jueves, 26 de noviembre de 2020

El Momento o la Hora de China

 

El Momento de China

Por Peter Koenig                                                                                      23-Nov-20

FUENTE: https://www.globalresearch.ca/china-moment/5730223

 

 

El texto [en rojo] NO viene en el original y fue agregado por el equipo de traducción.

China ha logrado casi lo imposible un acuerdo de libre comercio con 14 países  los diez ASEAN, más Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda, en total 15 países, incluida China. La denominada Asociación Económica Integral Regional, o RCEP [por sus siglas en inglés], estuvo en negociaciones durante ocho años y logró reunir a un grupo de países para el libre comercio, es decir, unos 2.200 millones de personas, que controlan alrededor del 30% del PIB mundial. Éste es un acuerdo nunca antes alcanzado en tamaño, valor y plazo. El RCEP se firmó durante la 37ª Cumbre de la ASEAN el 11 de noviembre en Vietnam.

 

Además de ser el acuerdo comercial más grande en la historia de la humanidad, también se asocia y se une a la Iniciativa Región Camino (BRI, por sus siglas en inglés), o Una Región, Un Camino (OBOR), o llamada también la Nueva Ruta de la Seda, que en sí misma comprende ya más de 130 países y más de 30 organizaciones internacionales. Además, China y Rusia tienen una asociación estratégica de larga duración, que contiene acuerdos bilaterales que también entran en este nuevo agrupamiento comercial, además de que los países de la Unión Económica de Asia Central (CAEU), que consiste en su mayoría de antiguas repúblicas soviéticas, también están integrados en este bloque comercial oriental.

El conglomerado de acuerdos y subacuerdos entre países de Asia y el Pacífico que cooperarán con la RCEP, está unido por el, poco conocido en Occidente, pacto asiático llamado Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), fundado el 15-Jun-2001 en Shanghai como una organización intergubernamental compuesta por China, Rusia, Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán. El propósito de la OCS es garantizar la seguridad y mantener la estabilidad en la vasta región euroasiática, unir fuerzas para contrarrestar los desafíos y amenazas emergentes y mejorar el comercio, así como la cooperación cultural y humanitaria.

Gran parte de la financiación para los proyectos de la RCEP y la BRI será en forma de préstamos de bajo costo del Banco Asiático de Infraestructura e Inversiones (AIIB) de China y otras fuentes de financiación nacionales de China y de los países participantes. En los tiempos difíciles que emergen de la crisis del Covid, muchos países pueden necesitar subvenciones para poder recuperar lo más rápido posible sus enormes pérdidas socioeconómicas creadas por la pandemia. En este sentido, es probable que la nueva Ruta de la Seda pueda acentuar una “Ruta de la Salud” especial en todo el continente asiático.

La verdadera belleza de este acuerdo RCEP es que sigue un firme rumbo hacia adelante, pese a todas
las adversidades impuestas por Occidente, principalmente USA. Se extiende desde Europa occidental hasta lo que se llama Asia y cubre Oriente Medio y el norte de África, unos 55 millones de km2. Ver mapa (Wikipedia).

El punto decisivo de los acuerdos comerciales de la  RCEP es que se llevarán a cabo en monedas locales y en yuanes, no en dólares estadounidenses. La RCEP es un instrumento masivo para desdolarizar, principalmente la Región Asia-Pacífico y gradualmente el resto del mundo.

Gran parte de las inversiones en infraestructura de la BRI, o Nueva Ruta de la Seda, pueden financiarse con otras monedas distintas del dólar estadounidense. El nuevo renminbi (RMB) digital de China o yuan, que pronto se lanzará internacionalmente como moneda de curso legal para pagos y transferencias internacionales, reducirá drásticamente el uso del dólar. El nuevo RMB digital resultará atractivo para muchos países que están hartos de estar sujetos a sanciones estadounidenses, porque al usar el dólar estadounidense, automáticamente se vuelven vulnerables a ser castigados con bloqueos de dólares, confiscaciones de recursos, siempre que su "comportamiento" internacional no se ajuste a los mandatos de Washington.

