, vieja y amargada no solo había declarado que el único escenario admisible era una victoria Azul [who? Hillary?]; ya se había posicionado para un alto empleo de seguridad.
Azul también juega con que Rojo se embarcaría de inmediato en un camino monomaníaco: desplegar un ejército de abogados que exijan acceso a cada bulto de registros para limpiar, revisar y verificar todas y cada una de las boletas por correo, un proceso de facto equivalente a un análisis forense.
Sin embargo, Azul no puede prever cuántas papeletas falsas se revelarán durante los recuentos.
Mientras Cadáver está listo para declarar la victoria, Bufón mira el juego a largo plazo, listo para llevar todo hasta la Corte Suprema.
La máquina Roja ya lo había ensayado —ya que era plenamente consciente de cómo se jugaría la operación Azul. [solo que la máquina Roja, como la máquina Azul, no se mandan solas: tienen, ¡oh sorpresa!, el mismo patrón]
La contrarrevolución Roja tiene el potencial de dar jaque mate estratégico a Azul.
Es un ataque de tres frentes —Rojo utiliza el Comité Judicial, el Senado y el Fiscal General, todos bajo la autoridad de Bufón hasta el Día de la Inauguración. El fin de juego después de una feroz batalla legal es derrocar a Azul.
Los principales operadores de Rojo tienen la opción de establecer una comisión del Senado, o un Abogado Especial, a solicitud del Comité Judicial, que será designado por el Departamento de Justicia para investigar a Cadáver.
Mientras tanto, se requieren dos votaciones del colegio electoral, con un mes de diferencia, para certificar al ganador presidencial.
Estos votos ocurrirán en medio de una y quizás dos investigaciones enfocadas en Cadáver. Cualquier estado representado en el colegio electoral puede oponerse a aprobar un Cadáver investigado; en este caso, es ilegal que ese estado permita a sus electores certificar los resultados presidenciales del estado.
Cadáver puede incluso ser recusado por su propio partido, en virtud de la Enmienda 25, debido a su deterioro mental irreversible.
El caos resultante tendría que ser resuelto por la Corte Suprema de tendencia Roja. Éste no es exactamente el resultado favorecido por Azul.
La Casa siempre gana
El meollo del asunto es que este juego de expertos trasciende tanto al Rojo como al Azul. Se trata del fin de juego del Estado Profundo.
No hay nada como una masiva operación psicológica incrustada en un teatro con temática de la Asociación Mundial de Lucha bajo el signo de Divide y Vence para enfrentar a la mafia contra la mafia, con la mitad de la mafia rebelándose contra lo que percibe como un gobierno ilegítimo. Mientras el 0.00001% evalúa cómodamente la carnicería no sólo metafórica desde arriba [el % es bastante realista, y es el patrón mencionado antes].
Incluso cuando el Estado Profundo, usando sus secuaces Azules, nunca hubiera permitido que prevaleciera de nuevo Bufón, el Divide y Vence doméstico podría verse como el resultado menos desastroso para el mundo en general.
Un contexto de guerra civil en teoría distrae al Estado Profundo de bombardear más latitudes del Sur Global en la farsa distópica de "democracia" que ahora está interpretando.
Y aunque un estancamiento doméstico del Imperio del Caos bien puede alentar más aventuras en el extranjero como necesaria distracción para mantener unido el cotarro.
Y ésa es la belleza del ensayo Azul: la Casa, de una forma u otra, gana.
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