Incluso las reservas de los países pueden ser robadas, un crimen perpetrado por Washington con impunidad y con la ayuda del RU, a la vista del mundo, robando 1,200 mdd de oro venezolano depositado en el Banco de Inglaterra. Solo un largo y engorroso proceso legal en los tribunales del RU iniciado por Venezuela podría eventualmente liberar los fondos para devolverlos a la jurisdicción de Caracas. Ésta es una advertencia para muchos países, que quieren abandonar el barco del dólar fiduciario y unirse a una moneda de reserva y comercio honesta, ofrecida por el RMB / yuan respaldado por la sólida y estable economía de China.

El dólar ya está hoy en declive. Hace unos 20-25 años alrededor del 90% de todos los activos de reserva mantenidos en todo el mundo estaban denominados en dólares estadounidenses, hoy esta proporción se ha reducido a menos del 60% y sigue disminuyendo. El RMB/yuan internacional emergente, junto con una economía china fortalecida por la RCEP y la BRI, pueden contribuir aún más a la desdolarización, así como a la deshegemonización de USA en el mundo. De manera simultánea y progresiva, el RMB/yuan digital internacional también puede estar reemplazando las reservas de dólares estadounidenses/euros en las arcas de los países de todo el mundo.

El dólar estadounidense puede volver a ser simplemente una moneda local estadounidense, como debería ser. Según la filosofía de China, el mundo unilateral se transformará en un mundo multipolar. La combinación de la RCEP y Nueva Ruta de la Seda persigue rápidamente este noble objetivo, un objetivo que traerá mucho más equilibrio al mundo.

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Para Occidente, adaptarse a esta nueva realidad puede no ser fácil [para USA pudiera resultar traumática; para los demás, ya estamos acostumbrados]. La cooperación en lugar de la competencia nunca ha sido un concepto o una filosofía occidental. Durante cientos, si no miles de años [no exageres], el dominio occidental ha dejado un triste legado de explotación de los pobres por parte de los ricos amos coloniales y de sangrientas guerras.

La cooperación en lugar de la competencia y la lucha por el poder es un concepto al que Occidente no adhiere fácilmente. Es claramente visible por las guerras comerciales instigadas por USA [y el RU, casi exclusivamente], y posiblemente ya se esté gestando una guerra de divisas entre USA y China. La FED ha expresado vagamente sus planes de lanzar también una moneda digital, posiblemente críptica, basada en blockchain para contrarrestar el nuevo RMB/ yuan, que aún no se ha lanzado internacionalmente. Los detalles de los planes de la FED no están claros al momento de escribir este artículo.

Tener que adaptarse a la nueva RCEP, conforme a un acuerdo entre iguales, no será fácil para Occidente [más que Occidente, debería precisarse USA. Hasta ahora, la UE ha tenido un papel totalmente subordinado a los dictados de USA]. Occidente no dejará ir y puede utilizar en la mayor medida posible, su creación pro-occidental, la Organización Mundial del Comercio (OMC), para sabotear tanto como sea posible los acuerdos comerciales de la RCEP y la infraestructura de la BRI, así como los avances en el desarrollo industrial transfronterizo [el uso de amenazas, sanciones, bloqueos y violaciones al derecho internacional por parte de USA, indica que la élite globalista no cuenta con mejores armas y parecerían ser “pataleos de ahorcado”].

Occidente, liderado por USA y siempre respaldado por el Pentágono y la OTAN, puede que no tenga miedo de amenazar a los países que participan en los proyectos de China, pero sin resultado. Bajo la filosofía de Tao, China avanzará con sus socios, como el agua que fluye constantemente, creando y evitando obstáculos constantemente, en pos de su noble objetivo: un mundo en paz con un futuro común brillante [suena a propaganda barata; pero se podría aplicar el poco conocido dicho de: «más vale bueno por conocer que malo conocido»].

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En conclusión, la RCEP es una obra maestra china con características chinas y está allanando el camino para seguir avanzando hacia una comunidad mundial con un futuro compartido para la humanidad. El principio subyacente es una comunidad de naciones soberanas que vivan, trabajen, construyan, inventen, creen y se enriquezcan cultural y mutuamente, en paz.

 

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